1000 resultados para Evaluación curricular -- Países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico
Resumo:
Esta investigación tiene como eje fundamental el estudio de las relaciones actuales sino-rusas y, más particularmente, a la organización de cooperación de Shanghái (en adelante OCS) como un punto de convergencia de intereses Chinos y Rusos en la región de Asía central. Dicha dinámica supone, por un lado, la posibilidad de un proceso de colaboración y de desarrollo conjunto en la región. Pero por otro lado supone un conflicto de intereses ya que tanto China como Rusia buscan expandir su órbita de influencia en el espacio post-sovietico ya señalado. Por lo dicho este estudio intenta acercarse a la comprensión de la dinámica de la OCS en los últimos años. Para ello se aproxima a la temática, partir de dos miradas: La primera podría catalogarse como una mirada que enfatiza cuestiones de carácter acontecimental y cuyo interés reside en comprender los cambios acaecidos en la OCS en los últimos años, un análisis de los acuerdos hacia dentro y fuera del grupo, los marcos e instituciones que componen a la OCS, las distintas instancias de contacto entre los gobiernos ruso y chino, etc. La segunda mirada, a sabiendas de la expansión de las economías asiáticas en los últimos años, profundiza lo expresado anteriormente y lo enmarca en una concepción más amplia que parte del presupuesto teórico de que nos encontramos actualmente en una transición del centro de poder global (Wallerstein, 2006) desde Estados Unidos y Europa Occidental hacia las potencias emergentes asiáticas como la República popular de China, Rusia, India y el continente asiático en general. Dicha mirada funcionara como una guía y un presupuesto para pensar la cuestión desde una óptica de largo plazo
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Esta investigación tiene como eje fundamental el estudio de las relaciones actuales sino-rusas y, más particularmente, a la organización de cooperación de Shanghái (en adelante OCS) como un punto de convergencia de intereses Chinos y Rusos en la región de Asía central. Dicha dinámica supone, por un lado, la posibilidad de un proceso de colaboración y de desarrollo conjunto en la región. Pero por otro lado supone un conflicto de intereses ya que tanto China como Rusia buscan expandir su órbita de influencia en el espacio post-sovietico ya señalado. Por lo dicho este estudio intenta acercarse a la comprensión de la dinámica de la OCS en los últimos años. Para ello se aproxima a la temática, partir de dos miradas: La primera podría catalogarse como una mirada que enfatiza cuestiones de carácter acontecimental y cuyo interés reside en comprender los cambios acaecidos en la OCS en los últimos años, un análisis de los acuerdos hacia dentro y fuera del grupo, los marcos e instituciones que componen a la OCS, las distintas instancias de contacto entre los gobiernos ruso y chino, etc. La segunda mirada, a sabiendas de la expansión de las economías asiáticas en los últimos años, profundiza lo expresado anteriormente y lo enmarca en una concepción más amplia que parte del presupuesto teórico de que nos encontramos actualmente en una transición del centro de poder global (Wallerstein, 2006) desde Estados Unidos y Europa Occidental hacia las potencias emergentes asiáticas como la República popular de China, Rusia, India y el continente asiático en general. Dicha mirada funcionara como una guía y un presupuesto para pensar la cuestión desde una óptica de largo plazo
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Esta investigación tiene como eje fundamental el estudio de las relaciones actuales sino-rusas y, más particularmente, a la organización de cooperación de Shanghái (en adelante OCS) como un punto de convergencia de intereses Chinos y Rusos en la región de Asía central. Dicha dinámica supone, por un lado, la posibilidad de un proceso de colaboración y de desarrollo conjunto en la región. Pero por otro lado supone un conflicto de intereses ya que tanto China como Rusia buscan expandir su órbita de influencia en el espacio post-sovietico ya señalado. Por lo dicho este estudio intenta acercarse a la comprensión de la dinámica de la OCS en los últimos años. Para ello se aproxima a la temática, partir de dos miradas: La primera podría catalogarse como una mirada que enfatiza cuestiones de carácter acontecimental y cuyo interés reside en comprender los cambios acaecidos en la OCS en los últimos años, un análisis de los acuerdos hacia dentro y fuera del grupo, los marcos e instituciones que componen a la OCS, las distintas instancias de contacto entre los gobiernos ruso y chino, etc. La segunda mirada, a sabiendas de la expansión de las economías asiáticas en los últimos años, profundiza lo expresado anteriormente y lo enmarca en una concepción más amplia que parte del presupuesto teórico de que nos encontramos actualmente en una transición del centro de poder global (Wallerstein, 2006) desde Estados Unidos y Europa Occidental hacia las potencias emergentes asiáticas como la República popular de China, Rusia, India y el continente asiático en general. Dicha mirada funcionara como una guía y un presupuesto para pensar la cuestión desde una óptica de largo plazo
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Conjunto de trabajos que quieren establecer un nuevo marco de estudio y reflexión sobre todos aquellos aspectos teóricos y metodológicos que inciden más directamente en la Educación Infantil: la calidad educativa, la evaluación de centros y de la práctica docente, los proyectos curriculares, y las infraestructuras y los medios materiales y personales necesarios. Las contribuciones giran alrededor de 6 áreas: 1. familia, cultura y Educación Infantil; 2. interculturalidad, integración y atención a la diversidad; 3. didáctica y currículum en la Educación Infantil; 4. formación del profesorado de Educación Infantil; 5. currículum y didácticas específicas; 6. organización del centro de Educación Infantil. Con estas áreas se quieren recoger todas las líneas de investigación educativa e innovación curricular actuales.
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Este estudio se inscribe dentro del programa 'The Effectiveness of Schooling and of Educational Resource Management', coordinado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Sus objetivos principales son: 1) Describir qué reformas relativas a la gestión de recursos educativos se han producido dentro del sistema educativo en los últimos años y cómo es en la actualidad el proceso de toma de decisiones y reparto de responsabilidades entre las distintas administraciones y las escuelas. 2) Conocer empíricamente la respuesta de las escuelas a las reformas tendentes a mejorar la eficacia en la gestión de recursos, respecto a un conjunto de áreas funcionales y la visión que de esta realidad se tiene a nivel local. Para conseguir dichos objetivos, el estudio se centra en diez áreas funcionales: fines y objetivos, personal, órganos de gobierno, recursos materiales y económicos, alumnos, padres, aspectos curriculares, evaluación externa e inspecciones, y relaciones con la comunidad.
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Incluye Bibliografía
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Un criterio comúnmente utilizado para clasificar países -empleado, inclusive, por los países donantes del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)- es el que se basa en el ingreso per cápita como el principal factor para definir los grupos. Esta clasificación se relaciona con la idea de que los países deberían asumir la responsabilidad de su propio desarrollo luego de alcanzar un cierto nivel de ingresos (proceso denominado "graduación"). Sin embargo, el uso de límites arbitrarios de ingresos para definir categorías acarrea muchas consecuencias importantes. En primer lugar -sobre todo en el caso de los países que están cerca de la línea divisoria entre un grupo y otro-, la "graduación" se puede alcanzar simplemente debido a modificaciones marginales en las condiciones económicas, pero puede provocar cambios mayores en el área de la asistencia para el desarrollo, como la suma recibida por este concepto y las condiciones -la mayor o menor concesionalidad- en que esta se entrega. En segundo lugar, el proceso de ascender a una categoría de ingresos superior no es lineal, y muchas veces los países retroceden al estado anterior. Esto demuestra una vez más que el cambio de categoría puede no ser el resultado de transformaciones fundamentales en la realidad del desarrollo de los países, sino solo reflejar modificaciones marginales en las condiciones económicas. Finalmente, lo más importante es que el uso de límites de ingresos conduce a agrupar los países de un modo que no captura la compleja naturaleza del desarrollo y la diversidad de situaciones que existen en cada grupo y en cada miembro de esos grupos. En particular, los países de renta media considerados como un grupo constituyen un pilar fundamental de la economía mundial; representan una gran proporción de la actividad económica y el comercio, y son el hogar de la mayoría de la población del mundo y de la mayoría de los pobres del mundo. No obstante, si se observa más detenidamente a este grupo, llama la atención la heterogeneidad existente entre los países que lo componen. Al agrupar a los países según el nivel de ingresos, no se toma en cuenta el amplio rango de capacidades y necesidades diferentes que existen entre los países de renta media. En América Latina y el Caribe, casi el 90% de los países pertenecen a la categoría de renta media. Las diferencias de un país a otro se presentan en un amplio rango de variables, no solo relacionadas con el tamaño y la situación de la economía, sino también con la situación social y las condiciones estructurales vinculadas al potencial de desarrollo y al desempeño productivo. Sin embargo, los países donantes y los organismos multilaterales rara vez toman en cuenta esta amplia diversidad de capacidades y necesidades al establecer prioridades para la asignación de asistencia oficial para el desarrollo (AOD). La lógica seguida en las últimas décadas fue canalizar la mayor parte de la asistencia hacia los países de más bajos ingresos, incluidos los clasificados como países menos desarrollados, en detrimento de los países de renta media. Se presume que, dado que estos últimos tienen un ingreso medio más elevado, sus necesidades deben de ser menores. Para una región de renta media como América Latina y el Caribe, esto ha implicado que su participación en los flujos de asistencia para el desarrollo cayera desde un monto ya bajo (9%) en 1990 a uno todavía inferior (7%) en 2009, en contraste con África y Asia, que reciben la mayor proporción (un 37% y un 30%, respectivamente). Si bien es esperable que el sistema de cooperación internacional se centre en nivelar el campo de juego de las economías de bajos ingresos y reducir la brecha del desarrollo con respecto a los países más avanzados, su mandato no debería limitarse a este objetivo. El sistema de cooperación internacional debería buscar una respuesta integral y amplia para el problema del desarrollo que no solo se oriente a las necesidades de los países de bajos ingresos, sino que también considere las diversas necesidades y vulnerabilidades presentes en los países de renta media. Para que esto sea posible, es fundamental tener un conocimiento integral, en cada caso, de las áreas que presentan mayor necesidad y son más vulnerables, e identificar las principales brechas entre las necesidades y las posibilidades, de modo que la asistencia para el desarrollo pueda asignarse adecuadamente. Un paso crucial en esta dirección sería la revisión de los métodos utilizados para clasificar países y la sustitución de los criterios actuales (basados en los ingresos) por nuevos indicadores que sean más adecuados para esta clasificación. Estos nuevos indicadores deberían ser capaces de captar la naturaleza multifacética del problema del desarrollo y, por lo tanto, permitir la formación de grupos de países menos heterogéneos entre sí. Más específicamente, los indicadores deberían reflejar los desafíos estructurales y las áreas vulnerables existentes en los países de renta media y que no son captados por el criterio del ingreso per cápita. En el caso de los países de renta media de América Latina y el Caribe, estos desafíos de largo plazo y áreas vulnerables pueden resumirse en lo que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó como brechas clave que deben cerrarse para evitar caer en la "trampa de la renta media" y avanzar hacia un proceso de desarrollo sostenible y dinámico que tenga como eje central la equidad (CEPAL, 2010a). Estas son: la brecha del financiamiento, la brecha de la desigualdad y la protección social, la brecha del capital humano y la brecha de la productividad y la inversión. Además de elaborar mejores criterios para la asignación de AOD, la comunidad internacional debe persistir en la tarea de aumentar los recursos disponibles para el financiamiento para el desarrollo. El nivel actual de financiamiento otorgado a los países en desarrollo por medio de la AOD es claramente insuficiente y, por lo tanto, en ocasiones se aumenta la asistencia a ciertos países o regiones a expensas de otros -como los países de renta media- que también tienen importantes necesidades. A pesar de los esfuerzos por parte de los países donantes para elevar el monto de AOD, los niveles de asistencia en 2010 alcanzaron un promedio de apenas un 0,32% de su ingreso nacional bruto (INB), muy por debajo de la meta del 0,7% acordada internacionalmente. Asimismo, las finanzas públicas de muchos donantes se deterioraron sustancialmente como consecuencia de la crisis mundial, lo que hace menos probable el incremento de los niveles de asistencia. Dado que el escenario posterior a la crisis ha agregado nuevas áreas de vulnerabilidad a las que tradicionalmente enfrentan ciertos países en desarrollo, persistirá la tensión entre la escasez de recursos y las grandes necesidades. Por estos motivos, es de vital importancia que la comunidad internacional aúne sus fuerzas para encontrar formas innovadoras de movilizar recursos para el desarrollo que sean adicionales, y no sustitutos, de los flujos de AOD. Los países del norte y del sur se han unido en diferentes ocasiones para elaborar mecanismos de financiación innovadora para el desarrollo. Las propuestas abarcan desde impuestos globales específicos hasta mecanismos para facilitar las donaciones voluntarias privadas de un individuo a otro. Algunas de las propuestas ya se están llevando a cabo, y los resultados son alentadores. No obstante, aún queda mucho por hacer, por lo que la comunidad internacional debería emprender una seria labor en este sentido.
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Incluye Bibliografía
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En la sociedad actual del conocimiento las universidades tienen la responsabilidad de generar conocimiento e innovaciones para ofrecer soluciones a problemas de comunidades de interés. Para lograrlo las universidades deben enfocarse en su activo más importante, su capital intelectual. Hasta ahora las investigaciones relacionadas con el capital intelectual y la innovación en las universidades, son limitadas a pesar de ser un elemento estratégico para la dirección de estas organizaciones, ya que estos aspectos le representan valor en el tiempo, por tanto esta investigación busca establecer cuál es la relación que existe entre el capital intelectual y la innovación en la Universidad CES. El objetivo de esta investigación era identificar el grado de relación entre capital intelectual e innovación en la Universidad CES. La metodología del estudio, es un estudio cuantitativo, de tipo descriptivo explicativo, con un diseño transversal, que permitió establecer el efecto del capital intelectual sobre la innovación de la Universidad CES. La población del fueron los directivos, líderes de los grupos de investigación y los coordinadores de investigación de la Universidad CES. Según los resultados obtenidos, este estudio determinó que el capital intelectual no tiene una relación estadísticamente significativa con la innovación personal de la Universidad CES y se determinó también que las tres dimensiones del capital intelectual tienen una relación estadísticamente significativa con los resultados de la innovación en la Universidad CES. El principal aporte de este estudio fue ofrecer evidencias sobre el capital intelectual como una de las principales fuentes de innovación para la Universidad.