533 resultados para Latín-Sintaxis
Resumo:
Los estudios clásicos, además de todas la dificultades materiales, sociales e intrínsecas, tienen en su contra las pruebas del examen de Estado. Se analiza la pertinencia del examen escrito de latín y de sus contenidos, y se propone una prueba en la que se distinga entre los conocimientos adquiridos y la aptitud del alumno, lo cual repercutiría en una enseñanza de mayor calidad.
Resumo:
Se realiza una presentación y análisis de dos nuevas obras para el aprendizaje y estudio del latín. La primera es Nuevo método de latín, en tres tomos, que corresponden a tres cursos distintos, bajo la dirección del padre José María Mir. Como características principales se destaca que es un procedimiento directo, de contenido básico, con un método integral, activo, progresivo, de intenso trabajo, variado y moderno. El segundo método para la enseñanza del latín se titulo Lengua Latina moderna methodus, del jesuita español Benigno Juanes. Su fin es lograr que los alumnos consigan expresarse en latín, por tanto no se limita a la mera lectura comprensiva de textos latinos. Otras características son: el valor funcional de su gramática, la importancia que se da al vocabulario, a los ejercicios prácticos y al método repetitivo. En líneas generales se le puede considerar un método moderno, que adolece de ciertas carencias como la falta de unidad y amenidad en los temas, una redacción latina un poco pobre, y una gramática un tanto dispersa y con cierta falta de claridad.
Resumo:
Se justifica la existencia del latín como materia fundamental de la enseñanza secundaria a través de una serie de argumentos. Por ejemplo como medio de ejercitar la mente o realizar una gimnasia intelectual. Sin embargo este argumento es considerado insuficiente, ya que esto mismo se puede conseguir por medio de otras disciplinas. Otra justificación es la de que por medio del latín se entra en contacto con los valores y estética de la Antigüedad, lo cual tiene un peso importante, sobre todo en la educación italiana. Por otro lado la supresión de las enseñanzas humanísticas llevará a la desaparición de la mayoría de los profesores y con ello el retroceso de los estudios clásicos. También se hace un repaso de los principales métodos para la enseñanza del latín, desde el primer método moderno, elaborado por Bézard y titulado Comment apprendre le latin à nos fils, que data de 1914, hasta diversas obras de los años 50. Para terminar se hace un compendio de la relación entre el latín y las matemáticas y el latín y la lengua vernácula.
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Se defiende la permanencia del latín como pieza clave para la preparación de los estudiantes universitarios durante el bachillerato. Se habla del debate entre partidarios y detractores de tal cuestión, que se considera en ocasiones falto de ideas, pero no de ganas de polemizar. Por ello se pretende aportar argumentos sólidos y no descalificaciones. Los principales son: un punto de partida sobre la importancia del conocimiento del latín para mejorar cualidades mentales como el pensamiento o la percepción; y la consideración del estudio del latín como educación general del pensar, y como una pedagogía básica para el conocimiento de la propia lengua.
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Este artículo continúa en Sobre la índole formativa de las lenguas clásicas : el latín y la gimnasia intelectual
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Este artículo es continuación de Sobre la índole formativa de las lenguas clásicas : el contenido formativo del latín
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Se debate la controvertida cuestión de la permanencia del latín y del humanismo clásico en el bachillerato. Los partidarios de la continuidad del latín, sostienen que es la materia con mayor valor formal, o la que contribuye a desarrollar en mayor medida la inteligencia. Esto se considera erróneo, ya que el conocimiento del latín o el haber cursado latín durante muchos años no convierte automáticamente a una persona en más inteligente que otra que haya estudiado otra cosa. Se reflexiona sobre el concepto de educación formal, aplicado al latín. Por otra parte, también se apuntan comentarios en torno a la relación del latín y las matemáticas. Los partidarios del latín suelen denostar a las matemáticas porque sólo potencia el razonamiento deductivo, al contrario que el latín, que potencia otras muchas funciones de la mente. Esto no es del todo cierto, y requiere una reacción, ya que no se puede negar la creciente importancia de las matemáticas y de la ciencia en la vida actual. Por tanto para formar a personas preparadas para hacer frente a los retos de las sociedades actuales, habrá que actualizar los contenidos educativos. De hecho la función primordial del bachillerato es que sus planes de estudio se subordinen a las necesidades de los alumnos, y no al contrario. Por tanto el programa formativo de Occidente fundamentado en las humanidades tradicionales y en su pretendida superioridad para el desarrollo de la inteligencia, debe ser desterrado, ya que la época actual, sus necesidades, son radicalmente diferentes de las de la antigüedad greco-romana.
Resumo:
Se realiza una reflexión sobre la necesidad de la permanencia del latín en el bachillerato preuniversitario. Se cuestiona si el hecho de que la cultura occidental esté en crisis, no está llevando a muchos a sustituir la simple crítica, por la negación total. Se critica los planteamientos al respecto de Secadas, en dos artículos publicados en los números 68 y 70 de la Revista de Educación, claramente partidario de desterrar por completo las enseñanzas de las lenguas clásicas del bachillerato. Se señala que los argumentos y las conclusiones de este autor, parecen sustentarse más en la negación sin más, que en la crítica razonada. Por otro lado se hace referencia a una serie de argumentos a favor del mantenimiento del latín en la enseñanza media, que también se enumeraron en otro artículo del número 67 de la Revista de Educación. En definitiva se trata de justificar la necesidad del latín, desde una óptica que pretende ser ecuánime: ni romper por completo con la tradición cultural, negando además sus efectos positivos en los alumnos, ni negar el hecho de que los contenidos humanistas pueden no ser los únicos posibles para la formación de los bachilleres, ni los más adecuados.
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El debate en torno a la capacidad del latín como materia académica, para ofrecer, más allá de unos conocimientos, unas capacidades mentales, es retomado desde el planteamiento de si al latín le corresponde el título por excelencia de disciplina formal. Se defiende que el latín es una materia formativa, es decir, permite ejercitar actividades mentales. Pero no se sabe con precisión ni cuales, ni si son las más importantes. A partir de aquí, la reflexión gira en torno a dos cuestiones: las funciones básicas de la inteligencia y cuáles de éstas se ejercitan mediante el estudio del latín. Entre las principales capacidades que potencia el latín se destaca: la capacidad retentiva y de simbolización, el ingenio y la flexibilidad de hipótesis y la combinatoria mental. Por otro lado, también se analiza el papel de disciplina formal, que tradicionalmente ha sido atribuido a otra disciplina aparte del latín: las matemáticas.
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La enseñanza del latín es un aspecto que en los últimos años ha suscitado un debate, entre partidarios de su permanencia y los que abogan por su eliminación como materia en la enseñanza. Se apuntan argumentos favorables al latín como que en Suiza se obligue a los futuros médicos a estudiar latín, el intento de reintroducir el latín en la liturgia en la Iglesia de Gran Bretaña, la creación de nuevas organizaciones y revistas para fomentar el estudio del latín etc. Por otro lado, desde el Vaticano se están realizando numerosas iniciativas para potenciar el conocimiento del latín, como la creación del Centro Superior de Latinidad. También se recoge como las autoridades eclesiásticas y la Santa Sede están tratando de recuperar el latín para los aspectos relacionados con la liturgia, con el fin de que no se produzcan desviaciones, a partir de diversas actuaciones concretas, que se describen con detalle.
Resumo:
Estudio acerca de los nuevos métodos en la enseñanza del latín. Se comienza haciendo referencia a los factores que dificultan la tarea de los maestros de latín. Algunos de estos factores son generales y se acusan, con más o menos intensidad, en todos los países. Tal es, por ejemplo, el factor tiempo. Desde hace unos decenios el tiempo dedicado al latín en los años de Bachillerato ha ido disminuyendo notablemente. En cuanto a los métodos, se hace especial mención al método intuitivo. Aunque son muchos los nuevos métodos ensayados en las diferentes naciones, desde el procedimiento intuitivo hasta el uso más moderno del disco, de las filminas y del canto. Del procedimiento intuitivo nadie ignora su eficacia. Un gran maestro en este género es Ugo Enrico Paoli, de Florencia. Sus libros para la enseñanza del latín son altamente recomendables tanto por su contenido como por su disposición pedagógica. Se prosigue con un examen detenido de algunos de los nuevos métodos de latín, que más fortuna han alcanzado desde la década de los cuarenta hasta la de los años sesenta. También se destacan un conjunto de publicaciones, fruto del trabajo de los latinistas encuadrados en el movimiento del latín vivo. Como conclusiones finales se destaca que si queremos mantener pujante e intensificar la enseñanza del latín, es preciso renovar los métodos.
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Desde hace algunos años en Francia se habla de la pobreza del vocabulario latino de los alumnos en los últimos cursos de la Enseñanza Media. Todo el mundo se conoce la necesidad de poner en práctica métodos nuevos para dominar esta dificultad. En los manuales que se proponen a los principiantes, todo se presenta como si lo esencial fuera el aprendizaje de la gramática latina, y los textos no están allí más que para justificar las reglas enunciadas. No ignoramos el ejercicio intelectual que la gramática latina exige, pero comprobamos que todo ocurre como si se hubiera olvidado que en una lengua hay, ante todo, palabras.
Resumo:
Conferencia de clausura del Primer Congreso Español de Estudios Clásicos
Resumo:
Es necesaria y urgente una reforma en el método de enseñar esta lengua muerta, porque se respira un ambiente de desdén hacia ella y de fracaso en cuanto a resultados. La utilización de un vocabulario básico es el camino ideal para que los alumnos de Enseñanza Media lleguen a familiarizarse con la traducción latina, eliminando el uso constante del diccionario. Estos vocabulario s cuidadosamente seleccionados convierten el estudio del Latín en algo parecido al aprendizaje de una lengua viva. Además, el alumno al poseer progresivamente un vocabulario básico, puede establecer un cierto diálogo con el profesor. Este diálogo deberá recoger los giros latinos que son comunes al lenguaje hablado y al literario. También debe oír frases latinas y repetirlas para acostumbrarse por el sentido del oído vaya entrando en el contenido de la lengua, sobre todo en su fonética. Con ello, la clase resultará más entretenida y ágil después una traducción orgánica y lógica debe partir de grupos sintácticos, que por si tengan sentido completo, aunque, como es sabido, no siempre independiente. Pero previamente, se ha debido de aprender un caudal de palabras cuidadosamente seleccionadas.
Resumo:
Lo primero que hay que decidir es si la lengua latina forma parte del conjunto de enseñanzas que deben hoy día transmitirse a un joven. O dicho de otro modo, si el latín es un elemento necesario en el acervo de la cultura actual. Una gran mayoría pensaría que no al ser una lengua muerta. Seguiría pensando que el mundo clásico está pasado y superado y que lo valioso de aquel mundo ha sido recogido y absorbido por el mundo moderno, a través de los cristianos y árabes. El defensor del latín dirá que no se aprende latín o griego para traducirlo, ni inglés o francés, sino para entenderlo. No es un contratiempo que el hombre haya inventado varios idiomas, sino la realidad de su riqueza anímica. Las grandes lenguas son el depósito del espíritu, que guarda las grandes revelaciones de la realidad. Por ello, el latín y el griego son asignaturas fuertes en el bachillerato, que han de estudiarlo pocos. Pero la supresión del latín en el bachillerato le dejaría, como ciencia, encerrado en una verdadera campana neumática. Se ahogaría y perecería. Esto no les importaría a sus detractores, pero si a sus defensores.