990 resultados para Formación del Profesorado. Representaciones Sociales. Grados
Resumo:
Se analiza una experiencia sobre el análisis de los materiales didácticos utilizados en las escuelas de Educación Infantil de algunos centros de nuestra comunidad. Ha sido realizada por los alumnos de magisterio de esta especialidad en su período de formación inicial, desde el ámbito de la didáctica de las Ciencias Sociales y a traves de una perspectiva reflexiva y crítica..
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Tras un recorrido por la labor del profesor y su reflejo en la legislación educativa desde el siglo XIX, pasa a analizar las características de la formación inicial del profesorado de secundaria, actualmente, desde diversos puntos de vista: el del programa de formación (CAP), los alumnos y el profesorado. Finaliza con el planteamiento que la LOCE hace sobre la formación inicial y con una reflexión sobre la necesidad de actualizar esta formación que necesita un plan de estudios acorde a los tiempos y a las demandas sociales.
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Se reflexiona sobre dos indicadores: la formación inicial del profesorado y la duración de los estudios. Además, se denuncia la falta de un planteamiento global psicopedagógico y político en la propuesta de grados de Magisterio. Se toma en cuenta las líneas generales que siguen los programas: la extensión de la formación hasta el grado de licenciatura; su progresiva vinculación a las universidades; y su creciente relación con los centros educativos. Se analizan las leyes educativas, en España, desde 1970 hasta el 2006, con la convergencia al Espacio Europeo de la Educación Superior. El título de Grado tiene 180 créditos, más 60 créditos de prácticas, y el de Postgrado tiene 180 créditos, más 60 en formación, para la Enseñanza Secundaria. El resultado de la transformación se refleja en el aumento de un año en la formación; el profesorado de Secundaria tiene un año mínimo de formación pedagógica, pero pierde dos años de formación básica. Por otra parte, en las enseñanzas universitarias se critica en las competencias y capacidades la omisión del nivel de precisión. Se propone un listado profuso, pero insuficiente e irregular a la hora de establecer un determinado nivel de concreción; y confuso en las competencias asignadas a cada título, desordenado y poco clarificador. A continuación, se analizan los contenidos curriculares basados en tres componentes: una base de formación general común; formación en áreas de Didácticas Especiales; y una formación práctica asistida. Se adjunta un cuadro con los componentes curriculares del Maestro de Primaria por créditos y su peso en porcentaje. Se constata la falta de una profesionalización del profesorado; y se mantiene la desigualdad entre el peso de las didácticas que se refieren al currículo. Por último, se señalan dos aspectos ausentes y desatendidos en los planes educativos: la tutoría y la inclusión educativa. Los datos expuestos proceden de Eurydice (Key data on education in Europe).
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Con la publicación en el BOE de la orden ministerial ECI-3854-2007, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de maestro en Educación Infantil, se cierra una primera fase, la institucional, en la adaptación de este título a las directrices europeas. Se abre ahora una segunda parte del proceso, responsabilidad de los profesores universitarios, encaminada a adaptar las asignaturas y programas a esta regulación. Así, con la implantación del nuevo sistema el profesorado deberá elaborar sus programaciones docentes atendiendo al desarrollo de competencias y a la definición de un marco común de créditos, dos aspectos fundamentales en el proceso de armonización de los títulos de Enseñanza Superior europeos.
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En todos los campos de la actividad humana, la formación permanente se ha convertido en una decisión estratégica, ineludible para las organizaciones o corporaciones que pretendan hacer frente al presente y futuro. Para los profesionales es una condición o requisito del que depende no sólo la propia competencia, sino también la supervivencia laboral. Si esto se puede decir de cualquier profesión, en general, hay que acentuarlo en la profesión docente. Este tema en las últimas décadas ha adquirido una atención sin precedentes. Visto desde cuatro puntos: una determinada concepción de la formación como desarrollo profesional, sus múltiples caras o dimensiones, las facetas sociales y políticas que también afectan a la formación y finalmente algunas sugerencias sobre la formación de formadores. El desarrollo profesional no debiera entenderse como un aditamento a la profesión docente, que requiere actualizaciones y reciclajes, si no como un contexto y contenido que converge con la misma profesión y su ejercicio cotidiano. Así, la misma práctica docente merece ser elevada a categoría de contexto y contenido importante en los procesos de formación, y al tiempo como destino de los mismos. La formación continuada del profesorado supone la conjugación de una serie combinada de múltiples factores, dimensiones y escenarios. Los factores contextuales de la formación no sólo representan contornos circundantes a la misma; en realidad la constituyen, la definen y la conforman en sus condiciones, desarrollos y resultados. En definitiva, la participación social y profesional en los sistemas de formación , su democratización interna, su accesibilidad y universalizacion y la apuesta por políticas de discriminación positiva a favor de ciertos colectivos de profesores, son criterios importantes desde los que afrontar la formación al prestar atención a esta faceta política y social. Se están sentando nuevas bases para la formación , que es preciso clasificarlas y debatirlas, pues lo que habamos como nuestro sistema de desarrollo profesional: de los docentes será una parte muy importante de lo que hagamos con el presente y futuro de nuestro sistema educativo.
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En todos los campos de la actividad humana, la formación permanente se ha convertido en una decisión estratégica, ineludible para las organizaciones o corporaciones que pretendan hacer frente al presente y futuro. Para los profesionales es una condición o requisito del que depende no sólo la propia competencia, sino también la supervivencia laboral. Si esto se puede decir de cualquier profesión, en general, hay que acentuarlo en la profesión docente. Este tema en las últimas décadas ha adquirido una atención sin precedentes. Visto desde cuatro puntos: una determinada concepción de la formación como desarrollo profesional, sus múltiples caras o dimensiones, las facetas sociales y políticas que también afectan a la formación y finalmente algunas sugerencias sobre la formación de formadores. El desarrollo profesional no debiera entenderse como un aditamento a la profesión docente, que requiere actualizaciones y reciclajes, si no como un contexto y contenido que converge con la misma profesión y su ejercicio cotidiano. Así, la misma práctica docente merece ser elevada a categoría de contexto y contenido importante en los procesos de formación, y al tiempo como destino de los mismos. La formación continuada del profesorado supone la conjugación de una serie combinada de múltiples factores, dimensiones y escenarios. Los factores contextuales de la formación no sólo representan contornos circundantes a la misma; en realidad la constituyen, la definen y la conforman en sus condiciones, desarrollos y resultados. En definitiva, la participación social y profesional en los sistemas de formación , su democratización interna, su accesibilidad y universalizacion y la apuesta por políticas de discriminación positiva a favor de ciertos colectivos de profesores, son criterios importantes desde los que afrontar la formación al prestar atención a esta faceta política y social. Se están sentando nuevas bases para la formación , que es preciso clasificarlas y debatirlas, pues lo que habamos como nuestro sistema de desarrollo profesional: de los docentes será una parte muy importante de lo que hagamos con el presente y futuro de nuestro sistema educativo.
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Los datos expuestos indican que existe variabilidad de posturas entre los profesores. Normal en educación. A esta diversidad no es ajena la realidad social, conjunto de factores donde se entremezclan la cultura, la economía, la política, los medios de comunicación, el cambio de valores, etcétera, en la que se forma y desenvuelve. En este estudio el profesorado que se ha formado durante la época de la reconversión (gobierno socialista) presenta una religiosidad mayor que sus colegas de la transición, pues aunque la mayoría se consideran católicos en ambos casos proporcionalmente los primeros se autocalifican más practicantes; tendencia reafirmada por su pertenencia a organizaciones religiosas triplica a los de la generación de la transición. Siguiendo esta dimensión ideológica de las dos generaciones de profesores; la de los más jóvenes se manifiesta ser más conservadora políticamente hablando, un 34,7 por cien de ese signo, frente a la mitad, el 16 por cien de sus colegas de la transición. Esta tendencia más conservadora va acompañada por una menor pertenencia a asociaciones políticas sindicales, sociales, educativas clásicas y una mayor presencia en las recientes organizaciones como las ONGs y ecologistas. Parece ser que el profesorado más joven confía menos en solventar la problemática social actual por los medios clásicos de representatividad e intenta responder a ellos, dentro de organizaciones de nuevo corte que pretenden soluciones concretas a problemas concretos. Estas diferencias ideológicas van aparejadas a percepciones profesionales diferentes. Así, cuando ambos grupos presentan similitud en cuanto a la necesidad de recibir formación en cuestiones referidas al diseño y desarrollo de los procesos de enseñanza/aprendizaje y al tratamiento de las dificultades de aprendizaje, los más jóvenes confían más en los cursillos y apuestan menos que los colegas por la formación en centros, por el trabajo en grupo, lo que parece denotar una concepción más individualista de su profesión y de su perfeccionamiento. Otro aspecto distinto es la voluntariedad de su formación continua, siendo la generación más joven más proclive a que se considere obligatoria. Si son señalados como aspectos el cansancio y la rutina entre los más jóvenes en mayor proporción. En general, el profesorado de la transición es más sensible a cuestiones relacionadas con el funcionamiento democrático y los factores directamente relacionados con la mejora de la práctica docente, mientras que los de la reconversión señalan en proporciones mayores que sus colegas deficiencias y reivindicaciones de tipo material. En definitiva, la variedad de opiniones, expectativas de formación inicial, de intereses, de concepciones educativas y profesionales, etcétera, del profesorado en ejercicio de nuestros centros, junto a la complejidad de la educación actual, requiere contextualización de la formación, pero también diversidad de ofertas formativas, alejamiento del provincianismo e intercambio de calidad. El tiempo es un elemento imprescindible para consolidar tradiciones y experiencias de formación y para contrastarlas, analizarlas y evaluarlas, debiéndose ser prudentes antes de lanzar una nueva reforma o propuesta que modifique otra vez más la política de formación permanente.
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Monográfico con el título: 'Ley Orgánica de Educación'
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Clarificar las dimensiones éticas de la enseñanza dentro del marco del movimiento de la cultura, de las condiciones sociales que configuran la enseñanza. Los capítulos 3, 5 y 7 hacen referencia al análisis de las representaciones de la cultura y el cambio cultural, a los planteamientos éticos que se pueden hacer con relación a tal marco de cambio y a la revisión histórica de incidencias que permite ilustrar las fuerzas sociales que actúan detrás de los condicionamientos y posibilidades del campo pedagógico. Los temas de estricta reflexión ética son los capítulos 4, 6, 8 y 9 en los que se perfilan las cuestiones que se proponen a los profesores: 4, la enseñanza y el profesor en nuestra cultura; 6, cuestionamientos básicos; 8, nuevamente sobre la enseñanza en España; 9, agrupamientos y tácticas. Informe del MEC, Villar Palasi 1969. Fuentes documentales. Bibliografía. Revisión crítica. La figura ética de la acción de enseñar no abarca solamente lo que expresa el concepto de transmisión de conocimientos, sino también otras significaciones propias de cada cultura que se derivan de la infraestructura conjunta de la interacción social y de las expectativas contradictorias que actualmente se viven respecto a la enseñanza. Entre ellas está el hecho de que quien enseña es dispensador de status sociales muy valorados, además el docente trabaja encuadrado en un sistema de acciones, relaciones, recompensas y amenazas que afectan gravemente a la personalidad del estudiante. La sociedad otorga a los docentes la responsabilidad de formar la fuerza de trabajo utilizable y remunerable en nuestro contexto económico y cultural con un papel muy importante en los sistemas sociales de freno, inmovilización o cambio. Existe una fuerte interdependencia entre la actividad del profesor y los movimientos de fondo que agitan a la sociedad y esto condiciona e incluso determina la acción de enseñar.
Resumo:
Este artículo forma parte de una sección de la revista dedicada a investigación y opinión.- Resumen tomado parcialmente de la revista.
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Resumen basado en el de la publicación
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El artículo forma parte de una sección fija de la revista dedicada a investigación y opinión
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Monográfico con el título: 'Educación, valores y democracia'. Resumen basado en el de la publicación
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Forma parte del Proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía cofinanciado con fondos FEDER de la Unión Europea: ¿Cómo se realiza la enseñanza sobre la realidad social y natural en las aulas de Educación Infantil y Primaria de Andalucía? Estudio de las estrategias didácticas y propuestas de mejora (SEJ-5219) (2010-14).
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El presente proyecto pretende continuar con la línea de investigación que se iniciara con el proyecto “La formación en Educación Especial en la UNAM, conceptualizaciones y paradigmas” (16H-157). Posteriormente, “La Formación de Docentes Reflexivos en el Profesorado de Educación Especial: análisis crítico desde la mirada de egresados y estudiantes” (16H-188) y “La Formación de Docentes Críticos y Reflexivos en el Profesorado de Educación Especial: Representaciones Sociales de los Docentes” (16 H 235). Ambos, referidos a la docencia universitaria en ámbitos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, nos posibilitaron conocer aspectos relevantes de la formación profesional docente que se desarrolla a través de la propuesta curricular del Profesorado en Educación Especial. En la presente oportunidad, nuestro eje de indagación se amplía a otra Carrera de la misma Unidad Académica con la intención de abordar las representaciones sociales que construyen los docentes de la Licenciatura en Trabajo Social con relación a las nociones de Enseñanza y Aprendizaje en la Universidad. En tal sentido, por un lado se construirá conocimiento desde una particular mirada hacia las formas que adquiere la vinculación entre enseñanza y aprendizaje, adentrándonos en los posibles modelos construidos sobre la identidad profesional, y por otro, identificar y analizar fundadamente los saberes que circulan en dicho espacio de formación profesional para poder ponerlos en tensión. El interés en el tema se vincula con el anclaje y la trayectoria que posee la citada carrera, habiendo sido una de las fundantes de la Universidad Nacional de Misiones en la Década de 1970. Además, el interés está dado en que desde el año 2010 se encuentra en un proceso de inauguración de un nuevo plan de estudios (Resolución N°002/10), precedido por uno vigente desde 1999 al cual, a su vez, lo precedió la propuesta curricular implementada desde 1982. Los argumentos que dieron lugar al último cambio de Plan de Estudios provinieron de sucesivas evaluaciones, principalmente del claustro docente, al no encontrarse cumplidos los objetivos planteados. A su vez, los resultados alcanzados hasta el momento con la nueva propuesta ya expresan nuevas preocupaciones en el mismo claustro en relación a los resultados que se observan en la formación, tanto en términos cualitativos como en términos cuantitativos, destacándose en el ciclo 2011, por ejemplo, la deserción de alrededor del 50% de los estudiantes inscriptos en cada una de las Asignaturas, según los registros proporcionados por la Dirección Alumnado de la Facultad. Estas cuestiones ya han ido emergiendo desde momentos anteriores y recibieron diferentes tratamientos como ser proyectos de investigación y de extensión, dirigidos tanto hacia los estudiantes, a través de cuestiones vinculadas con la situación de ingreso a la universidad, como hacia los docentes, apuntando a los paradigmas de la profesión y sus relevancias según momentos históricos de la misma. Pero, desde la perspectiva que proponemos en el presente proyecto, es decir, abordando cuestiones propias de la práctica docente y de formación profesional en contextos universitarios, no hallamos en la Carrera antecedentes que lo hayan abordado. Es por ello que, partimos de la necesidad de poner en cuestión las condiciones de producción de las prácticas docentes en la formación de profesionales Licenciados en Trabajo Social en la UNaM. Nuestra propuesta de indagación se fundamenta en cuestiones propias del campo de la docencia universitaria desde donde es posible afirmar que la construcción de lo disciplinar en la formación de profesionales opera en base a modelos, creencias y valores que sustentan los sujetos que participan de la acción de enseñanza, los cuales, por lo general, circulan de modo inconsciente o implícito. De allí que, nos planteamos como principal interrogante: ¿Cuál es el estado de las RS y otros saberes construidos por los sujetos docentes pertenecientes al escenario seleccionado, y cuáles son sus trayectorias profesionales docentes que los habilitan y sostienen, es decir, que los producen y reproducen? Las investigaciones previas desarrolladas por este equipo de trabajo y los hallazgos producidos a través de cada una de ellas, nos indica como apropiado sustentar teórica y metodológicamente esta investigación en los marcos conceptuales desarrollados por Serge Moscovicci y sus seguidores, dado que la Teoría de las Representaciones Sociales constituye un referencial apropiado para la indagación, en tanto permite identificar y analizar a través de los discursos de lo sujetos, los conocimientos, saberes, valores, habilidades, destrezas y actitudes que se ponen en juego en el escenario profesional docente cotidiano. Otros aportes teóricos provienen de las producciones de Alfred Schütz (1993), referidos a la comprensión de la vida de sentido común; de Schön (1992), Carr y Kemmis (1988) referidas a la Articulación Teoría-Práctica; y consideraciones en torno a las nociones de enseñanza y aprendizaje en la Enseñanza Superior de Autores tales como, Brockbank y McGill (2002) y Berstein (1990). Pretendemos con nuestra indagación, en una primera aproximación, reflejar aspectos de la formación profesional en Trabajo Social en el campo de la docencia universitaria, las posibles vinculaciones entre formación docente y sus prácticas, capturando los discursos que circulan en las producciones científicas y académicas actuales. Y, en un segundo momento, formular interrogantes que nos habiliten continuar posteriormente en otro proyecto ahondando las posibles relaciones entre las prácticas de enseñanza y los procesos de aprendizaje que pudieran expresar los estudiantes.