19 resultados para RECRÍA
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Resumen: Se realizó un análisis con el fin de evaluar la respuesta de los cerdos en la etapa de recría mediante índices productivos, frente a una modificación (disminución) del primer alimento suministrado en la recría, denominado pre-iniciador (fase 1). Se tomaron los datos poblacionales del criadero y en base a ello se realizaron gráficos comparativos de los parámetros productivos sobre el presupuesto anterior (sin modificación de la cantidad del alimento pre-iniciador) y al actual (con modificación de la cantidad del alimento pre-iniciador). En lo que corresponde al impacto económico se pudo observar una significativa reducción de costos en la modificación del presupuesto con respecto al anterior de un 1,11 % en lo que se refiere a la alimentación de la recría.
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Se determinó la factibilidad económica de la actividad conjunta de recría y engorde a corral de bovinos para carne en la provincia de Mendoza, postulando la hipótesis que la rentabilidad del engorde a corral puede mejorar al integrarse con la recría. Las alternativas analizadas fueron: a) riego superficial y confección de rollos de alfalfa con contratista (alternativa 1.1) o con maquinaria propia (alternativa 1.2) y b) riego por aspersión con cañón regador y confección de rollos de alfalfa con contratista (alternativa 2.1) o con maquinaria propia (alternativa 2.2). Los precios usados para valorizar inversiones, gastos operativos e ingresos fueron los vigentes en abril de 2011. Fue determinada la cantidad de animales por año necesarios para alcanzar rentabilidad en dichas alternativas, con y sin la percepción de la compensación provincial. Se estimó la tasa interna de retorno, considerándose una tasa de interés anual del 12% como costo de oportunidad del capital. La rentabilidad del engorde a corral mejoró al integrarse con la recría. La unidad económica en la actividad conjunta varió entre 446 (alternativa 1.1, con compensación) y 708 animales por año (alternativa 2.2, sin compensación). Los equipos para confección de rollos de alfalfa y riego proporcionan beneficios directos: autonomía en la confección de rollos y mayor eficiencia de riego, e indirectos: ingresos adicionales por la prestación del servicio de confección de rollos a terceros.
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Se determinó la rentabilidad de la recría bovina en la provincia de Mendoza para distintos escenarios productivos y económicos, postulando la hipótesis que aquélla depende de la escala productiva y su interrelación con los escenarios contemplados. La información de base provino de entrevistas a emprendimientos y a referentes clave, y de publicaciones especializadas. Se estimaron la tasa interna de retorno (TIR) y el valor actual neto (VAN) para el análisis de los distintos escenarios productivos. La cantidad de animales año-1 para alcanzar una TIR mayor al 12% fue siempre menor en la recría con tierra alquilada que con tierra propia. La recría en la provincia de Mendoza sería factible desde el punto de vista técnico y económico. De los escenarios productivos considerados influyeron en grado de importancia decreciente sobre la cantidad de animales necesarios para alcanzar rentabilidad, el rango de peso vivo de ingreso - egreso de los animales; aumento de las inversiones y gastos operativos; precio de compra - venta de los animales y la ganancia diaria de peso vivo. Con los precios de la hacienda a marzo de 2010 la unidad económica en la recría sin usufructo de compensación sería 674 y 772 animales al año en tierra alquilada y propia, respectivamente.
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La fibra dietética es un componente importante de las dietas de las aves. La inclusión en el pienso de ciertos tipos de fibra en cantidad adecuada mejora la adaptación del tracto gastrointestinal (TGI) a los actuales sistemas de producción y de alimentación, reduciendo los trastornos digestivos y mejorando la productividad global (Jiménez-Moreno et al., 2009; Mateos et al., 2002). La fibra dietética puede aumentar el tiempo de retención de la digesta en la parte proximal del TGI y tiene un marcado efecto sobre la anatomía y el desarrollo y funcionamiento del mismo (Mateos et al., 2012), con aumento del tamaño de la molleja (Hetland et al., 2005) y de la longitud de diversos órganos digestivos (Van der Klis y Van Voorst, 1993; Iji et al., 2001). Es una práctica común en la industria suministrar piensos fibrosos durante la última fase de recría a fin de mejorar la capacidad de ingesta de las pollitas y mejorar la productividad de las aves en el inicio de puesta. Sin embargo, la información existente sobre el beneficio de esta práctica es muy limitada. La hipótesis de este estudio fue que cambios en el desarrollo del TGI durante la fase de recría debido a la inclusión de diversas fuentes de fibra en el pienso podrían mejorar los parámetros productivos durante la puesta, especialmente durante el inicio de la misma.
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Dentro de los factores que limitan el mayor desarrollo de la Cadena Cárnica Ovina del Uruguay, se encuentra la marcada estacionalidad de la oferta de animales. Esta última se asocia principalmente a problemas de déficit en la cantidad y calidad del forraje que normalmente se da en verano, seguido por el otoño. Este artículo resume, sistematiza y prioriza trabajos de investigación sobre la recría y engorde de corderos durante los meses de verano y su eventual prolongación a los meses otoño. Se resumen los parámetros de producción animal registrados en investigaciones realizadas en el exterior y a nivel nacional. De la información local se destaca el estudio de varios factores, tales como la base forrajera utilizada, sistemas de pastoreo, nivel y tipo de suplementación, uso del riego, carga animal y género, sobre la productividad de corderos. Se concluye que existe una amplia gama de opciones y recomendaciones tecnológicas generadas por la investigación nacional, disponibles para asesores técnicos y productores, para evaluar la conveniencia productiva y económica de la implementación de sistemas acelerados de recría y engorde estival de corderos en el Uruguay.
Resumo:
p.227-236
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p.97-105
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p.207-216
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En los sistemas actuales de manejo de conejas reproductoras, la primera inseminación artificial (IA) se realiza a una edad fija sin tener en cuenta la composición corporal ni el peso. Por lo cual, en el momento de la IA se observan generalmente diferencias de peso entre las conejas de un mismo sistema de recría (Rommers et al., 2002) y de la composición corporal (Rebollar et al., 2011). Este trabajo pretende evaluar el efecto de la composición química corporal y el peso en conejas nulíparas sobre su fertilidad y su prolificidad en el primer parto
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El objetivo general de esta Tesis doctoral fue estudiar la influencia de diversos factores nutricionales sobre los parámetros productivos y el desarrollo del tracto digestivo de pollitas rubias destinadas a la producción de huevos comerciales. Para alcanzar este objetivo se realizaron tres experimentos donde se estudió el cereal principal, el tamaño de partícula del cereal y el nivel de energía y la presentación de los piensos. En el experimento 1 se estudió la influencia del cereal (piensos con enzimas) y la presentación del pienso sobre los parámetros productivos y las características del tracto digestivo en 576 pollitas rubias de 1 a 120 d de edad. De 1 a 45 d de la edad, se utilizaron 4 piensos experimentales organizados de forma factorial con 2 cereales al 50% de inclusión (maíz vs. trigo) y 2 presentaciones del pienso (harina vs. gránulo de 2- mm de diámetro). Cada tratamiento se replicó 6 veces (24 pollitas por réplica). De 46 a 120 d de edad todas las dietas (maíz o trigo) se ofrecieron en harina y por tanto, la única diferencia entre tratamientos fue el cereal utilizado. De 1 a 120 d de edad, las pollitas que recibieron los piensos basados en maíz tuvieron una ganancia de peso vivo (PV) superior (P < 0,05) que las que recibieron los piensos basados en trigo, pero el índice de conversión (IC) fue similar para ambos grupos. De 1 a 45 d de edad, las pollitas alimentadas con gránulo consumieron más pienso (P < 0,001) y tuvieron una ganancia de peso superior (P < 0,001) que las pollitas alimentadas con harina. Gran parte de los efectos beneficiosos de la granulación sobre los parámetros productivos se mantuvieron al final de la prueba (120 d de edad). A los 45 d de edad, el peso relativo de la molleja (PR; g/kg PV) fue superior (P < 0,01) en pollitas alimentadas con maíz que en pollitas alimentadas con trigo. La alimentación en gránulo redujo el PR del tracto gastro intestinal (TGI) y de la molleja (P < 0,001), así como la longitud relativa (LR; cm/kg PV) del intestino delgado (P< 0.01) a ambas edades (45 y 120 d de edad). El tipo de cereal utilizado no afectó al pH del contenido de la molleja a 120 d de edad pero fué inferior (P < 0,01) en las pollitas que recibieron el pienso en harina de 1 a 45 d de la edad que en las que recibieron el pienso en gránulo. Se concluye que el trigo puede substituir al maíz en piensos para pollitas si se acepta una ligera reducción en la ganancia de peso. Asímismo, la alimentación en gránulo de 1 a 45 d de edad aumentó la ganancia de peso a esta edad y al final de la prueba, así como el pH de la molleja a 120 d de edad. La presentación del pienso en gránulo redujo el PR de la molleja y la LR del TGI a 120 d de edad. En el experimento 2 se utilizaron un total de 864 pollitas rubias Hy-Line de 1 d de edad para estudiar la influencia del cereal de la dieta (500 g de maíz o trigo/kg) y el tamaño de partícula del mismo (molienda con molino de martillos con un diámetro de criba de 6, 8, o 10-mm) sobre los parámetros productivos y las características del TGI de 1 a 120 d de edad. Cada uno de los 6 tratamientos se replicó 6 veces (24 pollitas por réplica). De 1 a 45 d de edad, la ganancia de PV aumentó (P< 0,001) y el IC se mejoró (P < 0,05) al reducir el tamaño de partícula del cereal, pero no se observaron diferencias en el periodo crecimiento de 45 a 120 d de edad. A los 45 d de vida, las pollitas alimentadas con maíz tendieron (P < 0,10) a tener un mayor PR del TGI y del proventrículo y una mayor LR del intestino delgado que las pollitas alimentadas con trigo. Asímismo, el PR del TGI a esta edad, aumentó (P < 0,05) a medida que aumentaba el tamaño de partícula del cereal utilizado. A los 120 d de edad, el tratamiento no afectó el PR de ninguno de los órganos del TGI ni al pH de la molleja. Sin embargo, la LR del intestino delgado fue superior (P < 0,05) para las pollitas alimentadas con trigo que para las pollitas alimentadas con maíz. La LR del TGI se redujó (P < 0,05) al aumentar el tamaño de partícula del cereal. Se concluye que el trigo puede incluirse 500 g/kg en piensos de pollitas de 1 a 120 días de edad y que el tamaño de partícula de los cereales afecta el crecimiento de las pollitas durante los primeros 45 d de vida, pero no después. Por lo tanto, se recomienda moler el cereal utilizado al inicio del período de recría (1 a 45 d de edad) con una criba de diámetro igual o inferior a 8 mm. En el experimento 3 se utilizaron un total de 1.152 pollitas rubias Hy-Line de 1 d de edad para estudiar la influencia del nivel de energía de la dieta y la presentación del pienso sobre la productividad y las características del TGI. De 1 a 45 d de edad se utilizaron 6 piensos organizados de forma factorial con 3 concentraciones energéticas (baja: 11,44 MJ; media: 12,05 MJ y alta: 12,66 MJ/kg) y 2 presentaciones del pienso (harina vs. gránulo). De 45 a 120 d todos los piensos experimentales se suministraron en forma de harina y por tanto, la única diferencia entre tratamientos fue el nivel de EMAn utilizado. Cada uno de los 6 tratamientos se replicó 8 veces y la unidad experimental fue la jaula con 24 pollitas. De 1 a 120 d de edad, la ganancia de PV y el IC mejoraron a medida que aumentó la EMAn del pienso (P < 0,001). Las pollitas alimentadas con gránulo de 1 a 45 d de edad comieron mas y tuvieron una ganancia de peso superior (P < 0,001) que las alimentadas con harina. En el global de la prueba, la ganancia de PV fue mayor (P < 0,01) para las pollitas alimentadas con piensos en gránulo. A los 45 d de edad, el PR de todos los segmentos del TGI estudiados fue inferior para las pollitas alimentadas con piensos de alta energía que para las pollitas alimentadas con piensos de media o baja energía. A 120 d de edad, el PR de la molleja fue superior (P < 0,01) para las pollitas alimentadas con piensos de baja energía que con los otros piensos. Sin embargo, la LR del TGI no se vió afectada por el nivel de energía de los piensos. A los 45 d de edad, la alimentación con gránulo redujo el PR del proventrículo (P < 0,05), de la molleja (P < 0,001) y del TGI (P < 0.001), así como la LR del intestino delgado (P < 0,05) y de los ciegos (P < 0,001). A pesar de que las pollitas solo recibieron los piensos en gránulo durante los primeros 45 d de vida, la alimentación con gránulos redujo el PR de la molleja y del proventrículo a 120 d de edad. Se concluye que la alimentación con gránulos durante los primeros 45 d de vida mejora el consumo de pienso y el PV de las pollitas a 120 d de edad. Un aumento del nivel de energía de la dieta de 12,0 a 12,7 MJ/kg mejora los parámetros productivos de 1 a 120 d de edad pero reduce el tamaño del proventrículo y de la molleja. En base de estos resultados concluimos que maíz y trigo con enzimas pueden utilizarse indistintamente en piensos para pollitas de 1 a 120 d de edad con sólo una ligera disminución del PV final con trigo. La granulación y la reducción del tamaño de partícula del cereal del pienso de primera edad (1 a 45 d de vida) y el uso de piensos de alta densidad energética, mejoran los PV a 120 d de edad. Por lo tanto, es recomendable moler los cereales con cribas de no más de 8-mm de diámetro. También, la granulación del pienso y el uso de piensos de alta energía (pobres en fibra bruta) pueden reducir el desarrollo del TGI especialmente de la molleja, lo que puede perjudicar el consumo posterior de pienso durante el inicio del ciclo de puesta. ABSTRACT The general objective of this Thesis was to study the effect of different nutritional factors on productive performance and the development of the gastrointestinal tract (GIT) of commercial brown egg-laying pullets from 1 to 120 d of age. In this respect, the influence of type and particle size of the cereal, and feed form, and energy content of the die,t were studied in 3 experiments. In experiment 1, the influence of the main cereal and feed form of the diet on performance and GIT traits was studied in 576 brown-egg laying pullets from 1 to 120 d of age. From 1 to 45 d of age, 4 diets arranged factorially with 2 cereals (maize vs. wheat) and 2 feed forms (mash vs. pellets) were used. Each treatment was replicated 6 times (24 pullets per replicate). From 46 to 120 d of age, all diets were offered in mash form and therefore, the only difference among diets was the cereal used. Cumulatively, pullets fed the maize diets had higher body weight (BW) gain (P< 0.05) but similar feed conversion ratio (FCR) than pullets fed the wheat diets. From 1 to 45 d of age, pullets fed pellets consumed more feed (P < 0.001) and had higher BW gain (P < 0.001) than pullets fed mash. Most of the beneficial effects of pelleting on productive performance of the birds were still evident at 120 d of age. At 45 d of age, gizzard relative weight (RW; g/kg BW) was higher (P < 0.01) in pullets fed maize than in pullets fed wheat. Feeding pellets reduced the RW of the GIT and the gizzard (P < 0.001) as well as the relative length (RL; cm/kg BW) of the small intestine (SI, P < 0.01) at both ages. The pH of the gizzard contents at 120 d of age was not affected by the main cereal of the diet, but was lower in pullets fed mash from 1 to 45 d of age (P < 0.01) than in pullets fed pellets. We conclude that wheat supplemented with enzymes can be used in substitution of maize in pullet diets with only a slight reduction in BW gain at 120 d of age. Also, feeding pellets from 1 to 45 d of age increased BW gain and pH of the gizzard, and reduced the RW of the gizzard and the RL of the GIT at 120 d of age. In experiment 2, a total of 864 brown-egg laying pullets was used to study the effects of the main cereal of the diet (500 g maize or wheat/kg) and particle size of the cereal (hammer milled to pass through a 6, 8, and 10-mm screen) on growth performance and GIT traits from 1 to 120 d of age. Each of the 6 treatments was replicated 6 times (24 pullets per replicate). Type of cereal did not affect pullet performance at any age. From 1 to 45 d of age, BW gain was increased (P < 0.001) and FCR was improved (P < 0.05) as the particle size of the cereal was reduced, but no effects were observed after this age. At 45 d of age, pullets fed maize tended (P < 0.10) to have a heavier RW of the GIT and proventriculus and a higher relative length (RL, cm/kg BW) of the SI than pullets fed wheat. Also at this age, the RW of the GIT increased (P < 0.05) with increases in particle size of the cereal. At 120 d of age, dietary treatment did not affect the RW of any of the organs studied or gizzard pH, but the RL of the SI was higher (P < 0.05) for pullets fed wheat than for pullets fed maize. Also, the RL of the SI was reduced (P < 0.05) as the particle size of the cereal increased. We conclude that 500 g wheat/kg can be included in pullet feeds from 1 to 120 d of age, and that particle size of the cereal affects pullet performance during the first 45 d of life but not thereafter. Therefore, it is recommended to grind the cereal used in this period with a screen size of no more than 8-mm. In experiment 3, a total of 1,152 one-day-old Hy-Line Brown egg laying pullets were used to study the influence of the energy content of the diet and feed form on productive performance and on several GIT traits. From 1 to 45 d of age, there were 6 diets arranged factorially with 3 concentrations of AMEn (low: 11.66 MJ/kg, medium: 12.05 MJ/kg and high: 12.66 MJ/kg) of the diet and 2 feed forms (mash vs. pellets). From 45 to 120 d all diets were fed in mash form and therefore, the only difference among treatments in this period was the energy content of the diets. Each of the 6 treatments was replicated 8 times and the experimental unit was formed by 24 pullets. Cumulatively, BW gain and FCR improved as the AMEn of the diet increased (P < 0.001). Also, pullets fed pellets from 1 to 45 d of age had higher feed intake and BW gain (P < 0.001) in this period and higher cumulative BW gain (P < 0.01) than pullets fed mash. At 45 d of age, the RWof all the segments of the GIT was lower for pullets fed the high- than for pullets fed the medium- or low- energy diets. At 120 d of age, the RW of the gizzard was higher (P < 0.01) for pullets fed the low energy diets than for pullets fed the other diets. However, the RL of the GIT was not affected by the energy content of the diet. Feeding pellets reduced the RW of the proventriculus (P < 0.05), gizzard (P < 0.001), and GIT (P < 0.001), as well as the RL of the small intestine (P < 0.05) and the ceaca (P < 0.001) at 45 d of age. The effects of feeding pellets on RW of gizzard and proventriculus were still evident at 120 d of age. We concluded that feeding pellets from 1 to 45 d of age improved feed intake and BW of pullets at 120 d of age and that an increase in the energy content of the diet increased pullet performance at all ages but reduced the RW of the proventriculus and gizzard. We conclude that maize and wheat can be used indistinctly in diets for egg laying pullets from 1 to 120 d of age, with only a slight reduction in final BW when wheat is used. Also, particle size of the cereal affects pullet performance during the first 45 d of life but not thereafter. Pelleting of the feeds, and grinding the cereal with a screen size of no more than 8-mm from 1 to 45 d of age, and the use of high density energy diets are recommended in order to achieve adequate target BW at 120 d of age. However, pelleting of the feed, very fine grinding, and the use of high AMEn diets might hinder the development of the GIT, especially that of the gizzard, which might affect feed intake of laying hens especially at the beginning of the production cycle.
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Aumentar el número de gazapos destetados por coneja y parto es un objetivo importante para incrementar la rentabilidad del sector cunícola industrial con efectos directos. La mejora genética de la prolificidad en las líneas de madres ha demostrado ser una estrategia eficaz para alcanzar este objetivo; sin embargo otras vías, como la influencia de diferentes fuentes de grasa en las dietas de conejas reproductoras, han sido muy poco estudiadas. Los ácidos grasos (AG) n-3 interfieren en la fisiología reproductiva porque pueden modular las enzimas involucradas en el metabolismo de las prostaglandinas y del colesterol que es el precursor de los esteroides como la progesterona (revisado en Gulliver et al., 2012). El objetivo de este trabajo es estudiar si la suplementación con AG poliinsaturados (PUFA) n-3 de las dietas de conejas durante la recría puede afectar a la tasa de ovulación y a la síntesis esteroidogénica ovárica determinada mediante las concentraciones de progesterona plasmática.
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Maíz y trigo son los cereales más utilizados en piensos para aves. El maíz tiene menos proteína (7,7 vs. 11,2%) pero más energía (3.260 vs. 3.150 Kcal EMAn/kg) que el trigo (FEDNA, 2010). Además, el valor nutricional es más variable para el trigo que para el maíz Kim et al., 1976; Mollah et al., 1983). En pollos y en ponedoras, numerosos trabajos indican que el trigo puede ser utilizado en sustitución del maíz como ingrediente principal del pienso Mathlouthi et al., 2002; Carré et al., 2002; Lázaro et al., 2003; Pérez-Bonilla et al., 2011). Frikha et al. (2009), observaron que las pollitas alimentadas con maíz tenían mayores GMD pero IC similares que las pollitas alimentadas con trigo. La presentación del pienso afecta los rendimientos productivos en avicultura. Amerah et al. (2007) mostraron un aumento de la GMD y una mejora del IC en pollos alimentados con gránulos en comparación con los alimentados con harina. Gous y Morris (2001) observaron que pollitas alimentadas con migas de 1 a 4 sem y con gránulo de 5 a 20 sem de edad, consumieron 2% menos pienso pero pesaron un 6% más que las alimentadas con harina durante toda la recría. Frikha et al. (2009) observaron un incremento en la GMD en las pollitas alimentadas con gránulo respecto a las pollitas alimentadas con harina. Los autores no han encontrado información alguna sobre el efecto de alternar la presentación del pienso (bien en harina, bien en miga) durante las distintas etapas del periodo de recría (0-5, 5-10 y 10-17 sem de vida) sobre la productividad de las aves. El presente trabajo estudió la influencia del cereal base del pienso y de cambios en la presentación del mismo durante las 3 fases del programa de alimentación en recría sobre los parámetros productivos en pollitas de 1 a 17 semanas de edad.
Resumo:
Aumentar el número de gazapos destetados por coneja y parto es un objetivo importante para incrementar la rentabilidad del sector cunícola industrial con efectos directos. La mejora genética de la prolificidad en las líneas de madres ha demostrado ser una estrategia eficaz para alcanzar este objetivo; sin embargo otras vías, como la influencia de diferentes fuentes de grasa en las dietas de conejas reproductoras, han sido muy poco estudiadas. Los ácidos grasos (AG) n-3 interfieren en la fisiología reproductiva porque pueden modular las enzimas involucradas en el metabolismo de las prostaglandinas y del colesterol que es el precursor de los esteroides como la progesterona (revisado en Gulliver et al., 2012). El objetivo de este trabajo es estudiar si la suplementación con AG poliinsaturados (PUFA) n-3 de las dietas de conejas durante la recría puede afectar a la tasa de ovulación y a la síntesis esteroidogénica ovárica determinada mediante las concentraciones de progesterona plasmática.
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Un total de 74 conejas nulíparas de 8 semanas de edad se distribuyeron al azar en dos grupos desde la recría hasta el primer parto. Se alimentaron con dos piensos isofibrosos, isoenergéticos e isoproteicos formulados con dos fuentes de grasa diferentes: manteca (grupo Control, n=34) y un suplemento a base de aceite de salmón rico en ácidos grasos poliinsatura-dos (AGPI) n-3 (grupo AGPI, n= 34) con un nivel de inclusión del 6% (30 g/kg). Durante la recría recibieron 130 g/día y 10 días antes de la inseminación se alimentaron ad libitum. Las tres primeras semanas de gestación, se restringieron de nuevo y consumieron pienso ad libitum la última semana de la misma. De cada grupo, 5 animales fueron eutanasiados el día 28 de gestación para determinar el desarrollo feto-placentario, y en el resto, la gestación se llevó a término para determinar los parámetros productivos de fertilidad y prolificidad. El consumo de las conejas suplementadas fue menor que el de las controles durante su disposición ad libitum. Aunque no hubo diferencias en el recuento de cuerpos lúteos ni de fetos el día 28 de gestación, el grosor de la placenta fetal (laberinto) y los fetos de las conejas suplementadas fueron significativamen -te mayores a los del grupo control. Hecho que se explicaría por la correlación positiva observada entre ambos parámetros y que no se observó con la parte maternal (decidua) de la placenta. La suplementación del pienso con AGPI n-3 también mejoró el número de nacidos vivos y muertos. En conclusión, la inclusión de AGPI n-3 aunque disminuye el consumo, mejora el desarrollo feto-placentario y los parámetros productivos de las conejas.
Resumo:
Con el objetivo de determinar el aporte en nutrientes digestibles para cerdos de dos tipos de sorgo procesados por distintos métodos, se realizó una prueba de digestibilidad fecal aparente (DFA) con cerdos en recría. Se estudiaron seis dietas: T1: maíz molido (MM); T2: sorgo alto tanino (SAT) molido (SATM); T3: SAT extrusado (SATE); T4: silo de grano húmedo de SAT (SSAT); T5: sorgo de bajo tanino (SBT) molido (SBTM); T6: silo de grano húmedo de SBT (SSBT). Se utilizaron 18 cerdos, tres por tratamiento, con un peso promedio de 36,5 kg, alojados en jaulas de digestibilidad individuales. El periodo experimental comprendió siete días de acostumbramiento y cinco de recolección de heces. Se suministraron dos tomas diarias iguales, de una cantidad de materia seca equivalente el 6 % del peso metabólico corporal. Se realizó recolección total de heces. Se determinó la DFA de materia seca (MS), materia orgánica (MO), proteína cruda (PC) y energía bruta (EB). Se estimó el aporte en base seca de Proteína Digestible y Energía Digestible. Los resultados de DFA de MS, MO, PC y EB, en porcentaje, fueron respectivamente, MM: 90,27; 90,18; 81,65; 89,74; SATM: 89,45; 89,29; 73,31; 88,96; SATE: 90,78; 90,64; 81,94; 91,24; SSAT: 83,58; 83,41; 49,11; 83,22; SBTM: 91,23; 91,09; 72,63; 90,83; SSBT: 93,16; 93,05; 83,55; 92,78. Se concluye que el SBTM, el SSBT y el SATE tienen un valor nutritivo equivalente al maíz.