996 resultados para Cenci, Beatrice, 1577-1599.
Resumo:
La vida se percibe como una narraci??n, una historia. Se sabe que se vive en buena parte por que se recuerda lo que se ha vivido como una historia, como una narraci??n. Esa memoria, la de la experiencia, la de la vida, acompa??a desde el primer d??a. Por eso, en buena medida, el yo reside en la memoria. Desde esta perspectiva explicar lo que se ha vivido es explicarse, reconstruirse y entenderse. Y todo ello necesita un lenguaje. Uno de los recursos m??s frecuentes cuando el ni??o peque??o no tiene suficiente vocabulario para poder construir una historia es el interlocutor adulto, que va completando lo que ??l insin??a. A continuaci??n se nombran algunas herramientas para la construcci??n de historias, c??mo son el escenario de la memoria que consiste en escenificar un espacio cotidiano al ni??o y que simule algunos momentos; el carn??, que consiste en que cada ni??o trascribe mediante dibujos las actividades, lo que ha vivido, sentido... a lo largo del d??a. Por ??ltimo se trata el 'dibujo hecho con la palabra o el gesto del ni??o y las manos de la maestra'. Se trata de que una vez hecha una construcci??n por parte de los ni??os, la maestra se dedica a dibujarlo y los ni??os son los encargados de guiar los pasos de la maestra a la hora de dibujar, recordando cada uno de los pasos que ellos mismo han realizado para la construcci??n.
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Experiencia en un aula de ni??os de cinco a??os para comprender el paso del tiempo. Para hacer observaciones sobre el paso del tiempo se parte de un objeto cotidiano y conocido por los ni??os. La propuesta consist??a en ayudar a los ni??os a 'situar el tiempo f??sicamente'. Eso, supon??a tener un espacio en el aula donde reflejar acontecimientos significativos para los alumnos. Para ello dos de las herramientas m??s importantes que se utilizar??an ser??an el calendario y la l??nea del tiempo. El calendario es un objeto cotidiano y simp??tico para los ni??os ya que avisa de la llegada de fiestas, etc. De los calendarios pudieron a prender mucho: tipos, cada calendario da importancia a algo (naturaleza, hechos sociales, etc.), y surgieron observaciones relativas a las secuencias del tiempo como las semanas y los meses. La l??nea del tiempo permite abarcar un periodo de tiempo mucho mayor. Esto permitir??a situar acontecimientos del pasado m??s lejanos. Este nuevo elemento dentro del aula ofrece una nueva forma de representar el tiempo, poder ordenar los acontecimientos y ser conscientes de los cambios durante la historia. As?? los ni??os pasan de diferenciar la ma??ana de la tarde, el lunes del martes, una semana de la otra, el mes de enero del de febrero, hasta diferenciar un a??o del otro.
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Existe una problemática creciente vinculada a problemas de conducta en niños cada vez más pequeños sin situaciones familiares conflictivas ni otros indicadores que justifiquen dichos problemas. Hay un indicador común, la falta de límites y de pautas educativas claras. Se observa de manera frecuente como el profesorado y las familias se culpabilizan mutuamente sobre la educación de los niños. La educación es un proceso de socialización y de transmisión cultural que no puede quedar circunscrita al ámbito escolar estricto sino que tiene que contar con la familia, la ciudad y una amplia gama de servicios. Así surgió el proyecto calendario 'Todos Educamos', a través del cuál se pretende que la escuela y la familia trabajen conjuntamente unos valores y hábitos que se consideran imprescindibles para ayudar a los niños a crecer felices, de manera sana y socialmente adaptados. Este Proyecto consiste en la elaboración de una calendario individual para cada alumno que trabajaría con sus padres en casa y uno a gran escala que se utilizaría en la escuela. Cada niño marcaría dentro del recuadro correspondiente si había conseguido el hábito propuesto. La complicidad entre los diferentes estamentos implicados en la educación es esencial para cualquier cambio positivo.
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El tiempo de convivencia familiar a menudo se ve recortado por tres motivos. Uno es el hecho de que los miembros de la familia buscan y encuentran respuesta a sus necesidades de forma individual fuera de la familia. Hay que procurar que la elección de actividades de los miembros de la familia no supongo una pérdida significativa de oportunidades para compartir tiempo con los hijos y entre hermanos. Otro motivo tiene que ver con los horarios. Normalmente los adultos de la familia no suelen tener los mismos que los niños. Por ello, es importante, en la medida de lo posible, elegir aquellos horarios que permitan estar el mayor tiempo posible en compañía de la familia. El tercer motivo son la infinidad de conexiones con otras personas ajenas a la familia que 'roban' tiempo a la convivencia familiar a pesar de estar en casa, como son el teléfono y los contactos telemáticos. Por ello, es importante adoptar medidas para aprovechar al máximo las oportunidades de convivencia como pueden ser los ratos en la mesa y los ratos de ocio.
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Nuria tiene siete años y le da miedo dormir sola. Tanto es así que cada noche se despierta angustiada y quiere ir a la cama de sus padres. A menudo tiene pesadillas y también miedo de que por la noche entren ladrones en casa;no se siente capaz de ir sola por el pasillo de casa, pide que la acompañen para ir al lavabo, no le gusta ir en tren y le da miedo perderse. En general, se siente insegura si sus padres no están con ella. ¿De dónde viene el miedo? Los niños, en sus primeros años de vida, hacen una serie de descubrimientos que les catapultan, por un lado, a explorarse a sí mismos y a explorar el mundo que les rodea, y por otro, a tomar conciencia de una realidad que les satisface pero que al mismo tiempo les hace sentir vulnerables. No hay tantos escenarios donde los más pequeños tengan la oportunidad de representar esa emoción y éstos normalmente, tiene que ver con la separación. El niño necesita verificar que después de una separación habrá un reencuentro, del mismo modo que se pacificará si sabe que después de la noche llegará el día en las condiciones de seguridad necesarias para afrontar sus conflictos interiores y su malestar subjetivo. Finalmente se exponen una serie de consejos que pueden utilizar los padres para ayudar a sus hijos a enfrentarse, descubrir y entender la emoción del miedo.
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Desde que los niños llegan al colegio, algunos sin cumplir los tres años, entre juegos y llantos, con la pala y el cubo comienzan a crear su propia orquesta. María de los Ángeles Fernández realizó una propuesta para trabajar, con los niños de 5 años, la música. Finalmente expone las reflexiones a las que ha llegado sobre la importancia de la música en el proceso educativo: el estudiar a un músico clásico lógicamente no puede surgir como idea de unos niños tan pequeños, pero viven en este mundo y, por eso, es trabajo de la escuela ayudarles a aprender, entendiendo que el aprendizaje es algo más que aprender más cosas. Los niños, se pueden acostumbrar a escuchar a Mozart, Bach, Vivaldi, Beethoven, entre otros, y no observar cómo no sólo les gusta la música infantil o la moderna y pegadiza. Es cuestión de ofrecerles más posibilidades sonoras y musicales, para que ellos la vean como una cosa natural. Se consigue que los niños se acostumbren a escuchar, a valorar el silencio, a descubrir los sonidos cotidianos, lo que requiere una concentración por su parte, que se va convirtiendo cada día en más natural y espontánea. Por ello no es difícil hacerles oír con interés pequeños fragmentos de diferentes tipos de música. No se trata de enseñarles música propiamente dicha, si no descubrir lo que es una orquesta y los instrumentos que la componen. De la misma manera que no se requieren aptitudes especiales para aprender a hablar, tampoco es difícil sensibilizar al niño con la música y poder plantear un proyecto de educación musical en la escuela infantil.
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A lo largo de estas líneas se dirige la atención hacia los niños que presentan una alteración en su desarrollo sociocomunicativo. Este desarrollo desviado va a manifestarse en los primeros años de vida en la interacción social, la comunicación y en un repertorio de actividades o intereses restringidos. Las alteraciones en el desarrollo sociocomunicativo hacen referencia a aquellos niños cuyas alteraciones afectan a varias áreas del desarrollo, persisten a lo largo de su evolución y se dan, en mayor o menos grado, en los diferentes contextos en los que se desenvuelven. Por definición, las alteraciones compatibles con un trastorno generalizado del desarrollo hacen su aparición durante la primera infancia, existen variaciones en su presentación dependiendo del tipo de trastorno al que nos estemos refiriendo. Posteriormente se presenta un cuadro con la diferentes alteraciones que se pueden presentar en cuanto a la interacción, la comunicación y en el comportamiento. Las primeras manifestaciones de alteración en el desarrollo compatibles con un trastorno generalizado del desarrollo son de naturaleza sociocomunicativa, siendo por tanto comprensible que en un alto porcentaje sean las personas que tienen una relación continuada con los niños, generalmente los propios padres o los educadores, quienes perciban una ausencia o importante limitación en la iniciativa social, en la búsqueda por compartir la atención y el interés, alteraciones en el uso en el uso comunicativo de la mirada, etc. El incuestionable beneficio de la atención temprana sobre el pronóstico de los alumnos con necesidades educativas especiales exige una actuación interdisciplinar que oriente la práctica educativa. Finalmente se da respuesta a la pregunta qué hacer. Ante la sospecha de encontrar un alumno que presenta características relacionadas con el tipo de alteración en el desarrollo descrito, se debe pasar a una actuación inmediata. Si finalmente se confirman las sospechas a través de un estudio del caso, la intervención en el ámbito educativo será determinante.
Resumo:
Los cambios acaecidos en las ciudades han incidido en el comportamiento de los niños. Hubo un tiempo en el que los niños, incluso los más pequeños, podían moverse por su barrio sin la presencia permanente de sus padres. Los niños, en cierto modo, eran de toda la vecindad, todos se sentían un poco responsables de ellos, les conocían por sus nombres y les reprendían si su comportamiento no era 'adecuado'. En el presente, ciudad e infancia parecen dos palabras incompatibles o, al menos, de difícil relación. Las ciudades han crecido mucho, pero sobre todo han cambiado radicalmente. La ciudad ha ido perdiendo cada vez más su vida ciudadana. Ha cambiado la ciudad pero también han cambiado los niños. Se han acostumbrado a pasar la mayor parte del tiempo en la escuela infantil o en casa, bajo la mirada atenta o desatenta de los adultos, que, también fuera de casa, siguen con cuidado sus pasos. Hay menos niños solos por las calles y que, cuando salen, su contacto con el barrio o con la ciudad lo tienen con adultos, en unos casos andando y en otros en coche, en pocas ocasiones en los transportes públicos. Cuando los niños andan solos aprenden a moverse por el barrio y pueden fijarse en los elementos curiosos y singulares de las calles. Tras este explicación sobre la relación entre la ciudad y la infancia, se habla sobre el papel que juega el Ayuntamiento en dicha relación. Finalmente se presenta una propuesta de participación infantil. Son varias las iniciativas que se conocen en las que los más pequeños intervienen de alguna manera en las decisiones urbanas. Son también muchas en las que la participación es más bien simbólica o decorativa. Muchos Ayuntamientos elaboran buenos planes de infancia en los que intervienen distintas áreas municipales. Son pocos los municipios que, para su elaboración, seguimientos y control cuentan con los propios niños o con grupos ajenos al Ayuntamiento. Hoy dos iniciativas que promueven y valoran la participación infantil desde hace años, muy destacadas: 'Ciudades Amigas de la Infancia, CAI' y 'La ciudad de los niños'.
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Tres factores han convertido a la escuela en el primer lugar de convivencia de los niños con otras personas. Por una parte, la desaparición de la familia extensa y, con ella, de las relaciones cotidianas entre hermanos y primos de diferentes edades. Por otra, la emancipación de las mujeres asociada al control de la natalidad y la posibilidad de elegir el proyecto vital. Y la creciente dificultad para utilizar la calle como espacio público de juego. De este modo son muchos los niños que tienen sus primeros contactos cotidianos prolongados en la escuela. Por ello las escuela tiene la responsabilidad de la transmisión de la convivencia. Hay que tener en cuenta además que la urdimbre afectiva se construye a partir de las primeras relaciones con el principal cuidador. Una de las conclusiones que se obtiene de las investigaciones realizadas en este campo es la importancia de establecer precozmente relaciones intersubjetivas entre los niños y sus figuras de referencia debido a la repercusión en el desarrollo madurativo infantil. Estas investigaciones también enseñan que la idea que se tiene del egocentrismo infantil que hace a los niños incapaces de ponerse en el lugar del otro, de compartir y de cooperar se ve refutada por investigaciones psicosociales y por estudios antropológicos interculturales. Se ha comprobado que incluso niños muy pequeños se comportan de manera empática y cooperativa, siempre que exista un entorno adecuado. Otra aportación fundamental es la importancia de aprender en grupo, la importancia del grupo para aprender, no sólo en gran grupo sino en pequeño e incluso en parejas, tanto en la etapa de infantil como en la de primaria. Por otra parte también se deben abrir las puertas de la escuela a la participación activa de los padres y madres en las aulas. Finalmente se hace una mención sobre el entorno. Es importante crear espacios que favorezcan ese 'convivir aprendiendo' y que permita a los niños desarrollar todas sus relaciones potenciales.
Resumo:
En el ciclo de 0 a 3 años hablar de convivencia significa, sobre todo, tener en cuenta el papel del adulto y el clima de relaciones que como adultos somos capaces de crear en el centro y en cada grupo de niños. Se mencionarán las relaciones existentes dentro del ámbito escolar: las relaciones con los niños, entre los niños, con las familias y entre profesionales. Durante los primeros años la relación prioritaria es la que se mantiene con los adultos. Los niños necesitan de adultos que protejan y regulen sus relaciones sociales, pero que también sean capaces de ofrecerles una seguridad emocional individual suficiente. La relación que se mantiene con los niños se refleja en sus primeras experiencias sociales, necesarias para aprender a compartir con los demás su vida sin dejar de ser ellos mismo. Se habla además de las relaciones con los niños, de la necesidad que tienen de una persona, una vez que entran a formar parte del mundo de la escuela, con la que establecer una relación emocional significativa y positiva que le proporcione seguridad y en la que poder confiar para encontrar satisfacciones y resolver sus necesidades. Este papel es el que cumple su maestra, su educadora. También se habla de la atención individual que precisan cada uno de los niños, el tipo de intervención y la observación y la escucha dos aspectos que contribuyen a colocar el centro de gravedad de la tarea educativa en los niños y no tanto en la intervención del adulto. La acción del niño, sus emociones, sus deseos y sus necesidades recobran importancia y protagonismo. Por otro lado, las buenas relaciones entre los niños están garantizadas en un ambiente positivo y con un adulto disponible y accesible, con límites claros y las necesidades básicas satisfechas. Habrá conflictos inevitables, pero superarlos será una manera de aprender a ser más capaces de disfrutar con los demás. Otro de los factores que se deben tener en cuenta es saber evitar la ruptura que se puede producir entre el medio familiar y el escolar.
Resumo:
La convivencia en la escuela lleva implícita la posibilidad de vivir-con otros niños a lo largo de un buen tramo del día y permitirse, por tanto, vivencias-con ellos. Esta convivencia, en educación infantil, permite, además, hacer un planteamiento plural y participativo en el que el reconocimiento personal, la autoestima, la capacidad de sentir con el otro y ponerse en su lugar, el ceder para llegar al consenso, el acordar una norma o modificarla desde la flexibilidad del contexto sean elemento clave de un proyecto común. Algunas propuestas que favorecen un buen clima son, el aprovechar cada momento del día que nos proporcione una oportunidad de convivencia, asumir responsabilidades colectivas en beneficio del grupo que lleve a entender que responsabilizarse no es mandar sobre el resto, sino una forma de cuidarlos también. Otra propuesta es partir del conflicto como estrategia de aprendizaje, que conlleva a asumir el reto de llegar a un acuerdo muchas veces no por mayoría, sino por la capacidad de negociar para establecer determinadas normas colectivas; reconocimiento de la diferencia y la diversidad como algo que compete a todos y que supone un eje sobre el que estructurar el proyecto de convivencia. El adulto como referencia; planteamiento que debe ir acompañado de una actitud por parte del adulto de que es modelo en lo que hace y en cómo lo hace. El papel de la familia que también ejerce en la escuela y la cooperación de todos los sectores implicados.
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Experiencia de espacio-luz con bebés mediante una sencilla instalación creada con un aro de psicomotricidad cubierto de papel de aluminio, un par de linternas y unas pequeñas esferas de espejos. Se pretende acercar la ciencia a los más pequeños a través de la luz y el arte como experiencias sensonriales. Los bebés observan, normalmente miran con los ojos muy abiertos y algunos necesitan la presencia de un adulto para ofrecerles seguridad ante lo desconocido. Los más mayores juegan, atraídos por las lucecitas. Los niños de 4-6 años interactúan también con la instalación y los demás compañeros. Es un momento de encuentro para los bebés y los niños más mayores, que se interrelacionan para contemplar y jugar juntos.
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Algunos objetos familiares pueden hacer más fácil a los niños su estancia en la escuela infantil. Habitualmente se piensa que este objeto que hace de puente entre la vida familiar y la escolar es sólo necesario al comenzar la escolarización. Sin embargo, hay distintos momentos en la experiencia escolar de los mas pequeños que les llevan a desear salir cada mañana acompañados de su muñeco favorito. Cuando los niños son más pequeños, las mantitas, las muñecas o los chupetes pueden ayudar a reforzar los lazos que unen a la familia con la escuela. A partir de los dos o tres años los niños suelen trae fotos, juguetes o elementos de la naturaleza que enriquecen los espacios del aula. Es importante que el equipo educativo haya reflexionado sobre el potencial de estos materiales que los niños traen de manera espontánea, así como que tengan previstos lugares para evitar roturas, pérdidas y otras posibles fuentes de conflicto. Es necesario también acordar con los niños y con sus familiares la presencia de estos objetos personales.
Resumo:
Resumen basado en el de la publicación
Resumo:
Se explica una experiencia sobre cómo intervenir en la estimulación de un niño con necesidades educativas especiales (NEE) a partir de los contextos naturales que se dan en la vida de la escuela de educación infantil de primer ciclo y que son programados de manera general para todos los niños. Desde hace dos años se escolariza a un niño con graves carencias en su desarrollo, centradas en un trastorno del vínculo e inhibición de relación. La escolarización de este niño, plantea desde el primer momento una planificación de la acción pedagógica, organizada y sistemática, con el fin de concretar qué se quiere trabajar y poder constatar sus adelantos. Habitualmente está sólo y a penas se interesa por interaccionar con adultos y compañeros. Poca iniciativa en la comunicación y dificultad para entender el uso del lenguaje. Muestra una atención dispersa y cuando lo hace es siempre por los mismos intereses como por ejemplo el movimiento o caída de un objeto. El plan de trabajo no tiene ninguna intención de trabajo especializado, no es realizado por profesionales en el ámbito de la educación especial, sino que pretende potenciar la acción pedagógica de la profesora, el contexto social del aula y la interacción con los otros niños. El trabajo habitual del aula se convierte en un contexto rico y óptimo para la acción educativa con e alumno con NEE. La observación de dicho alumno y la expectativa educativa orienta en la priorización de los objetivos de aprendizaje, que se agrupan en situaciones educativas cotidianas que se llevan a cabo en el aula. Existe un eje transversal presente en toda la jornada del niño con NEE, que es velar para estimular la interacción, potenciar la capacidad de comunicación y, progresivamente, la simbolización. Las situaciones educativas que se priorizan son el juego, la comida y la siesta. Posteriormente se presenta un ejemplo de estas situaciones educativas:el juego. Finalmente a modo de conclusión se aclara que la acción pedagógica en la escuela infantil de primer ciclo debe planificarse en relación con el plan personalizado y la propuesta global del aula, el cuál tiene que caracterizarse por no ser exhaustivo ni demasiado detallado. Es un tipo de programación que describe las prioridades a la hora de concretar las rutinas de aula y el trabajo cotidiano para el alumno con NEE y, por lo tanto, permite evaluar de forma precisa los adelantos, lo que hay que continuar potenciando y lo que hay que modificar.