1000 resultados para Clasificación de frutas y hortalizas
Resumo:
Resumen basado en el que aporta la revista
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Previo a la crisis socioeconómica argentina de 2001, la distribución porcentual en la venta de frutas y hortalizas a nivel nacional era de 70% en comercios tradicionales y 30% en supermercados, y en centros urbanos 55 y 45%, respectivamente, valores que se mantuvieron luego de la caída coyuntural en la participación de la venta en supermercados. En el 2000, los productos hortícolas mínimamente procesados alcanzaron niveles de participación en supermercados cercanos al 10% sobre la facturación total de las mismas; luego de la crisis se redujo casi al 5%. El objetivo del estudio fue determinar la tendencia general del mercado y la oferta de productos mínimamente procesados en 2006 para detectar las preferencias de los consumidores. Se relevaron 58 bocas de expendio según cadenas de supermercados en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Los productos relevados fueron seleccionados por datos históricos de venta y espacio en góndola. Se registró: forma de presentación, peso por unidad de venta, precio, volúmenes de venta y firmas elaboradoras. Actualmente, la participación de los productos mínimamente procesados en la venta de frutas y verduras de los supermercados alcanza el 8,86%. El 61% de la venta se concentra en 15% de las bocas de expendio pertenecientes a cadenas de mayor venta y nivel adquisitivo, 85% se ubica en el cordón norte de Capital Federal y del Gran Buenos Aires.
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Fil: Fazio, Sabrina. Hospital Universitario (Mendoza, Argentina)
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Durante las operaciones de recolección, transporte y manipulación de frutas y hortalizas se producen inevitablemente lesiones que progresivamente se acumulan sobre cada uno de los frutos, resultando disminuida su calidad, y por tanto su valor comercial. Los mercados actuales, tanto nacionales como internacionales, demandan frutas de alta calidad. Uno de los aspectos que constituyen esa calidad es la apariencia externa del producto, y dentro de ésta la ausencia de daños mecánicos, heridas, defectos de coloración etc. Es por tanto necesario revisar todos aquellos factores y procesos que afectan al producto, desde el momento de la recolección hasta la llegada del producto a manos del consumidor, con el fin de reducir las cuantiosas pérdidas (alrededor del 20% de la cosecha), debidas a la aplicación de diferentes tipos de cargas mecánicas (impacto, compresión, fricción, etc) a lo largo de los procesos, y mejorar el aspecto externo del fruto. Son bien conocidas las consecuencias del estado actual de los procesos de recolección y post-recolección a nivel de fruto. Cuando un fruto es sometido reiteradamente a cargas mecánicas exteriores, éste induce una respuesta fisiológica de autodefensa y, como consecuencia, puede desencadenar en los tejidos cambios tales como envejecimiento acelerado, degeneración y degradación. Todas estas reacciones redundan indiscutiblemente en las pérdidas de calidad arriba mencionadas. Una vez definido el problema, es necesario conocer en detalle las causas, los procesos en si mismos, ser capaces de detectar los puntos potencialmente peligrosos en los que los frutos están expuestos a impactos, compresiones y otras situaciones de estrés mecánico, cuestión que hasta hace poco ha sido mal resuelta. Hasta ahora la detección y caracterización de los puntos críticos se venía realizando de un modo intuitivo, basado en la simple observación de la ejecución de las operaciones por parte del responsable de cada proceso. Actualmente, con la ayuda de los frutos electrónicos simulados, es posible realizar la evaluación de cualquier procedimiento de forma rápida, precisa y objetiva. El desarrollo de los frutos electrónicos viene a cubrir una demanda del sector, tanto de los productores como de los agentes de comercialización, que necesitaban un método objetivo para la evaluación de los procedimientos y líneas de manipulación. Agencias de extensión agraria y algunas cooperativas han mostrado interés por estos dispositivos, empleándolos para la detección de puntos críticos en sus instalaciones. Incluso algunos agentes de grandes cadenas de supermercados han empezado a solicitar "certificados de calidad" de las líneas que manipulan los productos que ellos comercializan como garantía de su calidad.
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Resulta ya obvio empezar mencionando la exigencia de calidad por parte del mercado europeo de frutas y hortalizas. Y absolutamente tedioso y hasta banal plantear de nuevo cuál es la más adecuada definición de calidad. Todos estamos de una u otra forma familiarizados con el sector de las frutas ; y "todos" dicho en general, pues casi todos los ciudadanos somos consumidores de fruta fresca y tenemos una idea bastante clara en cuanto a sus "propiedades cualitativas": las que nos sirven para valorar si esta o aquella fruta (o fruto) nos gusta o no nos gusta. Otra cosa es ponerse de acuerdo sobre los niveles deseables, y sobre la valoración relativa que cada consumidor da a cada una de las mencionadas propiedades. Y un tercer aspecto es la repercusión que la implantación de un sistema de control de la calidad de la fruta pueda tener sobre los diferentes participantes en su comercialización, desde los productores, hasta el consumidor final. Pero las propiedades están bastante claras para todos ...aunque cada consumidor tenga sus propios gustos.
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La demanda de frutas y hortalizas en Europa es cada vez más exigente en términos de calidad. En frutos de pepita, como la manzana y la pera, los principales parámetros de calidad son el calibre, la firmeza, el color, la calidad gustativa y la ausencia de defectos; los daños mecánicos son los defectos que producen mayores pérdidas. En manzana, se ha comprobado que las magulladuras son el daño mecánico más frecuente, que influye decisivamente en el precio de venta y en la aceptación del consumidor. En los últimos cinco años, un equipo investigador del Departamento de Ingeniería Rural de la Universidad Politécnica de Madrid, dirigido por la Profesora M. Ruiz-Altisent, ha estudiado en profundidad los diversos factores que influyen en la aparición de daños por magulladura en frutos de pepita y la manera de evitarlos
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A pesar los graves condicionamientos socio-económicos y energéticos, se observa una demanda creciente de medios mecánicos y de sofisticación de los mismos, a nivel mundial. Los años 60 suponen un importante empuje en el desarrollo de medios mecánicos, siendo el momento de despegue de la U.C. Davis con el Dept. of Agricultural Engineering. En este momento se establece la llegada de Ingenieros y Científicos agrarios españoles a California. Los programas de colaboración desde aquel momento hasta hoy impulsan varios de los avances desde nuestro punto de vista más importantes en la mecanización de la agricultura española, recolección de frutos con vibradores; sistema mecanizado integrado de producción de lechugas, siembra y recolección mecánica del tomate para industria y producción y utilización de biogás a partir de residuos agrícolas. Otros temas más recientes tratan de dar respuesta a nuevos problemas como: sistemas más económicos y apropiados de laboreo del suelo, evaluación de la calidad de frutas y hortalizas, recolección y manejo no destructivos de frutos. Se incorpora cada vez más una visión sistemática e integrada de la mecanización agraria. La interacción entre los materiales biológicos, los medios mecánicos y el hombre es apreciada como un todo, el cual tiende a desarrollarse de forma unificada.
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Se presenta un completo sistema de detecci6n para el estudio de IDS impactos sobre frutas y hortalizas. Se han ensayado» durante un periodo de 10 a 12 semanas de almacenamiento en cámara frigorífica y de maduraci6n, tres variedades de peras: Blanquilla, Limonera y Decana de Comice y dos de manzanas: Golden Delicious y Starking. Los impactos se realizaron con un indentador de 50.6 g con cabeza de acero esférica de 19 mm de diámetro. Las alturas ensayadas fueron de 2 a 12 cm de dos en dos y uno complementario a 20 cm sobre cada fruto. La magulladura resultante se midió. y se observó cuidadosamente su estructura. Como método de análisis estadístico se utilizó el factorial de correspondencias-Los parámetros mecánicos y la magulladura resultado de un impacto se pueden clasificar en tres categorías, en función de su correlación con la energía (altura) del impacto o con la textura de los frutos. Se han establecido los principios técnicos para el diseño de un mecanismo no destructivo de detección de la madurez de estos frutos.
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Tres tipos de calibradores (dos calibradores electrónicos de tazas, un calibrador electrónico de dedos y un calibrador mecánico de rodillos basculantes) fueron analizados mediante el uso de dos frutos electrónicos IS 100 (8.8 cm Ø y 6.2 cm Ø ) en tres cooperativas de la provincia de Valencia trabajando con melocotón y albaricoque. La transferencia calibrador-cinta de salida fue el punto donde los frutos electrónicos registraron mayores niveles medios de impacto: 31.2 g's en el calibrador de rodillos basculantes, 60.7 g's en el calibrador de dedos, y 74.4 g's y 204.5 g's en los dos calibradores de tazas. La dureza de las superficies contra las que impactaron las IS varió notablemente para cada uno de los calibradores.
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Sign. : A<8>
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Mode of access: Internet.
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A nivel mundial, existe una tendencia hacia el mayor consumo de frutas y hortalizas, motivada por una creciente preocupación de adoptar una dieta más equilibrada. Sin embargo su imagen de alimentos sanos las excluyen de toda sospecha cuando existen problemas de salud debido a la ingestión de alimentos. El objetivo de la presente tesis fue determinar la presencia de coliformes totales y E. coli en lechugas variedad Iceberg que se expenden en cuatro mercados de la ciudad de Cuenca. Los resultados obtenidos sirvieron como aporte al Departamento de Higiene y Control de Mercados del Ilustre Municipio de Cuenca. Este estudio fue de tipo descriptivo longitudinal. Se analizó un total de 96 muestras por duplicado y se realizó la determinación de coliformes totales y Escherichiacoli, mediante la técnica de placas PetrifilmTM. El grado de contaminación de las lechugas fue tolerable ya que solo el 1% de las muestras estuvo contaminada con niveles no aceptables de coliformes totales y el 6,25% con niveles no aceptables de E. coli, según la Recopilación Internacional de Normas Microbiológicas de los Alimentos y Asimilados de Pablo Moragas y col. Además, no se encontró ninguna relación significativa entre el mercado y el lugar de producción con el grado de contaminación de las lechugas. A pesar de la baja prevalencia de contaminación encontrada, la presencia de indicadores de contaminación fecal sugiere que las lechugas podrían tener una inadecuada calidad microbiológica, representando una fuente de ETAs, si la contaminación no es controlada mediante buenas prácticas de higiene
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Objetivo: Describir la relación de las etapas de cambio conductual frente al consumo de frutas y verduras con el estado nutricional en un grupo de escolares de Bogotá, Colombia, pertenecientes al estudio FUPRECOL. Métodos: Estudio de corte transversal en 1.922 niños y adolescentes entre 9 y 17 años, pertenecientes a nueve instituciones educativas oficiales de Bogotá. Se aplicó de manera auto-diligenciada el cuestionario de cambio de comportamiento (CCC-Fuprecol) validado en el “estudio FUPRECOL” y se calculó el Índice de Masa Corporal (IMC) como marcador del estado nutricional. Se calcularon prevalencias y se establecieron asociaciones mediante modelos de regresión logística binaria. Resultados: La muestra estuvo conformada por 1.045 niños-niñas y adolescentes vs hombres (45.6%) y mujeres (54.3%) y 877. La mayor proporción de consumo de frutas en el subgrupo de hombres (niños entre 9 y 12 años vs. adolescentes entre 13 y 17 años) se observó en la etapa de mantenimiento, (53.3 % vs. 38.8 %, X2 p<0.001), seguido de preparación/acción (25.0 % vs. 32.4 %, X2 p<0.001). En mujeres entre 9 y 12 años, la mayor proporción se ubicó en la etapa de mantenimiento (54.4 %), a diferencia de las adolescentes entre 13 y 17 años que acusaron mayor frecuencia la etapa de preparación/acción (42.0 %). Se observó que pertenecer al grupo de mujeres, se asociaba como variable para el cumplimiento de la recomendación mínima de frutas y verduras con valores de OR 1.54 (IC95% 1.22-1.93) y OR 1.48 (IC95% 1.19-1.84), respectivamente. Conclusiones: Aproximadamente, 66 % de los participantes tienen la intención o la voluntad de cumplir las recomendaciones de consumo de frutas y verduras. La identificación temprana de niños y adolescentes con bajo consumo de alimentos vegetales, permitirá implementar intervenciones para promover comportamientos saludables a fin de prevenir el riesgo cardiometabólico en la edad adulta.