10 resultados para Cultura letrada
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
En los últimos quince años se produjo en América Latina un gran número de películas que abordaron con desencanto la vida de los personajes marginales de la gran urbe. Los filmes configuran una tendencia en el cine regional que ha empezado a denominarse “realismo sucio”. Este libro plantea un análisis de las implicaciones sociales, culturales y cinematográficas del fenómeno a partir del concepto de “cine de la marginalidad”. Filmes como Rodrigo D. no futuro (1990), Pizza, birra y faso (1997), La vendedora de rosas (1998), Ratas, ratones y rateros (1999), Amores perros (2002) y Un oso rojo (2002) son examinados con minuciosidad para descubrir el horizonte discursivo que los explica. El Cine de la Marginalidad define una nueva situación histórica nacida del agotamiento del paradigma “nuevo cine latinoamericano” surgido en los años de 1970. Plantea una singular combinación de modelos narrativos de ficción y procedimientos documentales a través de la apropiación de géneros cinematográficos del primer mundo desde la periferia. Se caracteriza por reconstruir el punto de vista del sujeto marginal más allá de las narrativas de redención y progreso propias de la cultura ilustrada. De ahí que el autor sostenga que este cine introduce en la escena pública la vivencia de los sujetos y las subculturas excluidas de la instituciones sociales. Sin embargo, esta visibilización del mundo marginal, lejos de ser transparente y apacible, muestra la imagen intraducible y violenta del sujeto subalterno, que desafía al propio relato cinematográfico y deja ver el límite de la racionalidad capitalista y la cultura letrada.
Resumo:
El presente texto busca analizar las políticas culturales del Estado ecuatoriano a fin de desentrañar sus lógicas subyacentes y contratarlas con aquellas que sustentan a la interculturalidad. El paradigma del desarrollo cultural, visto como destino final de las políticas culturales, es cuestionado en tanto pretende aparecer como naturalizado, cuando en realidad refleja una condición discursiva de la globalización. En la investigación realizada se puede advertir que el Estado sigue manteniendo una dicotomía entre la cultura letrada y la cultura popular; la primera, como expresión más acabada del “espíritu nacional”, representada por los “hombres cultos”, y la segunda, como expresión colectiva y anónima del pueblo; lo que refleja un fuerte anclaje en concepciones tradicionales sobre el hecho cultural. El tema de la interculturalidad como “superación” de lo pluri y lo multicultural es también motivo de análisis. Su “reconocimiento” por parte del Estado no ha pasado de la formalidad jurídica, puesto que la acción estatal en campos como el patrimonio cultural, los servicios culturales, las educación, etc. Refleja dinámicas diferentes y hasta contrapuestas como las declaraciones normativas que se supones sustentan a la interculturalidad. La idea de la construcción colectiva de políticas (inter)culturales que atraviesen las políticas públicas aparece como una propuesta que para el caso del Ecuador se vuelve urgente.
Resumo:
Estudio que explora la manera en que se construye el archivo colonial a través de mecanismos jurídico-administrativos, dedicados a ejercer el control sobre las poblaciones subordinadas y el mantenimiento del poder colonial. El paso del testimonio oral, de los indígenas, al documento escrito, característico de la cultura letrada española, representó un desafío cultural. Paulatinamente, los indígenas aprendieron a usar el documento escrito y a emprender litigios judiciales. El control burocrático de la monarquía española dependió centralmente del uso y archivo de la documentación escrita y del papel que jugaron los letrados.
Resumo:
El presente trabajo ha pretendido analizar las políticas culturales del Estado Ecuatoriano a fin de desentrañar la lógica discursiva en la que se fundamentan con el objeto de contrastarla con otras formas de ver el fenómeno cultural. Para realizar este análisis se ha empezado por explorar la estructura jurídica e institucional del sistema cultural del Estado, develando los significados y las significaciones que caracterizan a la legislación cultural. En esa misma línea, el paradigma del desarrollo cultural es puesto en discusión, en tanto refleja una condición civilizatoria de la globalización que lleva a la incorporación del mundo de la representación al mundo del mercado, lo que está determinado por la colonialidad del poder como fundamento del sistema mundo. Dentro de la investigación realizada se puede advertir que en el corpus discursivo de las políticas culturales del Estado, se establece una dicotomía entre la cultura letrada y la cultura popular, la primera como expresión más acabada del espíritu nacional, representada por los “intelectuales” en tanto hombres cultos y la segunda como expresión colectiva y anónima del pueblo, representada por el folclore y otras manifestaciones “coloridas” de los sectores subalternos. El tema de la pluri, multi e interculturalidad es motivo también de análisis a fin de establecer sus características y las formas pulsionales en las que disputan el control del mundo de las representaciones dentro de las relaciones de poder y contrapoder. El “reconocimiento” por parte del Estado a la interculturalidad y que se manifiesta en la norma constitucional y en algunas normas secundarias, son precisamente una de esas formas pulsionales. La acción estatal en campos como el patrimonio cultural, los servicios culturales, el fomento y la promoción culturales así como en las industrias culturales reflejan el ningún reconocimiento real de la interculturalidad por parte del Estado
Resumo:
Heterogeneidad, colonialidad y subalternidad en cuatro novelas latinoamericanas es un intento de lectura y reflexión histórica de una serie discontinua que, partiendo de la propuesta transdisciplinaria de los estudios culturales, trata de relacionar la heterogeneidad del discurso literario con la heterogeneidad cultural e histórica estructural de la región andina en sus respectivas coyunturas históricas, teniendo en consideración la asociación entre dos formas de colonialidad: la etnosocial y la de género. El concepto de cronotopo ha permitido encontrar que la familia, la migración y la peregrinación son los organizadores simbólicos de los principales acontecimientos argumentales y discursivos de los sujetos sociales representados en condiciones subordinadas con respecto a las relaciones de poder. La voz y la palabra de estos sujetos heterogéneos problematizan y fracturan la voluntad de verdad de las relaciones de poder, la cultura letrada y el falocentrismo en procesos discursivos discontinuos. Esta discontinuidad y la apertura a la diversidad expresada en intentos, no sin tensiones, hacia la polifonía como procesos de afirmación; parecen ser algunas de las tendencias contemporáneas de la heterogénea producción discursiva de la subalternidad en la región andina de América Latina.
Resumo:
A partir del análisis de los filmes La vendedora de rosas (Colombia, 1998), Pizza, birra, faso (Argentina, 1997), Ratas, ratones y rateros (Ecuador, 2000) y Amores Perros (México, 2000) esta investigación realiza un análisis de conflictos culturales contemporáneos formulados desde América Latina. Estas películas dan cuenta de un Cine de la Marginalidad que irrumpe en los años noventa y se caracteriza por: a) el uso de modelos narrativos de género reelabotados a partir de fotografia documental b) el tratamiento de temáticas cotidianas, la crisis de los valores y la marginalidad social e) la crisis de la modernidad y la cultura nacional d) el descentramiento del sujeto. Este cine plantea una paradójica visibilización de las culturas marginales intraducibles a la lógica integradora del Estado y la nación. Despojada de todo narrativa de redención y progreso, la representación del marginal que ofrece pone en escena la misma intraducibilidad y opacidad del subalterno. Al hacerlo, muestra el límite de la racionalidad capitalista -caracterizada por la acumulación de bienes y valores- y la cultura letrada -caracterizada por la acumulación de saberes y acervos simbólicos-.
Resumo:
El artículo es un ejercicio de historia cultural que explora la conflictiva relación entre la obra cinematográfica del realizador boliviano Jorge Sanjinés y del grupo Ukamau, desarrollada en los años setenta, y la novela indigenista andina escrita varias décadas antes, en relación a la problemática de la representación del indígena y de su lugar en la comunidad nacional. En esta perspectiva, el trabajo analiza la compleja interacción entre cultura letrada, cinematografía y construcción nacional en Bolivia. El estudio considera el contexto histórico modernizador emprendido por la revolución de 1952 y los ulteriores momentos de este proceso político y social fundamental de ese país andino, situando los desafíos estéticos y políticos que la obra de Jorge Sanjinés debió enfrentar.
Resumo:
Aunque es evidente que la ciudad letrada aún se mantiene como fuente de nuestros imaginarios, las transformaciones derivadas de las nuevas prácticas discursivas que las mediaciones fueron produciendo, han hecho posible el traslado del discurso de la identidad desde la institución del Estado nacional hacia el espacio público de las mediaciones donde circulan los relatos -y sentidos- que conforman una nueva institución: la ciudadanía mediática donde se configuran hoy nuestras identidades heterogéneas, pluriculturales, transgenéricas. En este espacio se instala, de manera fundamental, la crónica como relato anfibio capaz de aprehender la nueva realidad desafiando, por tanto, las categorías tradicionales de (re)presentación. Porque la crónica troca la representación por la presentación de la vida cotidiana en su vitalidad caótica. Esta cualidad define la capacidad de (re)presentación de la crónica que señala, al mismo tiempo, su lugar de enunciación al asumir la vida como relato. Así, la crónica es capaz de articular tres discursos: el concierto polifónico de las voces de la alteridad que no caben sino en la crónica; la centralidad de los márgenes que -paradójicamente- la crónica hace posible; y la mitificación de la vida cotidiana. Esta repolitización lograda por la crónica se extiende hacia el rol social de los relatos cuyo énfasis recae en una dimensión pragmática fundamental, es decir, en la relación activa entre relato/texto y sujeto/lector que incluso modifica la concepción del género mismo. Esto significa que atenderemos a los modos en que opera el reconocimiento a partir de la apropiación del relato por parte de los sujetos. Porque la apuesta de nuestra investigación radica precisamente en afirmar que la crónica configura nuestras identidades en tanto hace posible el reconocimiento social porque es capaz de diluir la frontera entre autor, texto y lector hasta fundir el relato con la propia realidad logrando así el reconocimiento de los sujetos que identificados en/con el texto/relato pueden, por tanto, actualizar sus identidades. Se trata entonces de responder por la manera en que las crónicas del boliviano Jaime Saenz, el mexicano Carlos Monsiváis y el chileno Pedro Lemebel, han ido y van construyendo el imaginario de las identidades de sus entornos particulares, desde un terreno muy propiamente literario, pasando por el dominio de su práctica en el espacio periodístico y literario, hasta instalarse hoy como la narrativa posmoderna por excelencia.
Resumo:
Esta tesis tiene como propósito indagar en los aspectos más relevantes de la constitución de esferas públicas y estudiar el funcionamiento de las sociabilidades letradas, particularmente de los actores, espacios y prácticas culturales que contribuyeron a la formación de un campo literario en la ciudad de Guayaquil, entre 1895 y 1920.
Resumo:
En este libro se explican las condiciones que posibilitaron las dinámicas de reproducción de las prácticas letradas en Guayaquil entre 1895 y 1920, particularmente en la conformación de un campo literario que puede ser considerado "moderno". La historia de la literatura ecuatoriana ha recalcado el papel innovador de los escritores y poetas modernistas en relación a la búsqueda de nuevos lenguajes. Sin embargo, no se había reflexionado sobre la constitución de los espacios y prácticas de sociabilidad letrada, cuya novedad radica en que, durante el período aquí estudiado (1895-1920), por primera vez fue viable el desarrollo de procesos creativos autónomos, separados del peso definitorio de la moral y la política. Los escritores de fines del siglo XIX e inicios del siglo XX se diferenciaron de los anteriores porque crearon revistas literarias y círculos de reflexión sobre su oficio, con un sentido de autonomía radical, en nombre del “ideal” de ser modernos. Para ellos la crítica literaria desempeñó un rol primordial en la formación de nuevas sensibilidades culturales. Su actitud frente al hecho artístico los convirtió en escrutadores letrados de su medio, al mismo tiempo que en artífices de su propio campo de creación intelectual.