3 resultados para Gregorio de Nisa, Santo
em Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC), Spain
Resumo:
Aquest llibre és l'obra d'un especialista que vol difondre els seus coneixements de manera metòdica i seriosa. L'autor del volum, Gregorio del Olmo Lete, catedràtic emèrit de la Unviersitat de Barcelona, es proposa resseguir les petges del judaisme, des dels seus inicis cananeus fins a l'actualitat, bo i analitzant-ne, sobretot, els orígens, per tal d'oferir una nova perspectiva a aquesta temàtica -els estudis sistemàtics d'aquesta religió normalment se centren en l'estudi i anàlisis dels elements normalitzats al llarg dels segles-. En definitiva, i a grans trets, el que pretén el Prof. del Olmo amb aquest volum és col·laborar en la comprensió del judaisme, entès com a realitat històrica, social i cultural que fou i que és.
Resumo:
El conjunto del trabajo busca adentrarse desde la antropología, pero con la ayuda de otras disciplinas, en la devoción de San Esteban del Valle (Ávila) hacia San Pedro Bautista; franciscano natural del mismo pueblo que fue martirizado en Japón a finales del s. XVI. O dicho de otra manera, lo que se pretende mostrar es el rol que San Pedro Bautista ocupa en la forma en que la religión católica se ha configurado en este pueblo abulense.
Resumo:
La iglesia de Santo Tomás de Villanueva de Zaragoza es lo único que se conserva de lo que fuera el convento de agustinos observantes, llamado popularmente convento de la Mantería por ubicarse en la plaza del mismo nombre. Fué edificada entre 1663 y 1683 bajo el patronazgo del arzobispo de Zaragoza don Francisco Gamboa. Es un edificio barroco construido en ladrillo, con planta de cruz latina, de una sola nave, cubierta en sus tramos y brazos por cúpulas elípticas, siendo semiesférica la del crucero. Lo más destacable del edificio es su decoración mural. En un principio las pinturas cubrían la totalidad de las paredes y bóvedas. Los avatares históricos, desamortización y posterior empleo como almacén, así como el deterioro por efecto de la humedad, han hecho que sólo hayan llegado hasta nosotros las pinturas de las cúpulas. La ejecución de la pintura se debe al pintor de cámara de Carlos II, Claudio Coello, ayudado por su discípulo Sebastián Muñoz y por una serie de pintores locales. Claudio Coello trabajó entre 1683 y 1684, prolongándose las tareas hasta 1686.