La escuela elemento compensador de las desigualdades.

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En el Colegio Parroquial Concertado La Anunciación situado en un barrio del casco antiguo de Santander y en el cual existe un alto grado de marginalidad se propuso dar respuesta a las necesidades de todos sus alumnos. Teniendo en cuenta que las familias de clase media completan la formación de sus hijos con fondos propios en deporte, informática y visitas culturales, ésto hace que al finalizar la etapa educativa de 3 a 12 años se aprecie una desigualdad de oportunidades entre alumnos de clase media y alumnos desfavorecidos. Por ello se propuso dar respuesta a las necesidades de los alumnos mediante una acogida temprana, un comedor escolar y actividades extraescolares que van encaminadas a la compensación de las necesidades educativas, la prevención del absentismo y la inserción socio-cultural de los alumnos que de otra manera quedarían en situación de exclusión. Para ello se dio cobertura a las carencias en materia alimentaria, de material didáctico, talleres y visitas educativas. Se contó con la colaboración de padres, profesores, monitores, personal de comedor y voluntarios de la cruz roja. También con material deportivo, informático, pedagógico, libros y alimentos. Se consiguió un enriquecimiento cultural y gastronómico con la aportación de los usos de alumnos de diversos orígenes. Se realizaron talleres de informática, papiroflexia, cerámica, música, títeres, cocina, juegos, teatro y actividades deportivas así como visitas a localidades cántabras, museos y a talleres artesanos. Para mayor control se elaboraron cuadernos de registro y actividades diseñados por los profesores para adecuar los recursos a las características del alumnado. La colaboración con los padres fue fundamental para la consecución de los objetivos propuestos.