1000 resultados para Cooperación-oposición
Resumo:
El handball es un deporte de cooperación-oposición donde las relaciones de comunicación entre los jugadores están condicionadas por la continua oposición de los rivales. Durante el transporte de balón en contraataque es posible modelar, mediante la utilización de grafos, la red de comunicación motriz que se establece entre los jugadores atacantes atendiendo a las diferentes acciones que realizan (pase, bote, lanzamiento). La dificultad radica en determinar la influencia de las relaciones de contracomunicación que se generan durante esta fase de juego (contraataque-repliegue) y que condicionan las acciones de los atacantes. En el presente trabajo se revisan algunas propuestas de valoración de la oposición, frecuentemente vinculadas a las acciones de lanzamiento, así como se estudian diferentes acciones y medios defensivos utilizados durante la fase de repliegue. Se estudió el desarrollo del contraataque en competición valorando los niveles de oposición. En este sentido, se analizan las situaciones de equilibrio en la oposición (simetría-disimetría) durante el contraataque y repliegue. De esta forma se comparan de forma conjunta las redes de comunicación y contracomunicación y las relaciones que se establecen entre ellas
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El handball es un deporte de cooperación-oposición donde las relaciones de comunicación entre los jugadores están condicionadas por la continua oposición de los rivales. Durante el transporte de balón en contraataque es posible modelar, mediante la utilización de grafos, la red de comunicación motriz que se establece entre los jugadores atacantes atendiendo a las diferentes acciones que realizan (pase, bote, lanzamiento). La dificultad radica en determinar la influencia de las relaciones de contracomunicación que se generan durante esta fase de juego (contraataque-repliegue) y que condicionan las acciones de los atacantes. En el presente trabajo se revisan algunas propuestas de valoración de la oposición, frecuentemente vinculadas a las acciones de lanzamiento, así como se estudian diferentes acciones y medios defensivos utilizados durante la fase de repliegue. Se estudió el desarrollo del contraataque en competición valorando los niveles de oposición. En este sentido, se analizan las situaciones de equilibrio en la oposición (simetría-disimetría) durante el contraataque y repliegue. De esta forma se comparan de forma conjunta las redes de comunicación y contracomunicación y las relaciones que se establecen entre ellas
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El handball es un deporte de cooperación-oposición donde las relaciones de comunicación entre los jugadores están condicionadas por la continua oposición de los rivales. Durante el transporte de balón en contraataque es posible modelar, mediante la utilización de grafos, la red de comunicación motriz que se establece entre los jugadores atacantes atendiendo a las diferentes acciones que realizan (pase, bote, lanzamiento). La dificultad radica en determinar la influencia de las relaciones de contracomunicación que se generan durante esta fase de juego (contraataque-repliegue) y que condicionan las acciones de los atacantes. En el presente trabajo se revisan algunas propuestas de valoración de la oposición, frecuentemente vinculadas a las acciones de lanzamiento, así como se estudian diferentes acciones y medios defensivos utilizados durante la fase de repliegue. Se estudió el desarrollo del contraataque en competición valorando los niveles de oposición. En este sentido, se analizan las situaciones de equilibrio en la oposición (simetría-disimetría) durante el contraataque y repliegue. De esta forma se comparan de forma conjunta las redes de comunicación y contracomunicación y las relaciones que se establecen entre ellas
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Introducción. El objetivo de este estudio fue proporcionar orientaciones para ayudar a profesionales de la educación física a tomar decisiones en torno a las emociones que produjeron diferentes juegos deportivos clasificados en cuatro dominios de acción motriz (psicomotor, cooperación, oposición y cooperación/oposición). Método. La muestra correspondió a 284 estudiantes universitarios de educación física y de educación primaria (INEFC, Facultad de Educación, Universidades de Lleida y de Barcelona, España). A través de un diseño cuasi-experimental los estudiantes indicaron en un cuestionario validado la intensidad sentida en trece emociones tras participar en cada juego. El análisis de los datos se realizó a través de los árboles de clasificación. Resultados. La comparación de los resultados en los diferentes dominios de acción motor mostró que los juegos cooperativos fueron los que activaron emociones positivas más intensas entre los estudiantes. En los juegos no competitivos de cooperación los resultados en emociones positivas fueron 18.3 % más elevados que en los juegos competitivos. Conclusión. Los resultados sugieren que el tipo de juegos a elegir es la primera decisión importante que debería plantearse para educar emociones en los estudiantes. Cada dominio de acción motriz está asociado a la producción de diferentes tipos de emoción.
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Analizar la influencia de las clases de Educación Física en el desarrollo moral de los niños y niñas. Analizar qué tipo de tareas psicomotrices, de cooperación o de cooperación oposición incrementan el desarrollo moral del alumnado. Diseñar un instrumento ad hoc semiestandarizado para evaluar el pensamiento moral de los niños y niñas de manera fiable, válida y generalizable. Se opta por la metodología observacional. El diseño utilizado se encuentra en el IV cuadrante siendo de carácter Nomotético, Seguimiento y Multidimensional (N-S-M). Se trata de un estudio nomotético ya que se observa el comportamiento de 47 niñas y 51 niños. Es un estudio de seguimiento, puesto que se ha observado el comportamiento del alumnado en un lapso de tiempo (dos trimestres del curso escolar). Y, por último, es un estudio multidimensional, considerando la multiplicidad metodológica que supone la utilización de un sistema mixto de formatos de campo y sistemas de categorías. En relación a la lógica experimental se trata de un diseño cuasi - experimental con pretest, postest, y grupos controles no equivalentes. La muestra del estudio está constituida por alumnado distribuido en 6 grupos de tercero a quinto (entre 8 y 11 años) de Educación Primaria. Todos los participantes pertenecen al mismo centro escolar de Educación Infantil y Primaria de la provincia de Málaga. La muestra está formada por 47 niñas que representan el 47.9 por ciento y 51 niños que representan al 52.1 por ciento. La distribución por género en la condición de control es de 48.1 por ciento niñas y 51.9 por ciento niños, (25 niñas y 27 niños) mientras que en el grupo experimental el 47.8 por ciento son niñas, mientras que el 52.2 por ciento son niños (22 niñas y 24 niños). Los grupos control y experimental se asignaron al azar a partir de los grupos controles construidos por el centro. La muestra pertenece a un Centro de Educación Infantil y Primaria (C.E.I.P.) de una población rural de aproximadamente 3500 habitantes. Se han utilizado distintos paquetes estadísticos, software de digitalización, dos cámaras de vídeo, un reproductor y un grabador de DVD, y un televisor, así como el material y las instalaciones utilizadas para el desarrollo de las sesiones de Educación Física. Junto a estos programas se han elaborado cuatro instrumentos: 1,- Programación de aula anual de Educación Física con actividades para el grupo control y para los grupos experimentales (psicomotrices, de cooperación, de cooperación-oposición). Con una metodología específica para el grupo experimental. 2,- Sistema mixto de formatos de campo y sistema de categoría. 3,- Cuestionario de Evaluación del Desarrollo Moral (CEDM). 4,- Cuestionario del profesorado. Se plantean nueve hipótesis que orientan la discusión científica de la investigación. Las tres primeras (H1, H2, H3) relativas a comprobar que el Programa psicomotriz, de cooperación y de cooperación - oposición incrementa el desarrollo moral del alumnado. La hipótesis cuarta considera que el Programa (psicomotriz, de cooperación y de cooperación - oposición) incrementa las capacidades. La quinta y sexta hipótesis se centran en determinar que tanto el instrumento construido ad hoc como el cuestionario CDEM son fiables, precisos y válidos. La séptima hipótesis expone que el Programa es válido y fiable. La octava hipótesis hace referencia a la comprobación de diferencias estadísticamente significativas en los cursos experimentales entre las distintas fases. Por lo tanto, las nueve hipótesis planteadas se han confirmado. Algunas de las propuestas que puedan desarrollar futuros trabajos de investigación son las siguientes: Realizar un estudio transversal y longitudinal, ampliando la muestra a toda la etapa de Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Determinar cuales son las transferencias a otros ámbitos de la vida, el alcance del programa a lo largo de las distintas edades y de los distintos niveles de desarrollo moral. Desarrollar esta investigación en centros con distintas características para poder generalizar los resultados a mayor población. Valorar cómo afecta el programa en función del género. Realizar una investigación con un tipo de diseño diferente para determinar el efecto del tipo de tarea y de la metodología específica, siendo el objetivo primordial la promoción del desarrollo moral.
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Resumen tomado de la publicación
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Utilización del juego al aire libre como recurso didáctico. Con la participación de un centro de EGB, tres de Bachillerato y tres de Formación Profesional, está dirigido a los niveles de la Educación Secundaria Obligatoria y Postobligatoria. Objetivos: -Rescatar juegos populares o tradicionales de la isla. -Recuperar juegos autóctonos y aplicarlos en sesiones prácticas de Educación Física dentro y fuera del aula y centro educativo. -Aplicación de juegos alternativos e innovadores, tanto en el aula como en el entorno natural. La metodología llevada a cabo consistió en el trabajo en grupo. I trimestre: clasificación de los juegos. Realización de una ficha de juegos para el alumno. II trimestre: una vez clasificados los juegos, se pasó a realizar un análisis de los mismos: juegos de cooperación-oposición. III trimestre: seleccionados los juegos se procedió a la elaboración de una ficha de cada uno de los juegos elegidos. Se colaboró en un proyecto de deporte de orientación en la naturaleza, del Exmo. Cabildo Insular de La Palma.
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Resumen tomado de la publicación. Monográfico titulado: La evaluación en educación física
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Resumen tomado de la publicación
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Este estudio tiene como objeto describir la relación entre la práctica de diferentes tipos de juegos motores reglamentados (juegos deportivos con o sin competición) y la expresión de las emociones. Los participantes fueron 726 estudiantes de actividad física y deportes del primer curso de facultades, escuelas de formación del profesorado y de animación deportiva de España y Portugal, a los que previamente se formó en la toma de conciencia en la expresión de las emociones. Realizaron ocho juegos deportivos correspondientes a los cuatro dominios de acción (psicomotriz (en solitario), cooperación, oposición y cooperación/oposición), siendo uno de cada de competición (lo cual implica la victoria o derrota de los participantes) y otro sin competición (nadie gana o pierde). Tras la realización de cada juego el participante registró en un cuestionario validado (Games and Emotions Scale (GES)) la intensidad alcanzada en cada una de las 13 emociones (clasificadas como positivas, negativas y ambiguas). Los resultados (tratamiento estadístico mediante ecuaciones de estimación generalizadas) muestran que la intensidad de las emociones positivas fueron en todos los juegos siempre muy superiores en comparación a la intensidad de las negativas y ambiguas. Ello nos puede confirmar el disfrute durante la práctica de los juegos deportivos. Dicho esto, se observa, por un lado, que la intensidad de las emociones positivas son ligeramente superiores en los juegos sin competición y, por otro lado, que la intensidad de las emociones es superior en la competición en comparación a los juegos sin competición, pero que esta superioridad se debe sobre todo a las emociones negativas y ambiguas. La medición, comparación, victoria y derrota inherentes a la competición puede tender a incrementar la frustración y el rechazo. Por último, se aprecian diferencias significativas entre los cuatro dominios al considerar si existe o no la victoria, especialmente para juegos cooperativos sin competición, donde la intensidad de las emociones positivas sube más que en los otros tipos de juegos y las negativas bajan, confirmando la conveniencia de los juegos cooperativos no competitivos en los programas educativos, reeducativos y recreativos, donde la superación del reto es una tarea colectiva
Resumo:
Los dominios de acción motriz constituyen la piedra angular para la elaboración de programas curriculares de educación física. La noción de dominio de acción motriz se refiere al campo en el que las prácticas motrices son consideradas homogéneas respecto a criterios pertinentes y precisos de acción motriz. Este concepto permite organizar de modo científico las diferentes clases de experiencias motrices que se pueden activar al emplear juegos, ejercicios, danzas, deportes o cualquier situación motriz. A partir de una concepción sistémica, y al combinar de manera binaria los criterios de interacción motriz y de relación con el espacio se pueden establecer ocho dominios de acción motriz (cuatro asociados a situaciones psicomotrices, de cooperación, de oposición, de cooperación-oposición, que a su vez pueden combinarse con el criterio de incertidumbre en la relación con el espacio: estable o inestable). Diversas investigaciones confirman que cada uno de los dominios se comporta de manera distinta en cuestiones de máximo interés como transferencia de aprendizajes, cohesión social y también en el terreno de la afectividad. En esta ocasión se presentan resultados parciales de un proceso de investigación en curso en el que se relacionan los dominios de acción motriz y la educación de competencias emocionales. Se trata de un proyecto internacional que cuenta con el apoyo del Ministerio español de Ciencia e Innovación I+D+i. Los hallazgos confirman cada dominio de acción motriz activa tendencias distintas en la vivencia de emociones de sus protagonistas. Independientemente de la geografía de los actores (España, Portugal o Brasil), la lógica interna de las prácticas (dominios) se impone a la lógica externa (geografía). Se ha confirmado el papel destacado de la cooperación en la activación de emociones positivas, ante las prácticas psicomotrices que elicitan una menor intensidad emocional. Estos resultados aportan argumentos para concebir la educación física como la pedagogía de conductas motrices. La persona que interviene en cualquier práctica motriz protagoniza conductas motrices, es decir, mientras realiza acciones motrices (bota, corre o lanza un objeto), activa de manera unitaria las dimensiones biológica (se cansa), cognitiva (piensa), social (dialoga) y AFECTIVA (SE EMOCIONA). Estas dimensiones se fusionan y se confunden ya que lejos de ser dimensiones aisladas están interrelacionadas dando testimonio de la biografía motriz de la persona. Educación motrizDominios de acción motrizConducta motrizJuego tradicional
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Este estudio tiene como objeto describir la relación entre la práctica de diferentes tipos de juegos motores reglamentados (juegos deportivos con o sin competición) y la expresión de las emociones. Los participantes fueron 726 estudiantes de actividad física y deportes del primer curso de facultades, escuelas de formación del profesorado y de animación deportiva de España y Portugal, a los que previamente se formó en la toma de conciencia en la expresión de las emociones. Realizaron ocho juegos deportivos correspondientes a los cuatro dominios de acción (psicomotriz (en solitario), cooperación, oposición y cooperación/oposición), siendo uno de cada de competición (lo cual implica la victoria o derrota de los participantes) y otro sin competición (nadie gana o pierde). Tras la realización de cada juego el participante registró en un cuestionario validado (Games and Emotions Scale (GES)) la intensidad alcanzada en cada una de las 13 emociones (clasificadas como positivas, negativas y ambiguas). Los resultados (tratamiento estadístico mediante ecuaciones de estimación generalizadas) muestran que la intensidad de las emociones positivas fueron en todos los juegos siempre muy superiores en comparación a la intensidad de las negativas y ambiguas. Ello nos puede confirmar el disfrute durante la práctica de los juegos deportivos. Dicho esto, se observa, por un lado, que la intensidad de las emociones positivas son ligeramente superiores en los juegos sin competición y, por otro lado, que la intensidad de las emociones es superior en la competición en comparación a los juegos sin competición, pero que esta superioridad se debe sobre todo a las emociones negativas y ambiguas. La medición, comparación, victoria y derrota inherentes a la competición puede tender a incrementar la frustración y el rechazo. Por último, se aprecian diferencias significativas entre los cuatro dominios al considerar si existe o no la victoria, especialmente para juegos cooperativos sin competición, donde la intensidad de las emociones positivas sube más que en los otros tipos de juegos y las negativas bajan, confirmando la conveniencia de los juegos cooperativos no competitivos en los programas educativos, reeducativos y recreativos, donde la superación del reto es una tarea colectiva
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Los dominios de acción motriz constituyen la piedra angular para la elaboración de programas curriculares de educación física. La noción de dominio de acción motriz se refiere al campo en el que las prácticas motrices son consideradas homogéneas respecto a criterios pertinentes y precisos de acción motriz. Este concepto permite organizar de modo científico las diferentes clases de experiencias motrices que se pueden activar al emplear juegos, ejercicios, danzas, deportes o cualquier situación motriz. A partir de una concepción sistémica, y al combinar de manera binaria los criterios de interacción motriz y de relación con el espacio se pueden establecer ocho dominios de acción motriz (cuatro asociados a situaciones psicomotrices, de cooperación, de oposición, de cooperación-oposición, que a su vez pueden combinarse con el criterio de incertidumbre en la relación con el espacio: estable o inestable). Diversas investigaciones confirman que cada uno de los dominios se comporta de manera distinta en cuestiones de máximo interés como transferencia de aprendizajes, cohesión social y también en el terreno de la afectividad. En esta ocasión se presentan resultados parciales de un proceso de investigación en curso en el que se relacionan los dominios de acción motriz y la educación de competencias emocionales. Se trata de un proyecto internacional que cuenta con el apoyo del Ministerio español de Ciencia e Innovación I+D+i. Los hallazgos confirman cada dominio de acción motriz activa tendencias distintas en la vivencia de emociones de sus protagonistas. Independientemente de la geografía de los actores (España, Portugal o Brasil), la lógica interna de las prácticas (dominios) se impone a la lógica externa (geografía). Se ha confirmado el papel destacado de la cooperación en la activación de emociones positivas, ante las prácticas psicomotrices que elicitan una menor intensidad emocional. Estos resultados aportan argumentos para concebir la educación física como la pedagogía de conductas motrices. La persona que interviene en cualquier práctica motriz protagoniza conductas motrices, es decir, mientras realiza acciones motrices (bota, corre o lanza un objeto), activa de manera unitaria las dimensiones biológica (se cansa), cognitiva (piensa), social (dialoga) y AFECTIVA (SE EMOCIONA). Estas dimensiones se fusionan y se confunden ya que lejos de ser dimensiones aisladas están interrelacionadas dando testimonio de la biografía motriz de la persona. Educación motrizDominios de acción motrizConducta motrizJuego tradicional
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Los dominios de acción motriz constituyen la piedra angular para la elaboración de programas curriculares de educación física. La noción de dominio de acción motriz se refiere al campo en el que las prácticas motrices son consideradas homogéneas respecto a criterios pertinentes y precisos de acción motriz. Este concepto permite organizar de modo científico las diferentes clases de experiencias motrices que se pueden activar al emplear juegos, ejercicios, danzas, deportes o cualquier situación motriz. A partir de una concepción sistémica, y al combinar de manera binaria los criterios de interacción motriz y de relación con el espacio se pueden establecer ocho dominios de acción motriz (cuatro asociados a situaciones psicomotrices, de cooperación, de oposición, de cooperación-oposición, que a su vez pueden combinarse con el criterio de incertidumbre en la relación con el espacio: estable o inestable). Diversas investigaciones confirman que cada uno de los dominios se comporta de manera distinta en cuestiones de máximo interés como transferencia de aprendizajes, cohesión social y también en el terreno de la afectividad. En esta ocasión se presentan resultados parciales de un proceso de investigación en curso en el que se relacionan los dominios de acción motriz y la educación de competencias emocionales. Se trata de un proyecto internacional que cuenta con el apoyo del Ministerio español de Ciencia e Innovación I+D+i. Los hallazgos confirman cada dominio de acción motriz activa tendencias distintas en la vivencia de emociones de sus protagonistas. Independientemente de la geografía de los actores (España, Portugal o Brasil), la lógica interna de las prácticas (dominios) se impone a la lógica externa (geografía). Se ha confirmado el papel destacado de la cooperación en la activación de emociones positivas, ante las prácticas psicomotrices que elicitan una menor intensidad emocional. Estos resultados aportan argumentos para concebir la educación física como la pedagogía de conductas motrices. La persona que interviene en cualquier práctica motriz protagoniza conductas motrices, es decir, mientras realiza acciones motrices (bota, corre o lanza un objeto), activa de manera unitaria las dimensiones biológica (se cansa), cognitiva (piensa), social (dialoga) y AFECTIVA (SE EMOCIONA). Estas dimensiones se fusionan y se confunden ya que lejos de ser dimensiones aisladas están interrelacionadas dando testimonio de la biografía motriz de la persona. Educación motrizDominios de acción motrizConducta motrizJuego tradicional
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Este estudio tiene como objeto describir la relación entre la práctica de diferentes tipos de juegos motores reglamentados (juegos deportivos con o sin competición) y la expresión de las emociones. Los participantes fueron 726 estudiantes de actividad física y deportes del primer curso de facultades, escuelas de formación del profesorado y de animación deportiva de España y Portugal, a los que previamente se formó en la toma de conciencia en la expresión de las emociones. Realizaron ocho juegos deportivos correspondientes a los cuatro dominios de acción (psicomotriz (en solitario), cooperación, oposición y cooperación/oposición), siendo uno de cada de competición (lo cual implica la victoria o derrota de los participantes) y otro sin competición (nadie gana o pierde). Tras la realización de cada juego el participante registró en un cuestionario validado (Games and Emotions Scale (GES)) la intensidad alcanzada en cada una de las 13 emociones (clasificadas como positivas, negativas y ambiguas). Los resultados (tratamiento estadístico mediante ecuaciones de estimación generalizadas) muestran que la intensidad de las emociones positivas fueron en todos los juegos siempre muy superiores en comparación a la intensidad de las negativas y ambiguas. Ello nos puede confirmar el disfrute durante la práctica de los juegos deportivos. Dicho esto, se observa, por un lado, que la intensidad de las emociones positivas son ligeramente superiores en los juegos sin competición y, por otro lado, que la intensidad de las emociones es superior en la competición en comparación a los juegos sin competición, pero que esta superioridad se debe sobre todo a las emociones negativas y ambiguas. La medición, comparación, victoria y derrota inherentes a la competición puede tender a incrementar la frustración y el rechazo. Por último, se aprecian diferencias significativas entre los cuatro dominios al considerar si existe o no la victoria, especialmente para juegos cooperativos sin competición, donde la intensidad de las emociones positivas sube más que en los otros tipos de juegos y las negativas bajan, confirmando la conveniencia de los juegos cooperativos no competitivos en los programas educativos, reeducativos y recreativos, donde la superación del reto es una tarea colectiva