1000 resultados para Catedral de Barcelona
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At head of title: Asociación de arquitectos de Cataluña.
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A partir de una fuente extraordinaria, los libros de cuentas de la Almoina de la catedral de Barcelona en la castellanía de Sitges, se examina la gestión que hizo su representante de uno de los componentes más importantes de la renta señorial de Sitges, los excedentes de cebada y trigo que confluían anualmente en los graneros y silos del castillo. El análisis se centra en los doce primeros cuadernos contables conservados en el archivo de la Pía Almoina de Barcelona (entre 1354 y 1366). Se analiza cuándo y en qué medida el trigo y la cebada son consumidos, enviados a la Almoina de Barcelona, vendidos, cedidos a crédito o guardados en los graneros y silos del castillo. Se concluye que el procurador recurre a la comercialización y almacena-miento de los cereales y en particular de la cebada –más del 75% de la renta de Sitges– para sacar el máximo partido a la renta cerealista y optimizar así el rendimiento económico del señorío, por encima del objetivo de subvenir a las necesidades de la Almoina de Barcelona.
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El objeto de las siguientes páginas es el estudio de la contabilidad de una institución eclesiástica, la catedral de Barcelona durante el siglo XVII, tanto la descripción de las prácticas contables utilizadas por dicha institución a lo largo del periodo señalado, como plantear, en primer lugar, los problemas de orden metodológico a que se enfrenta el historiador que ha de manejar esta clase de fuente documental y, en segundo lugar, sugerir qué nuevas preguntas es posible plantear y responder a partir de las fuentes contables; preguntas distintas de las que acostumbran a estar presentes en las investigaciones de los historiadores que han trabajado sobre las instituciones eclesiásticas. En la primera parte de la comunicación presentaré unas reflexiones sobre la Iglesia considerada como una institución económica y sobre las principales prácticas organizativas que derivaron del ejercicio histórico de ese papel; en segundo lugar describiré los rasgos identificadores de la contabilidad de la catedral barcelonesa, en lo que hace referencia a sus características técnicas particulares. En la tercera y última parte centraré mi atención en la utilización de las contabilidades eclesiásticas como fuentes históricas y mostraré algunas de las posibilidades de explotación cualitativa que pueden presentar.
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Se anexan en total 7 discos compactos con la documentaci??n aportada. Existe una carpeta aneja al proyecto que contiene dos documentos realizados por alumnos de segundo de bachillerato que desarrollan aspectos te??ricos del Proyecto. Adem??s, una relaci??n de pr??cticas no realizadas que pueden ser de inter??s a la hora de estudiar los alimentos y un CD con material anejo sobre Geolog??a urbana. Todo este material est?? en catal??n. Convocatoria de los Premios Nacionales de Investigaci??n e Innovaci??n Educativa. Modalidad de Innovaci??n Educativa. Tercer Premio
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La escalera de caracol es uno de los elementos que mejor define la evolución de la construcción pétrea a lo largo de nuestra historia moderna. El movimiento helicoidal de las piezas de una escalera muestra, con frecuencia, el virtuosismo que alcanzaron los maestros del arte de la cantería y la plasticidad, expresividad y ligereza de sus obras. A pesar de su origen exclusivamente utilitario y de su ubicación secundaria, se convertirán en signo de maestría y en elementos protagonistas del espacio que recorren y de la composición de los edificios, como es el caso de las grande vis de los Châteaux franceses del XVI como Blois, Chateaudun o Chambord o los schlosses alemanes como el de Hartenfels en Torgau. Este protagonismo queda patente en los tratados y manuscritos de cantería, elaborados fundamentalmente en España y Francia, a partir del siglo XVI que recogen un gran número de variantes de escaleras de caracol entre sus folios. Breve historia de la escalera de Caracol Los ejemplos más antiguos conocidos de escaleras de caracol en Occidente provienen de los primeros siglos de nuestra era y están asociados a construcciones de tipo conmemorativo, funerario o civil, romanas. Destaca de entre ellas la columna trajana, construida en el 113 por Apolodoro de Damasco en los Foros de Roma. Esta columna, conservada en la actualidad, fue profusamente representada por los tratados de arquitectura desde el Renacimento como el de Serlio, Caramuel, Piranesi, Rondelet y, más recientemente, Canina. Choisy describe en El arte de construir en Bizancio un grupo de escaleras de caracol cubiertas por bóvedas helicoidales y construidas entre el siglo IV y VIII; a esta misma época pertenecen otras escaleras con bóvedas aparejadas de forma desigual con sillarejos y sillares de pequeño tamaño sin reglas de traba claras, pensadas al igual que las de Choisy para ser revestidas con un mortero. Herederas de estas bóvedas de la antigüedad son las escaleras de caracol de la Edad Media. Así las describe Viollet le Duc: “compuestas por un machón construido en cantería, con caja perimetral circular, bóveda helicoidal construida en piedra sin aparejar, que se apoya en el machón y sobre el paramento circular interior. Estas bóvedas soportan los peldaños en los que las aristas son trazadas siguiendo los radios del círculo”. En esta misma época, siglos XI y XII, se construyen un grupo de escaleras de caracol abovedadas en piedra de cantería vista: las de la torre oeste de Notre Dame des Doms en Avignon, las de la tour de Roi, de Évêque y Bermonde de los Chateaux de Uzés, las gemelas de las torres de la Catedral Saint Théodorit de Uzés y la conocida escalera del transepto de la Abadía de Saint Gilles. Ésta última dará el nombre a uno de los modelos estereotómicos de mayor complejidad del art du trait o arte de la cantería: la vis Saint Gilles, que aparece en la mayoría de los textos dedicados al corte de piedras en España y Francia. La perfección y dificultad de su trazado hizo que, durante siglos, esta escalera de caracol fuera lugar de peregrinación de canteros y se convirtiera en el arquetipo de un modelo representado con profusión en los tratados hasta el siglo XIX. A partir del siglo XIII, será el husillo el tipo de escalera curva que dará respuesta a las intenciones de la arquitectura a la “moderna” o gótica. Estas escaleras con machón central se generalizarán, insertándose en un complejo sistema de circulaciones de servicio, que conectaban por completo, en horizontal y vertical, los edificios. Estos pasadizos horizontales y estas conexiones verticales, hábilmente incorporadas en el espesor de contrafuertes, machones, esquinas, etc, serán una innovación específicamente gótica, como señala Fitchen. La pieza de peldaño, que se fabrica casi “en serie” reflejará fielmente el espíritu racional y funcionalista de la arquitectura gótica. Inicialmente los peldaños serán prismáticos, sin labrar por su cara interior; después, éstos darán paso a escaleras más amables con los helicoides reglados formando su intradós. Insertos en construcciones góticas y en convivencia con husillos, encontramos algunos ejemplos de escaleras abovedadas en el siglo XIII y XIV. Estamos hablando de la escalera de la torre este del Castillo de Maniace en Siracusa, Sicilia y la escalera de la torre norte del transepto de la Catedral de Barcelona. En ambos casos, los caracoles se pueden relacionar con el tipo vis de Saint Gilles, pero incorporan invariantes de la construcción gótica que les hace mantener una relación tipológica y constructiva con los husillos elaborados en la misma época. En la segunda mitad del siglo XV aparecen, vinculadas al ámbito mediterráneo, un conjunto de escaleras en las que el machón central se desplaza transformándose en una moldura perimetral y dejando su lugar a un espacio hueco que permite el paso de la luz. Los tratados manuscritos de cantería que circulan en el XVI y XVII por España recogen el modelo con su denominación: caracol de Mallorca. Varios autores han mantenido la tesis de que el nombre proviene de la escalera situada en la torre noroeste de la Lonja de Palma de Mallorca. Los Manuscritos y tratados de Cantería y las escaleras de caracol Coincidiendo con la apertura intelectual que propicia el Renacimiento se publican algunos tratados de arquitectura que contienen capítulos dedicados al corte de las piedras. El primero de ellos es Le premier tome de l’Architecture de Philibert de L’Orme, publicado en 1567 en Francia. En España tenemos constancia de la existencia de numerosos cuadernos profesionales que circulaban entre los canteros. Varias copias de estos manuscritos han llegado hasta nuestros días. Los más completos son sin duda, las dos copias que se conservan del tratado de arquitectura de Alonso de Vandelvira, una en la Biblioteca Nacional y otra en la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y el manuscrito titulado Cerramientos y trazas de Montea de Ginés Martínez de Aranda. Todas estas colecciones de aparejos, con excepción de la atribuida a Pedro de Albiz, presentan trazas de escaleras de caracol. En los siglos XVII y XVIII los textos en España más interesantes para nuestras investigaciones son, como en el XVI, manuscritos que no llegaron a ver la imprenta. Entre ellos destacan De l’art del picapedrer de Joseph Gelabert y el Cuaderno de Arquitectura de Juan de Portor y Castro. Estos dos textos, que contienen varios aparejos de caracoles, están claramente vinculados con la práctica constructiva a diferencia de los textos impresos del XVIII, como los del Padre Tosca o el de Juan García Berruguilla, que dedican algunos capítulos a cortes de Cantería entre los que incluyen trazas de escaleras, pero desde un punto de vista más teórico. Podemos agrupar las trazas recogidas en los manuscritos y tratados en cinco grandes grupos: el caracol de husillo, el caracol de Mallorca, los caracoles abovedados, los caracoles exentos y los caracoles dobles. El husillo, de procedencia gótica, permanece en la mayoría de nuestros textos con diferentes denominaciones: caracol de husillo, caracol de nabo redondo o caracol macho. Se seguirá construyendo con frecuencia durante todo el periodo de la Edad Moderna. Los ejemplares más bellos presentan el intradós labrado formando un helicoide cilíndrico recto como es el caso del husillo del Monasterio de la Vid o el de la Catedral de Salamanca o un helicoide axial recto como en el de la Capilla de la Comunión en la Catedral de Santiago de Compostela. La diferencia estriba en la unión del intradós y el machón central: una amable tangencia en el primer caso o un encuentro marcado por una hélice en el segundo. El segundo tipo de caracol presente en casi todos los autores es el caracol de Mallorca. Vandelvira, Martínez de Aranda, y posteriormente Portor y Castro lo estudian con detenimiento. Gelabert, a mediados del siglo XVII, nos recordará su origen mediterráneo al presentar el que denomina Caracol de ojo abierto. El Caracol de Mallorca también estará presente en colecciones de aparejos como las atribuidas a Alonso de Guardia y Juan de Aguirre, ambas depositadas en la Biblioteca Nacional y en las compilaciones técnicas del siglo XVIII, de fuerte influencia francesa, aunque en este caso ya sin conservar su apelación original. El Caracol que dicen de Mallorca se extiende por todo el territorio peninsular de la mano de los principales maestros de la cantería. Los helicoides labrados con exquisita exactitud, acompañados de armoniosas molduras, servirán de acceso a espacios más representativos como bibliotecas, archivos, salas, etc. Es la escalera de la luz, como nos recuerda su apelación francesa, vis a jour. Precisamente en Francia, coincidiendo con el renacimiento de la arquitectura clásica se realizan una serie de escaleras de caracol abovedadas, en vis de Saint Gilles. Los tratados franceses, comenzando por De L’Orme, y siguiendo por, Jousse, Derand, Milliet Dechales, De la Hire, De la Rue, Frezier, Rondelet, Adhémar o Leroy, entre otros, recogen en sus escritos el modelo y coinciden en reconocer la dificultad de su trazado y el prestigio que adquirían los canteros al elaborar este tipo de escaleras. El modelo llega nuestras tierras en un momento histórico de productivo intercambio cultural y profesional entre Francia y España. Vandelvira, Martínez de Aranda y Portor y Castro analizan en sus tratados la “vía de San Gil”. En la provincia de Cádiz, en la Iglesia Mayor de Medina Sidonia, se construirá el más perfecto de los caracoles abovedados de la España renacentista. También en la provincia de Cádiz y vinculadas, posiblemente, a los mismos maestros encontramos un curioso grupo de escaleras abovedadas con generatriz circular horizontal. A pesar del extenso catálogo de escaleras presentes en la tratadística española, no aparece ninguna que muestre una mínima relación con ellas. Desde el punto de vista de la geometría, estamos ante uno de los tipos de escaleras que describe Choisy en El arte de construir en Bizancio. Se trata de escaleras abovedadas construidas por hojas y lechos horizontales. Los caracoles abovedados tendrán también su versión poligonal: la vis Saint Gilles quarré o el caracol de emperadores cuadrado en su versión vandelviresca. Las soluciones que dibujan los tratados son de planta cuadrada, pero la ejecución será poligonal en los raros ejemplos construidos, que se encuentran exclusivamente en Francia. Su geometría es compleja: el intradós es una superficie reglada alabeada denominada cilindroide; su trazado requiere una habilidad extrema y al ser un tanto innecesaria desde el punto de vista funcional, fue muy poco construida. Otro tipo de escalera habitual es la que Vandelvira y Martínez de Aranda denominan en sus tratados “caracol exento”. Se trata de una escalera volada alrededor de un pilar, sin apoyo en una caja perimetral y que, por lo tanto, debe trabajar en ménsula. Su función fue servir de acceso a espacios de reducidas dimensiones como púlpitos, órganos o coros. Encontramos ejemplos de estos caracoles exentos en el púlpito de la catedral de Viena y en España, en la subida al coro de la Iglesia arciprestal de Morella en Valencia. El largo repertorio de escaleras de caracol prosigue en los tratados y en las múltiples soluciones que encontramos en arquitecturas civiles y religiosas en toda Europa. Hasta varios caracoles en una sola caja: dobles e incluso triples. Dobles como el conocido de Chambord, o el doble husillo del Convento de Santo Domingo en Valencia, rematado por un caracol de Mallorca; triples como la triple escalera del Convento de Santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela. La tratadística española recogerá dos tipos de caracoles dobles, el ya comentado en una sola caja, en versiones con y sin machón central, definidos por Martínez de Aranda, Juan de Aguirre, Alonso de Guardia y Joseph Gelabert y el caracol doble formado por dos cajas diferentes y coaxiales. Vandelvira lo define como Caracol de Emperadores. Será el único tipo de caracol que recoja Cristobal de Rojas en su Teoría y Práctica de Fortificación. No hay duda que las escaleras de caracol han formado parte de un privilegiado grupo de elementos constructivos en constante evolución e investigación a lo largo de la historia de la arquitectura en piedra. Desde el cantero más humilde hasta los grandes maestros catedralicios las construyeron y, en muchos casos, crearon modelos nuevos en los pergaminos de sus propias colecciones o directamente sobre la piedra. Estos modelos casi experimentales sirvieron para encontrar trabajo o demostrar un grado de profesionalidad a sus autores, que les hiciera, al mismo tiempo, ganarse el respeto de sus compañeros. Gracias a esto, se inició un proceso ese proceso de investigación y evolución que produjo una diversidad en los tipos, sin precedentes en otros elementos similares, y la transferencia de procedimientos dentro del arte de la cantería. Los grandes autores del mundo de la piedra propusieron multitud de tipos y variantes, sin embargo, el modelo de estereotomía tradicionalmente considerado más complejo y más admirado es un caracol de reducidas dimensiones construido en el siglo XII: la Vis de Saint Gilles. Posiblemente ahí es donde reside la grandeza de este arte.
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Películas ganadoras de los Premios de Vídeo Escolar 1995
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El artículo forma parte de un monográfico dedicado a la resolución de problemas y didáctica de la historia.
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Mode of access: Internet.
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Background: The objective of this study was to assess trends in cancer mortality by educational level in Barcelona from 1992 to 2003. Methods: The study population comprised Barcelona inhabitants aged 20 years or older. Data on cancer deaths were supplied by the system of information on mortality. Educational level was obtained from the municipal census. Age-standardized rates by educational level were calculated. We also fitted Poisson regression models to estimate the relative index of inequality (RII) and the Slope Index of Inequalities (SII). All were calculated for each sex and period (1992-1994, 1995-1997, 1998-2000, and 2001-2003). Results: Cancer mortality was higher in men and women with lower educational level throughout the study period. Less-schooled men had higher mortality by stomach, mouth and pharynx, oesophagus, larynx and lung cancer. In women, there were educational inequalities for cervix uteri, liver and colon cancer. Inequalities of overall and specific types of cancer mortality remained stable in Barcelona; although a slight reduction was observed for some cancers. Conclusion: This study has identified those cancer types presenting the greatest inequalities between men and women in recent years and shown that in Barcelona there is a stable trend in inequalities in the burden of cancer.
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Background: Large inequalities of mortality by most cancers in general, by mouth and pharynx cancer in particular, have been associated to behaviour and geopolitical factors. The assessment of socioeconomic covariates of cancer mortality may be relevant to a full comprehension of distal determinants of the disease, and to appraise opportune interventions. The objective of this study was to compare socioeconomic inequalities in male mortality by oral and pharyngeal cancer in two major cities of Europe and South America. Methods: The official system of information on mortality provided data on deaths in each city; general censuses informed population data. Age-adjusted death rates by oral and pharyngeal cancer for men were independently assessed for neighbourhoods of Barcelona, Spain, and Sao Paulo, Brazil, from 1995 to 2003. Uniform methodological criteria instructed the comparative assessment of magnitude, trends and spatial distribution of mortality. General linear models assessed ecologic correlations between death rates and socioeconomic indices (unemployment, schooling levels and the human development index) at the inner-city area level. Results obtained for each city were subsequently compared. Results: Mortality of men by oral and pharyngeal cancer ranked higher in Barcelona (9.45 yearly deaths per 100,000 male inhabitants) than in Spain and Europe as a whole; rates were on decrease. Sao Paulo presented a poorer profile, with higher magnitude (11.86) and stationary trend. The appraisal of ecologic correlations indicated an unequal and inequitably distributed burden of disease in both cities, with poorer areas tending to present higher mortality. Barcelona had a larger gradient of mortality than Sao Paulo, indicating a higher inequality of cancer deaths across its neighbourhoods. Conclusion: The quantitative monitoring of inequalities in health may contribute to the formulation of redistributive policies aimed at the concurrent promotion of wellbeing and social justice. The assessment of groups experiencing a higher burden of disease can instruct health services to provide additional resources for expanding preventive actions and facilities aimed at early diagnosis, standardized treatments and rehabilitation.
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In Spain, crack cocaine use is silently increasing. In Barcelona, an intentional sample was selected to describe the general characteristics of this consumption. Participants were submitted to an interview and data were analyzed through qualitative research procedures. Users are young males and of low socioeconomic status and formal education. The major pattern of use is compulsive. Illegal income activities are the choice for crack cocaine or money acquisition, increasing individual and social health costs. Polydrug use is a matter of concern. Although these findings can not be generalized, they should be considered for the development of public policies to adequately address crack cocaine users` needs.
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The 18th international papillomavirus conference took place in Barcelona, Spain in July 2000. The HPV clinical workshop was jointly organised with the annual meeting of the Spanish Association of Cervical Pathology and Colposcopy. The conference included 615 abstracts describing ongoing research in epidemiology, diagnosis/screening, treatment/prognosis, immunology/human immunodeficiency virus, vaccine development/trials, transformation/progression, replication, transcription/translation, viral protein functions, and viral and host interactions. This leader summarises the highlights presented at the conference (the full text of the abstracts and lectures can be found at www.hpv2000.com). Relevant material in Spanish can be found at www.aepcc. org.
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Entre 2014 y 2016, Brasil será sede de numerosos eventos, donde se destaca la celebración de las Olimpiadas en Rio de Janeiro. La industria del turismo será una de las grandes beneficiadas, teniendo como objetivo duplicar el número de turistas, 10 millones en 2016, y generar oportunidades de negocios. Esta investigación plantea el análisis de dicha meta a través de dos elementos vinculados a las Olimpíadas, el legado y la apertura a nuevos segmentos de turistas, concretamente el turismo sénior y el accesible. Se llevará a cabo un análisis de contenido de la bibliografía existente sobre Río 2016 para determinar el estado del arte, y posteriormente se realizará un estudio de caso de las Olimpíadas de Barcelona y Sídney, con el objetivo de obtener las claves del éxito de su legado y la repercusión a nivel turístico. Esto posibilitará identificar los pasos a seguir por Brasil para alcanzar su objetivo turístico.