919 resultados para surgical aortic valve replacement
Transcatheter aortic valve implantation (TAVI): state of the art techniques and future perspectives.
Resumo:
Transcatheter aortic valve therapies are the newest established techniques for the treatment of high risk patients affected by severe symptomatic aortic valve stenosis. The transapical approach requires a left anterolateral mini-thoracotomy, whereas the transfemoral method requires an adequate peripheral vascular access and can be performed fully percutaneously. Alternatively, the trans-subclavian access has been recently proposed as a third promising approach. Depending on the technique, the fine stent-valve positioning can be performed with or without contrast injections. The transapical echo-guided stent-valve implantation without angiography (the Lausanne technique) relies entirely on transoesophageal echocardiogramme imaging for the fine stent-valve positioning and it has been proved that this technique prevents the onset of postoperative contrast-related acute kidney failure. Recent published reports have shown good hospital outcomes and short-term results after transcatheter aortic valve implantation, but there are no proven advantages in using the transfemoral or the transapical technique. In particular, the transapical series have a higher mean logistic Euroscore of 27-35%, a procedural success rate above 95% and a mean 30-day mortality between 7.5 and 17.5%, whereas the transfemoral results show a lower logistic Euroscore of 23-25.5%, a procedural success rate above 90% and a 30-day mortality of 7-10.8%. Nevertheless, further clinical trials and long-term results are mandatory to confirm this positive trend. Future perspectives in transcatheter aortic valve therapies would be the development of intravascular devices for the ablation of the diseased valve leaflets and the launch of new stent-valves with improved haemodynamic, different sizes and smaller delivery systems.
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Introducción: La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte a nivel mundial, afectando principalmente la salud pública de países pobres con economías emergentes. La transición epidemiológica en Colombia ha incrementado la proporción de pacientes ancianos con enfermedad cardiovascular y que requieren cirugía cardíaca. Sin embargo, no existe consenso sobre la conducta para la selección de pacientes añosos para este tipo de intervenciones. El objetivo de este estudio fue definir el riesgo mortalidad asociado a cirugía cardíaca en este grupo de pacientes, basados en una revisión sistemática de la literatura. Materiales y Métodos: Se diseñó una revisión sistemática empleando las plataformas PubMed (Medline), EBSCO Discovery Service, Ovid SP-EBMR, Sciverse y MDConsult. Los términos de búsqueda fueron “Aged”, “Cardiac surgery” and “Mortality”, conjugados de acuerdo con el lenguaje de cada buscador. Las publicaciones fueron seleccionadas por consenso. Los resultados se analizaron en un modelo de Mantel-Haenszel. Resultados: La búsqueda arrojó un total de 8.565 publicaciones. Los datos analizados en el modelo incluyeron 81.547 pacientes (7.855 octogenarios y 73.692 más jóvenes). El riesgo de mortalidad asociado a cirugía cardíaca en octogenarios fue de 125% (OR=2,35, IC 95% [2,15 - 2,57]). Discusión: El sometimiento de pacientes octogenarios a cirugías cardíacas mayores es una decisión que requiere un juicio clínico minucioso en el que es importante destacar que la probabilidad de un resultado francamente desfavorable es alta. Se necesitan más estudios diseñados que permitan aumentar la solidez de la evidencia actual en cuanto al riesgo aquí encontrado.
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El EuroSCORE II es una de las escalas más empleadas como predictor de riesgo de mortalidad en los servicios de cirugía cardiovascular. Esta ha sido validada en diferentes hospitales alrededor del mundo demostrando una adecuada capacidad de discriminación. El objetivo de este estudio fue evaluar el valor predictivo de la escala de riesgo EuroSCORE II en los pacientes sometidos a Cirugía Cardiovascular en una institución de cuarto nivel de Bogotá. Metodología: Estudio de prueba diagnóstica observacional y retrospectivo de la cohorte de pacientes en una institución de cuarto nivel durante los años 2012 a 2014. Se realizó el cálculo del EuroSCORE II para cada paciente, comparando la mortalidad predicha versus la observada, de forma global y por grupo de riesgo. Resultados: Del total de la población que tuvo intervención cardiaca mayor en una institución de cuarto nivel en la cohorte estudiada se presentaron 58 casos de muerte en los treinta días posteriores a la intervención, que corresponde al 7,46%. La mortalidad esperada calculada con el EuroSCORE II fue del 9,26%, lo cual indica un buen poder de predicción para esta población. Por otro lado, la curva ROC evidencia con un valor de 0.757 del área bajo la curva, que el modelo El EuroSCORE II es un buen modelo predictivo con un adecuado valor de discriminación. Se evidenció que las variables estado crítico preoperatorio y función del ventrículo izquierdo tienen mayor peso estadístico en nuestra población objeto, con una significancia del 0,001, seguido de infarto agudo de miocardio, sexo y peso de la intervención con una significancia del 0,01. Adicionalmente, el Euroscore II tiene mejor valor predictivo cuando se realiza un solo procedimiento o revascularización, en comparación a cuando se realiza procedimientos mixtos. Se recomienda realizar un estudio multicéntrico donde se incluyan pacientes con diferentes características demográficas
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Introducción: A partir de la década de los cincuenta el manejo de la enfermedad valvular presenta cambios significativos cuando se incorporan los reemplazos valvulares tanto mecánicos como biológicos dentro de las opciones de tratamiento quirúrgico (1). Las válvulas biológicas se desarrollaron como una alternativa que buscaba evitar los problemas relacionados con la anticoagulación y con la idea de utilizar un tejido que se comportara hemodinámicamente como el nativo. Este estudio está enfocado en establecer la sobrevida global y la libertad de reoperación de la válvula de los pacientes sometidos a reemplazo valvular aórtico y mitral biológicos en la Fundación Cardioinfantil - IC a 1, 3, 5 y 10 años. Materiales y métodos: Estudio de cohorte retrospectiva de supervivencia de pacientes sometidos a reemplazo valvular aórtico y/o mitral biológico intervenidos en la Fundación Cardioinfantil entre 2005 y 2013. Resultados: Se obtuvieron 919 pacientes incluidos en el análisis general y 876 (95,3%) pacientes con seguimiento efectivo para el análisis de sobrevida. La edad promedio fue 64años. La sobrevida a 1, 3, 5 y 10 años fue 95%,90%,85% y 69% respectivamente. El seguimiento efectivo para el desenlace reoperación fue del 55% y se encontró una libertad de reoperación del 99%, 96%, 93% y 81% a los 1, 3, 5 y 10 años. No hubo diferencias significativas entre la localización de la válvula ni en el tipo de válvula aortica empleada. Conclusiones: La sobrevida de los pacientes que son llevados a reemplazo valvular biológico en este estudio es comparable a grandes cohortes internacionales. La sobrevida de los pacientes llevados a reemplazo valvular con prótesis biológicas en posición mitral y aortica fue similar a 1, 3, 5 y 10 años.
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Calcific aortic valve disease (CAVD) is a chronic disorder characterized by an abnormal mineralization of the leaflets, which is accelerated in bicuspid aortic valve (BAV). It is suspected that mechanical strain may promote/enhance mineralization of the aortic valve. However, the effect of mechanical strain and the involved pathways during mineralization of the aortic valve remains largely unknown. Valve interstitial cells (VICs) were isolated and studied under strain conditions. Human bicuspid aortic valves were examined as a model relevant to increase mechanical strain. Cyclic strain increased mineralization of VICs by several-fold. Scanning electron microscope (SEM) and energy dispersive X-ray (EDX) analyses revealed that mechanical strain promoted the formation of mineralized spheroid microparticles, which coalesced into larger structure at the surface of apoptotic VICs. Apoptosis and mineralization were closely associated with expression of ENPP1. Inhibition of ENPP1 greatly reduced mineralization of VIC cultures. Through several lines of evidence we showed that mechanical strain promoted the export of ENPP1-containing vesicles to the plasma membrane through a RhoA/ROCK pathway. Studies conducted in human BAV revealed the presence of spheroid mineralized structures along with the expression of ENPP1 in areas of high mechanical strain. Mechanical strain promotes the production and accumulation of spheroid mineralized microparticles by VICs, which may represent one important underlying mechanism involved in aortic valve mineralization. RhoA/ROCK-mediated export of ENPP1 to the plasma membrane promotes strain-induced mineralization of VICs.
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The purpose of the present analysis was to identify predictors of procedural success of percutaneous transcatheter aortic valve implantation (TAVI).
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The authors present the case of an 81-year-old patient with severe aortic stenosis who experienced left ventricular embolization of an aortic bioprosthesis during transapical aortic valve implantation. The authors discuss reasons for prosthesis embolization and reinforce the attention to technical details and the widespread use of multimodality imaging techniques. In this context, transesophageal echocardiography appears indispensable in the detection and management of procedure-related complications.
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A 91-year-old female patient presented with worsening exertional dyspnea 1 month after transfemoral aortic valve implantation using an Edwards Sapien valve. She was found to have a paraprosthetic sinus of Valsalva rupture with a left-to-right shunt into the right ventricular cavity. The patient underwent coil closure of the defect with successful shunt elimination.
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The aim of this study was to assess the influence of amount and distribution of calcifications of the aortic valve and the left ventricular outflow tract on the acute procedural outcome of patients undergoing transcatheter aortic valve implantation (TAVI).
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The 3f Enable aortic bioprosthesis (ATS Medical, Inc, Minneapolis, Minn) represents a new generation of equine pericardial self-expanding valve designed for sutureless implantation. This study evaluated technical aspects of implantation and safety and effectiveness of the valve in the short term.
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Background Transcatheter aortic valve implantation (TAVI) is a treatment option for high-risk patients with severe aortic stenosis. Previous reports focused on a single device or access site, whereas little is known of the combined use of different devices and access sites as selected by the heart team. The purpose of this study is to investigate clinical outcomes of TAVI using different devices and access sites. Methods A consecutive cohort of 200 patients underwent TAVI with the Medtronic CoreValve Revalving system (Medtronic Core Valve LLC, Irvine, CA; n = 130) or the Edwards SAPIEN valve (Edwards Lifesciences LLC, Irvine, CA; n = 70) implanted by either the transfemoral or transapical access route. Results Device success and procedure success were 99% and 95%, respectively, without differences between devices and access site. All-cause mortality was 7.5% at 30 days, with no differences between valve types or access sites. Using multivariable analysis, low body mass index (<20 kg/m2) (odds ratio [OR] 6.6, 95% CI 1.5-29.5) and previous stroke (OR 4.4, 95% CI 1.2-16.8) were independent risk factors for short-term mortality. The VARC-defined combined safety end point occurred in 18% of patients and was driven by major access site complications (8.0%), life-threatening bleeding (8.5%) or severe renal failure (4.5%). Transapical access emerged as independent predictor of adverse outcome for the Valve Academic Research Consortium–combined safety end point (OR 3.3, 95% CI 1.5-7.1). Conclusion A heart team–based selection of devices and access site among patients undergoing TAVI resulted in high device and procedural success. Low body mass index and history of previous stroke were independent predictors of mortality. Transapical access emerged as a risk factor for the Valve Academic Research Consortium–combined safety end point.