928 resultados para Ontología de la sustancia
Resumo:
Monográfico con el título: 'El conocimiento para la enseñanza'. Resumen basado en el de la publicación
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Fil: Pró, Diego F.. Universidad Nacional de Cuyo. Facultad de Filosofía y Letras
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El artículo analiza la filosofía del arte expuesta por Arthur Danto, procurando, conjuntamente, problematizar el principio de representación estética en su figuración dominante en la tradición del pensamiento filosófico sobre el arte. Comprendiendo las valiosas indagaciones de Danto respecto a las “vanguardias intratables" del siglo XX y a las metamorfosis en la estructuración del mundo del arte, así como respecto a la propia filosofía que indaga sobre las obras de arte, el presente análisis se interroga, a su vez, acerca de las consecuencias problemáticas que el pensamiento de Danto abre y que en muchos casos permanecen en discusión y disputa teórica.
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Fil: Pastor, Javier. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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El presente trabajo aborda la controversia actual sobre la continuidad del concepto de "substancia primera" en el pensamiento aristotélico. La discusión tiene como eje a los tratados Categorías y Metafísica Z-H, puesto que en el primero Aristóteles sostiene que los individuos son las substancias primeras, mientras que en el segundo reserva dicho título para la forma. Nuestra tesis es que ambos tratados no son incompatibles debido a que responden a interrogantes distintos: cuáles son los sujetos últimos de inherencia y cuál es la causa de dichas entidades. Las conclusiones obtenidas se sostienen en un análisis de la evolución de la concepción de la definición de un tratado a otro. En otras palabras, el problema de la definición es el hilo conductor utilizado para el abordaje de dichos tratados
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La presente tesis, "La ontología de lo social. Una aproximación a partir de John Searle", es el primer trabajo en lengua castellana sobre la teoría de la realidad social de John Searle. Nos hemos centrado, principalmente, en dos aspectos de su vasta producción teórica: la teoría del lenguaje, por un lado; y la teoría de la sociedad, por otro. En un primer momento, hemos defendido su posición realista externa, la cual supone que existe un mundo que se ubica por fuera de las representaciones y del lenguaje humano; posteriormente, hemos revalorizado -junto con Apel- al lenguaje y su prioridad metodológica respecto a la conciencia intencional, a la hora de abordar el problema del significado. Las problemáticas referidas a su teoría de los actos de habla no han ocupado un lugar central debido a que éste ha sido un problema largamente debatido por la tradición filosófica en la segunda parte del siglo pasado. Finalmente, nos hemos centrado, a partir de Ernst Tugendhat y Michael Tomasello, en la antropología filosófica en tanto que prima philosophy; ello ha sido necesario para elaborar una teoría de la realidad social porque ésta es construida por seres humanos, y la pregunta central de la antropología filosófica es, justamente, "¿qué somos los seres humanos?" Searle advierte que, no sólo el lenguaje es el elemento que nos diferencia a nosotros, los animales humanos, del resto de los animales de nivel superior sino que, además existen otros elementos tales como, la intencionalidad colectiva, la asignación de función, y las normas constitutivas. La intencionalidad colectiva es, básicamente, la capacidad estrictamente humana de cooperar, de hacer cosas juntos, fijando objetivos y metas a realizar. Esta capacidad humana se ve posibilitada por nuestra capacidad de generar acuerdos, y ello sólo es posible gracias a la existencia de un lenguaje proposicional, de un lenguaje que no se encuentra guiado por el instinto sino, más bien, por convenciones lingüísticas. Por otra parte, los seres humanos tenemos la capacidad de otorgarle un estatus determinado, a un objeto que no tiene una función específica intrínsecamente; las fibras de celulosa, por ejemplo, operan en las sociedades modernas, como papel moneda. Estas funciones de estatus, como Searle las denomina, tienen la forma lógica, "X cuenta como Y en el contexto C". Finalmente, las normas constitutivas son aquellas que no sólo regulan una actividad, sino que la constituyen, la posibilitan. Su forma lógica es exactamente igual a la que poseen las funciones de estatus, "X cuenta como Y en el contexto C". Los ejemplos más claros de éste tipo de normas son los juegos; las reglas del fútbol no sólo regulan la actividad sino que, además, hacen que la propia actividad sea posible. La realidad institucional posee un fuerte carácter normativo. Por otro lado, y para concluir nuestro trabajo, hemos propuesto una interpretación de los "conceptos institucionales" que se emparenta con la noción kripkeana de "designadores rígidos". La indagación pretende avanzar hacia una novedosa interpretación de este tipo de conceptos
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Fil: Casale, Rolando Héctor. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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Este trabajo intenta mostrar cómo la reflexión de Merleau-Ponty se constituye en un ejemplo que corrobora la ambigüedad y la contingencia que el filósofo le atribuye a la realidad y a sus expresiones. Se analizarán cada uno de los planos en que el autor desarrolla su pensamiento y en los que se manifiestan tal ambigüedad y contingencia: el fenomenológico, el ontológico, el artístico y el político. Una consideración común a toda su obra, es la ruptura con los antagonismos originados en la oposición sujeto-objeto moderna: realismo-idealismo; mundo-conciencia; sensibilidad-pensamiento. La percepción abre los horizontes sobre los que se instala el saber; pero el mundo que "hay" se presenta, en la filosofía merleaupontiana, como infinitamente explorable.
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La presente tesis, "La ontología de lo social. Una aproximación a partir de John Searle", es el primer trabajo en lengua castellana sobre la teoría de la realidad social de John Searle. Nos hemos centrado, principalmente, en dos aspectos de su vasta producción teórica: la teoría del lenguaje, por un lado; y la teoría de la sociedad, por otro. En un primer momento, hemos defendido su posición realista externa, la cual supone que existe un mundo que se ubica por fuera de las representaciones y del lenguaje humano; posteriormente, hemos revalorizado -junto con Apel- al lenguaje y su prioridad metodológica respecto a la conciencia intencional, a la hora de abordar el problema del significado. Las problemáticas referidas a su teoría de los actos de habla no han ocupado un lugar central debido a que éste ha sido un problema largamente debatido por la tradición filosófica en la segunda parte del siglo pasado. Finalmente, nos hemos centrado, a partir de Ernst Tugendhat y Michael Tomasello, en la antropología filosófica en tanto que prima philosophy; ello ha sido necesario para elaborar una teoría de la realidad social porque ésta es construida por seres humanos, y la pregunta central de la antropología filosófica es, justamente, "¿qué somos los seres humanos?" Searle advierte que, no sólo el lenguaje es el elemento que nos diferencia a nosotros, los animales humanos, del resto de los animales de nivel superior sino que, además existen otros elementos tales como, la intencionalidad colectiva, la asignación de función, y las normas constitutivas. La intencionalidad colectiva es, básicamente, la capacidad estrictamente humana de cooperar, de hacer cosas juntos, fijando objetivos y metas a realizar. Esta capacidad humana se ve posibilitada por nuestra capacidad de generar acuerdos, y ello sólo es posible gracias a la existencia de un lenguaje proposicional, de un lenguaje que no se encuentra guiado por el instinto sino, más bien, por convenciones lingüísticas. Por otra parte, los seres humanos tenemos la capacidad de otorgarle un estatus determinado, a un objeto que no tiene una función específica intrínsecamente; las fibras de celulosa, por ejemplo, operan en las sociedades modernas, como papel moneda. Estas funciones de estatus, como Searle las denomina, tienen la forma lógica, "X cuenta como Y en el contexto C". Finalmente, las normas constitutivas son aquellas que no sólo regulan una actividad, sino que la constituyen, la posibilitan. Su forma lógica es exactamente igual a la que poseen las funciones de estatus, "X cuenta como Y en el contexto C". Los ejemplos más claros de éste tipo de normas son los juegos; las reglas del fútbol no sólo regulan la actividad sino que, además, hacen que la propia actividad sea posible. La realidad institucional posee un fuerte carácter normativo. Por otro lado, y para concluir nuestro trabajo, hemos propuesto una interpretación de los "conceptos institucionales" que se emparenta con la noción kripkeana de "designadores rígidos". La indagación pretende avanzar hacia una novedosa interpretación de este tipo de conceptos
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Fil: Casale, Rolando Héctor. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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Este trabajo intenta mostrar cómo la reflexión de Merleau-Ponty se constituye en un ejemplo que corrobora la ambigüedad y la contingencia que el filósofo le atribuye a la realidad y a sus expresiones. Se analizarán cada uno de los planos en que el autor desarrolla su pensamiento y en los que se manifiestan tal ambigüedad y contingencia: el fenomenológico, el ontológico, el artístico y el político. Una consideración común a toda su obra, es la ruptura con los antagonismos originados en la oposición sujeto-objeto moderna: realismo-idealismo; mundo-conciencia; sensibilidad-pensamiento. La percepción abre los horizontes sobre los que se instala el saber; pero el mundo que "hay" se presenta, en la filosofía merleaupontiana, como infinitamente explorable.