998 resultados para baixa - atelier de arquitectura
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Análisis de las formas de representación gráfica y composición aplicadas en los concursos de arquitectura.
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Metodología de ecoinnovación PDCA, aplicada al prototipo de Fachada Vegetal Aljibe Natura. Proyecto SOS Natura-UPM Arquitectura
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La idea que ha impulsado este Proyecto [Museo de Arquitectura en Toledo] es la situación característica inicial: tener dos parcelas separadas por una calle y la clara intención de que el Proyecto fuera un conjunto que uniera a ambas. El objetivo principal es crear un Museo abierto a la gente porque la Arquitectura: “en sentido positivo es una creación inseparable de la vida y de la sociedad en la cual se manifiesta; es en gran parte un hecho colectivo” (Aldo Rossi, Architettura per i musei). Se deduce, por lo tanto, que todo cuanto nos rodea en una ciudad, y prácticamente en nuestra vida, es arquitectura, es decir, el contenido del Museo. Y no se podría entender que un Museo, que deba hablar de algo tan cotidiano para todos, no desprenda una sensación de apertura y disponibilidad hacia el visitante. Por ello se concibe el Museo como un espacio abierto a la gente, como un Museo claramente público, como un espacio singular de la calle y nunca como un espacio cerrado que se mira a si mismo y que contiene “delicados jarrones de porcelana” que hay que observa con reverencia y extremo cuidado. No debe generar espacios que sólo se puedan experimentar en su interior; tiene que generar espacios que se vivan en la ciudad y por sus ciudadanos, tanto los habituales como los ocasionales. Otro objetivo importante es que cumpla su función que no es otra que la de exponer arquitectura. Tiene que poder mostrar toda la arquitectura que sea posible y utilizar todos los medios y posibilidades que tiene a su alcance. De esta manera se verá la arquitectura como siempre se ha visto pero también mostrada de otra manera, desde otro punto de vista distinto con el que normalmente nos paramos a mirarla y entenderla. Todo ello ubicado dentro de un contexto complejo como es el casco histórico de Toledo, y concretamente la zona de Santiago del Arrabal, al que se pretende considerar, manteniendo la continuidad con lo existente a la par que es necesario que este edificio tenga un carácter propio, sea destacable y claramente diferenciable del resto de edificios que le rodean proporcionando a la ciudad un nuevo carisma. Para alcanzar estos objetivos se han considerado los siguientes aspectos fundamentales que se desarrollarán posteriormente: - Interiorización y desarrollo de la idea germinal para la creación de un edificio concreto. - Búsqueda de un espacio urbano, público y de interés para el ciudadano. - Reflexión sobre qué es exponer arquitectura y cómo mostrarla. - Sistemas de instalaciones, estructurales y constructivos.
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Esta aportación trata la incompatibilidad del dibujo por ordenador con la configuración del espacio vivencial trazado con la mano como extensión del cuerpo. Aportamos una experiencia docente del dibujar para proyectar en arquitectura. El código digital, como sabemos, es un lenguaje abstracto, originado en la matemática cuyos signos y operaciones no describen cualidades del sujeto. La utilización del software para proyectar implica que el arquitecto depende de un suministrador que le proporciona un medio de cuya estructura es ajeno. El medio para proyectar es un metalenguaje a cuya estructura no tiene acceso. Según Deleuze, el espacio digital sería la máxima subordinación de la mano al ojo, la mano que se ha fundido. Sólo subsiste un dedo para operar la elección binaria visual. La mano es reducida al dedo que apoya sobre el teclado, es la mano informática, es el dedo sin mano. Si el lenguaje digital está totalmente articulado y convencional, sólo opera con modelos, el conflicto se produce en el momento que el dibujo arquitectónico es proyecto de algo que no existe y no representa ningún objeto preexistente...
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La presente tesis doctoral indaga en los procesos y hechos arquitectónicos que nacen e inciden en la sensibilidad fenomenológica, utilizando para ello los hallazgos que una disciplina como la danza puede aportar. Esta arquitectura de raíz fenomenológica no vendría definida por una geometría concreta, una cierta tecnología, un tipo o un sistema, sino más bien por la implicación del cuerpo a cualquier nivel. Nos parece así necesario explorar la inmersión en los fenómenos espacio temporales: la experiencia del contacto del espacio de nuestro cuerpo con la esencia espacial que está fuera del límite de nuestra piel. Es aquí donde la danza- y el movimiento en general- aparece como una disciplina clave, como un laboratorio donde investigar los conceptos que nos interesan con relación al sistema cuerpo y espacio. La texto se estructura según seis bloques dedicados respectivamente a la actitud, la atmósfera, la naturaleza, la intimidad/ el tacto, la fantasía y por último el espacio acústico/ el tiempo. En cada uno de ellos se estudian comparativamente- entre danza y arquitectura- estos conceptos, enmarcándolos además en un intervalo temporal concreto. En la primera parte, hablaremos de cómo en el sistema cuerpo-entorno inciden las afecciones bidireccionales de este sistema, es decir, cómo el cuerpo afecta al entorno, a través del gesto o acción (actitud) y cómo el entorno afecta al cuerpo bien sea mediante medios artificiales construidos ex profeso o por fenómenos naturales (atmósfera y naturaleza). Y en la segunda, la comparación se realizará a partir de la inmersión en el medio espacial- la experiencia del bailarín- y más centrada en los procesos conceptuales y gráficos de ambas disciplinas (la intimidad/ el tacto; la fantasía; y el espacio acústico/ el tiempo). A través de esta exploración revelaremos la genealogía de este territorio compartido entre arquitectura y danza, y veremos cómo se pueden ampliar los procesos creativos del proyecto arquitectónico, dotándolos de nuevas vías de experimentación. Las hipótesis de trabajo que confirmaremos serán las siguientes: - La delimitación de los objetos y entornos queda redefinida- o indefinida- según una permeabilidad y continuidad total que evidencia la pobreza de una simplista reducción a lo visual y en todo caso a quedarse en lo superficial de lo percibido. El cuerpo- el objeto- está en continuidad con su entorno formando diversos ensamblajes a lo largo del tiempo. Los límites (variables) se someten a continua negociación. - El espacio del cuerpo no es sólo físico sino también imaginativo y las redes tensadas en los ensamblajes espaciales no son sólo topológicas sino también pertenecientes a la fantasía. - El tiempo interviene activamente en los procesos de generación de la novedad lo que implica un cierto grado de incertidumbre (nos referimos a las potencialidades latentes aún no desveladas) activo en todo momento. - El cartografiado o trazado de mapas, la notación de los eventos, es necesaria para que éstos puedan incorporarse al proceso proyectual arquitectónico. No existe punto de vista externo para trazarlos, formamos parte de su misma sustancia. - La arquitectura se ocupará según esto de revelar y diferenciar trazas (fenómenos) en el ensamblaje espacial actual que despliega nuestro cuerpo en cada momento. Si bien estas hipótesis no son nuevas, sí pensamos que el presente estudio las sintetiza y las condensa y pone de manifiesto el valor de la danza y los procesos coreográficos para: a)- revelarlas con naturalidad; b)- ampliar las herramientas proyectuales. La metodología proyectual arquitectónica en muchas ocasiones cuenta con vacíos instrumentales para abordar estas hipótesis y es aquí donde la danza muestra su utilidad; c)- mostrar una expansión de las posibilidades aún por explorar que aparece en el territorio compartido de ambas. Entender esto incide directamente en nuestra forma de ver el espacio y el tiempo a través del conocimiento del cuerpo (en movimiento) y por tanto en nuestras intervenciones; d)- constatar cómo los acercamientos que tradicionalmente se han tenido a la arquitectura desde presupuestos fenomenológicos, se quedan cortos a la hora de trabajar con complejidad. Aparece así la vía de trabajo asociada a una fenomenología expandida, que se expondría en las conclusiones de la investigación.
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Los cambios percibidos hacia finales del siglo XX y a principios del nuevo milenio, nos ha mostrado que la crisis cultural de la que somos participes refleja también una crisis de los modelos universales. Nuestra situación contemporánea, parece indicar que ya no es posible formular un sistema estético para atribuirle una vigencia universal e intemporal más allá de su estricta eficacia puntual. La referencia organizada, delimitada, invariable y específica que ofrecía cualquier emplazamiento, en tanto preexistencia, reflejaba una jerarquía del sistema formal basado en lo extensivo: la medida, las normas, el movimiento, el tiempo, la modulación, los códigos y las reglas. Sin embargo, actualmente, algunos aspectos que permanecían latentes sobre lo construido, emergen bajo connotaciones intensivas, transgrediendo la simple manifestación visual y expresiva, para centrase en las propiedades del comportamiento de la materia y la energía como determinantes de un proceso de adaptación en el entorno. A lo largo del todo el siglo XX, el desarrollo de la relación del proyecto sobre lo construido ha sido abordado, casi en exclusiva, entre acciones de preservación o intervención. Ambas perspectivas, manifestaban esfuerzos por articular un pensamiento que diera una consistencia teórica, como soporte para la producción de la acción aditiva. No obstante, en las últimas décadas de finales de siglo, la teoría arquitectónica terminó por incluir pensamientos de otros campos que parecen contaminar la visión sesgada que nos refería lo construido. Todo este entramado conceptual previo, aglomeraba valiosos intentos por dar contenido a una teoría que pudiese ser entendida desde una sola posición argumental. Es así, que en 1979 Ignasi Solá-Morales integró todas las imprecisiones que referían una actuación sobre una arquitectura existente, bajo el termino de “intervención”, el cual fue argumentado en dos sentidos: El primero referido a cualquier tipo de actuación que se puede hacer en un edificio, desde la defensa, preservación, conservación, reutilización, y demás acciones. Se trata de un ámbito donde permanece latente el sentido de intensidad, como factor común de entendimiento de una misma acción. En segundo lugar, más restringido, la idea de intervención se erige como el acto crítico a las ideas anteriores. Ambos representan en definitiva, formas de interpretación de un nuevo discurso. “Una intervención, es tanto como intentar que el edificio vuelva a decir algo o lo diga en una determinada dirección”. A mediados de 1985, motivado por la corriente de revisión historiográfica y la preocupación del deterioro de los centros históricos que recorría toda Europa, Solá-Morales se propone reflexionar sobre “la relación” entre una intervención de nueva arquitectura y la arquitectura previamente existente. Relación condicionada estrictamente bajo consideraciones lingüísticas, a su entender, en sintonía con toda la producción arquitectónica de todo el siglo XX. Del Contraste a la Analogía, resumirá las transformaciones en la concepción discursiva de la intervención arquitectónica, como un fenómeno cambiante en función de los valores culturales, pero a su vez, mostrando una clara tendencia dialógica entres dos categorías formales: El Contraste, enfatizando las posibilidades de la novedad y la diferencia; y por otro lado la emergente Analogía, como una nueva sensibilidad de interpretación del edificio antiguo, donde la semejanza y la diversidad se manifiestan simultáneamente. El aporte reflexivo de los escritos de Solá-Morales podría ser definitivo, si en las últimas décadas antes del fin de siglo, no se hubiesen percibido ciertos cambios sobre la continuidad de la expresión lingüística que fomentaba la arquitectura, hacia una especie de hipertrofia figurativa. Entre muchos argumentos: La disolución de la consistencia compositiva y el estilo unitario, la incorporación volumétrica del proyecto como dispositivo reactivo, y el cambio de visión desde lo retrospectivo hacia lo prospectivo que sugiere la nueva conservación. En este contexto de desintegración, el proyecto, en tanto incorporación o añadido sobre un edificio construido, deja de ser considerado como un apéndice volumétrico subordinado por la reglas compositivas y formales de lo antiguo, para ser considerado como un organismo de orden reactivo, que produce en el soporte existente una alteración en su conformación estructural y sistémica. La extensión, antes espacial, se considera ahora una extensión sensorial y morfológica con la implementación de la tecnología y la hiper-información, pero a su vez, marcados por una fuerte tendencia de optimización energética en su rol operativo, ante el surgimiento del factor ecológico en la producción contemporánea. En una sociedad, como la nuestra, que se está modernizando intensamente, es difícil compartir una adecuada sintonía con las formas del pasado. Desde 1790, fecha de la primera convención francesa para la conservación de monumentos, la escala de lo que se pretende preservar es cada vez más ambiciosa, tanto es así, que al día de hoy el repertorio de lo que se conserva incluye prácticamente todas las tipologías del entorno construido. Para Koolhaas, el intervalo entre el objeto y el momento en el cual se decide su conservación se ha reducido, desde dos milenios en 1882 a unas décadas hoy en día. En breve este lapso desaparecerá, demostrando un cambio radical desde lo retrospectivo hacia lo prospectivo, es decir, que dentro de poco habrá que decidir que es lo que se conserva antes de construir. Solá-Morales, en su momento, distinguió la relación entre lo nuevo y lo antiguo, entre el contraste y la analogía. Hoy casi tres décadas después, el objetivo consiste en evaluar si el modelo de intervención arquitectónica sobre lo construido se ha mantenido desde entonces o si han aparecido nuevas formas de posicionamiento del proyecto sobre lo construido. Nuestro trabajo pretende demostrar el cambio de enfoque proyectual con la preexistencia y que éste tiene estrecha relación con la incorporación de nuevos conceptos, técnicas, herramientas y necesidades que imprimen el contexto cultural, producido por el cambio de siglo. Esta suposición nos orienta a establecer un paralelismo arquitectónico entre los modos de relación en que se manifiesta lo nuevo, entre una posición comúnmente asumida (Tópica), genérica y ortodoxa, fundamentada en lo visual y expresivo de las últimas décadas del siglo XX, y una realidad emergente (Heterotópica), extraordinaria y heterodoxa que estimula lo inmaterial y que parece emerger con creciente intensidad en el siglo XXI. Si a lo largo de todo el siglo XX, el proyecto de intervención arquitectónico, se debatía entre la continuidad y discontinuidad de las categorías formales marcadas por la expresión del edificio preexistente, la nueva intervención contemporánea, como dispositivo reactivo en el paisaje y en el territorio, demanda una absoluta continuidad, ya no visual, expresiva, ni funcional, sino una continuidad fisiológica de adaptación y cambio con la propia dinámica del territorio, bajo nuevas reglas de juego y desplegando planes y estrategias operativas (proyectivas) desde su propia lógica y contingencia. El objeto de esta investigación es determinar los nuevos modos de continuidad y las posibles lógicas de producción que se manifiestan dentro de la Intervención Arquitectónica, intentando superar lo aparente de su relación física y visual, como resultado de la incorporación del factor operativo desplegado por el nuevo dispositivo contemporáneo. Creemos que es acertado mantener la senda connotativa que marca la denominación intervención arquitectónica, por aglutinar conceptos y acercamientos teóricos previos que han ido evolucionando en el tiempo. Si bien el término adolece de mayor alcance operativo desde su formulación, una cualidad que infieren nuestras lógicas contemporáneas, podría ser la reformulación y consolidación de un concepto de intervención más idóneo con nuestros tiempos, anteponiendo un procedimiento lógico desde su propia necesidad y contingencia. Finalmente, nuestro planteamiento inicial aspira a constituir un nueva forma de reflexión que nos permita comprender las complejas implicaciones que infiere la nueva arquitectura sobre la preexistencia, motivada por las incorporación de factores externos al simple juicio formal y expresivo preponderante a finales del siglo XX. Del mismo modo, nuestro camino propuesto, como alternativa, permite proyectar posibles sendas de prospección, al considerar lo preexistente como un ámbito que abarca la totalidad del territorio con dinámicas emergentes de cambio, y con ellas, sus lógicas de intervención.Abstract The perceived changes towards the end of the XXth century and at the beginning of the new milennium have shown us that the cultural crisis in which we participate also reflects a crisis of the universal models. The difference between our contemporary situation and the typical situations of modern orthodoxy and post-modernistic fragmentation, seems to indicate that it is no longer possible to formulate a valid esthetic system, to assign a universal and eternal validity to it beyond its strictly punctual effectiveness; which is even subject to questioning because of the continuous transformations that take place in time and in the sensibility of the subject itself every time it takes over the place. The organised reference that any location offered, limited, invariable and specific, while pre-existing, reflected a hierarchy of the formal system based on the applicable: measure, standards, movement, time, modulation, codes and rules. Authors like Marshall Mc Luhan, Paul Virilio, or Marc Augé anticipated a reality where the conventional system already did not seem to respond to the new architectural requests in which information, speed, disappearance and the virtual had blurred the traditional limits of place; pre-existence did no longer possess a specific delimitation and, on the contrary, they expect to reach a global scale. Currently, some aspects that stayed latent relating to the constructed, surface from intensive connotations, transgressing the simple visual and expressive manifestation in order to focus on the traits of the behaviour of material and energy as determinants of a process of adaptation to the surroundings. Throughout the entire Century, the development of the relation of the project relating to the constructed has been addressed, almost exclusively, in preservational or interventianal actions. Both perspectives showed efforts in order to express a thought that would give a theoretical consistency as a base for the production of the additive action. Nevertheless, the last decades of the Century, architectural theory ended up including thoughts from other fields that seem to contaminate the biased vision 15 which the constructed related us. Ecology, planning, philosophy, global economy, etc, suggest new approaches to the construction of the contemporary city; but this time with a determined idea of change and continuous transformation, that enriches the panorama of thought and architectural practice, at the same time, according to some, it puts disciplinary specification at risk, given that there is no architecture without destruction, the constructed organism requires mutation in order to adjust to the change of shape. All of this previous conceptual framework gathered valuable intents to give importance to a theory that could be understood solely from an argumental position. Thusly, in 1979 Ignasi Solá-Morales integrated all of the imprecisions that referred to an action in existing architecture under the term of “Intervention”, which was explained in two ways: The first referring to any type of intervention that can be carried out in a building, regarding protection, conservation, reuse, etc. It is about a scope where the meaning of intensity stays latent as a common factor of the understanding of a single action. Secondly, more limitedly, the idea of intervention is established as the critical act to the other previous ideas such as restauration, conservation, reuse, etc. Both ultimately represent ways of interpretation of a new speech. “An intervention, is as much as trying to make the building say something again or that it be said in a certain direction”. Mid 1985, motivated by the current of historiographical revision and the concerns regarding the deterioration of historical centres that traversed Europe, Solá-Morales decides to reflect on “the relationship” between an intervention of the new architecture and the previously existing architecture. A relationship determined strictly by linguistic considerations, to his understanding, in harmony with all of the architectural production of the XXth century. From Contrast to Analogy would summarise transformations in the discursive perception of architectural intervention, as a changing phenomenon depending on cultural values, but at the same time, showing a clear dialogical tendency between two formal categories: Contrast, emphasising the possibilities of novelty and difference; and on the other hand the emerging Analogy, as a new awareness of interpretation of the ancient building, where the similarity and diversity are manifested simultaneously. For Solá-Morales the analogical procedure is not based on the visible simultaneity of formal orders, but on associations that the subject establishes throughout time. Through analogy it is tried to overcome the simple visual relationship with the antique, to focus on its spacial, physical and geographical nature. If the analogical attempt guides an opening towards a new continuity; it still persists in the connection of dimensional, typological and figurative factors, subordinate to the formal hierarchy of the preexisting subjects. 16 The reflexive contribution of Solá-Morales’ works could be final, if in the last decades before the end of the century there had not been certain changes regarding linguistic expression, encouraged by architecture, towards a kind of figurative hypertrophy, amongst many arguments we are in this case interested in three moments: The dissolution of the compositional consistency and the united style, the volumetric incorporation of the project as a reactive mechanism, and the change of the vision from retrospective towards prospective that the new conservation suggests. The recurrence to the history of architecture and its recognisable forms, as a way of perpetuating memory and establishing a reference, dissolved any instinct of compositive unity and style, provoking permanent relationships to tend to disappear. The composition and coherence lead to suppose a type of discontinuity of isolated objects in which only possible relationships could appear; no longer as an order of certain formal and compositive rules, but as a special way of setting elements in a specific work. The new globalised field required new forms of consistency between the project and the pre-existent subject, motivated amongst others by the higher pace of market evolution, increase of consumer tax and the level of information and competence between different locations; aspects which finally made stylistic consistence inefficient. In this context of disintegration, the project, in incorporation as well as added to a constructed building, stops being considered as a volumetric appendix subordinate to compositive and formal rules of old, to be considered as an organism of reactive order, that causes a change in the structural and systematic configuration of the existing foundation. The extension, previsouly spatial, is now considered a sensorial and morphological extension, with the implementation of technology and hyper-information, but at the same time, marked by a strong tendency of energetic optimization in its operational role, facing the emergence of the ecological factor in contemporary production. The technological world turns into a new nature, a nature that should be analysed from ecological terms; in other words, as an event of transition in the continuous redistribution of energy. In this area, effectiveness is not only determined by the capacity of adaptation to changing conditions, but also by its transforming capacity “expressly” in order to change an environment. In a society, like ours, that is modernising intensively, it is difficult to share an adecuate agreement with the forms of the past. From 1790, the date of the first French convention for the conservation of monuments, the scale of what is expexted to be preserved is more and more ambitious, so much so that nowadays the repertoire of that what is conserved includes practically all typologies of the constructed surroundings. For Koolhaas, the ínterval between the object and the moment when its conservation is decided has been reduced, from two 17 milennia in 1882 to a few decades nowadays. Shortly this lapse will disappear, showing a radical change of retrospective towards prospective, that is to say, that soon it will be necessary to decide what to conserve before constructing. The shapes of cities are the result of the continuous incorporation of architecture, and perhaps that only through architecture the response to the universe can be understood, the continuity of what has already been constructed. Our work is understood also within that system, modifying the field of action and leaving the road ready for the next movement of those that will follow after us. Continuity does not mean conservatism, continuity means being conscient of the transitory value of our answers to specific needs, accepting the change that we have received. That what has been constructed to remain and last, should cause future interventions to be integrated in it. It is necessary to accept continuity as a rule. Solá-Morales, in his time, distinguished between the relationship with new and old, between contrast and analogy. Today, almost three decades later, the objective consists of evaluating whether the model of architectural intervention in the constructed has been maintained since then or if new ways of positioning the project regarding the constructed have appeared. Our work claims to show the change of the approach of projects with pre-existing subjects and that this has got a close relation to the incorporation of new concepts, techniques, tools and necessities that impress the cultural context, caused by the change of centuries. This assumption guides us to establish a parallelism between the forms of connection where that what is new is manifested between a commonly assumed (topical), generic and orthodox position, based on that what is visual and expressive in the last decades of the XXth century, and an emerging (heterotopical), extraordinary and heterodox reality that stimulates the immaterial and that seems to emerge with growing intensity in the XXIst century. If throughout the XXth century the project of architectural intervention was considered from the continuity and discontinuity of formal categories, marked by the expression of the pre-existing building, the new contemporary intervention, as a reactive device in the landscape and territory, demands an absolute continuity. No longer a visual, expressive or functional one but a morphological continuity of adaptation and change with its own territorial dynamics, under new game rules and unfolding new operative (projective) strategies from its own logic and contingency. 18 The aim of this research is to determine new forms of continuity and the possible logic of production that are expressed in the Architectural Intervention, trying to overcome the obviousness of its physical and visual relationship, at the beginning of this new century, as a result of the incorporation of the operative factor that the new architectural device unfolds. We think it is correct to maintain the connotative path that marks the name architectural intervention by bringing previous concepts and theorical approaches that have been evolving through time together. If the name suffers from a wider operational range because of its formulation, a quality that our contemporary logic provokes, the reformulation and consolidation of an interventional concept could be more suitable for our times, giving preference to a logical method from its own necessity and contingency. It seems that now time shapes the topics, it is no longer about materialising a certain time but about expressing the changes that its new temporality generates. Finally, our initial approach aspires to form a new way of reflection that permits us to understand the complex implications that the new architecture submits the pre-existing subject to, motivated by the incorporation of factors external to simple formal and expressive judgement, prevailing at the end of the XXth century. In the same way, our set road, as an alternative, permits the contemplation of possible research paths, considering that what is pre-existing as an area that spans the whole territory with emerging changing dynamics and, with them, their interventional logics.
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En los últimos años los sistemas de Democracia Digital se vislumbran como aquellos que pueden proporcionar un cauce de participación ciudadana para la toma de decisiones mediante el empleo de plataformas telemáticas. Estas plataformas permitirían a los ciudadanos participar en debates y expresar su opinión sobre los temas que les atañen, con el objetivo de que puedan influir en la decisión final adoptada. En este artículo se presenta una propuesta de plataforma de Democracia Digital configurable y extensible para permitir su empleo en distintos escenarios de participación ciudadana a través de Internet. Se presenta una visión arquitectural de los elementos que componen la plataforma, identificando qué servicios deberían ser proporcionados intrínsecamente por cualquier plataforma de Democracia Digital y cuales podrían ser proporcionados por proveedores externos. Por último se plantea un posible entorno de implementación y uso de la plataforma propuesta.
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En relación con la manera de dibujar de los arquitectos en la actualidad cuando se enfrentan a un concurso, se plantea una metodología de análisis y, como muestra de los resultados que se pueden alcanzar mediante su empleo, se aplica a un caso concreto, el concurso para la Vega Baja de Toledo.
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El arquitecto Curro Inza (1929-1976) pertenece al grupo que se ha denominado como organicismo madrileño y Escuela de Madrid, cuyas máximas realizaciones se produjeron durante los años sesenta del pasado siglo. Hasta ahora su obra y persona han generado opiniones bien extremas, pero apenas han sido investigadas, cuando en realidad su arquitectura trata asuntos que hoy se muestran de actual interés. El estudio que aquí se presenta tiene un doble objetivo. El primero es agrupar la información arquitectónica del autor y catalogar las obras de su archivo personal (inédito hasta ahora). Se ordena, clasifica y cataloga toda la documentación arquitectónica del archivo Inza, dejándose depositada en la Biblioteca de la ETSAM, quedando disponible y facilitando posteriores investigaciones sobre este arquitecto. Se procede asimismo a la digitalizaran de los proyectos principales garantizando su optima conservación para el futuro Una vez logrado el primer objetivo, el segundo consiste en realizar un análisis proyectual y critico de su obra, un punto de vista hasta ahora apenas abordado. Me propongo profundizar en una obra definida como compleja pero poco explicada, realizando una revisión crítica de sus escritos y de sus proyectos, y relacionando esta con otras arquitecturas (nacionales e internacionales) que sitúen al autor dentro del discurso contemporáneo. Para desentrañar las claves de su arquitectura se aborda el trabajo de Inza desde cinco miradas distintas y simultaneas. Desde cada una de estas miradas o categorías) se hace una aproximación crítica recorriendo los proyectos. Unas categorías que, a la postre, conforman el índice de este trabajo. Aunque la compilación y revisión del archivo posee algo de búsqueda arqueológica, el estudio no pretende tener un interés únicamente o intrínsecamente histórico. El trabajo tiene en realidad como fin estudiar la forma de proyectar de un arquitecto hasta ahora poco referencial y que entiendo, puede hoy establecer puentes con el presente y el futuro a través de su arquitectura. Intentar entender los mecanismos que arman esta arquitectura, sus orígenes, su evolución y la construcción de su lenguaje. En resumen, explicar y analizar la obra desde un punto de vista proyectual haciendo una lectura critica que desentrañe estrategias de las que hoy pudiéramos aprender y nos resultasen operativas.ABSTRACT: The architect Curro Inza (1929-1976) belongs to the group known as Madrilian organicism and the School of Madrid, whose most important works were built during the 1960 and 1970 decades. Curro Inza's work has received up until now very different, even extreme opinions, but his work has not been studied in depth, which is surprising if we consider that his architecture treats issues which are of great interest today. The present study has aimed at two objectives. The first has been to gather the information concerned with the author and his work, and to catalog all of the works of this personal archive (unpublished up until now). The work we have done here has consisted in compiling, digitalizing, classifying and cataloguing all of the documentation found in Curro Inza's personal archive; this archive has been deposited in the Biblioteca de la Escuela Superior de Artquitectura de Madrid (ETSAM) . We have also digitalized the main projects in order to assure the best storage conditions for the future. The second objective has consisted in analyzing Curro Inza's work from a project and critical point of view, an approach which has not yet been explored. Within this second objective, I have studied Inza's work, which is well defined and personal as well as complex, but which has received little attention and has not been explained. I have done a critical revision of both his projects and his writings, and have related these with other, both national and international, architectures, in order to place Inza's work within the contemporary architectural discourse. In order to decipher the essence of Inza's architecture, I have approached his work from five, simultaneous perspectives. I have described the projects critically from each of the five perspectives or categories; these five categories give shape to the organization of the dissertation. Even if the compilation and revision of Inza's archive is somehow an archaeological search, this study aims at having a larger scope than its strict, exclusive historical interest. In this study I have studied Inza's projects from a critical point of view and in relation to contemporary architecture and architectural thought, attempting to draw connections between Inza's work and modern, present architecture. We have also attempted to understand and describe Inza's language and conception of architectural discourse, as well as his origins, evolution and expression of his thought. In summary, I have analyzed and explained Curro Inza's work from a projectual point of view, drawing a critical reading of the strategies used by the author, and from which we could learn and work today.
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La tesis se articula en tres capítulos, estructurados siguiendo un proceso de extensión espacio temporal paralelo al que incumbe al cuerpo propio, entendiendo por tanto la fachada, es decir el rostro de la arquitectura (facies), como proyección directa de nuestra exterioridad y punto de registro de las alteraciones que afectan tanto a nuestra corporeidad como al objeto arquitectónico y al paisaje natural y urbano contemporáneo. El cuerpo, su esqueleto, su piel, su rostro, y las diferentes máscaras que filtran su relación con el mundo, se convierten en la clave para una lectura interdisciplinar de las mutaciones que se registran en las fronteras arquitectónicas. La extensión espacio temporal del cuerpo es el punto de partida de la investigación y la estructura misma de la tesis que se desarrolla con el siguiente criterio: la fachada en relación con el rostro y el cuerpo propio (relación: cuerpo arquitectura, rostro- fachada); la fachada en relación con el edificio; su separación y autonomía formal, estructural y comunicativa (relación: piel esqueleto; estructura revestimiento). la fachada con respecto al nuevo paisaje natural y urbano (rostro paisaje; fachada nueva ecología, en un contexto de hibridación tecnológica y artificialización del mundo). En el primer capítulo partimos portante del cuerpo propio, entendiendo que las diferentes formas, fachadas o rostros que vestidos, cosas y casas adquieren en el tiempo, son proyecciones directas de nuestra exterioridad en un proceso de extensión espacio temporal que es también un proceso de significación. Como ya avisaba Ortega, todas las extensiones del hombre, es decir los productos de la técnica y de la industria que el hombre construye para adaptarse a diferentes condiciones de vida, se convierten en instrumentos para clasificar socialmente una persona, y son por tanto máscaras o "estilos" que revelan las épocas correspondientes. Por La máscara y sus diferentes connotaciones se convierten en medios para analizar un proceso que nos sitúa finalmente en la "máscara electrónica", es decir una piel híbrida, mejorada y extendida hasta los límites propios del mundo, que responde a los cambios impuestos por la moda y a los devenires cada vez más acelerados. En el segundo capítulo nos situamos en la piel del objeto arquitectónico y en su proceso de desvinculación formal, estructural y comunicativo de la estructura, en un debate abierto con diferentes connotaciones entre revelar y enmascarar El proceso pasa por diferentes momentos históricos, destacando: el Renacimiento, como momento en el que se forja el término fachada, como resultado de una determinada manera de entender la representación arquitectónica, social y urbana; la Revolución Industrial, por la introducción de los nuevos materiales y sistemas de producción y consumo que se materializan en las Grandes Exposiciones Universales; finalmente la Posmodernidad, como momento en el que se forjan las bases de la "superficialidad posmoderna", como Jameson la define, desde el presupuesto de una necesidad de símbolos y significados que justifica las actitudes formales propias del final del siglo XX y las alteraciones en el límite que se perfilan en el nuevo milenio. En el tercer capítulo se investigan las consecuencias de esta desvinculación a nivel del paisaje natural y urbano, en una perspectiva de hibridación planetaria que pone en cuestión las clasificaciones tradicionales. La fachada es finalmente interfaz, término de raíz informática, que indica en sí mismo las alteraciones que afectan al límite, convertido en lugar, membrana osmótica y filtro de informaciones. La interfaz es una máscara pues, como la definición indica, remite al intercambio de información pero no al proceso que dicho intercambio determina El límite es por tanto un lugar, una entidad ensanchada e indeterminada en la que ocurren intercambios e interacciones que sólo se revelan a pocos selectos y que tienen en definitiva que quedar ocultas. En este lugar nos situamos para analizar las alteraciones contemporáneas que afectan a nuestras ciudades, objeto, como la piel del cuerpo propio, de la colonización despiadada del consumo de masa y de la tecnología electrónica. Por un lado el fascinante mundo interconectado y fluido de las redes y por otro lado ciudades cada vez más fragmentadas en las que los límites se multiplican, obligando a situamos con nuevas actitudes frente a un paisaje y a una naturaleza controlados con diferentes grados de manipulación. Si la fachada en su acepción tradicional suponía una actitud de continuidad urbana y de respecto de reglas compositivas determinadas, la piel es un territorio más abierto y flexible, que puede ser camuflado, enmascarado, desmaterializado con diferentes estrategias que son en definitiva respuestas a la dilatación y proliferación de los límites y a las necesidades de una sociedad en la que predomina el control en todas sus acepciones. La fachada tradicional aislaba, protegía y filtraba prudentemente las relaciones entre la esfera pública y la privada, al tiempo que revelaba el estatus y el rol de cada edificio en su contexto. La anulación de la fachada en la modernidad, tanto a nivel del objeto arquitectónico como de la ciudad misma, supone una actitud de rechazo frente a la máscara y la contraposición edificio - paisaje como entidades autónomas. El artefacto arquitectónico se concibe como objeto aislado y la propia ciudad crece de manera exacerbada anulando el sentido de la fachada tradicional. Hoy la sustitución de la fachada por la interfaz no deriva de una actitud moralista, pues la ética ha sido anulada por una estetización que ocupa todos los niveles de la sociedad y de la vida. Asumimos que la máscara, como ya decía Semper, siempre es necesaria, pero si la fachada era máscara social, la interfaz es una máscara electrónica, piel híbrida capaz de ser infinitamente colonizada y de responder a las exigencias de cambio que impone el mundo en el que vivimos. El campo de investigación queda abierto, perfilándose la posibilidad de imaginar una arquitectura menos preocupada por efectos formales y espectaculares, y más centrada hacia las posibilidades que ofrece la electrónica en su aplicación a la arquitectura como respuesta a las exigencias del hombre contemporáneo.
Resumo:
A pesar de la importancia del estudio y análisis de la arquitectura vernácula en la enseñanza de la Arquitectura —no sólo desde el punto de vista tipológico y constructivo, sino también como elemento de aprendizaje en relación a la correcta adaptación a unas condiciones del clima, de las formas de vida, usos y costumbres— ésta raramente se incluye el programa de las asignaturas de las Escuelas de Arquitectura ni en sus Planes de Estudio, excepto en casos puntuales y asignaturas optativas. La presente comunicación expone nuestra experiencia, junto con el profesor Javier de Cárdenas y Chávarri, en la enseñanza de este tipo de arquitecturas y sus valores a distintos grupos de alumnos —no sólo del campo de la Arquitectura— en los Cursos Universitarios de Verano en Lanzarote organizados por el Centro Científico Cultural Blas Cabrera y la Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote y patrocinados por la Fundación Diego de Sagredo y la Cátedra ―Gonzalo de Cárdenas‖ de Arquitectura Vernácula, a partir del año 2003.
Resumo:
En esta Tesis se estudian las Imágenes Arquitectónicas que aparecen descritas en textos literarios de Ciencia Ficción dentro del periodo temporal que limitan los años 1.926 a 1.976. Consta de tres partes fundamentales: En la primera, se plantean las condiciones y objetivos del trabajo y se define el espacio conceptual que ocupa la Arquitectura descrita en Ciencia Ficción. En la segunda, se realizan análisis sobre las formas y temas arquitectónicos, así como de problemas relacionados con ellos que se encuentran en la narrativa fantacientífica, y se desarrollan ideas e hipótesis especulativas, sobre sugerencias referidas a situaciones reales o imaginarias, partiendo de posiciones implícitas en los relatos. En la tercera, se elabora una antología que data y ordena una amplia muestra de textos representativos. SUMMARY. This thesis studies the Architectural Images described in the Science Fiction stories between 1.926 and 1.976. It consist of three main parts: The first one, explains the conditions and objectives of this work and defines the conceptual space of Described Architecture in Science Fiction. The second one, analyses the architectural forms and items, as well as the problems related to the latter, that can be found in the scientific-fantastic narrative. It also develops ideas and speculative hipothesis about suggestions related to real and imaginary situations from implicit positions in the stories. The third one, builds up an anthology, dating and ordering a wide variety of representative excerpts of the S. F. texts o
Resumo:
Es conocido el papel que desempeñó la revista Arquitectura en la difusión en España de las diferentes manifestaciones de la arquitectura moderna. Sus páginas recogen obras de los más conocidos arquitectos: Breuer, Brinkman, Van der Vlugt, De Klerk, Dudok, Gropius, Le Corbusier, Mendelsohn, Meyer, Mies van der Rohe, Oud, Poelzig, Rietveld, Scharoun, Stam, Taut, Tessenow, Van Doesburg, Van Eesteren? Algunas de estas obras hoy son cánones reconocidos por la historiografía, pero casi desconocidas para la mayoría de los arquitectos españoles hasta que Arquitectura no las publicara. En esa labor informativa es justo reconocer la figura de Mercadal, totalmente imbuido por la novedosa plasticidad de las imágenes de Le Corbusier, Gropius, Mies, De Stijl..., que difundía en Arquitectura. La búsqueda de una imagen de múltiples rostros: Art Déco, Mendelsohn, Wright, Cubismo, Le Corbusier, De Stijl, Bauhaus..., fue una constante para él y para muchos arquitectos españoles de los años veinte y treinta, que acabó en moda lo mismo que para sus mayores los estilos precedentes. Del historicismo barroco, plateresco o mudéjar, se pasó al sincretismo moderno con esos idiomas a su disposición. El racionalismo, sinónimo de la vanguardia, que nació con vocación antiestilística, terminó por ser un estilo internacional. De esta forma, los arquetipos de la arquitectura moderna en muchos casos se trivializaron, convirtiéndose en meras recetas. Hacer un elenco de esos arquetipos y analizar como los aplicaron los arquitectos españoles ?casi siempre superficialmente y sin el menor análisis conceptual? es el objetivo que pretendemos. Las imágenes más impactantes desde el punto de vista plástico, formaron como un catálogo para los arquitectos que querían estar a la moda y hacer lo que se estilaba: terrazas planas, pilotes, ventanas corridas, imágenes de arquitectura naval, etc.; pero también para los estudiantes de arquitectura siempre ávidos de novedades y prestos al consumo de nuevas imágenes. Fueron pocas las excepciones entre los arquitectos con oficio que supieron adaptar esas influencias a una arquitectura de calidad. En este escenario Mercadal representa la búsqueda incansable de una imagen moderna; Gutiérrez Soto, la práctica permeable a todas las influencias; el Capitol de Feduchi y Eced, la mejor interpretación del expresionismo mendelsohniano; Fernández-Shaw, la vanguardista vital; Aizpurúa, la esperanza trágicamente frustrada; y el GATEPAC, lo más ?corbusierano?.