999 resultados para Filosofía renacentista
Resumo:
Fil: González, Cristina Teresa. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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El propósito de la presente tesis es realizar una lectura de la crítica al concepto de subjetividad en la filosofía de Theodor W. Adorno. Los objetivos de tal lectura son fundamentalmente dos: por un lado, particularizar la crítica adorniana en el marco de otras críticas al concepto de subjetividad que marcaron el campo de la filosofía contemporánea y, al mismo tiempo, establecer un diálogo con las lecturas que de la filosofía adorniana hicieron algunos miembros más jóvenes de la denominada Escuela de Frankfurt: Jürgen Habermas, Albrecht Wellmer -críticas al compromiso con una filosofía de la conciencia- así como Axel Honneth -crítica al modelo funcionalista de análisis de lo social-. Para esto se pondrá de relieve la centralidad del materialismo adorniano en el que el concepto de naturaleza cumple un rol central, así como el carácter crítico-normativo que de este materialismo se podría plantear. Con esto se hará posible tanto diferenciar la crítica adorniana como defenderla según la confianza de que con ella se puede hacer pensable un concepto de subjetividad no represivo capaz de desarticular la rigidez del modelo moderno de identidad personal
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Según Dilthey, el análisis formalista llevado adelante por la gnoseología de Kant no logra comprender el mundo humano, por su parte, Hegel si aborda al hombre histórico, pero subsume su mundo al despliegue de la razón o el saber absoluto. El proyecto de una fundamentación de las ciencias del espíritu llevado adelante por Dilthey busca adentrarse en el mundo humano concibiéndolo como el conjunto de manifestaciones objetivadas de la vida. Kant y Hegel se convierten en sus interlocutores, pero también Comte con quien se enfrenta en pos de fundamentar la autonomía metodológica de las ciencias del espíritu. Sostengo que la noción tardía de «espíritu objetivo», que Dilthey toma de Hegel, pero que la concibe como el devenir de la vida política y cultural, permite releer toda la filosofía de Dilthey con otra perspectiva. El presente estudio no busca realizar un análisis comparativo entre Dilthey y Hegel, sino partir de la recepción que el primero hace del segundo a los efectos de comprender su filosofía. En este sentido, para Dilthey el «espíritu objetivo» está constituido por el conjunto de las organizaciones exteriores de la sociedad ?la estructura político-jurídica de la sociedad- y por las formas culturales como arte, religión y filosofía. El hombre es quien, según Dilthey, produce estas instituciones las cuales a su vez le anteceden y le sucederán en su existencia. En este sentido Dilthey concibe al hombre como un ser histórico y un «punto de cruce» de las distintas objetivaciones históricas. Este mundo compartido es el mundo histórico ?expresado a través de las nociones como Gemeinsamkeit, objektive Geist, verwebt y kreuzungspunkt-, aquel que contiene el conjunto de experiencia de vidas acumuladas y las expectativas de futuro. En síntesis, se sostiene que para Dilthey el mundo es manifestación objetiva de la vida ? fenomenología del espíritu-, siendo el espíritu objetivo o la vida objetivada, un producto del devenir de la vida humana. Es decir, en el mundo histórico actúan individuos dotados de voluntad- en una conexión estructural con su entorno, como «puntos de cruce» de las distintas objetivaciones. Es decir, la preocupación histórico sistemática diltheyana gira en torno al tema del hombre ?sujeto individual, «punto de cruce»- y lo socio-histórico ?mundo intersubjetivo y espíritu objetivo, manifestación objetivada de la vida-. Así, el hombre juega, para Dilthey, un papel central en la historia y en el despliegue de la vida. Todos los estudios gnoseológicos, epistemológicos, históricos y toda fundamentación sistemática es producto de las conexiones de vida. La importancia de los individuos, sus propias manifestaciones de vida y el «espíritu objetivo» -centros de análisis de las ciencias del espíritu-, permite comprender a la filosofía diltheyana como una filosofía de la intersubjetividad, en oposición a las interpretaciones clásicas que hacían que ella cayera en un psicologismo-empático. Asimismo, el plano de la exteriorización de las acciones individuales y sociales le permite a Dilthey encontrar un saber objetivo para las ciencias del espíritu
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El trabajo se propone descubrir el ángulo exacto que permite una clara visión del pensamiento de Karl Jaspers. Seguimos en esto la consigna del propio filósofo que considera a la "situación" como un existenciario irrenunciable. En oposición al cogito cartesiano - despojado de mundo y de historia, como decía Ortega- se trata de poner al descubierto las raíces vivientes que nutren el nuevo pensamiento. Mi indagación encontró que los tres tomos de la principal obra de Jaspers, la Philosophie, se iluminan viéndolos como versiones actualizadas de las tres "ideas" de la metafísica clásica, cuyo "conocimiento" Kant demostró imposible. Dios, la libertad, el mundo- son Ideas "regulativas", que guían la marcha del pensamiento y de la acción, pero no constituyen objetos de conocimiento. Jaspers hablará de "Cifras", saberes simbólicos no reductibles a la ciencia-. Hay primero una aprehensión general de los resultados de las ciencias (Tomo 1º: "Orientación en el mundo", de la idea kantiana de mundo) . Esta reflexión conduce a la experiencia del límite, y lleva a la "Aclaración de la existencia" (Tomo 2º) que transpone en nuevo lenguaje existencial la idea kantiana del alma o de la libertad. -Por último (tomo 3º), la "Metafísica", analiza los modos en que la libertad se refiere a la Trascendencia y muestra el lenguaje cifrado de esa misma Trascendencia. Desde este centro en que nuestra tesis sitúa a Jaspers, pasamos luego a exponer su peculiar interpretación del mundo entorno, das Umgreifende, lo abarcador o englobante; así como el lenguaje indirecto; la relación con la teología, etc. En el curso de la exposición, Jaspers es confrontado con la fenomenología de Husserl y con las mal llamadas "filosofías de la existencia" de su colega alemán Heidegger y de su colega francés Gabriel Marcel.
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El presente trabajo es un análisis sobre el proceso de conformación del área de estudios filosóficos en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata a partir de 1920, año de fundación de la mencionada Facultad, hasta la intervención provocada durante el primer gobierno del presidente Juan Domingo Perón en 1946. Este objeto de estudio es analizado desde un punto de vista poco explorado, esto es, comprendiendo desde una perspectiva holística las relaciones existentes entre las trayectorias académicas de los profesores del área de filosofía, sus corrientes intelectuales y sus posicionamientos y actuaciones en la política universitaria dentro de un contexto nacional de fuertes transformaciones. Para analizar estas relaciones, la presente investigación tomará en cuenta tres dimensiones analíticas centrales, abordadas en tres capítulos. En el primer capítulo: ?Grupos, trayectorias y sociabilidad de académicos en el desarrollo del área de filosofía? se tomará en cuenta la inscripción institucional de los profesores en las cátedras filosóficas, consideradas ámbitos privilegiados de producción y actualización de su sociabilidad académica. En el segundo capítulo: ?La constitución de la disciplina filosófica y sus corrientes? se analizarán los enfoques teóricos que sostuvieron en su labor docente y en su producción académica y, en el tercer capítulo: ?Reformismo, anti-reformismo y participación política de profesores de filosofía en un contexto nacional de fuertes cambios? se abordará una última dimensión, a saber, la participación de estos profesores en los órganos del gobierno universitario y sus adscripciones políticas y/o partidarias frente a los cambios en el contexto político nacional
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Fil: Aguiar, Diego Sebastián. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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La presente investigación, aborda la movilización estudiantil Argentina en términos de Acción Colectiva, categoría analítica, del ámbito de estudio de las ciencias sociales, que aporta la Teoría de la Movilización de Recursos, propuesta por la academia estadounidense, y la Teoría de los Nuevos Movimientos Sociales, formulada por la academia europea. Indaga, en términos generales, por las prácticas colectivas que constituyen la adhesión, compromiso y unidad de los estudiantes en torno a sus protestas; tiene por objetivo identificar y explicar los procesos y los elementos concretos que, inmanentes a su movilización, constituyen el sentido de sus acciones, tomando por objeto de estudio la praxis de las agrupaciones estudiantiles que hicieron presencia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en el segundo cuatrimestre de 2013, específicamente entre los meses de octubre y diciembre de ese año. Y aporta elementos que, en la literatura local sobre el movimiento estudiantil, representan un vació epistémico para la comprensión integral del fenómeno en sí mismo
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El eje del presente trabajo será mostrar que en la obra de Theodor W. Adorno existe una relación entre la crítica al concepto de sujeto y el imperativo categórico qué el formula como petición de que Auschwitz no se repita. Nuestro objetivo será analizar tal relación, para mostrar de qué modo este imperativo categórico implica una autocrítica de la tradición filosófica, a los fines de sacar a luz aquellos elementos de la cultura que fueron cómplices de la ocurrencia de los campos de concentración. La idea que guía nuestro trabajo entonces es que el imperativo pos-Auschwitz que Adorno formula exige ser materializado mediante una crítica al concepto filosófico de sujeto de la modernidad. Esta hipótesis nos permitirá discutir dos puntos vinculados a esto: por un lado, nos permitirá indagar en la particularidad dialéctica y normativa del concepto de sujeto que Adorno formula y que lo distingue de otras críticas contemporáneas, y por otro lado, nos permitirá apreciar la relación entre reflexión filosófica y exigencia histórica a partir de la obra adorniana
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No resulta fácil desentrañar el pensamiento de un escéptico acerca de temas sobre los que prefiere abstenerse de formular juicios. Es el caso de David Hume y la religión.El filósofo escocés nacido en 1711 dejó varios escritos aludiendo al fenómeno, es decir, a la religión tal como existe de hecho, y manifestó su opinión crítica acerca de las distintas posturas intelectuales de su tiempo en torno a cuestiones religiosas. Pero siempre fue ambiguo e irónico cuando le tocó dejar asentado su propio juicio con respecto a este tema. La dificultad principal reside en que, para Hume, a quien podríamos considerar un ?escéptico mitigado?, los juicios correctos son aquellos que se ajustan a la estrecha capacidad del entendimiento humano, que no va más allá de los límites de la experiencia de la vida cotidiana. Muchos aspectos vinculados a la religión ?tales como la posibilidad de conocer de la esencia y los atributos divinos- exceden nuestras limitadas facultades y, si nos aventuramos a argumentar en ese ámbito, corremos el riesgo de caer en el error y la irracionalidad. Nuestra propuesta consiste en examinar cuál es la postura de Hume sobre los distintos problemas que presentan el conocimiento y la práctica vinculados con la religión. Respecto del conocimiento, las dificultades se plantean a la hora de determinar qué estatuto otorgarle a las creencias religiosas, cuál es el origen en nuestra mente de la religiosidad y cómo justificar por medio de argumentos la existencia y atributos de la divinidad. En cuanto a la práctica, Hume formula una serie de críticas a las actitudes e instituciones religiosas tal como se han dado históricamente a partir del análisis de las consecuencias que observa en la sociedad, de las que surge una contradicción entre un conjunto de principios respetables y un sinnúmero de acciones deplorables. Para examinar estas cuestiones es necesario tener en cuenta el punto de vista desde el que efectúa su análisis, que se vincula, como acabamos de mencionar, con el escepticismo mitigado. Finalmente, evaluaremos si es posible proponer alguna forma de religión que tenga el visto bueno de Hume y, en ese caso, qué características debería revestir. Para lograrlo, deberemos abrirnos paso entre su inteligente ironía y su excesiva prudencia.