1000 resultados para Nivel de escolaridad
Resumo:
Hasta fechas muy recientes ha estado vigente el carácter dualista del sistema educativo que se consagró de modo definitivo a lo largo del siglo XIX en nuestro país. Existían una enseñanza primaria que languidecía y una enseñanza superior universitaria a la que se accedía a través del bachillerato, impartido mayoritariamente en colegios de pago, cuya única salida era esa enseñanza superior. El fin del bachillerato era preparar para la universidad, muy minoritaria, y para unas Escuelas Técnicas que abrían el camino casi sólo a los cuerpos del estado. Sin embargo, el Libro Blanco puso de relieve como los contenidos de la enseñanza media constituyen una preparación para la enseñanza superior. Como si todos los alumnos hubieran de pasar a la universidad. Entre ambos polos se abrían con dificultad las Escuelas de Comercio, de Magisterio o de Peritos. En 1950 este sistema educativo respondía a una determinada situación económica, donde el cincuenta por cien de la población dedicada a la agricultura e industria poco desarrollada. Hacia 1951 comienza el cambio que ocho años más tarde recibirá el espaldarazo definitivo. Sus características básicas son: la racionalidad y el liberalismo económico con el incremento de las inversiones extranjeras, del turismo y de las remesas de emigrantes, que dieron lugar a un fuerte impulso de la economía (1950-1960), con un fuerte desarrollo industrial y tecnificación creciente en los tres sectores (agrícola, industrial y servicios) que genero una demanda de nuevos profesionales a todos los niveles. Otra consecuencia fue la mayor capacidad de gasto de las economías familiares y por lo tanto, una mayor demanda de la educación. El bachillerato como nivel casi exclusivamente preuniversitario a partir del sesenta creció considerablemente. En 1957 la Ley de Enseñanzas Técnicas intentó dar respuesta al incremento de demanda de mano de obra del sector secundario. A principios de los sesenta comenzarán en España los primeros trabajos para la elaboración de un Plan de Desarrollo. I Plan de Desarrollo (1964-67). En primaria faltan aulas, escolaridad obligatoria reducida, escasa retribución del magisterio, dispersión rural e insuficiencia de material pedagógico. En enseñanza media faltan plazas y licenciados hay pocos y en enseñanza superior escasez de profesorado intermedio, pocos licenciados; II Plan de Desarrollo (1968-71) continuación del primero, pero se extendió la enseñanza obligatoria; III Plan de Desarrollo con la publicación del Libro Blanco en 1969 fue la primera respuesta coherente a la situación económica anterior, de desarrollo económico de los veinte años precedentes. Pretende ampliar la matrícula en todos los niveles con la unificación de la enseñanza obligatoria y al implantación de un bachillerato polivalente. Un año más tarde se promulga la Ley General de Educación que recoge la estructura del Libro Blanco y que desde entonces se viene aplicando de acuerdo con un calendario establecido. El Tercer Plan de Desarrollo, que trata de adaptar las previsiones de la ley del periodo 71-75, tiene cuatro partes: la educación ante el tercer plan, metodología del mismo, necesidades educativas por niveles y objetivos, estrategias y prioridades. Este plan supuso un cambio cualitativo crucial con respecto a los planes anteriores y avances importantes, aunque no todos los objetivos se cumplieron, ya que el gobierno gastos en educación reducidos en comparación con otros países europeos, excepto Grecia y Portugal.
Resumo:
A la hora de realizar una reforma educativa debe establecerse un plan y calendario de prioridades para la inversión. Este plan no puede realizarse si no se ha zonificado el país, es decir, si no se han descrito las características de estas zonas. La planificación regional de la educación se basa en razones políticas, histórico-administrativas, en motivaciones psicológicas, etcétera. En busca de una adecuación de las oportunidades educativas a las diversas necesidades y aspiraciones regionales. Pero conviene delimitar la analogía entre el Plan Nacional y los planes regionales. De ello, se deriva que la construcción de un modelo regional es más difícil, pues entran en juego más variables, por el contrario, resulta más fácil definir una línea política regional dado el carácter de subordinación de esta a la nacional; los instrumentos de acción a escala regional difieren de los nacionales. Es preciso delimitar cuidadosamente si no se quiere incurrir en ambigüedades; para ciertas regiones que cuentan con grandes ciudades la información debe desagregarse a nivel de áreas metropolitanas; y salvo raras excepciones la información estadística regional es más deficiente que la nacional ya que la unidad administrativa regional apenas tiene existencia legal y/o no coincide con la actuales demarcaciones. En definitiva, la caracterización de una zona a nuestros efectos de programación pede resumirse en dos cuestiones fundamentales: las que afectan a las diferencias en las tasas de escolaridad (concretamente las que se refieren al periodo de escolaridad obligatoria) y las que afectan a los rendimientos educativos regionales diferenciales dentro del sistema de enseñanza; las que atañen a la adecuación de la oferta educativa a las necesidades y aspiraciones de la región sería el porcentaje de población activa por sectores económicos.
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La preocupación por la Formación Profesional empezó con la revolución industrial. Como consecuencia de ella, aparecieron nuevos empleos que exigían un determinado nivel de educación. Pero, hasta muy recientemente no se produce una generalización de la formación profesional, salvo en Alemania, donde ya en el siglo XIX de le dio una gran importancia. A partir de la segunda guerra mundial la situación cambió radicalmente, y en todos los países gran expansión de esta formación. Sin embargo, todavía persiste la tendencia a considerarla como una educación de segunda categoría, para las masas, mientras que la educación general, que conduce a la universidad, es reservada a la élite. Recientemente se han producido ciertos hechos que podrían cambiar esta concepción . Son tres: las consideraciones sociales, la evolución de las necesidades de la economía y las transformaciones de los sistemas de enseñanza. En cuanto a las primeras, destaca el problemas de los adultos inadaptados y las dificultades crecientes de los jóvenes poco formados para encontrar trabajo. El creciente desarrollo económico exige, por otra parte, que la educación profesional se amplíe a toda la mano de obra y que sea, a la vez, menos especializada. En realidad, a pesar del incremento de la formación profesional los últimos años, no cabe duda de que el porcentaje de mano de obra educada profesionalmente es muy débil. Por último, la tercera serie de hechos que contribuyen a modificar esta enseñanza procede de los cambios sufridos en los sistemas de enseñanza. Por una parte, la prolongación de la escolaridad obligatoria dará lugar a una reducción de esta formación y, por otra, la generalización de los estudios medios exigirá que la educación profesional deje de estar organizada al margen delas estructuras generales de la enseñanza. Una transformación más profunda resulta de la idea progresivamente admitida según la cual la educación debe durar toda la vida porque es necesario asegurara el mantenimiento de la educación inicial; la evolución rápida del conocimiento hace que el alumno sea incapaz de aprender todo lo que va a necesitar toda la vida y por último, existen conocimientos que sólo se pueden adquirir con la madurez. De aquí, la creciente importancia de la educación profesional continua. Los cambios más importantes que se están produciendo como consecuencia de estos hechos afectan a las relaciones entre la educación general y profesional, al contenido de la formación profesional y a la formación profesional continua. Ahora, la formación ha de formar parte de la educación general, por lo que hay que revisar las escuelas secundaria y profesional. En cuanto al contenido de la enseñanza profesional hay una tendencia a superar la formación entendida como habilidad práctica, siendo sustituida por otra que permita la capacidad de comprensión de las bases científicas fundamentales. Así, la UNESCO ha señalado que quienes se dedican a un trabajo técnico, deben tener una amplitud de miras, un mayor caudal de conocimientos técnicos y de conocimientos prácticos complejos y una mayor capacidad de adaptarse al cambio, en comparación con lo que se les pedía en otros tiempos. En todos los.
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El análisis de la financiación de la enseñanza universitaria española se centraliza alrededor del coste y su repercusión por alumno. Pero, debido a que los alumnos que cursan, o cursarán, estudios universitarios no son los únicos afectados, la discusión trata de la financiación de la enseñanza comprendida entre los años de escolaridad obligatoria y la universidad. A pesar de lo discutible de una política de igualdad de oportunidades, basada en la capacidad o méritos, intelectuales de los individuos, la argumentación que damos trata de ir más allá de las tasas académicas, que las relaciones con su nivel actual de acuerdo a las posibilidades de acceso a la enseñanza superior, la aproximación gradual de las tasas universitarias a los costes unitarios (resultantes de dividir el gasto total en un determinado grupo de alumnos, estudiantes de medicina, por ejemplo, por el número de dichos alumnos ) combinada con una política de becas y préstamos es la base de este trabajo. En definitiva, la aportación de razonamientos y juicios específicos no presupone ni implica, exactitud o certeza y en educación solo se puede obtener una visión razonada de unos problemas. Para terminar nuestra universidad es clasista y partimos de una composición del alumnado universitario que no refleja la distribución socioeconómica de la sociedad económica. Se dice que el Estado con fondos públicos debería ofrecer un subsidio a los estudiantes cuyas familias difícilmente pueden sufragar el coste de unos estudios superiores. Este es el argumento o justicia distributiva que se ofrece para propugnar el subsidio a la educación universitaria con las becas y las tasas académicas lo único que se pretende es evitar que por razones económicas dejen de ir a la universidad jóvenes que tienen la capacidad intelectual y motivación suficiente para poder terminar satisfactoriamente unos estudios universitarios.
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El intento de solución al problema financiero de las universidades públicas supone un conocimiento suficiente de la estructura y cuantía de los costes en que incurren las instituciones públicas de educación. Pero hay dos problemas básicos que son dificultades teóricas que existen en todos los estudios de financiación universitaria: 1õ. De una parte problemas conceptuales derivados de la dificultad de encuadrar este tipo de servicios educativos ofrecidos por las universidades dentro de un esquema contable a nivel nacional; 2õ. Los datos disponibles sobre la financiación educativa son bastante deficientes y, en muchos casos, de difícil acceso. Así, no existe un marco de referencia teórico que permita recoger las diferentes transacciones existentes entre las diversas unidades económicas, con lo que no es posible hacer comparaciones internacionales fiables. En el caso español esta dificultad se agrava al no disponerse aún de un esquema metodológico común según el cual se pueden analizar los costes universitarios.
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El sistema educativo español está marcado por profundas desigualdades. La situación de hecho es los que viven en el sur (provincias más agrícolas y con inferior renta), los que viven en las zonas rurales o en los suburbios de las grandes ciudades y los de situación económica menos acomodada, son los que menos disfrutarán del sistema educativo. Situación que se refiere no sólo a los años de enseñanza, sino también a la calidad de la misma y al tipo de estudios que se emprenden a partir de la EGB. Desde 1970-71 hasta 1992-93 el mayor número de alumnos corresponde siempre al nivel educativo obligatorio (EGB); el siguiente nivel es el Bachillerato (BUO-COU) con un crecimiento constantes desde el curso 74-75 pasando de los 800.000 de entonces a los cerca de un millón y medio del curso 90-91, donde empieza a estabilizarse el número; los universitarios, es el tercer nivel por el número de alumnos matriculados. Este sigue creciendo sin haber alcanzado la estabilización. En el curso 92-93, 1.300.000 alumnos. La entrada reciente en funcionamiento de nuevas universidades (La Rioja, Castilla-la Mancha), la expansión anterior constante del Bachillerato y la diversificación de la oferta, han incidido notablemente en el crecimiento experimentado en el alumnado universitario; en cuanto a la FP, último nivel por número de alumnos se ha producido un aumento significativo al pasar de 151.760 del curso 70-71 a 860.015 del curso 92-93. Pero su evolución similar a la del Bachillerato. Hay un crecimiento constante en el tiempo y una estabilización en los últimos tres cursos. El millón de alumnos será una barrera infranqueable par este nivel y las diferencias con el Bachillerato se estabilizan también en los últimos cursos alrededor de los 600.000 alumnos. En los últimos cinco cursos existe diferenciación del alumnado matriculado en los distintos niveles respondiendo a una secuencia de este tipo y con tendencia futuras de continuidad: nõ EGB mayor nõ BUP-COU mayor nõUNIV mayor nõFP, alumnos matriculados por clase y de sus pesos específicos en relación con el total a nivel estatal. En líneas generales podemos decir que Canarias (excepción FP, últimos cursos), Andalucia, Baleares, Castilla- la Mancha, Comunidad Valenciana (xcepto dos últimos cursos de FP, Extremadura y Galicia es el orden de estas diferencias. Una posible explicación al porqué de estas diferencias por Comunidades Autónomas en las tasas de escolaridad por provincias en el Bachiller General desproporcionada y alta escolarización de Bachiller,en Madrid y Castilla-León, siendo menor en Barcelona., respondía a que tradicionalmente Madrid exigía más bachilleres para las salidas universitarias y funcionariales. Mientras que en Cataluña la industria exigía y exige puestos intermedios no basados necesariamente en el Bachiller, apareciendo FP como otra alternativa de mayor interés, par los alumnos de enseñanza media. En general, el retraso industrial en España respecto a los países de la CEE determinó un paralelo en el desarrollo de la FP. Así, comprobamos que existe continuidad en las distancias entre el Bachiller, la FP y la Universidad, visibles en todas las Comunidades Autónomas, aunque de manera bien diferenciada. Si bien en todas el predominio del Bachillerato es notable y evidente (dando cuenta de una pirámide educativa estructural); observamos que algunas Comunidades como Canarias y Valencia han acortado notablemente las distancias entre estos subniveles de enseñanza. Dándose incluso la circunstancia de que Canarias en los últimos años es la región en España que mantiene más alumnos en la FP que en la Universidad.
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Existe la tendencia a pensar que ambas representaron en la historia de la vida española un momento de ruptura total respecto a los principales aspectos del sistema educativo y de sus distintos niveles. Aunque, parte de esta apreciación es cierta, conviene tener en cuenta que durante la década de los sesenta se fueron creando las condiciones para que esta reforma se materializara. Los dos documentos mencionados no fueron momentos de una política educativa que se improvisaron repentinamente, sino que fueron el fruto de una gestación que duró una década. Otro hecho a tener en cuenta fue la extensión de la obligatoriedad de la escolaridad hasta los catorce años. Y facilitó que al llegar la Ley General de Educación se unificara en un solo ciclo educativo la escolaridad hasta los catorce años, terminando con la división entre los que cursaban la primaria y los que estudiaban bachiller, lo que supuso otra característica de este periodo. Suponía una aproximación real a la democratización de la educación. Pero no hubiera sido posible sin el cambio político. España dejó de estar aislada con el régimen de Franco. Tres hechos lo confirman: Firma del Concordato con la Santa Sede (1953), Acuerdo con Estados Unidos (1953) y entrada de España en Organismos Internacionales ( Organización de las Naciones Unidas en1955, Organización Internacional del Trabajo en 1956, Fondo Monetario Internacional en 1958). Importantes cambios de 1960-1973. Lo que permiten explicar las grandes transformaciones que van a introducirse en Educación como es la ampliación de la escolaridad obligatoria hasta los catorce años; generalización del primer ciclo de la educación secundaria, llamada en la Ley General Segunda Etapa de Enseñanza General Básica. Se rompería así con la tradicional división a partir de los diez años o bien continuar en la Enseñanza Primaria o se iniciarían los estudios de Bachiller; introducción de Formación Profesional de primer y segundo grado en enseñanza media y su comunicación con la Universidad, al permitirse el acceso a estudios de primer ciclo universitario ( diplomaturas ); incremento de centros estatales, equilibrio con la enseñanza privada, predominante hasta entonces; adaptación del sistema educativo al sistema productivo; democratización de la enseñanza media (suben los alumnos de este nivel, el número de becas por el apoyo del estado).
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Se trata la enseñanza del francés en relación con un determinado tipo de alumnos: los de Bachillerato. Así, relacionado con la orientación del aprendizaje el concepto de nivel indica las etapas generales por las que debe pasar el alumno en el proceso de asimilación de conocimientos, desarrollo de capacidades y aplicación de esos conocimientos. Se exponen aquí algunas consideraciones sobre lo que se entiende por Nivel 1 y Nivel 2, los cuales comprenden a su vez varias etapas o cursos.
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