853 resultados para Anemia, Aplastic
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Pollen and stable carbon (d13C) and hydrogen (dD) isotope ratios of terrestrial plant wax from the South Atlantic sediment core, ODP Site 1085, is used to reconstruct Miocene to Pliocene changes of vegetation and rainfall regime of western southern Africa. Our results reveal changes in the relative amount of precipitation and indicate a shift of the main moisture source from the Atlantic to the Indian Ocean during the onset of a major aridification 8 Ma ago. We emphasise the importance of declining precipitation during the expansion of C4 and CAM (mainly succulent) vegetation in South Africa. We suggest that the C4 plant expansion resulted from an increased equator-pole temperature gradient caused by the initiation of strong Atlantic Meridional Overturning Circulation following the shoaling of the Central American Seaway during the Late Miocene.
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Objetivo: Evaluar parámetros clínicos, bacteriológicos y morbimortalidad de las bacteriemias en pacientes con leucopenia (<4.000 leucocitos/mm 3) y compararlas con bacteriemias con leucocitosis (>12.000/mm3). Material y métodos: Estudio protocolizado, descriptivo y observacional en pacientes con 2 o más hemocultivos positivos para el mismo germen hospitalizados en un servicio de clínica médica desde Marzo de 1989 a Agosto de 2007. Resultados: Se identificaron 728 bacteriemias, 94 (12,91%) con leucopenia (Grupo A) y 407 (55,90%) con leucocitosis (Grupo B). La edad media fue de 55,57 años (DS±16,93) en A y de 58,40 años (DS±17,34) en B. No hubo diferencias en la permanencia media: 19,59 días (DS±18,67) en A vs 21,21 (DS±19,53) en B ni en el sexo masculino (65,96 vs 57,25%)(pNS). La adquisición nosocomial (57,44 vs 40,29%) y el foco desconocido (25,53 vs 9,33%) y abdominal (17,14 vs 9,21%) fueron más frecuentes en A (p<0.01). La comorbilidad mayor (82,98 vs 41,24%), neoplasias (45,74 vs 12,84%) y la inmunosupresión (31,91 vs 6,17%) fueron significativas en A (p<0.01). La anemia (86,17 vs 62,40%) y la trombocitopenia (84,04 vs 25,06%) predominaron en A (p<0.01). Los Bacilos Gram Negativos predominaron en A (61,71 vs 37,83%)(p<0.01) [Klebsiella (17,02 vs 9,82%) y Pseudomonas (10,64 vs 1,47%) las más frecuentes (p<0.05)] y en B fue más frecuente S. aureus (31,69 vs 11,70%)(p<0.01). La mortalidad fue de 39,36% en A y 25,30% en B (p=0.006) y se asoció en el grupo A a mayor mortalidad en las primeras 24 horas (32,43 vs 16,50%), inmunosupresión (27,02 vs 7,76%), neumococcemias (52,94 vs 23,07%), sepsis (100 vs 88,35%) y trombocitopenia (75,67 vs 30,09%)(p<0,01).- Conclusiones: Las bacteriemias en pacientes leucopénicos comparadas con aquellas con leucocitosis se asociaron significativamente a adquisición nosocomial, foco desconocido y abdominal, presencia de comorbilidad mayor, neoplasias e inmunosupresión, a bacteriemias por Klebsiella y Pseudomonas y a significativa mayor mortalidad. Palabras claves: leucopenia, bacteriemias
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Objetivo: Determinar etiología, manifestaciones clínicas, morbimortalidad y recursos diagnósticos y terapéuticos utilizados en pacientes internados con pancitopenia. Material y métodos: Estudio protocolizado, descriptivo y observacional de 14 meses. Criterios de inclusión: pacientes internados con pancitopenia definida por hemoglobina (Hb) <12 g/dL; plaquetas <150.000/ mL y leucocitos <3.800/mL. Los datos fueron analizados con Epi Info 6.04. Resultados: Se diagnosticaron 54 casos de pancitopenia. Prevalencia: 22/1.000 egresos. Edad media: 48,72 años (DS±20,64); 29,63% fueron > 65 años y 53,70% hombres. Permanencia media: 17,13 días (DS±13,22) vs 7,25 días (DS±5,4) del Servicio (p<0.0001). Charlson medio: 7,16 (DS±2,96) y APACHEII medio: 12 (DS±5,04). El 83,33% (45/54, IC95%70,71-92,08) de las pancitopenias fueron secundarias a compromiso medular, 22 casos (40,74%; IC95%27,57-54,97) postquimioterapia (15 en neoplasias oncohematológicas y 7 en sólidas), 11 (20,37%; IC95%10,63-33,53) por mieloptisis y 4 casos (7,41%; IC95%2,06-17,89) por megaloblastosis. El 16,66% (9/54; IC95%7,92- 29,29) fue secundaria a hiperesplenismo y el 16,66% asociadas a infecciones (3 casos por SIDA). Se realizó estudio de médula ósea en 19 casos (35,18%). El 96,29% (IC95%87,25-99,55) presentó comórbidas. El síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (85,19%), síndrome anémico (77,8%) y púrpura (50%) fueron las manifestaciones clínicas más frecuentes. Presentó sepsis el 81,48% (IC95%68,57-90,75) y el 29,63% (IC95%17,98-46,31) hemorragias. El 81,48% tuvo infecciones; el 50% de origen nosocomial y el 65,91% clínicamente documentadas. El 34,09% (IC95%20,49-49,92) tuvo aislamiento microbiológico, con hemocultivos positivos en 29,55%. El 51,85% (IC95%37,84-65,66) desarrolló neutropenia febril (75% postquimioterapia). El 64,81% recibió hemoderivados y factores estimulantes de colonias (G-CSF) el 46,34% (IC95%32,62-60,39). La mortalidad fue mayor a la media global del Servicio (16,66 vs 8,65%)(p=0.07).- Conclusiones: Las pancitopenias en pacientes hospitalizados se caracterizaron por ser secundarias a compromiso medular, hiperesplenismo e infecciones, asociarse a permanencia prolongada, altos índices de comorbilidad, complicaciones infecciosas, y mayor mortalidad que la media global del Servicio.
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Objetivo: Determinar la significación clínica y pronóstica de la disfunción renal en pacientes con Endocarditis Infecciosa (EI) Material y método: Estudio protocolizado, descriptivo, observacional y transversal de pacientes con EI diagnosticados según criterios de Duke. Se realizó un análisis comparativo entre los pacientes con EI sin (Grupo Sin) y con Disfunción Renal (Grupo DR), que se definió en base a uremia > 0.60 g/l y/o creatininemia > 1.5 mg/dl y/o hematuria o proteinuria. Fueron analizados en EPI info 6.04. Resultados: De un total de 110 EI incluidas, 58 (52.7%) presentaron DR principalmente secundaria a glomerulonefritis (n 22), sepsis (n 14), insuficiencia renal crónica (n 5), insuficiencia cardíaca, nefropatía diabética y nefrotoxicidad (n 4 cada una) y embólica (n 1). No hubo diferencias en la permanencia media hospitalaria (32 DS±23.3 vs 26.32 DS±17.28 días), el sexo (masculino: 60.3 vs 71.25%) y la demora diagnóstica (5.5 (DS±7.23) vs. 5.4 (DS±7.64 días)(pNS). La edad media fue mayor en el grupo DR en el LS (49.62 DS±15.71 vs 43.53 DS±17.94 años). El Grupo DR tuvo mas frecuentemente EI Definida (87.9 vs 67.3%) (p=0.0089) y no hubo diferencias en la localización Mitral (48.3 vs 48.1%) y Aórtica (44.8 vs 34.6%). La valvulopatía degenerativa se presentó en el LS en DR (34.5 VS 19.6%)(p=0.07). No hubo diferencias en la presencia de comórbidas (62.1 vs 71.2%) (pNS) pero la enfermedad últimamente fatal ocurrió mas frecuentemente en DR (51.4 vs 21.6%)(p=0.05). Al ingreso sólo la presencia de rales pulmonares (53.4 vs 32.7%) y púrpura cutánea (27.6 vs 13.5%) fueron más frecuentes en DR (p=0.05). La sepsis no controlada (34.5 vs 15.7%), insuficiencia cardíaca (51.7 vs 32.7%), encefalopatía (50 vs 27.5%), shock séptico (24.1 vs 7.8%) y fallo multiorgánico (34.5 vs 3.9%) fueron complicaciones más frecuentes en DR (p<0.05). La fiebre persistente se encontró en el LS en el grupo de DR (48.3 vs 32.7%)(p=0.09). No hubo diferencias en el hallazgo de vegetaciones por ecocardiografía (83.3 vs 75.6%). La anemia (Hb<9 mg/dl) (31.86 DS±53.41 vs 35.21 DS±7.85)(p=0.009), hipergammaglobulinemia (58.5 vs 29.8)(p=0.006) e hiperglucemia (36.1 vs 18.5)(p=0.03) se asociaron a DR. En el grupo con DR fue mas común la EI con cultivos negativos (31.5 vs 0%)(p=0.001) y el predominio de las infecciones por S. aureus Meticilino Resistente (MRSA)(21.6 vs 2.7%) (p=0.02). No hubo diferencias en la indicación de cirugía (31 vs 36.5%). La mortalidad hospitalaria fue significativamente mayor en DR (51.7 vs 25%)(p=0.0041)(OR 3.2, IC95%1.42-7.24). Conclusión: En los pacientes con EI la disfunción renal resultó ser un indicador de desarrollo de complicaciones infecciosas y cardíacas, de infección por MRSA y de mortalidad cruda hospitalaria.-
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Objetivos: Analizar características clínicas y morbimortalidad de las bacteriemias por Pseudomonas aeruginosa comparadas con Klebsiella spp en pacientes hospitalizados en un Servicio de Clínica Médica de adultos. Material y métodos: Estudio protocolizado, descriptivo, observacional de 15 años de duración. Criterio de inclusión: 2 o más hemocultivos positivos para el germen. Los datos fueron procesados en EPI Info 6.04. El criterio de significación se estableció para un error alfa menor del 5%. Resultados: Se detectaron en el período de estudio 282 bacteriemias por bacilos gram negativos de las cuales 19 fueron por Pseudomonas aeruginosa (6.7%) y 76 por Klebsiella (26.9%). No se encontraron diferencias significativas entre ambas en cuanto a edad media [53.9 años (DS±17.9 ) vs 58.7 años (DS±15.2)], sexo (femenino: 26.3 vs 38.2%) ni complicaciones (77.8 vs 77.3%). La presencia de neutropenia (52.6 vs 9.2%)(p<0.0001), comorbilidad mayor (94.7 vs 68.4%)(p<0.05), neoplasias (47.4 vs 22.4%)(p<0.05), uso de corticoides (21.1 vs 3.9%)(p<0.05), e inmunosupresores (31.6 vs 7.9%)(p<0.01), trombocitopenia (77.7 vs 49.3%) (p<0.05) y leucopenia (52.6 vs 21.3%)(p<0.01) fueron más frecuentes en las bacteriemias por P. aeruginosa. Resultó más frecuente la hipoalbuminemia (88.5 vs 37.5%)(p<0.001) en las bacteriemias por Klebsiella spp. No se encontraron diferencias significativas en cuanto a puerta de entrada conocida (78.9 vs 77.6%), anemia (84.2 vs 71.2%), complicaciones infecciosas (84.2 vs 73.7%), descompensación de comórbidas (55.6 vs 51.3%) y encefalopatía (36.8 vs 57.9%)(pNS). La mortalidad precoz (dentro de los 7 días) fue significativamente mayor en el grupo de las bacteriemias por P.aeruginosa (57.1 vs 12%) (p<0.01), sin diferencias en la mortalidad global (36.8 vs 32.9%) (pNS). Conclusiones: Las bacteriemias por P.aeruginosa comparadas con las producidas por Klebsiella spp. se asociaron significativamente a mayor frecuencia de neoplasias, leucopenia, trombocitopenia y neutropenia, comorbilidad mayor, uso de corticoides e inmunosupresores, y a mortalidad precoz.
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Las microangiopatías trombóticas se caracterizan por presentar anemia hemolítica microangiopática asociada a plaquetopenia, fallo renal y lesión neurológica. El Síndrome anti-sintetasa es una entidad poco frecuente perteneciente al grupo de las miopatías inflamatorias idiopáticas. El objetivo de esta presentación es comunicar una paciente que desarrolló una púrpura trombocitopénica trombótica en el contexto de un Síndrome anti-sintetasa, asociación inusualmente reportada.
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ODP Site 1078 situated under the coast of Angola provides the first record of the vegetation history for Angola. The upper 11 m of the core covers the past 30 thousand years, which has been analysed palynologically in decadal to centennial resolution. Alkenone sea surface temperature estimates were analysed in centennial resolution. We studied sea surface temperatures and vegetation development during full glacial, deglacial, and interglacial conditions. During the glacial the vegetation in Angola was very open consisting of grass and heath lands, deserts and semi-deserts, which suggests a cool and dry climate. A change to warmer and more humid conditions is indicated by forest expansion starting in step with the earliest temperature rise in Antarctica, 22 thousand years ago. We infer that around the period of Heinrich Event 1, a northward excursion of the Angola Benguela Front and the Congo Air Boundary resulted in cool sea surface temperatures but rain forest remained present in the northern lowlands of Angola. Rain forest and dry forest area increase 15 thousand years ago. During the Holocene, dry forests and Miombo woodlands expanded. Also in Angola globally recognised climate changes at 8 thousand and 4 thousand years ago had an impact on the vegetation. During the past 2 thousand years, savannah vegetation became dominant.
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La desnutrición es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el desbalance celular entre el suministro de nutrientes y energía que el cuerpo demanda para asegurar su crecimiento, su mantenimiento y las diferentes funciones específicas del mismo. En Argentina, las alteraciones del estado nutricional más prevalentes en niños menores de 5 años son: anemia, deficiencia de hierro, baja talla, sobrepeso y obesidad. Por el contrario, en nuestro país, la desnutrición aguda presenta prevalencias marginales desde una perspectiva poblacional. Los efectos perjudiciales de la desnutrición dependen de la gravedad de la misma. En lo concerniente al rendimiento cognitivo, la literatura sugiere que en los casos de desnutrición severa en la vida temprana, las consecuencias sobre el mismo ocurren al margen de las condiciones sociales, principalmente si el déficit se produce durante la concepción y los primeros tres años de vida. Sin embargo, no hay conclusiones definitivas sobre tal relación en los casos de desnutrición moderada y leve, que son los que prevalecen en nuestro país. En el presente trabajo se analizan algunas investigaciones que han evaluado la influencia de la desnutrición leve y moderada sobre el rendimiento cognitivo de niños que viven en condiciones de pobreza. El objetivo de tal análisis consiste en clarificar el vínculo entre ambas variables, contrastando los resultados a los que arriban los distintos estudios. Las investigaciones examinadas, muestran que no habría diferencias significativas en el desempeño cognitivo de los niños en función de su estado nutricional. Esto indicaría que el fenómeno de la desnutrición no explica aisladamente las dificultades cognitivas de los niños que viven en condiciones de pobreza. Asimismo, tales resultados destacan que los niños pobres, independientemente de su estado nutricional, manifestarían una disminución de sus capacidades cognitivas. Esto sugiere que las privaciones de índole material y simbólica vinculadas a la pobreza, afectarían tales capacidades, pudiendo ser determinantes más importantes que el estado nutricional del niño. Finalmente, se concluye señalando la importancia de una revisión conceptual del vínculo entre desnutrición y rendimiento cognitivo. En este sentido, algunos autores han iniciado una reconceptualización de tal relación, efectuando un desplazamiento desde una consideración unicausal y directa de dicha relación, hacia una comprensión desde la complejidad. Es decir, han incluido la desnutrición dentro de un modelo explicativo amplio, que contempla su interacción con otros factores de riesgo vinculados a condiciones más generales de vida. Las deficiencias nutricionales no se establecen en un vacío sociocultural y económico, y constituyen en sí mismas una problemática social, que excede lo estrictamente nutricional. Estimulación recibida en el hogar, pautas de crianza, acceso al sistema de salud, escolaridad y empleo de los padres, son algunos aspectos, generalmente vinculados al nivel socioeconómico, que junto al estado nutricional podrían condicionar el desarrollo cognitivo infantil. La complejidad de las interacciones demanda la realización de investigaciones que efectúen análisis multivariados de las diferentes variables influyentes en el rendimiento cognitivo. De lo contrario, el estudio aislado de la desnutrición, podría conducir a resultados incompletos y de poco valor heurístico o al sobredimensionamiento de los efectos de la misma
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La desnutrición es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el desbalance celular entre el suministro de nutrientes y energía que el cuerpo demanda para asegurar su crecimiento, su mantenimiento y las diferentes funciones específicas del mismo. En Argentina, las alteraciones del estado nutricional más prevalentes en niños menores de 5 años son: anemia, deficiencia de hierro, baja talla, sobrepeso y obesidad. Por el contrario, en nuestro país, la desnutrición aguda presenta prevalencias marginales desde una perspectiva poblacional. Los efectos perjudiciales de la desnutrición dependen de la gravedad de la misma. En lo concerniente al rendimiento cognitivo, la literatura sugiere que en los casos de desnutrición severa en la vida temprana, las consecuencias sobre el mismo ocurren al margen de las condiciones sociales, principalmente si el déficit se produce durante la concepción y los primeros tres años de vida. Sin embargo, no hay conclusiones definitivas sobre tal relación en los casos de desnutrición moderada y leve, que son los que prevalecen en nuestro país. En el presente trabajo se analizan algunas investigaciones que han evaluado la influencia de la desnutrición leve y moderada sobre el rendimiento cognitivo de niños que viven en condiciones de pobreza. El objetivo de tal análisis consiste en clarificar el vínculo entre ambas variables, contrastando los resultados a los que arriban los distintos estudios. Las investigaciones examinadas, muestran que no habría diferencias significativas en el desempeño cognitivo de los niños en función de su estado nutricional. Esto indicaría que el fenómeno de la desnutrición no explica aisladamente las dificultades cognitivas de los niños que viven en condiciones de pobreza. Asimismo, tales resultados destacan que los niños pobres, independientemente de su estado nutricional, manifestarían una disminución de sus capacidades cognitivas. Esto sugiere que las privaciones de índole material y simbólica vinculadas a la pobreza, afectarían tales capacidades, pudiendo ser determinantes más importantes que el estado nutricional del niño. Finalmente, se concluye señalando la importancia de una revisión conceptual del vínculo entre desnutrición y rendimiento cognitivo. En este sentido, algunos autores han iniciado una reconceptualización de tal relación, efectuando un desplazamiento desde una consideración unicausal y directa de dicha relación, hacia una comprensión desde la complejidad. Es decir, han incluido la desnutrición dentro de un modelo explicativo amplio, que contempla su interacción con otros factores de riesgo vinculados a condiciones más generales de vida. Las deficiencias nutricionales no se establecen en un vacío sociocultural y económico, y constituyen en sí mismas una problemática social, que excede lo estrictamente nutricional. Estimulación recibida en el hogar, pautas de crianza, acceso al sistema de salud, escolaridad y empleo de los padres, son algunos aspectos, generalmente vinculados al nivel socioeconómico, que junto al estado nutricional podrían condicionar el desarrollo cognitivo infantil. La complejidad de las interacciones demanda la realización de investigaciones que efectúen análisis multivariados de las diferentes variables influyentes en el rendimiento cognitivo. De lo contrario, el estudio aislado de la desnutrición, podría conducir a resultados incompletos y de poco valor heurístico o al sobredimensionamiento de los efectos de la misma
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La desnutrición es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el desbalance celular entre el suministro de nutrientes y energía que el cuerpo demanda para asegurar su crecimiento, su mantenimiento y las diferentes funciones específicas del mismo. En Argentina, las alteraciones del estado nutricional más prevalentes en niños menores de 5 años son: anemia, deficiencia de hierro, baja talla, sobrepeso y obesidad. Por el contrario, en nuestro país, la desnutrición aguda presenta prevalencias marginales desde una perspectiva poblacional. Los efectos perjudiciales de la desnutrición dependen de la gravedad de la misma. En lo concerniente al rendimiento cognitivo, la literatura sugiere que en los casos de desnutrición severa en la vida temprana, las consecuencias sobre el mismo ocurren al margen de las condiciones sociales, principalmente si el déficit se produce durante la concepción y los primeros tres años de vida. Sin embargo, no hay conclusiones definitivas sobre tal relación en los casos de desnutrición moderada y leve, que son los que prevalecen en nuestro país. En el presente trabajo se analizan algunas investigaciones que han evaluado la influencia de la desnutrición leve y moderada sobre el rendimiento cognitivo de niños que viven en condiciones de pobreza. El objetivo de tal análisis consiste en clarificar el vínculo entre ambas variables, contrastando los resultados a los que arriban los distintos estudios. Las investigaciones examinadas, muestran que no habría diferencias significativas en el desempeño cognitivo de los niños en función de su estado nutricional. Esto indicaría que el fenómeno de la desnutrición no explica aisladamente las dificultades cognitivas de los niños que viven en condiciones de pobreza. Asimismo, tales resultados destacan que los niños pobres, independientemente de su estado nutricional, manifestarían una disminución de sus capacidades cognitivas. Esto sugiere que las privaciones de índole material y simbólica vinculadas a la pobreza, afectarían tales capacidades, pudiendo ser determinantes más importantes que el estado nutricional del niño. Finalmente, se concluye señalando la importancia de una revisión conceptual del vínculo entre desnutrición y rendimiento cognitivo. En este sentido, algunos autores han iniciado una reconceptualización de tal relación, efectuando un desplazamiento desde una consideración unicausal y directa de dicha relación, hacia una comprensión desde la complejidad. Es decir, han incluido la desnutrición dentro de un modelo explicativo amplio, que contempla su interacción con otros factores de riesgo vinculados a condiciones más generales de vida. Las deficiencias nutricionales no se establecen en un vacío sociocultural y económico, y constituyen en sí mismas una problemática social, que excede lo estrictamente nutricional. Estimulación recibida en el hogar, pautas de crianza, acceso al sistema de salud, escolaridad y empleo de los padres, son algunos aspectos, generalmente vinculados al nivel socioeconómico, que junto al estado nutricional podrían condicionar el desarrollo cognitivo infantil. La complejidad de las interacciones demanda la realización de investigaciones que efectúen análisis multivariados de las diferentes variables influyentes en el rendimiento cognitivo. De lo contrario, el estudio aislado de la desnutrición, podría conducir a resultados incompletos y de poco valor heurístico o al sobredimensionamiento de los efectos de la misma
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The distribution of pollen in marine sediments is used to record vegetation change on the continent. Generally, a good latitudinal correspondence exists between the distribution patterns of pollen in the marine surface sediments and the occurrence of the source plants on the adjacent continent. To investigate land-sea interactions during deglaciation, we compare proxies for continental (pollen assemblages) and marine conditions (alkenone-derived sea surface temperatures) of two high-resolution, radiocarbon-dated sedimentary records from the tropical southeast Atlantic. The southern site is located West of the Cunene River mouth; the northern site is located West of the Angolan Huambe Mountains. It is inferred that the vegetation in Angola developed from Afroalpine and open savannah during the last Glacial maximum (LGM) via Afromontane Podocarpus forest during Heinrich Event 1 (H1), to an early increase of lowland forest after 14.5 ka. The vegetation record indicates dry and cold conditions during the LGM, cool and wet conditions during H1 and a gradual rise in temperature starting well before the Younger Dryas (YD) period. Terrestrial and oceanic climate developments seem largely running parallel, in contrast to the situation ca. 5° further South, where marine and terrestrial developments diverge during the YD. The cool and wet conditions in tropical West Africa, South of the equator, during H1 suggest that low-latitude insolation variation is more important than the slowdown of the thermohaline circulation for the climate in tropical Africa.
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High resolution palynological and geochemical data of sediment core GeoB 3910-2 (located offshore Northeast Brazil) spanning the period between 19 600 and 14 500 calibrated year bp (19.6-14.5 ka) show a land-cover change in the catchment area of local rivers in two steps related to changes in precipitation associated with Heinrich Event 1 (H1 stadial). At the end of the last glacial maximum, the landscape in semi-arid Northeast Brazil was dominated by a very dry type of caatinga vegetation, mainly composed of grasslands with some herbs and shrubs. After 18 ka, considerably more humid conditions are suggested by changes in the vegetation and by Corg and C/N data indicative of fluvial erosion. The caatinga became wetter and along lakes and rivers, sedges and gallery forest expanded. The most humid period was recorded between 16.5 and 15 ka, when humid gallery (and floodplain) forest and even small patches of mountainous Atlantic rain forest occurred together with dry forest, the latter being considered as a rather lush type of caatinga vegetation. During this humid phase erosion decreased as less lithogenic material and more organic terrestrial material were deposited on the continental slope of northern Brazil. After 15 ka arid conditions returned. During the humid second phase of the H1 stadial, a rich variety of landscapes existed in Northeast Brazil and during the drier periods small pockets of forest could probably survive in favorable spots, which would have increased the resilience of the forest to climate change.
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Three sediment cores from the Bragança Peninsula located in the coastal region in the north-eastern portion of Pará State have been studied by pollen analysis to reconstruct Holocene environmental changes and dynamics of the mangrove ecosystem. The cores were taken from an Avicennia forest (Bosque de Avicennia (BDA)), a salt marsh area (Campo Salgado (CS)) and a Rhizophora dominated area (Furo do Chato). Pollen traps were installed in five different areas of the peninsula to study modern pollen deposition. Nine accelerator mass spectrometry radiocarbon dates provide time control and show that sediment deposits accumulated relatively undisturbed. Mangrove vegetation started to develop at different times at the three sites: at 5120 14C yr BP at the CS site, at 2170 14C yr BP at the BDA site and at 1440 14C yr BP at the FDC site. Since mid Holocene times, the mangroves covered even the most elevated area on the peninsula, which is today a salt marsh, suggesting somewhat higher relative sea-levels. The pollen concentration in relatively undisturbed deposits seems to be an indicator for the frequency of inundation. The tidal inundation frequency decreased, probably related to lower sea-levels, during the late Holocene around 1770 14C yr BP at BDA, around 910 14C yr BP at FDC and around 750 14C yr BP at CS. The change from a mangrove ecosystem to a salt marsh on the higher elevation, around 420 14C yr BP is probably natural and not due to an anthropogenic impact. Modern pollen rain from different mangrove types show different ratios between Rhizophora and Avicennia pollen, which can be used to reconstruct past composition of the mangrove. In spite of bioturbation and especially tidal inundation, which change the local pollen deposition within the mangrove zone, past mangrove dynamics can be reconstructed. The pollen record for BDA indicates a mixed Rhizophora/Avicennia mangrove vegetation between 2170 and 1770 14C yr BP. Later Rhizophora trees became more frequent and since ca. 200 14C yr BP Avicennia dominated in the forest.