728 resultados para Virgen del Castillo-Culto-Corbera


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Encuadernado en : Literatura de cordel

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Hoja solicitando la ayuda de Valencia para el mantenimiento del Castillo de San Fernando en Manresa

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La escalera de caracol es uno de los elementos que mejor define la evolución de la construcción pétrea a lo largo de nuestra historia moderna. El movimiento helicoidal de las piezas de una escalera muestra, con frecuencia, el virtuosismo que alcanzaron los maestros del arte de la cantería y la plasticidad, expresividad y ligereza de sus obras. A pesar de su origen exclusivamente utilitario y de su ubicación secundaria, se convertirán en signo de maestría y en elementos protagonistas del espacio que recorren y de la composición de los edificios, como es el caso de las grande vis de los Châteaux franceses del XVI como Blois, Chateaudun o Chambord o los schlosses alemanes como el de Hartenfels en Torgau. Este protagonismo queda patente en los tratados y manuscritos de cantería, elaborados fundamentalmente en España y Francia, a partir del siglo XVI que recogen un gran número de variantes de escaleras de caracol entre sus folios. Breve historia de la escalera de Caracol Los ejemplos más antiguos conocidos de escaleras de caracol en Occidente provienen de los primeros siglos de nuestra era y están asociados a construcciones de tipo conmemorativo, funerario o civil, romanas. Destaca de entre ellas la columna trajana, construida en el 113 por Apolodoro de Damasco en los Foros de Roma. Esta columna, conservada en la actualidad, fue profusamente representada por los tratados de arquitectura desde el Renacimento como el de Serlio, Caramuel, Piranesi, Rondelet y, más recientemente, Canina. Choisy describe en El arte de construir en Bizancio un grupo de escaleras de caracol cubiertas por bóvedas helicoidales y construidas entre el siglo IV y VIII; a esta misma época pertenecen otras escaleras con bóvedas aparejadas de forma desigual con sillarejos y sillares de pequeño tamaño sin reglas de traba claras, pensadas al igual que las de Choisy para ser revestidas con un mortero. Herederas de estas bóvedas de la antigüedad son las escaleras de caracol de la Edad Media. Así las describe Viollet le Duc: “compuestas por un machón construido en cantería, con caja perimetral circular, bóveda helicoidal construida en piedra sin aparejar, que se apoya en el machón y sobre el paramento circular interior. Estas bóvedas soportan los peldaños en los que las aristas son trazadas siguiendo los radios del círculo”. En esta misma época, siglos XI y XII, se construyen un grupo de escaleras de caracol abovedadas en piedra de cantería vista: las de la torre oeste de Notre Dame des Doms en Avignon, las de la tour de Roi, de Évêque y Bermonde de los Chateaux de Uzés, las gemelas de las torres de la Catedral Saint Théodorit de Uzés y la conocida escalera del transepto de la Abadía de Saint Gilles. Ésta última dará el nombre a uno de los modelos estereotómicos de mayor complejidad del art du trait o arte de la cantería: la vis Saint Gilles, que aparece en la mayoría de los textos dedicados al corte de piedras en España y Francia. La perfección y dificultad de su trazado hizo que, durante siglos, esta escalera de caracol fuera lugar de peregrinación de canteros y se convirtiera en el arquetipo de un modelo representado con profusión en los tratados hasta el siglo XIX. A partir del siglo XIII, será el husillo el tipo de escalera curva que dará respuesta a las intenciones de la arquitectura a la “moderna” o gótica. Estas escaleras con machón central se generalizarán, insertándose en un complejo sistema de circulaciones de servicio, que conectaban por completo, en horizontal y vertical, los edificios. Estos pasadizos horizontales y estas conexiones verticales, hábilmente incorporadas en el espesor de contrafuertes, machones, esquinas, etc, serán una innovación específicamente gótica, como señala Fitchen. La pieza de peldaño, que se fabrica casi “en serie” reflejará fielmente el espíritu racional y funcionalista de la arquitectura gótica. Inicialmente los peldaños serán prismáticos, sin labrar por su cara interior; después, éstos darán paso a escaleras más amables con los helicoides reglados formando su intradós. Insertos en construcciones góticas y en convivencia con husillos, encontramos algunos ejemplos de escaleras abovedadas en el siglo XIII y XIV. Estamos hablando de la escalera de la torre este del Castillo de Maniace en Siracusa, Sicilia y la escalera de la torre norte del transepto de la Catedral de Barcelona. En ambos casos, los caracoles se pueden relacionar con el tipo vis de Saint Gilles, pero incorporan invariantes de la construcción gótica que les hace mantener una relación tipológica y constructiva con los husillos elaborados en la misma época. En la segunda mitad del siglo XV aparecen, vinculadas al ámbito mediterráneo, un conjunto de escaleras en las que el machón central se desplaza transformándose en una moldura perimetral y dejando su lugar a un espacio hueco que permite el paso de la luz. Los tratados manuscritos de cantería que circulan en el XVI y XVII por España recogen el modelo con su denominación: caracol de Mallorca. Varios autores han mantenido la tesis de que el nombre proviene de la escalera situada en la torre noroeste de la Lonja de Palma de Mallorca. Los Manuscritos y tratados de Cantería y las escaleras de caracol Coincidiendo con la apertura intelectual que propicia el Renacimiento se publican algunos tratados de arquitectura que contienen capítulos dedicados al corte de las piedras. El primero de ellos es Le premier tome de l’Architecture de Philibert de L’Orme, publicado en 1567 en Francia. En España tenemos constancia de la existencia de numerosos cuadernos profesionales que circulaban entre los canteros. Varias copias de estos manuscritos han llegado hasta nuestros días. Los más completos son sin duda, las dos copias que se conservan del tratado de arquitectura de Alonso de Vandelvira, una en la Biblioteca Nacional y otra en la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y el manuscrito titulado Cerramientos y trazas de Montea de Ginés Martínez de Aranda. Todas estas colecciones de aparejos, con excepción de la atribuida a Pedro de Albiz, presentan trazas de escaleras de caracol. En los siglos XVII y XVIII los textos en España más interesantes para nuestras investigaciones son, como en el XVI, manuscritos que no llegaron a ver la imprenta. Entre ellos destacan De l’art del picapedrer de Joseph Gelabert y el Cuaderno de Arquitectura de Juan de Portor y Castro. Estos dos textos, que contienen varios aparejos de caracoles, están claramente vinculados con la práctica constructiva a diferencia de los textos impresos del XVIII, como los del Padre Tosca o el de Juan García Berruguilla, que dedican algunos capítulos a cortes de Cantería entre los que incluyen trazas de escaleras, pero desde un punto de vista más teórico. Podemos agrupar las trazas recogidas en los manuscritos y tratados en cinco grandes grupos: el caracol de husillo, el caracol de Mallorca, los caracoles abovedados, los caracoles exentos y los caracoles dobles. El husillo, de procedencia gótica, permanece en la mayoría de nuestros textos con diferentes denominaciones: caracol de husillo, caracol de nabo redondo o caracol macho. Se seguirá construyendo con frecuencia durante todo el periodo de la Edad Moderna. Los ejemplares más bellos presentan el intradós labrado formando un helicoide cilíndrico recto como es el caso del husillo del Monasterio de la Vid o el de la Catedral de Salamanca o un helicoide axial recto como en el de la Capilla de la Comunión en la Catedral de Santiago de Compostela. La diferencia estriba en la unión del intradós y el machón central: una amable tangencia en el primer caso o un encuentro marcado por una hélice en el segundo. El segundo tipo de caracol presente en casi todos los autores es el caracol de Mallorca. Vandelvira, Martínez de Aranda, y posteriormente Portor y Castro lo estudian con detenimiento. Gelabert, a mediados del siglo XVII, nos recordará su origen mediterráneo al presentar el que denomina Caracol de ojo abierto. El Caracol de Mallorca también estará presente en colecciones de aparejos como las atribuidas a Alonso de Guardia y Juan de Aguirre, ambas depositadas en la Biblioteca Nacional y en las compilaciones técnicas del siglo XVIII, de fuerte influencia francesa, aunque en este caso ya sin conservar su apelación original. El Caracol que dicen de Mallorca se extiende por todo el territorio peninsular de la mano de los principales maestros de la cantería. Los helicoides labrados con exquisita exactitud, acompañados de armoniosas molduras, servirán de acceso a espacios más representativos como bibliotecas, archivos, salas, etc. Es la escalera de la luz, como nos recuerda su apelación francesa, vis a jour. Precisamente en Francia, coincidiendo con el renacimiento de la arquitectura clásica se realizan una serie de escaleras de caracol abovedadas, en vis de Saint Gilles. Los tratados franceses, comenzando por De L’Orme, y siguiendo por, Jousse, Derand, Milliet Dechales, De la Hire, De la Rue, Frezier, Rondelet, Adhémar o Leroy, entre otros, recogen en sus escritos el modelo y coinciden en reconocer la dificultad de su trazado y el prestigio que adquirían los canteros al elaborar este tipo de escaleras. El modelo llega nuestras tierras en un momento histórico de productivo intercambio cultural y profesional entre Francia y España. Vandelvira, Martínez de Aranda y Portor y Castro analizan en sus tratados la “vía de San Gil”. En la provincia de Cádiz, en la Iglesia Mayor de Medina Sidonia, se construirá el más perfecto de los caracoles abovedados de la España renacentista. También en la provincia de Cádiz y vinculadas, posiblemente, a los mismos maestros encontramos un curioso grupo de escaleras abovedadas con generatriz circular horizontal. A pesar del extenso catálogo de escaleras presentes en la tratadística española, no aparece ninguna que muestre una mínima relación con ellas. Desde el punto de vista de la geometría, estamos ante uno de los tipos de escaleras que describe Choisy en El arte de construir en Bizancio. Se trata de escaleras abovedadas construidas por hojas y lechos horizontales. Los caracoles abovedados tendrán también su versión poligonal: la vis Saint Gilles quarré o el caracol de emperadores cuadrado en su versión vandelviresca. Las soluciones que dibujan los tratados son de planta cuadrada, pero la ejecución será poligonal en los raros ejemplos construidos, que se encuentran exclusivamente en Francia. Su geometría es compleja: el intradós es una superficie reglada alabeada denominada cilindroide; su trazado requiere una habilidad extrema y al ser un tanto innecesaria desde el punto de vista funcional, fue muy poco construida. Otro tipo de escalera habitual es la que Vandelvira y Martínez de Aranda denominan en sus tratados “caracol exento”. Se trata de una escalera volada alrededor de un pilar, sin apoyo en una caja perimetral y que, por lo tanto, debe trabajar en ménsula. Su función fue servir de acceso a espacios de reducidas dimensiones como púlpitos, órganos o coros. Encontramos ejemplos de estos caracoles exentos en el púlpito de la catedral de Viena y en España, en la subida al coro de la Iglesia arciprestal de Morella en Valencia. El largo repertorio de escaleras de caracol prosigue en los tratados y en las múltiples soluciones que encontramos en arquitecturas civiles y religiosas en toda Europa. Hasta varios caracoles en una sola caja: dobles e incluso triples. Dobles como el conocido de Chambord, o el doble husillo del Convento de Santo Domingo en Valencia, rematado por un caracol de Mallorca; triples como la triple escalera del Convento de Santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela. La tratadística española recogerá dos tipos de caracoles dobles, el ya comentado en una sola caja, en versiones con y sin machón central, definidos por Martínez de Aranda, Juan de Aguirre, Alonso de Guardia y Joseph Gelabert y el caracol doble formado por dos cajas diferentes y coaxiales. Vandelvira lo define como Caracol de Emperadores. Será el único tipo de caracol que recoja Cristobal de Rojas en su Teoría y Práctica de Fortificación. No hay duda que las escaleras de caracol han formado parte de un privilegiado grupo de elementos constructivos en constante evolución e investigación a lo largo de la historia de la arquitectura en piedra. Desde el cantero más humilde hasta los grandes maestros catedralicios las construyeron y, en muchos casos, crearon modelos nuevos en los pergaminos de sus propias colecciones o directamente sobre la piedra. Estos modelos casi experimentales sirvieron para encontrar trabajo o demostrar un grado de profesionalidad a sus autores, que les hiciera, al mismo tiempo, ganarse el respeto de sus compañeros. Gracias a esto, se inició un proceso ese proceso de investigación y evolución que produjo una diversidad en los tipos, sin precedentes en otros elementos similares, y la transferencia de procedimientos dentro del arte de la cantería. Los grandes autores del mundo de la piedra propusieron multitud de tipos y variantes, sin embargo, el modelo de estereotomía tradicionalmente considerado más complejo y más admirado es un caracol de reducidas dimensiones construido en el siglo XII: la Vis de Saint Gilles. Posiblemente ahí es donde reside la grandeza de este arte.

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Le Corbusier denominó la nueva casa como la "machine à habiter / máquina de habitar", adaptándola a la revolución industrial que desde el inicio del siglo XX estaba cambiando el mundo. La casa, entendida como una máquina, sería un objeto útil, fabricado mediante el ensamblaje de piezas industrializadas al igual que un coche, un avión o un barco. Pero más adelante, en el prólogo del libro ‘Precisiones’, titulado ‘Prólogo americano’. Le Corbusier traslada sus ideas después del viaje a las Américas, escritas en el barco de regreso a Europa y en ellas encontramos la prueba más evidente de que algo está cambiando en él. En este nuevo enfoque contribuyen probablemente muchas cosas, tal vez algunas nunca lleguemos a saberlas, pero entre las que con toda probabilidad lo hacen de forma decisiva, están algunos de sus viajes. Norte de África, España o América del Sur. En los suburbios de Buenos Aires o en Río, llenos de casas hechas de plancha ondulada, sin corazón y sin alma, y que, a pesar de todo, tienen uno y otra; Le Corbusier recibe una lección de arquitectura que nunca olvidará y que le llevará a decir: “he visto una vivienda obrera de plancha ondulada, pero muy bien puesta, en la cual un rosal adornaba la puerta. Era todo un poema de los tiempos modernos” O bien “busco con verdadero afán esas casas que son casas de hombres y no casas de arquitectos". Al final de su vida, libre de un compromiso político o de una atadura excesivamente estricta con la construcción; sus propuestas son más orgánicas y no tan estructurales, basta ver la Cabanon que se construye para él y su mujer. En este trabajo; iniciado sobre la base de la conferencia que Martin Heidegger pronuncia el 5 de agosto de 1951 en Darmstadt, “Bauen Wohnen Denken”, apoyándose en el escrito de Santa Teresa de Cepeda (1515-1582), y guiados por sus siete Moradas del “Castillo Interior”, escrito del año 1577; se estudia la transformación de la casa y la invariancia de la morada. La casa posee uno de los mayores poderes de integración para los pensamientos, los recuerdos y los sueños del hombre. La casa en la vida del hombre, suplanta contingencias, multiplica sus consejos de continuidad. Sin ella el hombre sería un ser disperso. Es cuerpo y alma. Es el primer mundo del ser humano... Y siempre, en sus sueños, la casa es una gran cuna, como nos dice Bachelard. Ha habido una evidente evolución del concepto de vivienda, a lo largo del tiempo pero aún así todas las moradas siguen siendo reflejo de sus habitantes. La casa y la morada son dos cosas distintas. Cuando un hombre hace suya una casa, encuentra su morada. ABSTRACT Le Corbusier named the new house as the "machine à habiter / machine for living", adapting it to the industrial revolution that was changing the world from the beginning of the twentieth century. The house, resembled as a machine, was a useful object made by the assembly of industrial pieces like a car, an airplane or a boat. But later, after his trip to the Americas, and reflected at the preface, 'American Prologue', of his book called 'Clarifications', Le Corbusier evolved his ideas into a new way of thinking. Wrote on the boat back to Europe, the lines written in this book are the clear evidence that something has changed in him. We might never get to know all of the variables that influenced his new approach, but we can be certain that the trips to South America, North Africa and Spain played a pivotal role on the evolution of his thinking. In the suburbs of Buenos Aires or Rio, where he was exposed to roughly made houses, without any heart or soul, but nevertheless owned by men, Le Corbusier learnt an unforgettable lesson. Hence, he would retrospect: "I saw a corrugated iron worker house, but very well decorated with a rosebush garnishing the front door. It was a poem of the modern times" or "I deeply look forward for those houses that are people’s homes not architect’s ones". At the end of his life, free of political commitment or an overly strict attachment to the construction, his proposals are more organic and less structural, as represented by the Cabanon built for himself and his wife. In this paper, based on Martin’s Heidegger conference in Darmstadt “Bauen Wohnen Denken” (august 5th of 1951) and supported by Santa Teresa de Cepeda’s (1515-1582) letter and her Seven Mansions of the Interior Castle, transformation and invariance is studied. The house has one of the greatest powers of integration for the thoughts, memories and dreams of men. The house, in the life of an individual, overcome men contingencies and multiplies men advice for continuity. Without it, men would be a dispersed human being. The house is body and soul. It is the first world of the human being ... And always, in his dreams, “the house is a large cradle”, as said by Bachelard. There has been a clear evolution of the concept of housing over time. But after all, the house still remains as a reflection of its inhabitants. When a man makes a house his own, we can conclude, he has found what he can call his “morada”.

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[1-3]. Vistas panorámicas de Ayora (3 fot.) -- [4-6]. Vicenta Alarte Gómez, esposa de Juan Roglá Garrido, con vestido blanco con puntilla o con toquilla en el patio de la casa de Ayora, con palanganas, cepillo, tinaja, leña y también con macetas con flores (3 fot.) -- [7]. Vista general de la calle de la Marquesa en Ayora con carros y gente (1 fot.) -- [8]. Retrato de Facundo Roglá Alarte, Arcipreste de Torrent (1 fot.) -- [9] Facundo Rogla Alarte, sacerdote, en el huerto del patio de la casa (1 fot.) -- [10-11]. Retratos de grupo familiar de los Roglá Alarte junto a sacerdotes, entre ellos Facundo Roglá Alarte, en el patio de la casa con macetas con flores y parra (2 fot.) -- [12]. 8 retratos de José Roglá Alarte y miembros de su familia (1 fot.) -- [13]. Retrato de grupo familiar de los López Blat: Rosalia López Blat, con camisa rayada y toquilla, a sus derecha su madre; el niño de la izquierda es Francisco Roglá López con su hermana Amparo; la niña de arriba es Rosalia Roglá López (1 fot.) -- [14]. 8 retratos de Rosalia López Blat y miembros de su familia (1 fot.) -- [15]. Amparo y Rosalia Roglá López, 1900 (1 fot.) -- [16]. Pregonero tocando la corneta junto a labrador y niños con cántaro en la calle Empedrá de Ayora frente al número 20, casa de la familia Lliberós Roglá, la primera a la izquierda (1 par estereoscópico) (1 fot.) -- [17]. Entrada al pueblo de Ayora por la calle Mercadal con gente (1 fot.) -- [18-19]. El niño Francisco Roglá López en una casa de campo y con un cazador, 1900 (2 fot.) -- [20]. Casa de campo (1 par estereoscópico) (1 fot.) -- [21]. Grupo familiar comiendo una paella en la Ermita de la Virgen del Rosario de Ayora (1 fot.) -- [22]. Francisco Roglá López con su madre, hermanas y familia en el monte junto a un mojón con una bandera blanca (1 fot.) -- [23]. Rosalia López Blat con sus hijos, su hermana Carmen y familia en la montaña junto a un mojón con la inscripción: "vedado de caza", 1900 (1 fot.) -- [24]. El niño Francisco Roglá López con sombrero a la derecha de la imagen y Facundo Roglá Alarte el segundo por la derecha del grupo de sacerdotes (entre ellos José del Campo? y Afrusino?) en Ontinyent (1 fot.) -- [25]. El niño Francisco Roglá López con sombrero a la derecha de la imagen y Facundo Roglá Alarte el tercero por la derecha del grupo de sacerdotes (entre ellos José del Campo? y Afrusino?) en Ontinyent (1 fot.) -- [26]. Desfile de grupo de personas acompañando a un sacerdote, muchos de ellos con paraguas (1 fot.) -- [27]. José Roglá López con amigos o familiares modelando barro en la alfarería y fábrica de tejas y ladrillos los Torneros de Ayora (1 fot.) -- [28]. Alfarera pintando una vasija de cerámica en la fábrica los Torneros (1 par estereoscópico) (1 fot.)

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Intentar llegar a un tratamiento de la información fiable y positivo en materia de adicciones ha sido siempre un reto para los profesionales que trabajamos en este ámbito, hasta el punto de que constantemente hacemos referencia a ella desde dos puntos de vista encontrados, la información como instrumento imprescindible, aunque no suficiente, para hacer prevención y la información como problema para hacer prevención si el tratamiento de la misma no es el adecuado. Desde esta premisa arrancamos con un proyecto que cubriera algunos de los contenidos más controvertidos de los medios y la publicidad, con el propósito de esclarecer al máximo ambas vertientes y profundizar en aquellos parámetros que más incidencia positiva y/o negativa pudieran tener en la implementación de la prevención de las adicciones.

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Debido a las necesidades generadas de forma emergente durante el proceso de enseñanza aprendizaje en las prácticas realizadas por los alumnos de primer curso de la diplomatura de enfermería, que fueron constatadas mediante la implementación de la primera fase de esta investigación, se planteó la pertinencia de continuar con el mismo proyecto durante un segundo curso académico. La finalidad esencial de la realización de esta segunda fase del proyecto de identificación de necesidades del alumno de enfermería durante sus prácticas clínicas estriba, fundamentalmente, en validar tanto la metodología como las técnicas empleadas a lo largo de todo el proceso. En el marco de armonización teórico práctica se ha partido de los siguientes OBJETIVOS: Concienciar al alumno de su rol de “agente de cambio” interactivo entre los sistemas educativo y laboral. Asimismo facilitar la identificación de las necesidades de los alumnos por parte de los mismos durante el proceso de prácticas clínicas mediante la utilización del modelo de Virginia Henderson. Se ha partido de las siguientes HIPÓTESIS INICIALES: a) El poder configurador de la paradoja constituye un fenómeno de gran frecuencia que experimentan los alumnos durante sus prácticas clínicas. b) Las dimensiones personales y profesionales de los alumnos interactúan en los alumnos en un proceso –las prácticas clínicas- tan complejo como la propia realidad en la que no existen compartimentos estancos entre factores personales y profesionales. CONCLUSIONES: – La complejidad de las prácticas clínicas requieren el uso de instrumentos narrativos, dado que éstos facilitan una visión no reduccionista de dicha realidad. – El flujo de conciencia –interpretación del presente ineludiblemente vinculada a las experiencias previas del sujeto o capacidad para explicitar la dialéctica vida interior, vida exterior- constituye una realidad holística presente en los sentimientos, creencias, actitudes y comportamientos de los alumnos en su proceso de prácticas clínicas. – El diario de campo es un instrumento válido para que el alumno identifique sus propias necesidades durante el proceso de prácticas clínicas.

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En los estudios de la Diplomatura de Enfermería existe una división, tanto a nivel secuencial-cronológico (transmisión gradual y lógica de los contenidos), como en la dimensión espacio-ambiental (aula, sala simulación y servicio sanitario: comunitario u hospitalario). Estas divisiones tienen consecuencias en la estructura curricular de la disciplina: módulo teórico, módulo práctico y módulo práctico-clínico, confiriéndole a estos estudios una peculiaridad asentada en las diferencias en los tipos de escenarios, ambientes, instituciones, normas, y personas que se manifiestan en los contrastes percibidos (Merleau Ponty, 1988) por los alumnos en su proceso de enseñanza-aprendizaje según se dé éste en un módulo u otro. La enorme variabilidad de la práctica se ve también afectada por las características del escenario en el que tienen lugar las prácticas clínicas: centros de atención primaria y/o instituciones hospitalarias, en los que el alumno debe iniciar sus prácticas de enfermería con el que va a constituir su objeto-sujeto de trabajo durante toda su vida profesional: el ser humano (individuo, familia y comunidad) atendiendo a sus necesidades fisiológicas, psicológicas y sociales desde una perspectiva holística. Los contrastes entre el aula y el servicio sanitario suponen a veces contradicciones que desenfocan la visión lógica con la que el alumno pretende interpretar su realidad formativa en esta compleja fase de sus estudios, y esta visión borrosa puede derivar en situaciones de disminución o pérdida de significado que esta experiencia educativa debe tener en el alumno (Bruner, 1991).

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Análisis y Evaluación de Programas Universitarios para Mayores. MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES, Informe Final del proyecto AEPUM (Cod. proyecto 116/2005). Convocatoria I+D+I de la Subdirección general de planificación, ordenación y evaluación del IMSERSO. Pag. 782.

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El objetivo de este estudio fue analizar: (a) la relación entre el consumo de tabaco y alcohol y el rendimiento académico y (b) la capacidad predictiva de los factores psicoeducativos y el abuso de alcohol y tabaco sobre el rendimiento académico en una muestra de 352 adolescentes españoles de 2º a 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Para analizar las variables cognitivo-motivacionales se utilizaron el Self-Description Questionnaire-II, la Sydney Attribution Scale y el Achievement Goal Tendencies Questionnaire. El consumo abusivo de alcohol y tabaco, el sexo y la repetición de curso fueron también evaluados utilizando medidas autoinformadas. El rendimiento académico fue evaluado a partir de los registros escolares. Se utilizaron análisis de frecuencias y regresión logística para analizar los datos. Los análisis de frecuencias revelaron que los estudiantes que abusan del tabaco y el alcohol presentan un rendimiento académico más pobre. Los análisis de regresión logística destacaron que los comportamientos saludables así como las variables educativas y cognitivo-motivacionales ejercieron un efecto predictivo diferente sobre el rendimiento académico dependiendo del área académica analizada. Estos resultados señalan que para mejorar el rendimiento académico en la adolescencia se han de tener en consideración no sólo variables académicas sino también variables relacionadas con la salud.

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El presente estudio muestra los resultados de la adaptación de las escalas de actitudes hacia el tabaco (López-Sánchez, Garcia-Rodriguez, Mira y Estévez, 2000), el alcohol (Garcia-Rodriguez y López-Sánchez, 2001) y otras drogas (López-Sánchez et al., 2000) en población portuguesa. Se trata de tres escalas, cada una con trece ítems, de respuesta tipo Likert con cinco opciones de respuesta, que diferencian tres sub-escalas. Para realizar el estudio de adaptación de las escalas a la población portuguesa, se han utilizado dos muestras independientes, constituidas por 329 y 443 adolescentes, alumnos de bachillerato del norte del país, a quienes se administraron los instrumentos. Los datos recogidos, después de ser sometidos a un análisis factorial exploratorio y confirmatorio, permitieron encontrar una solución adecuada para cada una de las escalas, dando como resultando una buena validez y fiabilidad. En la validez concurrente, los resultados sugieren diferencias de género con todas las sub-escalas y una relación negativa con la edad, así como diferencias en las actitudes de acuerdo con la experiencia y el consumo.

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Antecedentes: En la actualidad los medios de comunicación se constituyen como la principal fuente de información de la que se nutren los jóvenes. No obstante, y pese a la gran cantidad y variedad de mensajes disponibles, la información no siempre se construye adecuadamente debido a las frecuentes discrepancias con las que los medios de comunicación suelen exponerla. En referencia al tratamiento informativo que los diversos medios confieren a temas relacionados con la salud en general, y de forma más concreta sobre temas referentes a las drogas, es muy frecuente que la percepción tienda hacia un sensacionalismo exacerbado y una gran descontextualización de la información, lo que incide negativamente en la credibilidad que se otorga a los diversos medios. Metodología: En este estudio piloto se analiza la relación existente entre el grado de credibilidad que los jóvenes encuestados conceden a los distintos medios de comunicación, tanto si se refiere a información en general como si se refiere a temas sobre drogas. De igual modo, se indaga la relación existente entre el grado de información objetivo que poseen los sujetos sobre las distintas sustancias y la percepción del tratamiento que los medios de comunicación dan a la información sobre drogas. Para ello, participaron en el estudio 115 alumnos (27% varones y 73% mujeres) de primero de grado en Psicología, de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante-España). Conclusiones: Los resultados muestran correlaciones positivas del grado de credibilidad otorgado a los diversos medios, tanto si se trata sobre temas de información general como sobre temas relacionados con las drogas. Por otra parte, los jóvenes mantienen diferentes percepciones sobre el tratamiento que realizan los medios de comunicación de las noticias y contenidos sobre drogas, en función del nivel de información objetivo que poseen de las distintas sustancias de abuso.

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La literatura científica aduce que a mayor exposición de mensajes publicitarios de bebidas alcohólicas, mayor probabilidad de que estas sean consumidas. Método. La muestra constó de 437 estudiantes universitarios. Los objetivos se centraron en analizar la relación entre mensaje publicitario y consumo. Resultados. Existe relación entre publicidad y consumo, dado que el consumo de los jóvenes coincide con el recuerdo de las campañas en cuanto al tipo de bebida consumida. Conclusiones. Observamos que la publicidad parece ser un instrumento de influencia al consumo de alcohol.