1000 resultados para Historia (siglo XX)


Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

Se organizan dos jornadas consecutivas. En la primera de ellas se aborda el tema desde un ámbito general, con la participación de Carmen Espegel y de Zaida Muxí, profesoras respectivamente, de las ETS Arquitectura de Madrid y Barcelona. A Carmen Espegel se le ha propuesto como tema el de las pioneras, aquellas mujeres que han iniciado la senda de la arquitectura como dedicación profesional rompiendo roles social y profesionalmente predeterminados, mientras que a Zaida Muxí se le ha encomendado que nos hable de las primeras generaciones de las arquitectas catalanas en relación con un territorio y una identidad propia. Una mesa redonda vespertina en la que participarán las dos ponentes citadas así como diversas profesoras de la ETS Arquitectura de A Coruña, junto con el público asistente, cerrará esta primera jornada. En la segunda jornada el tema se centra en la mujer y la arquitectura en Galicia, desde la proximidad que proporciona una exposición con un formato de 5x18: cinco ponentes con dieciocho minutos de intervención para cada uno de ellos. Se desenvolverá esta sesión con la participación de profesionales de distintas generaciones cuyo trabajo discurre en ámbitos diversos, bien como protagonistas en el caso de Chus Blanco, Cristina Ouzande, Lucía Ruiz o Silvia Blanco, bien como espectador y compañero en el caso de Ignacio Cerrada. La jornada finalizará con una mesa de trabajo y discusión en la sesión de tarde en la que participarán las ponentes, los investigadores integrantes del grupo MAGA y un número restringido de invitados.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

El Movimiento Moderno ha sido la gran aportación del siglo xx a la historia de la arquitectura. Desarrollado fundamentalmente en Europa durante los años veinte y treinta, el concepto "moderno" de la arquitectura y la ciudad ha supuesto uno cambios tan trascendentales como los que en su momento provocó el Renacimiento italiano. Las transformaciones producidas por este movimiento - también conocido como "funcionalismo", "racionalismo" o "estilo internacional"- se hicieron patentes en esos tres aspectos básicos de la arquitectura que son las famosas categorías vitruvianas: firmitas, utilitas, venustas, entendidas respectivamente como "técnica constructiva", "cometido funcional" y "composición formal".

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

Leyendo distintos artículos en la Revista de Obras Públicas (Jiménez Salas, 1945) uno recuerda a las grandes figuras como Coulomb (1773), Poncelet (1840), Rankine (1856), Culmann (1866), Mohr (1871), Boussinesq (1876) y otros muchos, que construyeron la base de un conocimiento que poco a poco irían facilitando la complicada tarea que suponía la construcción. Pero sus avances eran aproximaciones que presentaban notables diferencias frente al comportamiento de la naturaleza. Esas discrepancias con la naturaleza llegó un momento que se hicieron demasiado patentes. Importantes asientos en la construcción de los modernos edificios, rotura de presas de materiales sueltos y grandes corrimientos de tierras, por ejemplo durante la construcción del canal de Panamá, llevaron a la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles (ASCE) a crear un comité que analizase las prácticas de la construcción de la época. Hechos similares se producían en Europa, por ejemplo en desmontes para ferrocarriles, que en el caso de Suecia supusieron unas cuantiosas perdidas materiales y humanas. El ingeniero austriaco-americano Karl Terzaghi (1883) había podido comprobar, en su práctica profesional, la carencia de conocimientos para afrontar muchos de los retos que la naturaleza ofrecía. Inicialmente buscó la respuesta en la geología pero encontró que ésta carecía de la definición necesaria para la práctica de la ingeniería, por lo que se lanzó a una denodada tarea investigadora basada en el método experimental. Comenzó en 1917 con escasos medios, pero pronto llegó a desarrollar algunos ensayos que le permitieron establecer los primeros conceptos de una nueva ciencia, la Mecánica de Suelos. Ciencia que ve la luz en 1925 con la publicación de su libro Erdbaumechanik auf bodenphysikalischer Grundlage. Rápidamente otras figuras empezaron a hacer sus contribuciones científicas y de divulgación, como es el caso del ingeniero austriaco-americano Arthur Casagrande (1902), cuya iniciativa de organizar el primer Congreso Internacional de Mecánica de Suelos e Ingeniería de Cimentaciones proporcionó el altavoz que necesitaba esa nueva ciencia para su difusión. Al mismo tiempo, más figuras internacionales se fueron uniendo a este período de grandes avances e innovadores puntos de vista. Figuras como Alec Skempton (1914) en el Reino Unido, Ralph Peck (1912) en los Estados Unidos o Laurits Bjerrum (1918) en Noruega sobresalieron entre los grandes de la época. Esta tesis investiga las vidas de estos geotécnicos, artífices de múltiples avances científicos de la nueva ciencia denominada Mecánica de Suelos. Todas estas grandes figuras de la geotecnia fueron presidentes, en distintos periodos, de la Sociedad Internacional de Mecánica de Suelos e Ingeniería de Cimentaciones. Se deja constancia de ello en las biografías que han sido elaboradas a partir de fuentes de variada procedencia y de los datos cruzados encontrados sobre estos extraordinarios geotécnicos. Así, las biografías de Terzaghi, Casagrande, Skempton, Peck y Bjerrum contribuyen no solo a su conocimiento individual sino que constituyen conjuntamente un punto de vista privilegiado para la comprensión de los acontecimientos vividos por la Mecánica de Suelos en el segundo tercio del siglo XX, extendiéndose en algunos casos hasta los albores del siglo XXI. Las aportaciones científicas de estos geotécnicos encuentran también su lugar en la parte técnica de esta tesis, en la que sus contribuciones individuales iniciales que configuran los distintos capítulos conservan sus puntos de vista originales, lo que permite tener una visión de los principios de la Mecánica de Suelos desde su mismo origen. On reading several articles in the journal, Revista de Obras Públicas (Jiménez Salas, 1945), one recalls such leading figures as Coulomb (1773), Poncelet (1840), Rankine (1856), Culmann (1866), Mohr (1871) and Boussinesq (1876) among many others, who created the basis of scientific knowledge that would make the complicated task of construction progressively easier. However, their advances were approximations which suffered considerable discrepancies when faced with the behaviour of the forces of nature. There came a time when such discrepancies became all too evident. Substantial soil settlements when constructing modern buildings, embankment dam failures and grave landslides, during the construction of the Panama Canal for example, led the American Society of Civil Engineers (ASCE) to form a committee in order to analyse construction practices of the time. Similar incidents had taken place in Europe, for example with railway slides, which in the case of Sweden, had resulted in heavy losses in both materials and human lives. During the practice of his career, the Austrian-American engineer Karl Terzaghi (1883) had encountered the many challenges posed by the forces of nature and the lack of knowledge at his disposal with which to overcome them. Terzaghi first sought a solution in geology only to discover that this lacked the necessary accuracy for the practice of engineering. He therefore threw himself into tireless research based on the experimental method. He began in 1917 on limited means but soon managed to develop several tests, which would allow him to establish the basic fundamentals of a new science; Soil Mechanics, a science which first saw the light of day on the publication of Terzaghi’s book, Erdbaumechanik auf bodenphysikalischer Grundlage. Other figures were quick to make their own scientific contributions. Such was the case of Austrian-American engineer, Arthur Casagrande (1902), whose initiative to organize the first International Congress of Soil Mechanics and Foundation Engineering provided the springboard that this science needed. At the same time, other international figures were becoming involved in this period of great advances and innovative concepts. Figures including the likes of Alec Skempton (1914) in the United Kingdom, Ralph Peck (1912) in the United States, and Laurits Bjerrum (1918) in Norway stood out amongst the greatest of their time. This thesis investigates the lives of these geotechnical engineers to whom we are indebted for a great many scientific advances in this new science known as Soil Mechanics. Moreover, each of these eminent figures held the presidency of the International Society of Soil Mechanics and Foundation Engineering, record of which can be found in their biographies, drawn from diverse sources, and by crosschecking and referencing all the available information on these extraordinary geotechnical engineers. Thus, the biographies of Terzaghi, Casagrande, Skempton, Peck and Bjerrum not only serve to provide knowledge on the individual, but moreover, as a collective, they present us with an exceptional insight into the important developments which took place in Soil Mechanics in the second third of the 20th century, and indeed, in some cases, up to the dawn of the 21st. The scientific contributions of these geotechnical engineers also find their place in the technical part of this thesis in which the initial individual contributions which make up several chapters retain their original approaches allowing us a view of the principles of Soil Mechanics from its very beginnings.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

Este póster es un resumen de mi tesis doctoral, la cual se centra en el análisis de un conjunto de presas y centrales hidroeléctricas españolas construidas durante el siglo XX y proyectadas por arquitectos con una importante obra construida y que fueron determinantes en la historia de la arquitectura española. Desde los dibujos futuristas de Sant¿Elia (1913-1914), hasta la central hidroeléctrica de aires deconstructivistas de Becker Architekten (Kempten, Alemania; 2011), los arquitectos se han interesado continuamente por este tipo de construcciones, por la imbricación en su conjunto de los elementos estéticos, paisajísticos, técnicos y funcionales propios de una obra arquitectónica pero aplicados a una fábrica hidráulica, con todas las connotaciones que ello conlleva. Además, la colaboración entre arquitectos e ingenieros en un equipo multidisciplinar que lleva de la mano una obra conjunta y coherente resulta mucho más fructífera, satisfactoria y apasionante: Luciano Yordi y Juan Castañón de Mena en Belesar (Lugo; 1963), Ignacio Álvarez Castelao y Juan José Elorza en Arenas de Cabrales, Silvón, Arbón y Aguilar de Campoo (Asturias; 1952-1969), o Antonio Palacios y Carlos Mendoza en Mengíbar (Jaén; 1913-1916), son ejemplos de que esta cooperación puede dar lugar a edificios muy interesantes. Como dice Teodoro Anasagasti: ¿Cómo podrán concebirse con el debido acierto las construcciones industriales? La respuesta es categórica. No cabe duda que proyectándolas unidos el ingeniero y el arquitecto.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

La Mezquita-Catedral de Córdoba es un edificio vivo. Un edificio que ha sido transformado sucesivamente por hombres de razas, culturas y religiones distintas durante sus más de 1.200 años de vida y que, a pesar de ello, no ha dejado de estar en uso ni uno solo de esos días de esa larga vida. De esta forma, el edificio se muestra ante el visitante como un complejo objeto arquitectónico, resultado de una continua transformación. La capacidad de la transformación de los edificios es algo inherente a su propia condición arquitectónica, no es un hecho exclusivo de la Mezquita-Catedral. Sin embargo, en este edificio esa transformación se produce con una gran intensidad y sin pérdida de su autenticidad. Tradicionalmente, los edificios se han adaptado a los nuevos requerimientos de cada época en un proceso que ha buscado en el propio edificio las leyes o principios que habían de regir la intervención. De esta forma, tanto las sucesivas ampliaciones de la Mezquita de Abd al-Rahman I como las siguientes intervenciones cristianas debieron asumir lo preexistente como material de trabajo. Así, los arquitectos del califa al-Hakam II dialogaron con sus antecesores complejizando el espacio que recibieron, así como los Hernán Ruiz consiguieron un nuevo organismo resultante de la introducción de su arquitectura luminosa en la trama hispanomusulmana. El siglo XIX confirmó el deseo por descubrir las huellas de un pasado esplendoroso que la intervención barroca había silenciado bajo un tratamiento homogéneo del espacio. La recuperación de esas huellas supuso, hace exactamente dos siglos, el inicio de la última gran etapa en la transformación del edificio, la de la restauración. La fábrica es considerada como objeto a conservar y los esfuerzos desde ese momento se centraron en la recuperación de la arquitectura omeya latente. De este modo, la práctica de la restauración como disciplina se encontró absolutamente influenciada por la Arqueología como única fuente de conocimiento. Las intervenciones buscaban lo original como modo de recuperar espacial y formalmente aquel pasado, concentrándose en los lugares del edificio considerados como esenciales. La declaración del edificio como monumento nacional en 1882 propició que el Estado se hiciera cargo de su mantenimiento y conservación, sustituyendo en esa tarea a los Obispos y Cabildos del siglo XIX, que tuvieron un entendimiento muy avanzado para su época. La llegada del arquitecto Velázquez Bosco en las últimas décadas del siglo XIX supuso un cambio trascendental en la historia del edificio, puesto que recibió un edificio con importantes deterioros y consiguió poner las bases del edificio que hoy contemplamos. El empeño por la recuperación material y espacial devolvió a la Mezquita-Catedral buena parte de su imagen original, reproduciendo con exactitud los modelos hallados en las exploraciones arqueológicas. La llegada de Antonio Flórez tras la muerte de Velázquez Bosco supuso la traslación al edificio del debate disciplinar que se desarrolló en las dos primeras décadas del siglo XX. Flórez procuró un nuevo entendimiento de la intervención, considerando la conservación como actuación prioritaria. En 1926 el Estado reformó la manera en que se atendía al patrimonio con la creación de un sistema de zonas y unos arquitectos a cargo de ellas. La existencia de un nuevo marco legislativo apuntaló esa nueva visión conservativa, avalada por la Carta de Atenas de 1931. Este modelo restauración científica huía de la intervención en estilo y valoraba la necesidad de intervenir de la manera más escueta posible y con un lenguaje diferenciado, basándose en los datos que ofrecía la Arqueología. Por tanto, se continuaba con la valoración del edificio como documento histórico, buscando en este caso una imagen diferenciada de la intervención frente a la actitud mimética de Velázquez. Resulta destacable la manera en la que el historiador Manuel Gómez-Moreno influyó en varias generaciones de arquitectos, arqueólogos e historiadores, tanto en el entendimiento científico de la restauración como en la propia estructura administrativa. La labor desarrollada en el edificio por José Mª Rodríguez Cano primero y Félix Hernández a continuación estuvo influida de manera teórica por el método de Gómez-Moreno, aunque en muchos aspectos su labor no representó una gran diferencia con lo hecho por Velázquez Bosco. La búsqueda de lo original volvió a ser recurrente, pero la carga económica del mantenimiento de un edificio tan extenso conllevó la no realización de muchos de los proyectos más ambiciosos. Esta obsesiva búsqueda de la imagen original del edificio tuvo su última y anacrónica etapa con la intervención de la Dirección General de Arquitectura en los 70. Sin embargo, el agotamiento del modelo científico ya había propiciado un nuevo escenario a nivel europeo, que cristalizó en la Carta de Venecia de 1964 y en una nueva definición del objeto a preservar, más allá del valor como documento histórico. Esta nueva posición teórica tuvo su traslación al modelo restaurador español en el último cuarto de siglo XX, coincidiendo con la Transición. El arquitecto Dionisio Hernández Gil defendió una interpretación distinta a la de los arqueólogos y de los historiadores, que había prevalecido durante todo el siglo. En opinión de Hernández Gil, los problemas de intervención debían enfocarse fundamentalmente como problemas de Arquitectura, abandonando la idea de que solamente podían ser resueltos por especialistas. Esta convicción teórica fue defendida desde la nueva Administración y deparó la utilización de unos criterios de intervención particularizados, provenientes del análisis multifocal de cada situación y no sólo desde el valor de los edificios como documentos históricos. Y este cambio tuvo su traslación a la Mezquita-Catedral con la práctica de Gabriel Ruiz Cabrero y Gabriel Rebollo. En consecuencia con esa nueva perspectiva, aceptaron el edificio que recibieron, sustituyendo la búsqueda de aquella página original por la aceptación de cada una de las páginas de su historia y el respeto a las técnicas constructivas del pasado. La búsqueda de soluciones específicas desde el propio objeto arquitectónico significó la renovada atención a la potente estructura formal-constructiva como origen de toda reflexión. Considerar la Mezquita-Catedral en primer lugar como Arquitectura implicaba la atención a todo tipo de factores además de los históricos, como medio para preservar su autenticidad. Esta tesis pretende demostrar que la práctica de la restauración realizada en la Mezquita-Catedral a lo largo del siglo XX ha evolucionado desde la búsqueda de lo original hasta la búsqueda de lo auténtico, como reflejo de una visión basada en lo arqueológico frente a una renovada visión arquitectónica más completa, que incluye a la anterior. La consideración de la intervención en este edificio como otra página más de su historia y no como la última, significa la reedición de un mecanismo recurrente en la vida del edificio y un nuevo impulso en ese proceso de continua transformación. ABSTRACT The Mosque-Cathedral of Cordoba is a living building. A building transformed by men of different races, cultures and religions during more than 1.200 years old and that, nevertheless, it has continued to be in use all days in that long life. Thus, the building shows to the visitor as a complex architectural object, the result of continuous transformation. This transformation capacity of the buildings is inherent in their own architectural condition, it’s not an exclusive fact of the Mosque-Cathedral. However, in this building that transformation happens with a great intensity, without losing their authenticity. Traditionally, buildings have been adapted to the new requirements of times in a process that looked for laws or principles in order to guide the intervention. Thus, both the successive enlargements of the Mosque of Abd al-Rahman and Christian interventions must assume the preexistence as a working material. So, the architects of the caliph al-Hakam II spoke to their predecessors, complexing the receiving space, as well as Hernan Ruiz got a new organism as result the introduction of his luminous architecture into hispanic-muslim weft. The nineteenth century confirmed the desire to discover the traces of a glorious past that Baroque intervention had silenced, under a uniform space treatment. Exactly two centuries ago, the recovery of these traces meant the start of the last major phase in the transformation of the building: the restoration. The building was considered subject to conserve and since then, efforts focused on the recovery of latent Umayyad architecture. Thus, the practice of restoration as a discipline was absolutely influenced by Archaeology as the only source of knowledge. Interventions were seeking the original as the way to recover that past in a space and formal way, concentrating on essential sites of the building. The statement as a national monument in 1882 prompted the State take charge of its maintenance and preservation, replacing to the nineteenth century Bishops and Cabildos, which had a very advanced understanding for that time. The arrival of the architect Velazquez Bosco in the last decades of the nineteenth century involved a momentous change in the history of the building, since he received a building with significant damage and he achieved the foundations of the building that we can see today. Efforts to a material and space recover returned the Mosque-Cathedral to its original image, accurately reproducing the models found in archaeological explorations. The arrival of Antonio Florez after Velazquez’s death involved the translation of discipline debate, which was developed in the first two decades of the twentieth century. Florez tried a new understanding of the intervention, considering conservation as a priority action. In 1926, the State reformed the way in which heritage was attended, creating a zones system with a few architects in charge of them. The existence of a new legislative framework, underpinned this new conservative vision, supported by the Athens Charter of 1931. This scientific restoration model fleeing from intervention in style and it appreciated the need to intervene in the most concise way, with a distinct language based on the data offered by Archaeology. Therefore, it continued with the appraisement of the building as a historical document, seeking in this case a differentiated image of intervention, against Velazquez mimetic attitude. It is remarkable the way in which the historian Manuel Gomez-Moreno influenced several generations of architects, archaeologists and historians, both in the scientific understanding of the restoration and the administrative structure. The work of Jose Maria Rodriguez Cano first and then Felix Hernandez was theoretically influenced by the Gomez-Moreno’s method, although in many respects their work did not represent a great difference to Velazquez Bosco. The search of the original returned to recur, but the economic charge of maintaining such a large building led to the non-realization of many of the most ambitious projects. This obsessive search for the original image of the building had its last and anachronistic stage with the intervention of the Department of Architecture at 70’s. However, the exhaustion of the scientific model had already led to a new scenario at European level, which crystallized in the Venice Charter of 1964 and a new definition of the object to be preserved beyond the value as a historical document. This new theoretical position had its translation to Spanish restaurateur model in the last quarter of the twentieth century, coinciding with the Transition. The architect Dionisio Hernandez Gil defended a different interpretation from archaeologists and historians, that had prevailed throughout the century. According to Hernandez Gil, the problems of intervention should focus primarily as architectural issues, abandoning the idea that they could only be determined by specialist. This theoretical conviction was defended from the new administration and led to the use of particularized criteria, from a multifocal analysis of each situation. And this change had its translation to the Mosque with the practice of Gabriel Ruiz Cabrero and Gabriel Rebollo. Consistent with this new perspective, they accepted the receiving building, replacing the search on original page for acceptance of all historical pages and respecting the constructive techniques of the past. The search for specific solutions from the architectural object meant the renewed attention to the powerful formal-constructive structure as the origin of all thought. Consider the Mosque-Cathedral as Architecture, involved the attention to all kinds of factors in addition to the historical, as a means to preserve its authenticity. This thesis aims to demonstrate that the practice of restoration in the Mosque-Cathedral throughout the twentieth century has evolved from the search of the original to the search for the authentic, reflecting a vision based on the archaeological against a renewed more complete architectural vision, including the above. Consideration of intervention in this building as another page in its history and not the last one, means the reissue of an own mechanism and a new impetus in that continuous transformation process.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

El trabajo se ha realizado en el marco del proyecto coordinado de investigación sobre “Nutrición y salud en la España de la primera mitad del siglo XX” (Ministerio español de Educación y Ciencia. HUM2005-04961) y la Red de Malnutrición en Iberoamérica MeI-CYTED.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

La investigación analiza el proceso de intervención de la Leprosería de Fontilles llevado a cabo por la Segunda República en 1932. En una primera parte se exponen las bases institucionales y asistenciales que, caracterizaban a la Colonia Sanatorio de Fontilles en su primera etapa (1908-1932), para estudiar a continuación las razones que condujeron a las autoridades sanitarias del Nuevo Estado a decidir la incautación, y las consecuencias y reacciones científicas, sociales y políticas que aquella medida suscitó.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

En los primeros decenios del siglo XX, la situación socio-sanitaria de la sociedad española fue descrita como catastrófica, tanto en el ámbito urbano como en el rural. En aquel contexto, el saneamiento del medio aparece como una de las claves del proceso de regeneración que asumió la higiene en su papel de mediadora. A través de las obras de los higienistas G. De Membrillera y Luis Muñoz Antuñano, publicadas en 1921, nos hemos acercado al análisis de la situación sanitaria de la España rural durante este periodo.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

Comunicación presentada en el Primer Encuentro Anual de la Asociación Española de Historia Económica (AEHE), Barcelona, 9 septiembre 2009.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

Objetivo: Analizar la institucionalización de las ciencias de la nutrición en la España de la segunda mitad del siglo XX, y evaluar la actividad desarrollada por la revista Anales de Bromatología. Método: Estudio bibliométrico descriptivo de los artículos originales. Se recogió el nombre y apellidos de los autores y el título completo. A partir de las palabras clave, por consenso entre los autores del estudio, se asignó a cada artículo una sola materia principal de acuerdo con la agrupación de las trece temáticas que seguía la Sociedad Española de Bromatología en sus reuniones. Se ha analizado la distribución y tendencia de los indicadores generales de producción y sus características. Resultados: Se publicaron un total de 917 artículos originales con una media de 20,8 trabajos/año. Las materias que registraron mayor porcentaje de artículos fueron: sustancias extrañas a los alimentos, alimentos de origen vegetal y nutrición. Participaron un total de 874 autores, con un índice de colaboración de 2,43 y de transitoriedad del 70,1%. La distribución del número de firmantes por artículo se acerca bastante a lo que indica la ley de productividad de Lotka. Doce máximos productores, con presencia mayoritaria de mujeres, participaron en el 49,9% de los artículos publicados. Conclusión: La Revista mostró una baja productividad y un carácter endogámico, con un protagonismo destacado de los autores relacionados con la Escuela de Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense. Las temáticas abordadas respondían a los retos de la transición alimentaria y nutricional de la población española.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

By using three indicators of the standard of living (income per capita, the Human Development Index and the Physical Quality of Life Index), this article provides new information regarding the evolution of the differences in well-being between the Spanish provinces throughout the 20th century. The results reveal that the disparities were enormous at the beginning of the century, after which a highly significant process of convergence took place, which was comparatively lower in terms of income per person than it was with respect to the HDI or the PQLI. Another noteworthy finding is that, irrespective of the indicator used, the well-being of each province is significantly influenced by that of its neighbours throughout the whole of the period analysed.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

La investigación de la arquitectura urbana de las pequeñas y medianas ciudades españolas a lo largo del siglo XX presenta una serie de características y peculiaridades cuyo análisis puede ser de gran interés para los investigadores que, en un futuro, deseen acercarse a este singular tema de trabajo. Por otro lado, sólo desde la contextualización de las aproximaciones que, de hecho, ya se han producido a este campo de estudio se pueden entender sus conclusiones, sus valores y sus carencias. El desarrollo económico de la España de los años sesenta y setenta trató de forma muy desigual a estas ciudades de las que estamos hablando, de manera que, en función del mismo, algunas se han transformado de un modo casi irreconocible. Es precisamente el caso de Albacete, una ciudad que conoce un verdadero esplendor económico, social y cultural en el primer tercio del siglo XX, fenómeno cuyas causas hunden sus raíces en el siglo XIX (el ferrocarril, el canal de desecación, la desamortización, la capitalidad de la provincia, etc.), a la que afectan especialmente las consecuencias de la guerra civil y que, con las ínfulas especulativas de la explosión demográfica, no vuelve la vista atrás y casi hace tabla rasa de su pasado. Las primeras inquietudes por la trama urbana, por sus huellas y por sus señas de identidad (el patrimonio arquitectónico) proceden de dos disciplinas distintas y complementarias: el urbanismo y la historia. Las primeras figuras de planeamiento de los años ochenta incorporan un loable esfuerzo, en su fase de información, por conocer la ciudad, por entender cómo es para poderla transformar sin violencia pero en profundidad. Paralelamente, las ordenanzas se hacen eco de unos primitivos catálogos de edificios protegidos, a la vez que, desde las instituciones de reciente creación (el Instituto de Estudios Albacetenses, la Universidad de Castilla-La Mancha, etc.), los jóvenes historiadores aportan sus entusiastas trabajos bajo el formato de monografías. En los noventa, cuando, como doctorando del programa del Departamento de Composición Arquitectónica de la Universidad Politécnica de Madrid, tutelada por el profesor Miguel Ángel Baldellou y dirigida por el profesor Joaquín Arnau, decido hacer de la arquitectura urbana de Albacete mi tesis doctoral, esta es la situación. Esta comunicación pretende, en lo posible, describir los materiales y, sobre todo, los métodos utilizados en la referida investigación. Los materiales disponibles, a tenor de lo expuesto, eran (y son) básicamente tres: la propia ciudad, con su pasado descrito en las crónicas locales, su heterogéneo presente y su futuro plasmado en el Plan General de Ordenación Urbana vigente. La bibliografía de carácter general y particular. Y, sobre todo, los archivos, adonde se custodia un elemento de singular valor en nuestro trabajo: el proyecto de arquitectura, el documento que, como un acta notarial, da fe de lo que, en la mayoría de los casos, fue y ya no es o de lo que quiso ser y es lo que es. La metodología consistía básicamente en el exhaustivo vaciado de esos archivos, lo cual proporcionó una ingente documentación que era preciso, en primer lugar, seleccionar según su valor y, en segundo lugar, analizar con rigor. El conocimiento de los casos concretos y su comparación con la realidad permitió la reconstrucción de la imagen de una ciudad que, hasta entonces, sólo sobrevivía en el recuerdo de los mayores y en las fotografías antiguas. Posteriores avances en el estudio de Albacete, nos han llevado a una suerte de feed-back, esto es, a profundizar en la historia urbana, a establecer un discurso, con sus disgresiones cuando la ocasión lo merece, protagonizado por la primera actriz de esta escena: la arquitectura de la ciudad.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

El período que se abarca se extiende, cronológicamente, a lo largo del primer tercio del siglo XX (1898-1936) y el espacio objeto de estudio se circunscribe a la ciudad de Albacete. El discurso se articula en dos partes: la primera se ocupa de la arquitectura, clasificada por sus tipologías (religiosa, funeraria, asistencial, educativa, institucional, penitenciaria y militar, del ocio, del negocio y residencial), y la segunda se centra en las características de los principales arquitectos que intervinieron en esta época en la ciudad (Julio Carrilero Prat, Ramón Casas Massó, Francisco Fernández Molina, Buenaventura Ferrando Castells, Francisco Manuel Martínez Villena, Agustín Morcillo López, Manuel Muñoz Casayús, Miguel Ortiz e Iribas y Daniel Rubio Sánchez).