995 resultados para Gatos - biopsia renal


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Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo (FAPESP)

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Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES)

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The pets, mostly dogs and cats are susceptible to a variety of situations that can lead to acute kidney failure, such as infection and intoxication, besides other common causes such as dehydration or other pre-existing diseases. The abrupt decrease in renal function in these animals characterizes a severe clinical condition and requires specialized veterinary medical care since it increases the death. Early diagnosis is an important factor for the survival of these animals and so is the appropriate treatment. New technologies on diagnosis and treatment of serious diseases in veterinary medicine have made acute renal failure successfully reversed by hemodialysis in cases where conventional therapy may not be effective. In cases like that, hemodialysis treatment may be the only chance of survival for the animals, which makes this therapy more and more important and necessary, especially in referral centers of veterinary assistance

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Lissencephaly is a condition characterized by a lack of cerebral convolutions and sulci, which results from defective migration of nervous cells precursors in the telencephalus. The cause is presumably genetic. Lhasa-Apso dogs are most frequently affected, even though it may also occur in association with cerebellar hypoplasia in the Irish Setter, Wire-Haired Terrier and Samoieda breeds. This association was also reported in a cat. Clinical signs consist of dementia, aggressiveness, seizures, visual and olfactive dysfunctions, slow postural reactions and reduced menace response. Definitive diagnosis requires exams such as magnetic resonance imaging, cerebral biopsy or necropsy. There is no specific therapy for this disease, and seizures must be treated with anticonvulsants. The aim of this study is to review the literature regarding lissencephaly.

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Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq)

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Propósito y Método del Estudio: Determinar los perfiles de expresión de proteínas en orina en pacientes agrupados de acuerdo a las complicaciones presentadas post trasplante (TR) y detectar su variación al modificar la terapia. Fue un estudio observacional, longitudinal, analítico y retrospectivo. Se incluyeron pacientes que fueron sometidos a trasplante y estuvieron de acuerdo en participar en el protocolo. Se recolectaron muestras de orina pretrasplante y cada tercer día desde el momento del trasplante. Las muestras fueron almacenadas a -70ºC hasta el momento de su análisis por marcaje peptídico mediante isótopos isobáricos para la cuantificación relativa (iTRAQ). Se agrupó a los pacientes con complicaciones por infección confirmado por cultivos y rechazo agudo confirmado por biopsia. Se establecieron 4 fases de estudio: pre trasplante, post TR previo a complicación, post TR con complicación en curso y post TR complicación tratada. Contribuciones y Conclusiones: De Enero de 2009 a Mayo de 2013 se incluyeron a 22 pacientes: 10 mujeres (45%) y 12 hombres (55%) con una edad promedio de 45+ 15 años. Solo 12 pacientes presentaron complicaciones en el post TR: 2 pacientes con rechazo agudo al injerto (GR) (1hombre, 1 mujer); y 10 pacientes (6 hombres, 4 mujeres) en el grupo de infecciones (GI). Para el análisis por iTRAQ se hizo la cuantificación relativa comparando la presencia de las proteínas en las diferentes fases de estudio. Para el grupo de rechazo agudo, se encontraron 345 proteínas, de las cuales solo 15 cumplieron los criterios de aceptación de la técnica (score >30, > 2 péptidos identificados con el 95% de confianza). Para el grupo de infecciones se encontraron 113 de las cuales 28 cumplieron los criterios de aceptación de la técnica. Conclusiones: La albúmina fue la única proteína encontrada en ambos grupos de estudio, el resto de las proteínas 14 en el GR y 27 en GI fueron diferentes. Las 5 proteínas con mayor scores en GR fueron alfa 1 microglobulina, 5' nucleosidasa citosólica, Proteína 4 de unión a retinol, proteína de membrana 4 palmitolada y serin carboxipeptidasa mientras que en GI: acetil coenzima A sintetasa mitocondrial, adenosil homocisteinasa 2, proteína de dedo de zinc GLIS1isoforma X1, proteína putativa de la isoforma FAM157B, proteína de dedo de zinc 615 isoforma X6. Queda por dilucidar la participación de cada una de éstas en los pacientes con trasplante renal.

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El trasplante renal de donantes con criterios expandidos (TRDCE) es una práctica cada vez más común en los centros de trasplante. A pesar de que los resultados de supervivencia del órgano de un DCE sean inferiores a los resultados obtenidos de un donante ideal, el efecto beneficioso del trasplante sobre la supervivencia es superior a permanecer en un programa de diálisis, incluso en pacientes de edad avanzada. Por tanto, identificar los factores de riesgo que pueden influir en la supervivencia de los injertos procedentes de DCE y sus sinergias nos podría ayudar a actuar de forma precoz sobre ellos, mejorando los resultados tanto en término de función renal como de supervivencia, en esta específica población. Al mismo tiempo, analizar la asociación de estos factores en dos periodos de tiempo nos podría aclarar si hemos optimizado el manejo de estos pacientes en aras de mejorar los resultados. Con esta hipótesis planteamos un estudio cuyo objetivos fueron los siguientes: Objetivo principal: Identificar los factores de riesgo y sus sinergias asociados a la supervivencia del injerto en TRDCE. Objetivos secundarios: - Comparar los factores de riesgo y la supervivencia del injerto en dos periodos de tiempo (1999-2004 vs 2005-2011) en estos pacientes que recibían un TRDCE. - Analizar la evolución clínica postrasplante de los pacientes en los dos periodos de tiempo. - Analizar los factores de riesgo asociados a la mortalidad en esta población. Se trata de un estudio de cohorte, longitudinal, retrospestivo, con seguimiento y monitorización prospectiva de la información clínica, que fue recogida en una base de datos diseñada para tal fin y que se actualizaba anualmente. El grupo de estudio estaba constituido por pacientes que recibieron un TRDCE de cadáver definido según los criterios de la UNOS, como: 1. Edad igual o mayor de 60 años. Edad entre 50 y 59 años y al menos dos de los siguientes factores de riesgo: el ACV como causa del fallecimiento, historia de HTA o creatinina plasmática en el momento de la extracción igual o mayor de 1.5 mg/dl. Todos los injertos tenían realizada una biopsia pretrasplante. Los pacientes incluidos en el estudio fueron 333 trasplantados consecutivos de un DCE en el Hospital Regional Universitario de Málaga entre Febrero de 1999 y Diciembre del 2011. Para el objetivo y el análisis de nuestros resultados dividimos nuestra cohorte en 2 subpoblaciones en función del periodo de tiempo en el que tuvo lugar el TR: Periodo I: años 1999-2004 y Periodo II: años 2005-2011. La mediana del tiempo de seguimiento fue de 68 meses, con un RIC de 39 a 109 meses. El tratamiento inmunosupresor más utilizado (69%) fue la inducción con un anticuerpo frente al receptor CD25 de la interleucina 2 (basiliximab o daclizumab), esteroides, micofenolato mofetilo e introducción tardía de Tacrolimus. La vida mediana del injerto fue de 8.5 años. Así a los 2, 5 y 7 años la supervivencia del injerto no censurada fue del 84%, 73% y 64% respectivamente, mientras que la censurada fue del 88%, 83% y 77%. Tras analizar los resultados, las principales conclusiones de este estudio son: 1- La adecuada selección tanto del DCE y como del receptor presumiblemente proporcionan una aceptable supervivencia tanto del paciente como del injerto. 2- Los factores de riesgo asociados con la pérdida del injerto son la sinergia entre la proteinuria y la función renal al tercer mes postrasplante y el título de anticuerpos citotóxicos superior al 25% en el momento del trasplante. 3- El haber recibido el TR entre los años 2005-2011 es un factor protector para la pérdida del injerto respecto al periodo anterior (años 1999-2004). Los resultados del TRDCE han mejorado en el segundo periodo, tanto en términos de función renal como de supervivencia del injerto. 4- Los factores de riesgo asociados con la muerte del paciente son la edad del receptor y la ECV postrasplante. 5- La suspensión del tratamiento esteroideo es un factor protector para el éxitus del paciente. 6- La infección es la principal causa de muerte del paciente. Por tanto debería considerarse una adecuada individualización de la terapia inmunosupresora en esta población de mayor edad. 7- La mortalidad por causa cardiovascular es inferior en el Periodo II, probablemente debido al mejor control de los factores de riesgo cardiovasculares y al menor tiempo de seguimiento en esta cohorte

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End-stage renal failure is a life-threatening condition, often treated with home-based peritoneal dialysis (PD). PD is a demanding regimen, and the patients who practise it must make numerous lifestyle changes and learn complicated biomedical techniques. In our experience, the renal nurses who provide mostPDeducation frequently express concerns that patient compliance with their teaching is poor. These concerns are mirrored in the renal literature. It has been argued that the perceived failure of health professionals to improve compliance rates with PD regimens is because ‘compliance’ itself has never been adequately conceptualized or defined; thus, it is difficult to operationalize and quantify. This paper examines how a group of Australian renal nurses construct patient compliance with PD therapy. These empirical data illuminate how PD compliance operates in one practice setting; how it is characterized by multiple and often competing energies; and how ultimately it might be pointless to try to tame ‘compliance’ through rigid definitions and measurement, or to rigidly enforce it in PD patients. The energies involved are too fractious and might be better spent, as many of the more experienced nurses in this study argue, in augmenting the energies that do work well together to improve patient outcomes.