861 resultados para Respondent Uncertainty
Resumo:
La salud es un aspecto muy importante en la vida de cualquier persona, de forma que, al ocurrir cualquier contingencia que merma el estado de salud de un individuo o grupo de personas, se debe valorar estrictamente y en detalle las distintas alternativas destinadas a combatir la enfermedad. Esto se debe a que, la calidad de vida de los pacientes variará dependiendo de la alternativa elegida. La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) se entiende como el valor asignado a la duración de la vida, modificado por la oportunidad social, la percepción, el estado funcional y la disminución provocadas por una enfermedad, accidente, tratamiento o política (Sacristán et al, 1995). Para determinar el valor numérico asignado a la CVRS, ante una intervención, debemos beber de la teoría económica aplicada a las evaluaciones sanitarias para nuevas intervenciones. Entre los métodos de evaluación económica sanitaria, el método coste-utilidad emplea como utilidad, los años de vida ajustado por calidad (AVAC), que consiste, por un lado, tener en cuenta la calidad de vida ante una intervención médica, y por otro lado, los años estimados a vivir tras la intervención. Para determinar la calidad de vida, se emplea técnicas como el Juego Estándar, la Equivalencia Temporal y la Escala de Categoría. Estas técnicas nos proporcionan un valor numérico entre 0 y 1, siendo 0 el peor estado y 1 el estado perfecto de salud. Al entrevistar a un paciente a cerca de la utilidad en términos de salud, puede haber riesgo o incertidumbre en la pregunta planteada. En tal caso, se aplica el Juego Estándar con el fin de determinar el valor numérico de la utilidad o calidad de vida del paciente ante un tratamiento dado. Para obtener este valor, al paciente se le plantean dos escenarios: en primer lugar, un estado de salud con probabilidad de morir y de sobrevivir, y en segundo lugar, un estado de certeza. La utilidad se determina modificando la probabilidad de morir hasta llegar a la probabilidad que muestra la indiferencia del individuo entre el estado de riesgo y el estado de certeza. De forma similar, tenemos la equivalencia temporal, cuya aplicación resulta más fácil que el juego estándar ya que valora en un eje de ordenadas y abscisas, el valor de la salud y el tiempo a cumplir en esa situación ante un tratamiento sanitario, de forma que, se llega al valor correspondiente a la calidad de vida variando el tiempo hasta que el individuo se muestre indiferente entre las dos alternativas. En último lugar, si lo que se espera del paciente es una lista de estados de salud preferidos ante un tratamiento, empleamos la Escala de Categoría, que consiste en una línea horizontal de 10 centímetros con puntuaciones desde 0 a 100. La persona entrevistada coloca la lista de estados de salud según el orden de preferencia en la escala que después es normalizado a un intervalo entre 0 y 1. Los años de vida ajustado por calidad se obtienen multiplicando el valor de la calidad de vida por los años de vida estimados que vivirá el paciente. Sin embargo, ninguno de estas metodologías mencionadas consideran el factor edad, siendo necesario la inclusión de esta variable. Además, los pacientes pueden responder de manera subjetiva, situación en la que se requiere la opinión de un experto que determine el nivel de discapacidad del aquejado. De esta forma, se introduce el concepto de años de vida ajustado por discapacidad (AVAD) tal que el parámetro de utilidad de los AVAC será el complementario del parámetro de discapacidad de los AVAD Q^i=1-D^i. A pesar de que este último incorpora parámetros de ponderación de edad que no se contemplan en los AVAC. Además, bajo la suposición Q=1-D, podemos determinar la calidad de vida del individuo antes del tratamiento. Una vez obtenido los AVAC ganados, procedemos a la valoración monetaria de éstos. Para ello, partimos de la suposición de que la intervención sanitaria permite al individuo volver a realizar las labores que venía realizando. De modo que valoramos los salarios probables con una temporalidad igual a los AVAC ganados, teniendo en cuenta la limitación que supone la aplicación de este enfoque. Finalmente, analizamos los beneficios derivados del tratamiento (masa salarial probable) si empleamos la tabla GRF-95 (población femenina) y GRM-95 (población masculina).
Resumo:
Quantifying scientific uncertainty when setting total allowable catch limits for fish stocks is a major challenge, but it is a requirement in the United States since changes to national fisheries legislation. Multiple sources of error are readily identifiable, including estimation error, model specification error, forecast error, and errors associated with the definition and estimation of reference points. Our focus here, however, is to quantify the influence of estimation error and model specification error on assessment outcomes. These are fundamental sources of uncertainty in developing scientific advice concerning appropriate catch levels and although a study of these two factors may not be inclusive, it is feasible with available information. For data-rich stock assessments conducted on the U.S. west coast we report approximate coefficients of variation in terminal biomass estimates from assessments based on inversion of the assessment of the model’s Hessian matrix (i.e., the asymptotic standard error). To summarize variation “among” stock assessments, as a proxy for model specification error, we characterize variation among multiple historical assessments of the same stock. Results indicate that for 17 groundfish and coastal pelagic species, the mean coefficient of variation of terminal biomass is 18%. In contrast, the coefficient of variation ascribable to model specification error (i.e., pooled among-assessment variation) is 37%. We show that if a precautionary probability of overfishing equal to 0.40 is adopted by managers, and only model specification error is considered, a 9% reduction in the overfishing catch level is indicated.
Resumo:
Stock assessments can be problematic because of uncertainties associated with the data or because of simplified assumptions made when modeling biological processes (Rosenberg and Restrepo, 1995). For example, the common assumption in stock assessments that stocks are homogeneous and discrete (i.e., there is no migration between the stocks) is not necessarily true (Kell et al., 2004a, 2004b).
Resumo:
This contribution illustrates how modern spreadsheets aid the calculation and visualization of yield models and how the effects of uncertainties may be incorporated using Monte Carlo simulation. It is argued that analogous approaches can be implemented for other assessment models of simple to medium complexity justifying wider use of spreadsheets in fisheries analysis and training.