Economía de la salud, modalidades de evaluación económica


Autoria(s): Kusi Appiah, Eugene
Contribuinte(s)

Herrera Cabezón, Ana Teresa

F. CC. ECONOMICAS Y EMPRESARIALES

EKONOMIA ETA ENPRESA ZIENTZIEN F.

Grado en Finanzas y Seguros

Finantza eta Aseguruetako Gradua

Data(s)

27/01/2016

27/01/2016

27/01/2016

09/09/2015

Resumo

La salud es un aspecto muy importante en la vida de cualquier persona, de forma que, al ocurrir cualquier contingencia que merma el estado de salud de un individuo o grupo de personas, se debe valorar estrictamente y en detalle las distintas alternativas destinadas a combatir la enfermedad. Esto se debe a que, la calidad de vida de los pacientes variará dependiendo de la alternativa elegida. La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) se entiende como el valor asignado a la duración de la vida, modificado por la oportunidad social, la percepción, el estado funcional y la disminución provocadas por una enfermedad, accidente, tratamiento o política (Sacristán et al, 1995). Para determinar el valor numérico asignado a la CVRS, ante una intervención, debemos beber de la teoría económica aplicada a las evaluaciones sanitarias para nuevas intervenciones. Entre los métodos de evaluación económica sanitaria, el método coste-utilidad emplea como utilidad, los años de vida ajustado por calidad (AVAC), que consiste, por un lado, tener en cuenta la calidad de vida ante una intervención médica, y por otro lado, los años estimados a vivir tras la intervención. Para determinar la calidad de vida, se emplea técnicas como el Juego Estándar, la Equivalencia Temporal y la Escala de Categoría. Estas técnicas nos proporcionan un valor numérico entre 0 y 1, siendo 0 el peor estado y 1 el estado perfecto de salud. Al entrevistar a un paciente a cerca de la utilidad en términos de salud, puede haber riesgo o incertidumbre en la pregunta planteada. En tal caso, se aplica el Juego Estándar con el fin de determinar el valor numérico de la utilidad o calidad de vida del paciente ante un tratamiento dado. Para obtener este valor, al paciente se le plantean dos escenarios: en primer lugar, un estado de salud con probabilidad de morir y de sobrevivir, y en segundo lugar, un estado de certeza. La utilidad se determina modificando la probabilidad de morir hasta llegar a la probabilidad que muestra la indiferencia del individuo entre el estado de riesgo y el estado de certeza. De forma similar, tenemos la equivalencia temporal, cuya aplicación resulta más fácil que el juego estándar ya que valora en un eje de ordenadas y abscisas, el valor de la salud y el tiempo a cumplir en esa situación ante un tratamiento sanitario, de forma que, se llega al valor correspondiente a la calidad de vida variando el tiempo hasta que el individuo se muestre indiferente entre las dos alternativas. En último lugar, si lo que se espera del paciente es una lista de estados de salud preferidos ante un tratamiento, empleamos la Escala de Categoría, que consiste en una línea horizontal de 10 centímetros con puntuaciones desde 0 a 100. La persona entrevistada coloca la lista de estados de salud según el orden de preferencia en la escala que después es normalizado a un intervalo entre 0 y 1. Los años de vida ajustado por calidad se obtienen multiplicando el valor de la calidad de vida por los años de vida estimados que vivirá el paciente. Sin embargo, ninguno de estas metodologías mencionadas consideran el factor edad, siendo necesario la inclusión de esta variable. Además, los pacientes pueden responder de manera subjetiva, situación en la que se requiere la opinión de un experto que determine el nivel de discapacidad del aquejado. De esta forma, se introduce el concepto de años de vida ajustado por discapacidad (AVAD) tal que el parámetro de utilidad de los AVAC será el complementario del parámetro de discapacidad de los AVAD Q^i=1-D^i. A pesar de que este último incorpora parámetros de ponderación de edad que no se contemplan en los AVAC. Además, bajo la suposición Q=1-D, podemos determinar la calidad de vida del individuo antes del tratamiento. Una vez obtenido los AVAC ganados, procedemos a la valoración monetaria de éstos. Para ello, partimos de la suposición de que la intervención sanitaria permite al individuo volver a realizar las labores que venía realizando. De modo que valoramos los salarios probables con una temporalidad igual a los AVAC ganados, teniendo en cuenta la limitación que supone la aplicación de este enfoque. Finalmente, analizamos los beneficios derivados del tratamiento (masa salarial probable) si empleamos la tabla GRF-95 (población femenina) y GRM-95 (población masculina).

Health is a very important aspect in the life of any individual, in a way that, at the occurrence of any contingencies that deteriorates the health condition of a person or a group of people, a strict and detailed evaluation of the various alternatives that are focused in combating the disease, must be undergone. This is due to the fact that, the quality of life of the patients will vary, depending on the chosen alternative. Health related quality of life (HRQOL) is understood as the value assigned to the life duration, modified by the social opportunity, perception, functional state and the deterioration provoked by a disease, accident, treatment or policy (Sacristán et al 1995). In order to determine the HRQOL, before an intervention, we must drink from the economic theory applied in health evaluations for new interventions. Among the methods used in health economic evaluation, the cost-utility method takes as utility in the denominator, the quality adjusted life years (QALYs). On the one hand, this consists of the quality of life at a medical intervention, and on the other hand, the estimated life years followed by the intervention. In other to determine the quality of life, techniques such as Standard Gamble, Time Trade-Off and the Rating Scale are applied. These techniques provide a numeric value between 0 and 1, with 0 being the worst condition and 1 the perfect health condition. When interviewing a patient about the utility in terms of health, there may be risk or uncertainty in the question. In such situations, the Standard Gamble is applied with the objective to determine the numeric value of the utility or the quality of life at a given treatment. In order to obtain this value, two scenarios are presented to the patient: firstly, a health condition, which involves the probability of dying or surviving, and secondly, a secure health condition. The utility is determined by changing the probability of dying till the point in which the patient becomes indifferent between the risky state and the secure state. In a similar way, we have the Time Trade-Off, which has an easier application than the Standard Gamble this is so because it estimates on an abscissa and ordinate axes, the value of health and the time that is to be accomplished in that health state, so that the corresponding numeric value of the quality of life is obtained by changing the time period till the point that the person becomes indifferent between the two alternatives. And finally, when the patient is expected to produce a list of preferred health states given a health treatment, we shall apply the Rating Scale, which consists of a horizontal line with punctuations numbering from 0 to 100. The respondent places the list of the various health states on the scale according to his or her preference, which is later, normalized to an interval between 0 and 1. The quality adjusted life years are obtained by multiplying the value of the quality of life by the estimated years of life to be lived by the patient. Nevertheless, none of these mentioned methodologies take into account the age factor, being necessary the inclusion of this variable. Furthermore, some patients may respond subjectively, a situation that requires the opinion of an expert who is to determine disability weight of the patient. Thus, the disability adjusted life years (DALYs) is introduced so that, the utility parameter of the QALYs will be the complement of the disability in the DALYs Q^i=1-D^i although the latter incorporates age parameters which are not considered in QALYs. Moreover, under the supposition Q=1-D we can determine the individual’s quality of life before treatment. Once we have obtained the QALYs gained, we proceed to the monetary evaluation of these. In other to do so, we assume that health intervention allows the person to return his former work. In a way such that we estimate the likely wages to be received, with a time limit that is equal to the QALYs gained, taking into account the limitation of the application of this approach. Finally, we analyze the benefits derived from the treatment (probable payroll) if we decide to use the GRF-95 (female population) and GRM-95 (masculine population) mortality tables.

Identificador

http://hdl.handle.net/10810/16916

63803-677661-11

22316-677661

Idioma(s)

spa

es

Direitos

Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Palavras-Chave #Economía de la salud
Tipo

info:eu-repo/semantics/bachelorThesis