853 resultados para CAPILLA DE LOS REMEDIOS
Resumo:
La escalera de caracol es uno de los elementos que mejor define la evolución de la construcción pétrea a lo largo de nuestra historia moderna. El movimiento helicoidal de las piezas de una escalera muestra, con frecuencia, el virtuosismo que alcanzaron los maestros del arte de la cantería y la plasticidad, expresividad y ligereza de sus obras. A pesar de su origen exclusivamente utilitario y de su ubicación secundaria, se convertirán en signo de maestría y en elementos protagonistas del espacio que recorren y de la composición de los edificios, como es el caso de las grande vis de los Châteaux franceses del XVI como Blois, Chateaudun o Chambord o los schlosses alemanes como el de Hartenfels en Torgau. Este protagonismo queda patente en los tratados y manuscritos de cantería, elaborados fundamentalmente en España y Francia, a partir del siglo XVI que recogen un gran número de variantes de escaleras de caracol entre sus folios. Breve historia de la escalera de Caracol Los ejemplos más antiguos conocidos de escaleras de caracol en Occidente provienen de los primeros siglos de nuestra era y están asociados a construcciones de tipo conmemorativo, funerario o civil, romanas. Destaca de entre ellas la columna trajana, construida en el 113 por Apolodoro de Damasco en los Foros de Roma. Esta columna, conservada en la actualidad, fue profusamente representada por los tratados de arquitectura desde el Renacimento como el de Serlio, Caramuel, Piranesi, Rondelet y, más recientemente, Canina. Choisy describe en El arte de construir en Bizancio un grupo de escaleras de caracol cubiertas por bóvedas helicoidales y construidas entre el siglo IV y VIII; a esta misma época pertenecen otras escaleras con bóvedas aparejadas de forma desigual con sillarejos y sillares de pequeño tamaño sin reglas de traba claras, pensadas al igual que las de Choisy para ser revestidas con un mortero. Herederas de estas bóvedas de la antigüedad son las escaleras de caracol de la Edad Media. Así las describe Viollet le Duc: “compuestas por un machón construido en cantería, con caja perimetral circular, bóveda helicoidal construida en piedra sin aparejar, que se apoya en el machón y sobre el paramento circular interior. Estas bóvedas soportan los peldaños en los que las aristas son trazadas siguiendo los radios del círculo”. En esta misma época, siglos XI y XII, se construyen un grupo de escaleras de caracol abovedadas en piedra de cantería vista: las de la torre oeste de Notre Dame des Doms en Avignon, las de la tour de Roi, de Évêque y Bermonde de los Chateaux de Uzés, las gemelas de las torres de la Catedral Saint Théodorit de Uzés y la conocida escalera del transepto de la Abadía de Saint Gilles. Ésta última dará el nombre a uno de los modelos estereotómicos de mayor complejidad del art du trait o arte de la cantería: la vis Saint Gilles, que aparece en la mayoría de los textos dedicados al corte de piedras en España y Francia. La perfección y dificultad de su trazado hizo que, durante siglos, esta escalera de caracol fuera lugar de peregrinación de canteros y se convirtiera en el arquetipo de un modelo representado con profusión en los tratados hasta el siglo XIX. A partir del siglo XIII, será el husillo el tipo de escalera curva que dará respuesta a las intenciones de la arquitectura a la “moderna” o gótica. Estas escaleras con machón central se generalizarán, insertándose en un complejo sistema de circulaciones de servicio, que conectaban por completo, en horizontal y vertical, los edificios. Estos pasadizos horizontales y estas conexiones verticales, hábilmente incorporadas en el espesor de contrafuertes, machones, esquinas, etc, serán una innovación específicamente gótica, como señala Fitchen. La pieza de peldaño, que se fabrica casi “en serie” reflejará fielmente el espíritu racional y funcionalista de la arquitectura gótica. Inicialmente los peldaños serán prismáticos, sin labrar por su cara interior; después, éstos darán paso a escaleras más amables con los helicoides reglados formando su intradós. Insertos en construcciones góticas y en convivencia con husillos, encontramos algunos ejemplos de escaleras abovedadas en el siglo XIII y XIV. Estamos hablando de la escalera de la torre este del Castillo de Maniace en Siracusa, Sicilia y la escalera de la torre norte del transepto de la Catedral de Barcelona. En ambos casos, los caracoles se pueden relacionar con el tipo vis de Saint Gilles, pero incorporan invariantes de la construcción gótica que les hace mantener una relación tipológica y constructiva con los husillos elaborados en la misma época. En la segunda mitad del siglo XV aparecen, vinculadas al ámbito mediterráneo, un conjunto de escaleras en las que el machón central se desplaza transformándose en una moldura perimetral y dejando su lugar a un espacio hueco que permite el paso de la luz. Los tratados manuscritos de cantería que circulan en el XVI y XVII por España recogen el modelo con su denominación: caracol de Mallorca. Varios autores han mantenido la tesis de que el nombre proviene de la escalera situada en la torre noroeste de la Lonja de Palma de Mallorca. Los Manuscritos y tratados de Cantería y las escaleras de caracol Coincidiendo con la apertura intelectual que propicia el Renacimiento se publican algunos tratados de arquitectura que contienen capítulos dedicados al corte de las piedras. El primero de ellos es Le premier tome de l’Architecture de Philibert de L’Orme, publicado en 1567 en Francia. En España tenemos constancia de la existencia de numerosos cuadernos profesionales que circulaban entre los canteros. Varias copias de estos manuscritos han llegado hasta nuestros días. Los más completos son sin duda, las dos copias que se conservan del tratado de arquitectura de Alonso de Vandelvira, una en la Biblioteca Nacional y otra en la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y el manuscrito titulado Cerramientos y trazas de Montea de Ginés Martínez de Aranda. Todas estas colecciones de aparejos, con excepción de la atribuida a Pedro de Albiz, presentan trazas de escaleras de caracol. En los siglos XVII y XVIII los textos en España más interesantes para nuestras investigaciones son, como en el XVI, manuscritos que no llegaron a ver la imprenta. Entre ellos destacan De l’art del picapedrer de Joseph Gelabert y el Cuaderno de Arquitectura de Juan de Portor y Castro. Estos dos textos, que contienen varios aparejos de caracoles, están claramente vinculados con la práctica constructiva a diferencia de los textos impresos del XVIII, como los del Padre Tosca o el de Juan García Berruguilla, que dedican algunos capítulos a cortes de Cantería entre los que incluyen trazas de escaleras, pero desde un punto de vista más teórico. Podemos agrupar las trazas recogidas en los manuscritos y tratados en cinco grandes grupos: el caracol de husillo, el caracol de Mallorca, los caracoles abovedados, los caracoles exentos y los caracoles dobles. El husillo, de procedencia gótica, permanece en la mayoría de nuestros textos con diferentes denominaciones: caracol de husillo, caracol de nabo redondo o caracol macho. Se seguirá construyendo con frecuencia durante todo el periodo de la Edad Moderna. Los ejemplares más bellos presentan el intradós labrado formando un helicoide cilíndrico recto como es el caso del husillo del Monasterio de la Vid o el de la Catedral de Salamanca o un helicoide axial recto como en el de la Capilla de la Comunión en la Catedral de Santiago de Compostela. La diferencia estriba en la unión del intradós y el machón central: una amable tangencia en el primer caso o un encuentro marcado por una hélice en el segundo. El segundo tipo de caracol presente en casi todos los autores es el caracol de Mallorca. Vandelvira, Martínez de Aranda, y posteriormente Portor y Castro lo estudian con detenimiento. Gelabert, a mediados del siglo XVII, nos recordará su origen mediterráneo al presentar el que denomina Caracol de ojo abierto. El Caracol de Mallorca también estará presente en colecciones de aparejos como las atribuidas a Alonso de Guardia y Juan de Aguirre, ambas depositadas en la Biblioteca Nacional y en las compilaciones técnicas del siglo XVIII, de fuerte influencia francesa, aunque en este caso ya sin conservar su apelación original. El Caracol que dicen de Mallorca se extiende por todo el territorio peninsular de la mano de los principales maestros de la cantería. Los helicoides labrados con exquisita exactitud, acompañados de armoniosas molduras, servirán de acceso a espacios más representativos como bibliotecas, archivos, salas, etc. Es la escalera de la luz, como nos recuerda su apelación francesa, vis a jour. Precisamente en Francia, coincidiendo con el renacimiento de la arquitectura clásica se realizan una serie de escaleras de caracol abovedadas, en vis de Saint Gilles. Los tratados franceses, comenzando por De L’Orme, y siguiendo por, Jousse, Derand, Milliet Dechales, De la Hire, De la Rue, Frezier, Rondelet, Adhémar o Leroy, entre otros, recogen en sus escritos el modelo y coinciden en reconocer la dificultad de su trazado y el prestigio que adquirían los canteros al elaborar este tipo de escaleras. El modelo llega nuestras tierras en un momento histórico de productivo intercambio cultural y profesional entre Francia y España. Vandelvira, Martínez de Aranda y Portor y Castro analizan en sus tratados la “vía de San Gil”. En la provincia de Cádiz, en la Iglesia Mayor de Medina Sidonia, se construirá el más perfecto de los caracoles abovedados de la España renacentista. También en la provincia de Cádiz y vinculadas, posiblemente, a los mismos maestros encontramos un curioso grupo de escaleras abovedadas con generatriz circular horizontal. A pesar del extenso catálogo de escaleras presentes en la tratadística española, no aparece ninguna que muestre una mínima relación con ellas. Desde el punto de vista de la geometría, estamos ante uno de los tipos de escaleras que describe Choisy en El arte de construir en Bizancio. Se trata de escaleras abovedadas construidas por hojas y lechos horizontales. Los caracoles abovedados tendrán también su versión poligonal: la vis Saint Gilles quarré o el caracol de emperadores cuadrado en su versión vandelviresca. Las soluciones que dibujan los tratados son de planta cuadrada, pero la ejecución será poligonal en los raros ejemplos construidos, que se encuentran exclusivamente en Francia. Su geometría es compleja: el intradós es una superficie reglada alabeada denominada cilindroide; su trazado requiere una habilidad extrema y al ser un tanto innecesaria desde el punto de vista funcional, fue muy poco construida. Otro tipo de escalera habitual es la que Vandelvira y Martínez de Aranda denominan en sus tratados “caracol exento”. Se trata de una escalera volada alrededor de un pilar, sin apoyo en una caja perimetral y que, por lo tanto, debe trabajar en ménsula. Su función fue servir de acceso a espacios de reducidas dimensiones como púlpitos, órganos o coros. Encontramos ejemplos de estos caracoles exentos en el púlpito de la catedral de Viena y en España, en la subida al coro de la Iglesia arciprestal de Morella en Valencia. El largo repertorio de escaleras de caracol prosigue en los tratados y en las múltiples soluciones que encontramos en arquitecturas civiles y religiosas en toda Europa. Hasta varios caracoles en una sola caja: dobles e incluso triples. Dobles como el conocido de Chambord, o el doble husillo del Convento de Santo Domingo en Valencia, rematado por un caracol de Mallorca; triples como la triple escalera del Convento de Santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela. La tratadística española recogerá dos tipos de caracoles dobles, el ya comentado en una sola caja, en versiones con y sin machón central, definidos por Martínez de Aranda, Juan de Aguirre, Alonso de Guardia y Joseph Gelabert y el caracol doble formado por dos cajas diferentes y coaxiales. Vandelvira lo define como Caracol de Emperadores. Será el único tipo de caracol que recoja Cristobal de Rojas en su Teoría y Práctica de Fortificación. No hay duda que las escaleras de caracol han formado parte de un privilegiado grupo de elementos constructivos en constante evolución e investigación a lo largo de la historia de la arquitectura en piedra. Desde el cantero más humilde hasta los grandes maestros catedralicios las construyeron y, en muchos casos, crearon modelos nuevos en los pergaminos de sus propias colecciones o directamente sobre la piedra. Estos modelos casi experimentales sirvieron para encontrar trabajo o demostrar un grado de profesionalidad a sus autores, que les hiciera, al mismo tiempo, ganarse el respeto de sus compañeros. Gracias a esto, se inició un proceso ese proceso de investigación y evolución que produjo una diversidad en los tipos, sin precedentes en otros elementos similares, y la transferencia de procedimientos dentro del arte de la cantería. Los grandes autores del mundo de la piedra propusieron multitud de tipos y variantes, sin embargo, el modelo de estereotomía tradicionalmente considerado más complejo y más admirado es un caracol de reducidas dimensiones construido en el siglo XII: la Vis de Saint Gilles. Posiblemente ahí es donde reside la grandeza de este arte.
Resumo:
Este trabajo se ha realizado en el marco del Proyecto de Investigación I+D DER2012-37970, Investigadora Principal: Remedios Ferrero Mico, Título: Rupturas y pervivencias de la tradición jurídica y financiera de la Corona de Aragón en la crisis del Antiguo Régimen. Financiado con Fondos FEDER.
Resumo:
El presente artículo recorre la tipología de los cementerios y su arquitectura funeraria, en España, desde 1787 hasta principios del siglo XX, etapa de su fundación como ciudades de los muertos separadas de las ciudades de los vivos por problemas de higiene y salud, concretado en la geografía alicantina. Se distinguen tres estadios. Los primeros cementerios de tipo en planta cuadrada (muro perimetral y capilla interior) y sepulturas enterradas. Los segundos, que mantienen este tipo, pero materializan los andadores con el esquema ortogonal en cruz mediante la vegetación y la construcciones de panteones aislados o grupos de nichos. Los últimos cementerios, saturados y densificados, proceden a ampliaciones (como si de una ciudad se tratara) o al traslado con un nuevo proyecto que plantea la necrópolis como un amplio jardín: un museo de escultura y arquitectura al aire libre. Singular y excepcional resulta el cementerio de Alcoy (1889-1909) por sus soterrar sus galerías de nichos. Se evidencia la estrecha relación entre epidemias y cementerios, así como su imaginario simbólico. Los cementerios evolucionan hasta convertirse en las ciudades de la memoria de la sociedad del siglo XIX y es sintomático el paralelismo del desarrollo entre las ciudades de los vivos (industriales) y las de los muertos (del recuerdo) así como el hecho de que la separación en dos ciudades mejoró la salud de la ciudad de los vivos.
Resumo:
El Consejo Extraordinario de Castilla motivó la expulsión de los Jesuitas conforme al auto del fiscal Campomanes. La conspiración basada en la divulgación de panfletos y otra serie de pasquines fue utilizada como prueba para instruir un proceso criminal, no exento de aspectos controvertidos. La Pesquisa secreta realizada en Córdoba fue parte de la documentación conservada en distintos archivos sobre el proceso previo a la expulsión. Este trabajo es una nueva aproximación al procedimiento criminal seguido contra los miembros de la Compañía de Jesús en Córdoba, y a las averiguaciones realizadas en relación con las normas del derecho procesal de la época.
Resumo:
Segunda obra con port. propia en p. 261: "Panegirico de la Magestuosa traslacion del admirable cuerpo de San Olaguer, hijo, canonigo, obispo y patron de la ciudad de Barcelona y Arçobispo de Tarragona, de su Antigua Capilla de la Iglesia desta ciudad, à otra de la misma Iglesia nuevamente construida ... / hecho por el muy ilustre señor D. Ioseph Romaguera canonigo penitenciario de la misma S. Iglesia, &c."
Resumo:
Contiene: Introduccion, Descripcion de la Capilla, Relacion de las fiestas, 98 h. Sermones que se predicaron en la Santa Iglesia de Toledo, en los nueve dias de la solenidad de traslacion, y colocacion de la Santa imagen de nuestras Señora del Sagrario, 126 h. Sermon de la gloriosa assumpcion de Nuestra Señora que predico el P. Geronymo de Florencia, 28 h. Certamen poetico, 141 h.
Resumo:
Mode of access: Internet.
Resumo:
Mode of access: Internet.
Resumo:
Mode of access: Internet.
Resumo:
En pie de imp. del vol. I consta "Se hallará en la librería de Gila..."
Resumo:
Mode of access: Internet.
Resumo:
Segunda parte de las consideraciones sobre los Evangelios de la Quaresma desde el domingo quarto y ferias hasta la octaua de la Resurrección, con port. propia ; Tratado de los escrupulos y de sus remedios, con port. propia en h. [226] de la segunda secuencia.
Resumo:
Aim: This study is going to assess the prevalance of prolonged grief diagnoses and it will evaluate the severity of the symptoms of depression, anxiety and complicated grief two months after a loved one is lost. We also intend to study which variables associated with the risk of grief could be more decisive when diagnosing it, its symptoms and the consequent emotional distress.Method: A total of 66 families of patients in the Palliative Care Unit (PCU) at Hospital San Cecilio in Granada have been evaluated. Measurements were taken two months after the death. This investigation has explored the existing emotional distress using the following questionnaires: Beck Depression Inventory (BDI-II), Beck Anxiety Inventory (BAI), Inventory of Complicated Grief (ICG) and Prolongued Grief Disorder (PG-12).Results: The results show that 33.3% and 21.21% of the sufferers had high levels of depression and clinical anxiety two months after the death. The prevalence of prolongued grief diagnoses, according to the PG-12, is 10.6% and 53.03% of the participants showed symptoms of complicated grief according to the ICG. Additionally, statistically significant differences are found in the sufferers with and without a prolongued grief diagnosis and scores in the ICG and BDI-II. The family’s financial situation is linked to the presence of symptoms of anxiety and depression and complicated grief, with the most determining variable being the risk of grief. Finally, the greater the age of the deceased and the longer the time spent in the PCU is linked to fewer symptoms of grief. However, important links have been found between the sufferers who have experienced stressful critical events prior to losing their loved one, with symptoms of depression, anxiety and complicated grief.Conclusions: The high numbers of cases of symptoms of complicated grief and levels of anxiety and clinical depression two months after a death suggests that early interventions should be carried out in those individuals with greater vulnerability.
Resumo:
El culto a la diosa Isis, de origen egipcio aunque helenizado a partir del dominio macedónico, se expande por el mundo grecorromano hasta abarcar un espacio geográfico muy amplio, como nunca antes había conocido. Los testimonios literarios que se refieren a él en época altoimperial son abundantes y de distinta naturaleza, desde descripciones precisas de elementos clave hasta escritos hostiles por parte de autores cristianos con una intencionalidad muy clara. El análisis pormenorizado de estos textos se antoja necesario si se quiere llegar a conocer el estado en el que se encuentra el culto isíaco en un período como el Alto Imperio.
Resumo:
En 1661, llegó a Tacoronte, un pueblo situado en el norte de la isla de Tenerife, una imagen que cambiaría la devoción cristiana de sus habitantes. Se trataba del Cristo de los Dolores, imagen aún hoy venerada por todos los canarios. Para su glorificación y regocijo de los tacoronteros, se procedió a la finalización de la iglesia que lo alberga desde entonces: el Santuario del Santísimo Cristo de los Dolores, y un año más tarde, en 1665, se policromaría el artesonado de la capilla mayor del templo donde se encuentra. Con este artículo pretendemos el análisis pormenorizado de dicho artesonado, estudiándolo desde todos los puntos de vista posibles, desde el histórico al químico, pasando por el arquitectónico o el iconográfico, sirviendo todas las disciplinas para el desarrollo histórico-artístico de la obra