7 resultados para Estelas
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
El concepto de "frontera" resulta problemático debido al uso corriente que se le da al término. Está naturalizada la noción de una frontera exclusiva: una barrera que divide un territorio A de un territorio no-A, rigiendo el principio aristotélico del tercero excluido. Para el estudio de sociedades de la antigüedad debemos necesariamente desembarazarnos de tales preconceptos. En el presente trabajo nos proponemos observar la factibilidad de utilizar tal concepto para entender las divisiones (no sólo físicas) en el Antiguo Egipto. Teniendo en cuenta el uso reiterado de estelas en la demarcación del espacio proponemos, a partir del estudio de las mismas, interrogarnos acerca de qué es exactamente lo que ellas delimitan y por qué se las utiliza para ello. Los casos testigo de las estelas que marcan el límite de la ciudad de Akhetatón y las llamadas falsa-puerta nos servirán para ilustrar nuestras tesis. Las primeras, erigidas para ser vistas, decretan un límite físico; las segundas, ocultas dentro de tumbas privadas, hacen las veces de límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos. En apariencia diferentes, encierran en realidad una misma función: separar regiones cósmicas, manteniendo al Caos fuera del territorio donde reina el Orden.
Resumo:
El concepto de "frontera" resulta problemático debido al uso corriente que se le da al término. Está naturalizada la noción de una frontera exclusiva: una barrera que divide un territorio A de un territorio no-A, rigiendo el principio aristotélico del tercero excluido. Para el estudio de sociedades de la antigüedad debemos necesariamente desembarazarnos de tales preconceptos. En el presente trabajo nos proponemos observar la factibilidad de utilizar tal concepto para entender las divisiones (no sólo físicas) en el Antiguo Egipto. Teniendo en cuenta el uso reiterado de estelas en la demarcación del espacio proponemos, a partir del estudio de las mismas, interrogarnos acerca de qué es exactamente lo que ellas delimitan y por qué se las utiliza para ello. Los casos testigo de las estelas que marcan el límite de la ciudad de Akhetatón y las llamadas falsa-puerta nos servirán para ilustrar nuestras tesis. Las primeras, erigidas para ser vistas, decretan un límite físico; las segundas, ocultas dentro de tumbas privadas, hacen las veces de límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos. En apariencia diferentes, encierran en realidad una misma función: separar regiones cósmicas, manteniendo al Caos fuera del territorio donde reina el Orden.
Resumo:
El concepto de "frontera" resulta problemático debido al uso corriente que se le da al término. Está naturalizada la noción de una frontera exclusiva: una barrera que divide un territorio A de un territorio no-A, rigiendo el principio aristotélico del tercero excluido. Para el estudio de sociedades de la antigüedad debemos necesariamente desembarazarnos de tales preconceptos. En el presente trabajo nos proponemos observar la factibilidad de utilizar tal concepto para entender las divisiones (no sólo físicas) en el Antiguo Egipto. Teniendo en cuenta el uso reiterado de estelas en la demarcación del espacio proponemos, a partir del estudio de las mismas, interrogarnos acerca de qué es exactamente lo que ellas delimitan y por qué se las utiliza para ello. Los casos testigo de las estelas que marcan el límite de la ciudad de Akhetatón y las llamadas falsa-puerta nos servirán para ilustrar nuestras tesis. Las primeras, erigidas para ser vistas, decretan un límite físico; las segundas, ocultas dentro de tumbas privadas, hacen las veces de límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos. En apariencia diferentes, encierran en realidad una misma función: separar regiones cósmicas, manteniendo al Caos fuera del territorio donde reina el Orden.
Resumo:
La tesis pretende demostrar que la formación identitaria de la Argentina se ha erigido, en buena medida, a partir de la querella en torno a la lengua que hablamos los argentinos. Esta querella consta de dos períodos. El primero se inicia en 1828, con el ensayo de Juan Cruz Varela sobre «Literatura Nacional», y tiene sus motivos más característicos durante el siglo XIX. El segundo viene de la mano del siglo XX, con Idioma nacional de los argentinos (1900), de Lucien Abeille, y sus estelas llegan hasta el día de hoy. Abeille puede considerarse una bisagra entre la vieja forma de estudiar las lenguas -ligada a la herencia del romanticismo y a la ciencia decimonónica-, y la nueva forma, de carácter ya lingüístico, que en España se desarrollaba en los albores del siglo XX. Estos dos períodos, no obstante, tuvieron como horizonte común discutir -ya sea negándolo, ya sea defendiéndolo- el idioma nacional, el idioma patrio, la lengua argentina, modos alternativos con que se ha aludido siempre a un mismo problema: la cuestión de la lengua en Argentina
Resumo:
La tesis pretende demostrar que la formación identitaria de la Argentina se ha erigido, en buena medida, a partir de la querella en torno a la lengua que hablamos los argentinos. Esta querella consta de dos períodos. El primero se inicia en 1828, con el ensayo de Juan Cruz Varela sobre «Literatura Nacional», y tiene sus motivos más característicos durante el siglo XIX. El segundo viene de la mano del siglo XX, con Idioma nacional de los argentinos (1900), de Lucien Abeille, y sus estelas llegan hasta el día de hoy. Abeille puede considerarse una bisagra entre la vieja forma de estudiar las lenguas -ligada a la herencia del romanticismo y a la ciencia decimonónica-, y la nueva forma, de carácter ya lingüístico, que en España se desarrollaba en los albores del siglo XX. Estos dos períodos, no obstante, tuvieron como horizonte común discutir -ya sea negándolo, ya sea defendiéndolo- el idioma nacional, el idioma patrio, la lengua argentina, modos alternativos con que se ha aludido siempre a un mismo problema: la cuestión de la lengua en Argentina
Resumo:
La tesis pretende demostrar que la formación identitaria de la Argentina se ha erigido, en buena medida, a partir de la querella en torno a la lengua que hablamos los argentinos. Esta querella consta de dos períodos. El primero se inicia en 1828, con el ensayo de Juan Cruz Varela sobre «Literatura Nacional», y tiene sus motivos más característicos durante el siglo XIX. El segundo viene de la mano del siglo XX, con Idioma nacional de los argentinos (1900), de Lucien Abeille, y sus estelas llegan hasta el día de hoy. Abeille puede considerarse una bisagra entre la vieja forma de estudiar las lenguas -ligada a la herencia del romanticismo y a la ciencia decimonónica-, y la nueva forma, de carácter ya lingüístico, que en España se desarrollaba en los albores del siglo XX. Estos dos períodos, no obstante, tuvieron como horizonte común discutir -ya sea negándolo, ya sea defendiéndolo- el idioma nacional, el idioma patrio, la lengua argentina, modos alternativos con que se ha aludido siempre a un mismo problema: la cuestión de la lengua en Argentina
Resumo:
La tesis pretende demostrar que la formación identitaria de la Argentina se ha erigido, en buena medida, a partir de la querella en torno a la lengua que hablamos los argentinos. Esta querella consta de dos períodos. El primero se inicia en 1828, con el ensayo de Juan Cruz Varela sobre «Literatura Nacional», y tiene sus motivos más característicos durante el siglo XIX. El segundo viene de la mano del siglo XX, con Idioma nacional de los argentinos (1900), de Lucien Abeille, y sus estelas llegan hasta el día de hoy. Abeille puede considerarse una bisagra entre la vieja forma de estudiar las lenguas -ligada a la herencia del romanticismo y a la ciencia decimonónica-, y la nueva forma, de carácter ya lingüístico, que en España se desarrollaba en los albores del siglo XX. Estos dos períodos, no obstante, tuvieron como horizonte común discutir -ya sea negándolo, ya sea defendiéndolo- el idioma nacional, el idioma patrio, la lengua argentina, modos alternativos con que se ha aludido siempre a un mismo problema: la cuestión de la lengua en Argentina