6 resultados para Combined synchronic diachronic perspective
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
Tanto en los estudios sincrónicos como en los diacrónicos queda en evidencia que el español posee diferentes formas de expresar el tiempo futuro. Por ejemplo, la desinencia del futuro morfológico (-ré) alterna en el español actual con la perífrasis verbal ir+a+infinitivo tal y como se ve en los siguientes ejemplos de la variedad rioplatense: (1) CFK advirtió que "Vamos a sostener este modelo de crecimiento con todas las decisiones que haya que tomar" (Diario Digital 25-04-2012); (2) Rossi aseguró que votarán a favor de YPF unos doscientos diputados (La Nación 28-04-2012). Este hecho ha sido analizado por innumerables estudios y autores, muchos de los cuales se han aproximado a este tema desde la perspectiva variacionista que relaciona significados y contextos (Martínez 1987, Sedano 1994, Company 1999, Alaniz 2010); esta perspectiva explica dicha alternancia por medio de un continuum de factualidad el cual va desde la mayor factualidad de la perífrasis a la menor factualidad de la forma sintética. El análisis de los datos de acuerdo con dichos significados básicos postulados parecía confirmar la hipótesis, al menos en los contextos relacionados con la comunicación oral cotidiana (Martínez 1987). Sin embargo, un estudio más profundo sobre los usos de dichas formas en otros géneros discursivos (Mailhes 2010) nos lleva a replantearnos los significados básicos. En este sentido, la hipótesis que nos interesa confirmar es que las formas se encuentran vinculadas a la evaluación de los hechos por medio de la posibilidad de ejercer control sobre los mismos . Si existe control, se puede seleccionar la perífrasis; si no existe, la forma sintética será más apropiada. La ausencia de control puede dar lugar a una posibilidad más o menos remota así como a la profecía, dos esferas donde la variación es explotada
Resumo:
En torno a 1912-1914, José Ortega y Gasset inicia una serie de reflexiones sobre las obras más recientes de Pío Baroja y Azorín, con el ánimo de llevar a cabo un análisis del proceso de regeneración de España. Las obras de Baroja y Azorín muestran, a los ojos de Ortega, dos modos distintos pero complementarios de entender España, de enfrentarse al problema patriótico y de afrontar el proceso de modernización del país, que, tal como intuye el filósofo madrileño, ha de llevarse a cabo a través de una renovación cultural. Esa perspectiva analítica va a derivar pronto en el pensador madrileño en una reflexión sobre la teoría de la novela como género literario, a partir de los textos de los dos escritores, como modo de enunciar a través de la evolución del género novelesco la evolución y crisis del racionalismo moderno. Así, la reflexión teórica orteguiana sobre la naturaleza de la novela, desde un punto de vista diacrónico en Meditaciones del Quijote (1914) y desde un punto de vista sincrónico en Ideas sobre la novela (1925), apunta a una doble finalidad, a partir de la reflexión estética: a la visión de la crisis de la razón racionalista y el surgimiento de una nueva razón vital; al problema de cómo enfrentar el proceso de modernización de España en los primeros años del siglo XX. En consecuencia, el debate estético que llevarán a cabo Baroja y Azorín a partir de las reflexiones orteguianas, que estallará en el enfrentamiento entre Baroja y Ortega a la altura de 1924-1925, encubre un debate ideológico del que el otro no es mera cobertura, sino elemento sustancial (el hombre es entendido por Ortega como un "ser de cultura", mientras que Baroja lo concibe como "ser de raza"), y que se ubica en la reflexión central de la vanguardia dentro de la modernidad.
Resumo:
En torno a 1912-1914, José Ortega y Gasset inicia una serie de reflexiones sobre las obras más recientes de Pío Baroja y Azorín, con el ánimo de llevar a cabo un análisis del proceso de regeneración de España. Las obras de Baroja y Azorín muestran, a los ojos de Ortega, dos modos distintos pero complementarios de entender España, de enfrentarse al problema patriótico y de afrontar el proceso de modernización del país, que, tal como intuye el filósofo madrileño, ha de llevarse a cabo a través de una renovación cultural. Esa perspectiva analítica va a derivar pronto en el pensador madrileño en una reflexión sobre la teoría de la novela como género literario, a partir de los textos de los dos escritores, como modo de enunciar a través de la evolución del género novelesco la evolución y crisis del racionalismo moderno. Así, la reflexión teórica orteguiana sobre la naturaleza de la novela, desde un punto de vista diacrónico en Meditaciones del Quijote (1914) y desde un punto de vista sincrónico en Ideas sobre la novela (1925), apunta a una doble finalidad, a partir de la reflexión estética: a la visión de la crisis de la razón racionalista y el surgimiento de una nueva razón vital; al problema de cómo enfrentar el proceso de modernización de España en los primeros años del siglo XX. En consecuencia, el debate estético que llevarán a cabo Baroja y Azorín a partir de las reflexiones orteguianas, que estallará en el enfrentamiento entre Baroja y Ortega a la altura de 1924-1925, encubre un debate ideológico del que el otro no es mera cobertura, sino elemento sustancial (el hombre es entendido por Ortega como un "ser de cultura", mientras que Baroja lo concibe como "ser de raza"), y que se ubica en la reflexión central de la vanguardia dentro de la modernidad.
Resumo:
Tanto en los estudios sincrónicos como en los diacrónicos queda en evidencia que el español posee diferentes formas de expresar el tiempo futuro. Por ejemplo, la desinencia del futuro morfológico (-ré) alterna en el español actual con la perífrasis verbal ir+a+infinitivo tal y como se ve en los siguientes ejemplos de la variedad rioplatense: (1) CFK advirtió que "Vamos a sostener este modelo de crecimiento con todas las decisiones que haya que tomar" (Diario Digital 25-04-2012); (2) Rossi aseguró que votarán a favor de YPF unos doscientos diputados (La Nación 28-04-2012). Este hecho ha sido analizado por innumerables estudios y autores, muchos de los cuales se han aproximado a este tema desde la perspectiva variacionista que relaciona significados y contextos (Martínez 1987, Sedano 1994, Company 1999, Alaniz 2010); esta perspectiva explica dicha alternancia por medio de un continuum de factualidad el cual va desde la mayor factualidad de la perífrasis a la menor factualidad de la forma sintética. El análisis de los datos de acuerdo con dichos significados básicos postulados parecía confirmar la hipótesis, al menos en los contextos relacionados con la comunicación oral cotidiana (Martínez 1987). Sin embargo, un estudio más profundo sobre los usos de dichas formas en otros géneros discursivos (Mailhes 2010) nos lleva a replantearnos los significados básicos. En este sentido, la hipótesis que nos interesa confirmar es que las formas se encuentran vinculadas a la evaluación de los hechos por medio de la posibilidad de ejercer control sobre los mismos . Si existe control, se puede seleccionar la perífrasis; si no existe, la forma sintética será más apropiada. La ausencia de control puede dar lugar a una posibilidad más o menos remota así como a la profecía, dos esferas donde la variación es explotada
Resumo:
Tanto en los estudios sincrónicos como en los diacrónicos queda en evidencia que el español posee diferentes formas de expresar el tiempo futuro. Por ejemplo, la desinencia del futuro morfológico (-ré) alterna en el español actual con la perífrasis verbal ir+a+infinitivo tal y como se ve en los siguientes ejemplos de la variedad rioplatense: (1) CFK advirtió que "Vamos a sostener este modelo de crecimiento con todas las decisiones que haya que tomar" (Diario Digital 25-04-2012); (2) Rossi aseguró que votarán a favor de YPF unos doscientos diputados (La Nación 28-04-2012). Este hecho ha sido analizado por innumerables estudios y autores, muchos de los cuales se han aproximado a este tema desde la perspectiva variacionista que relaciona significados y contextos (Martínez 1987, Sedano 1994, Company 1999, Alaniz 2010); esta perspectiva explica dicha alternancia por medio de un continuum de factualidad el cual va desde la mayor factualidad de la perífrasis a la menor factualidad de la forma sintética. El análisis de los datos de acuerdo con dichos significados básicos postulados parecía confirmar la hipótesis, al menos en los contextos relacionados con la comunicación oral cotidiana (Martínez 1987). Sin embargo, un estudio más profundo sobre los usos de dichas formas en otros géneros discursivos (Mailhes 2010) nos lleva a replantearnos los significados básicos. En este sentido, la hipótesis que nos interesa confirmar es que las formas se encuentran vinculadas a la evaluación de los hechos por medio de la posibilidad de ejercer control sobre los mismos . Si existe control, se puede seleccionar la perífrasis; si no existe, la forma sintética será más apropiada. La ausencia de control puede dar lugar a una posibilidad más o menos remota así como a la profecía, dos esferas donde la variación es explotada
Resumo:
En torno a 1912-1914, José Ortega y Gasset inicia una serie de reflexiones sobre las obras más recientes de Pío Baroja y Azorín, con el ánimo de llevar a cabo un análisis del proceso de regeneración de España. Las obras de Baroja y Azorín muestran, a los ojos de Ortega, dos modos distintos pero complementarios de entender España, de enfrentarse al problema patriótico y de afrontar el proceso de modernización del país, que, tal como intuye el filósofo madrileño, ha de llevarse a cabo a través de una renovación cultural. Esa perspectiva analítica va a derivar pronto en el pensador madrileño en una reflexión sobre la teoría de la novela como género literario, a partir de los textos de los dos escritores, como modo de enunciar a través de la evolución del género novelesco la evolución y crisis del racionalismo moderno. Así, la reflexión teórica orteguiana sobre la naturaleza de la novela, desde un punto de vista diacrónico en Meditaciones del Quijote (1914) y desde un punto de vista sincrónico en Ideas sobre la novela (1925), apunta a una doble finalidad, a partir de la reflexión estética: a la visión de la crisis de la razón racionalista y el surgimiento de una nueva razón vital; al problema de cómo enfrentar el proceso de modernización de España en los primeros años del siglo XX. En consecuencia, el debate estético que llevarán a cabo Baroja y Azorín a partir de las reflexiones orteguianas, que estallará en el enfrentamiento entre Baroja y Ortega a la altura de 1924-1925, encubre un debate ideológico del que el otro no es mera cobertura, sino elemento sustancial (el hombre es entendido por Ortega como un "ser de cultura", mientras que Baroja lo concibe como "ser de raza"), y que se ubica en la reflexión central de la vanguardia dentro de la modernidad.