7 resultados para Clítico

em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina


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La sintaxis de una lengua se halla motivada semántica y pragmáticamente. La dimensión pragmática establece qué formas lingüísticas -y sus significados- son más apropiadas para qué contexto. En este trabajo intentamos mostrar cómo el lenguaje es modelado por la cultura cuando lo pragmático es etnopragmático. Los sesgos en la frecuencia relativa de uso de los clíticos de tercera persona en distintas variedades del español americano constituyen un ámbito adecuado. La naturaleza deíctica de los clíticos del español hace que se pongan en juego al menos dos tipos de dimensión pragmática: la dimensión referencial y la dimensión relacional. El valor que cobra la referencia es, ciertamente, cultural, asignado por la comunidad. En efecto, es esperable que diferentes grupos culturales asignen diferentes valores a los mismos referentes y que estos valores culturales influyan en la conformación de los paradigmas de la lengua. Ejemplificaremos la propuesta mediante la observación de la expansión del empleo de le y la ausencia del clítico en el campo de los acusativos en el español guaranítico argentino y del uso categórico y variable de los clíticos respecto de algunos verbos en el español de bolivianos residentes en la Argentina

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La sintaxis de una lengua se halla motivada semántica y pragmáticamente. La dimensión pragmática establece qué formas lingüísticas -y sus significados- son más apropiadas para qué contexto. En este trabajo intentamos mostrar cómo el lenguaje es modelado por la cultura cuando lo pragmático es etnopragmático. Los sesgos en la frecuencia relativa de uso de los clíticos de tercera persona en distintas variedades del español americano constituyen un ámbito adecuado. La naturaleza deíctica de los clíticos del español hace que se pongan en juego al menos dos tipos de dimensión pragmática: la dimensión referencial y la dimensión relacional. El valor que cobra la referencia es, ciertamente, cultural, asignado por la comunidad. En efecto, es esperable que diferentes grupos culturales asignen diferentes valores a los mismos referentes y que estos valores culturales influyan en la conformación de los paradigmas de la lengua. Ejemplificaremos la propuesta mediante la observación de la expansión del empleo de le y la ausencia del clítico en el campo de los acusativos en el español guaranítico argentino y del uso categórico y variable de los clíticos respecto de algunos verbos en el español de bolivianos residentes en la Argentina

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La sintaxis de una lengua se halla motivada semántica y pragmáticamente. La dimensión pragmática establece qué formas lingüísticas -y sus significados- son más apropiadas para qué contexto. En este trabajo intentamos mostrar cómo el lenguaje es modelado por la cultura cuando lo pragmático es etnopragmático. Los sesgos en la frecuencia relativa de uso de los clíticos de tercera persona en distintas variedades del español americano constituyen un ámbito adecuado. La naturaleza deíctica de los clíticos del español hace que se pongan en juego al menos dos tipos de dimensión pragmática: la dimensión referencial y la dimensión relacional. El valor que cobra la referencia es, ciertamente, cultural, asignado por la comunidad. En efecto, es esperable que diferentes grupos culturales asignen diferentes valores a los mismos referentes y que estos valores culturales influyan en la conformación de los paradigmas de la lengua. Ejemplificaremos la propuesta mediante la observación de la expansión del empleo de le y la ausencia del clítico en el campo de los acusativos en el español guaranítico argentino y del uso categórico y variable de los clíticos respecto de algunos verbos en el español de bolivianos residentes en la Argentina

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La sintaxis de una lengua se halla motivada semántica y pragmáticamente. La dimensión pragmática establece qué formas lingüísticas -y sus significados- son más apropiadas para qué contexto. En este trabajo intentamos mostrar cómo el lenguaje es modelado por la cultura cuando lo pragmático es etnopragmático. Los sesgos en la frecuencia relativa de uso de los clíticos de tercera persona en distintas variedades del español americano constituyen un ámbito adecuado. La naturaleza deíctica de los clíticos del español hace que se pongan en juego al menos dos tipos de dimensión pragmática: la dimensión referencial y la dimensión relacional. El valor que cobra la referencia es, ciertamente, cultural, asignado por la comunidad. En efecto, es esperable que diferentes grupos culturales asignen diferentes valores a los mismos referentes y que estos valores culturales influyan en la conformación de los paradigmas de la lengua. Ejemplificaremos la propuesta mediante la observación de la expansión del empleo de le y la ausencia del clítico en el campo de los acusativos en el español guaranítico argentino y del uso categórico y variable de los clíticos respecto de algunos verbos en el español de bolivianos residentes en la Argentina

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En el marco de la gramática contrastiva entre inglés y castellano, asumimos la perspectiva generativista, según la cual la sintaxis humana resulta de procesos derivacionales que combinan, por medio de mecanismos innatos, elementos capaces de codificar significados primitivos. Trabajamos con datos, ya sea reales o inventados, que ilustran los distintos tipos de oraciones ?gramaticales? posibles en una lengua natural. Nos centramos en la noción de ?ergatividad?, utilizada por distintas teorías para explicar fenómenos sintácticos y semánticos no siempre coincidentes. Desde el Funcionalismo/Cognitivismo norteamericano, Scott DeLancey (2001) compara distintas lenguas y distingue morfológicamente los sujetos ?agentivos? en estructuras causadas de los sujetos ?afectados? en estructuras no causadas. Según la Lingüística Sistémica Funcional (Halliday 1985, 2004), la ergatividad abarca, no sólo la presencia o ausencia de Causa en un proceso particular, sino también la relación causal que vincula distintos procesos entre sí. El esquema ergativo de Halliday incluye, además de pares constituidos por eventos de cambio de estado no causados y de causa externa, eventos inergativos de causa externa, y eventos transitivos instigados por otro proceso, expresado lingüísticamente o bien inferido. Desde la perspectiva de la Semántica Relacional (Mateu, 2002), reducimos el número de ?constructos primitivos? disponibles de tres a dos. Consideramos dos alternancias: la ergativo-transitiva y la causa interna/externa con inergativos. No vinculamos ni sintáctica ni derivacionalmente las construcciones transitivas con los eventos inferidos que las instigan. Justificamos la relación derivacional que vincula las construcciones pasivas estáticas con las construcciones ergativas de verbos naturalmente alternantes, por un lado, y, con las construcciones transitivas de verbos de ?locatum? y de inergativos, por el otro. Reanalizamos, respecto de la bibliografía canónica, la naturaleza del clítico ?se? en las construcciones ergativas españolas. Este análisis orienta de manera teórica el abordaje de las construcciones pertinentes, y ofrece equivalencias posibles que pueden resultar útiles para la traducción

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En el marco de la gramática contrastiva entre inglés y castellano, asumimos la perspectiva generativista, según la cual la sintaxis humana resulta de procesos derivacionales que combinan, por medio de mecanismos innatos, elementos capaces de codificar significados primitivos. Trabajamos con datos, ya sea reales o inventados, que ilustran los distintos tipos de oraciones ?gramaticales? posibles en una lengua natural. Nos centramos en la noción de ?ergatividad?, utilizada por distintas teorías para explicar fenómenos sintácticos y semánticos no siempre coincidentes. Desde el Funcionalismo/Cognitivismo norteamericano, Scott DeLancey (2001) compara distintas lenguas y distingue morfológicamente los sujetos ?agentivos? en estructuras causadas de los sujetos ?afectados? en estructuras no causadas. Según la Lingüística Sistémica Funcional (Halliday 1985, 2004), la ergatividad abarca, no sólo la presencia o ausencia de Causa en un proceso particular, sino también la relación causal que vincula distintos procesos entre sí. El esquema ergativo de Halliday incluye, además de pares constituidos por eventos de cambio de estado no causados y de causa externa, eventos inergativos de causa externa, y eventos transitivos instigados por otro proceso, expresado lingüísticamente o bien inferido. Desde la perspectiva de la Semántica Relacional (Mateu, 2002), reducimos el número de ?constructos primitivos? disponibles de tres a dos. Consideramos dos alternancias: la ergativo-transitiva y la causa interna/externa con inergativos. No vinculamos ni sintáctica ni derivacionalmente las construcciones transitivas con los eventos inferidos que las instigan. Justificamos la relación derivacional que vincula las construcciones pasivas estáticas con las construcciones ergativas de verbos naturalmente alternantes, por un lado, y, con las construcciones transitivas de verbos de ?locatum? y de inergativos, por el otro. Reanalizamos, respecto de la bibliografía canónica, la naturaleza del clítico ?se? en las construcciones ergativas españolas. Este análisis orienta de manera teórica el abordaje de las construcciones pertinentes, y ofrece equivalencias posibles que pueden resultar útiles para la traducción

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En el marco de la gramática contrastiva entre inglés y castellano, asumimos la perspectiva generativista, según la cual la sintaxis humana resulta de procesos derivacionales que combinan, por medio de mecanismos innatos, elementos capaces de codificar significados primitivos. Trabajamos con datos, ya sea reales o inventados, que ilustran los distintos tipos de oraciones ?gramaticales? posibles en una lengua natural. Nos centramos en la noción de ?ergatividad?, utilizada por distintas teorías para explicar fenómenos sintácticos y semánticos no siempre coincidentes. Desde el Funcionalismo/Cognitivismo norteamericano, Scott DeLancey (2001) compara distintas lenguas y distingue morfológicamente los sujetos ?agentivos? en estructuras causadas de los sujetos ?afectados? en estructuras no causadas. Según la Lingüística Sistémica Funcional (Halliday 1985, 2004), la ergatividad abarca, no sólo la presencia o ausencia de Causa en un proceso particular, sino también la relación causal que vincula distintos procesos entre sí. El esquema ergativo de Halliday incluye, además de pares constituidos por eventos de cambio de estado no causados y de causa externa, eventos inergativos de causa externa, y eventos transitivos instigados por otro proceso, expresado lingüísticamente o bien inferido. Desde la perspectiva de la Semántica Relacional (Mateu, 2002), reducimos el número de ?constructos primitivos? disponibles de tres a dos. Consideramos dos alternancias: la ergativo-transitiva y la causa interna/externa con inergativos. No vinculamos ni sintáctica ni derivacionalmente las construcciones transitivas con los eventos inferidos que las instigan. Justificamos la relación derivacional que vincula las construcciones pasivas estáticas con las construcciones ergativas de verbos naturalmente alternantes, por un lado, y, con las construcciones transitivas de verbos de ?locatum? y de inergativos, por el otro. Reanalizamos, respecto de la bibliografía canónica, la naturaleza del clítico ?se? en las construcciones ergativas españolas. Este análisis orienta de manera teórica el abordaje de las construcciones pertinentes, y ofrece equivalencias posibles que pueden resultar útiles para la traducción