61 resultados para Sociedad de Filosofía (Filial Mendoza)
Resumo:
Fil: Ortúzar, María Graciela de. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
Las Bibliotecas Populares surgieron por una iniciativa gubernamental que, más allá de los muchos altibajos que debieron afrontar, se mantienen hasta el presente gracias al esfuerzo de grupos de personas de la sociedad civil que reciben eventualmente apoyo del Estado. Es por esto, que se considera importante describir y analizar críticamente las acciones de Gobierno referidas a Bibliotecas Populares, focalizando la atención en Mendoza en el período comprendido entre 1983 y 2010. El trabajo de investigación del que da cuentas esta ponencia buscó interpretar, desde la narrativa de los actores sociales involucrados, el grado de complementariedad, armonía o conflicto, entre el rol que se les otorga por Ley a las Bibliotecas Populares y el que actúan en la práctica y conocer en qué medida han sido apoyadas desde el ámbito de Gobierno, con políticas que les permitieran profundizar su esencia de asociaciones autónomas de la sociedad civil. El desarrollo de este estudio exploratorio, realizado desde el punto de vista metodológico cualitativo, recurre al análisis de documentos y a entrevistas en profundidad. Para la exposición de los resultados se divide el espacio temporal y, valiéndose de un relato cronológico, en las etapas que se reconocen se profundiza el estudio de cuatro categorías de análisis: participación, legislación, recursos y acciones de Gobierno. Entre las conclusiones se aprecian los avances en cuanto a la contención legal y asignaciones presupuestarias, pero se observa la ausencia de una política pública creativa de fomento y estímulo que garantice un mejor futuro para las Bibliotecas Populares en Mendoza.
Resumo:
No resulta fácil desentrañar el pensamiento de un escéptico acerca de temas sobre los que prefiere abstenerse de formular juicios. Es el caso de David Hume y la religión.El filósofo escocés nacido en 1711 dejó varios escritos aludiendo al fenómeno, es decir, a la religión tal como existe de hecho, y manifestó su opinión crítica acerca de las distintas posturas intelectuales de su tiempo en torno a cuestiones religiosas. Pero siempre fue ambiguo e irónico cuando le tocó dejar asentado su propio juicio con respecto a este tema. La dificultad principal reside en que, para Hume, a quien podríamos considerar un ?escéptico mitigado?, los juicios correctos son aquellos que se ajustan a la estrecha capacidad del entendimiento humano, que no va más allá de los límites de la experiencia de la vida cotidiana. Muchos aspectos vinculados a la religión ?tales como la posibilidad de conocer de la esencia y los atributos divinos- exceden nuestras limitadas facultades y, si nos aventuramos a argumentar en ese ámbito, corremos el riesgo de caer en el error y la irracionalidad. Nuestra propuesta consiste en examinar cuál es la postura de Hume sobre los distintos problemas que presentan el conocimiento y la práctica vinculados con la religión. Respecto del conocimiento, las dificultades se plantean a la hora de determinar qué estatuto otorgarle a las creencias religiosas, cuál es el origen en nuestra mente de la religiosidad y cómo justificar por medio de argumentos la existencia y atributos de la divinidad. En cuanto a la práctica, Hume formula una serie de críticas a las actitudes e instituciones religiosas tal como se han dado históricamente a partir del análisis de las consecuencias que observa en la sociedad, de las que surge una contradicción entre un conjunto de principios respetables y un sinnúmero de acciones deplorables. Para examinar estas cuestiones es necesario tener en cuenta el punto de vista desde el que efectúa su análisis, que se vincula, como acabamos de mencionar, con el escepticismo mitigado. Finalmente, evaluaremos si es posible proponer alguna forma de religión que tenga el visto bueno de Hume y, en ese caso, qué características debería revestir. Para lograrlo, deberemos abrirnos paso entre su inteligente ironía y su excesiva prudencia.
Resumo:
Según Dilthey, el análisis formalista llevado adelante por la gnoseología de Kant no logra comprender el mundo humano, por su parte, Hegel si aborda al hombre histórico, pero subsume su mundo al despliegue de la razón o el saber absoluto. El proyecto de una fundamentación de las ciencias del espíritu llevado adelante por Dilthey busca adentrarse en el mundo humano concibiéndolo como el conjunto de manifestaciones objetivadas de la vida. Kant y Hegel se convierten en sus interlocutores, pero también Comte con quien se enfrenta en pos de fundamentar la autonomía metodológica de las ciencias del espíritu. Sostengo que la noción tardía de «espíritu objetivo», que Dilthey toma de Hegel, pero que la concibe como el devenir de la vida política y cultural, permite releer toda la filosofía de Dilthey con otra perspectiva. El presente estudio no busca realizar un análisis comparativo entre Dilthey y Hegel, sino partir de la recepción que el primero hace del segundo a los efectos de comprender su filosofía. En este sentido, para Dilthey el «espíritu objetivo» está constituido por el conjunto de las organizaciones exteriores de la sociedad ?la estructura político-jurídica de la sociedad- y por las formas culturales como arte, religión y filosofía. El hombre es quien, según Dilthey, produce estas instituciones las cuales a su vez le anteceden y le sucederán en su existencia. En este sentido Dilthey concibe al hombre como un ser histórico y un «punto de cruce» de las distintas objetivaciones históricas. Este mundo compartido es el mundo histórico ?expresado a través de las nociones como Gemeinsamkeit, objektive Geist, verwebt y kreuzungspunkt-, aquel que contiene el conjunto de experiencia de vidas acumuladas y las expectativas de futuro. En síntesis, se sostiene que para Dilthey el mundo es manifestación objetiva de la vida ? fenomenología del espíritu-, siendo el espíritu objetivo o la vida objetivada, un producto del devenir de la vida humana. Es decir, en el mundo histórico actúan individuos dotados de voluntad- en una conexión estructural con su entorno, como «puntos de cruce» de las distintas objetivaciones. Es decir, la preocupación histórico sistemática diltheyana gira en torno al tema del hombre ?sujeto individual, «punto de cruce»- y lo socio-histórico ?mundo intersubjetivo y espíritu objetivo, manifestación objetivada de la vida-. Así, el hombre juega, para Dilthey, un papel central en la historia y en el despliegue de la vida. Todos los estudios gnoseológicos, epistemológicos, históricos y toda fundamentación sistemática es producto de las conexiones de vida. La importancia de los individuos, sus propias manifestaciones de vida y el «espíritu objetivo» -centros de análisis de las ciencias del espíritu-, permite comprender a la filosofía diltheyana como una filosofía de la intersubjetividad, en oposición a las interpretaciones clásicas que hacían que ella cayera en un psicologismo-empático. Asimismo, el plano de la exteriorización de las acciones individuales y sociales le permite a Dilthey encontrar un saber objetivo para las ciencias del espíritu
Resumo:
El trabajo estudia los procesos de toma de conciencia que tuvieron lugar en la provincia de Mendoza a principios de los años '70. Momento en que distintas fracciones de la clase obrera construyeron alternativas políticas que buscaban la superación del sistema social vigente, nos abocamos a conocer los alineamientos político-sociales que asumieron los trabajadores alejados de los grandes centros industriales. Analizamos también el desarrollo de los conflictos intragremiales, los que en gran medida dejan entrever procesos de construcción de autonomía. Optamos por abordar el estudio de los conflictos obreros a nivel provincial a través de una medición cuantitativa de sus luchas, metodología que entendemos nos permite objetivar los procesos de lucha de clases en que se encontraba el conjunto de la sociedad argentina. En esta línea, el Mendozazo [abril de 1972] aparece como un hito central a dilucidar, entendiéndolo como un salto en cantidad y en calidad respecto de los procesos de toma de conciencia. Éste expresa un proceso de ruptura, que en su búsqueda por lograr ya sea la democratización o la superación de la forma en que se encuentra organizada la sociedad, entronca con las luchas nacionales del período. Nos interrogamos acerca su génesis y desarrollo, y por los cambios ocurridos en las formas de organización y de lucha de los trabajadores a nivel provincial como producto de este hecho social de masas. Para ello elaboramos un mapa de los conflictos obreros entre los años 1969 y 1974, que nos permite registrar la intensidad de los conflictos, el lugar de su ocurrencia, los sectores más movilizados y los objetivos de su acción. Asimismo, da cuenta de la dinámica de la conflictividad de carácter inter e intragremial, política y teórica; disputas que no estuvieron escindidas del posicionamiento que las distintas fracciones obreras asumieron respecto de las fuerzas sociales que por entonces disputaban el poder en la Argentina. Estos datos cuanti-cualitativos son luego puestos en diálogo con un estudio en profundidad, que analiza la experiencia del SOEP, sindicato de obreros y empleados públicos surgido al calor del Mendozazo. El mismo nos sirve para pensar cómo el proceso de avance de las fracciones más retardatarias de la sociedad logró cooptar a ciertos sectores que habían iniciado un proceso de autonomía e indisciplinamiento social; puesto que tanto de los resultados que arroja el mapeo como del proceso que muestra el estudio de caso seleccionado, se desprende que al menos hasta el momento que comprende este trabajo, el disciplinamiento gremial no fue un proceso que necesitó de grandes niveles de violencia material, sino que expresa un momento de construcción de hegemonía por parte de los sectores del denominado sindicalismo ortodoxo
Resumo:
Fil: Ercoli, César Adrián. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
El propósito del presente trabajo es analizar los cambios y las continuidades en el proceso de formación del mercado de trabajo en la provincia de Mendoza a comienzos del siglo XX. La incorporación de un número significativo de inmigrantes a finales del siglo XIX junto a un proceso de reorganización productiva asociado al desarrollo de la industria vitivinícola, implicó cambios en las relaciones sociales y en las condiciones de vida de amplios sectores de la población mendocina. Iniciado el siglo XX, la vitivinicultura se convirtió en la principal actividad productiva de la provincia y la más importante en su rubro a nivel nacional. Los viñateros, productores agroindustriales, industriales bodegueros, contratistas de viñas , etc., fueron constituyéndose en parte de una sociedad cada vez más heterogénea y diversa, producto del desarrollo capitalista que experimentó la región desde el último tercio del siglo XIX y que se insertó en el proceso de incorporación de la economía Argentina al mercado mundial. Este período resulta de suma importancia porque se determinó un sistema productivo en torno a la actividad vitivinícola de la provincia que dio forma al mercado de trabajo regional. En este contexto, la inserción de los trabajadores se dio de una manera muy dispar en el proceso productivo, caracterizado por una alta estacionalidad y una escasa especialización de la mano de obra requerida.
Resumo:
Según Dilthey, el análisis formalista llevado adelante por la gnoseología de Kant no logra comprender el mundo humano, por su parte, Hegel si aborda al hombre histórico, pero subsume su mundo al despliegue de la razón o el saber absoluto. El proyecto de una fundamentación de las ciencias del espíritu llevado adelante por Dilthey busca adentrarse en el mundo humano concibiéndolo como el conjunto de manifestaciones objetivadas de la vida. Kant y Hegel se convierten en sus interlocutores, pero también Comte con quien se enfrenta en pos de fundamentar la autonomía metodológica de las ciencias del espíritu. Sostengo que la noción tardía de «espíritu objetivo», que Dilthey toma de Hegel, pero que la concibe como el devenir de la vida política y cultural, permite releer toda la filosofía de Dilthey con otra perspectiva. El presente estudio no busca realizar un análisis comparativo entre Dilthey y Hegel, sino partir de la recepción que el primero hace del segundo a los efectos de comprender su filosofía. En este sentido, para Dilthey el «espíritu objetivo» está constituido por el conjunto de las organizaciones exteriores de la sociedad ?la estructura político-jurídica de la sociedad- y por las formas culturales como arte, religión y filosofía. El hombre es quien, según Dilthey, produce estas instituciones las cuales a su vez le anteceden y le sucederán en su existencia. En este sentido Dilthey concibe al hombre como un ser histórico y un «punto de cruce» de las distintas objetivaciones históricas. Este mundo compartido es el mundo histórico ?expresado a través de las nociones como Gemeinsamkeit, objektive Geist, verwebt y kreuzungspunkt-, aquel que contiene el conjunto de experiencia de vidas acumuladas y las expectativas de futuro. En síntesis, se sostiene que para Dilthey el mundo es manifestación objetiva de la vida ? fenomenología del espíritu-, siendo el espíritu objetivo o la vida objetivada, un producto del devenir de la vida humana. Es decir, en el mundo histórico actúan individuos dotados de voluntad- en una conexión estructural con su entorno, como «puntos de cruce» de las distintas objetivaciones. Es decir, la preocupación histórico sistemática diltheyana gira en torno al tema del hombre ?sujeto individual, «punto de cruce»- y lo socio-histórico ?mundo intersubjetivo y espíritu objetivo, manifestación objetivada de la vida-. Así, el hombre juega, para Dilthey, un papel central en la historia y en el despliegue de la vida. Todos los estudios gnoseológicos, epistemológicos, históricos y toda fundamentación sistemática es producto de las conexiones de vida. La importancia de los individuos, sus propias manifestaciones de vida y el «espíritu objetivo» -centros de análisis de las ciencias del espíritu-, permite comprender a la filosofía diltheyana como una filosofía de la intersubjetividad, en oposición a las interpretaciones clásicas que hacían que ella cayera en un psicologismo-empático. Asimismo, el plano de la exteriorización de las acciones individuales y sociales le permite a Dilthey encontrar un saber objetivo para las ciencias del espíritu
Resumo:
No resulta fácil desentrañar el pensamiento de un escéptico acerca de temas sobre los que prefiere abstenerse de formular juicios. Es el caso de David Hume y la religión.El filósofo escocés nacido en 1711 dejó varios escritos aludiendo al fenómeno, es decir, a la religión tal como existe de hecho, y manifestó su opinión crítica acerca de las distintas posturas intelectuales de su tiempo en torno a cuestiones religiosas. Pero siempre fue ambiguo e irónico cuando le tocó dejar asentado su propio juicio con respecto a este tema. La dificultad principal reside en que, para Hume, a quien podríamos considerar un ?escéptico mitigado?, los juicios correctos son aquellos que se ajustan a la estrecha capacidad del entendimiento humano, que no va más allá de los límites de la experiencia de la vida cotidiana. Muchos aspectos vinculados a la religión ?tales como la posibilidad de conocer de la esencia y los atributos divinos- exceden nuestras limitadas facultades y, si nos aventuramos a argumentar en ese ámbito, corremos el riesgo de caer en el error y la irracionalidad. Nuestra propuesta consiste en examinar cuál es la postura de Hume sobre los distintos problemas que presentan el conocimiento y la práctica vinculados con la religión. Respecto del conocimiento, las dificultades se plantean a la hora de determinar qué estatuto otorgarle a las creencias religiosas, cuál es el origen en nuestra mente de la religiosidad y cómo justificar por medio de argumentos la existencia y atributos de la divinidad. En cuanto a la práctica, Hume formula una serie de críticas a las actitudes e instituciones religiosas tal como se han dado históricamente a partir del análisis de las consecuencias que observa en la sociedad, de las que surge una contradicción entre un conjunto de principios respetables y un sinnúmero de acciones deplorables. Para examinar estas cuestiones es necesario tener en cuenta el punto de vista desde el que efectúa su análisis, que se vincula, como acabamos de mencionar, con el escepticismo mitigado. Finalmente, evaluaremos si es posible proponer alguna forma de religión que tenga el visto bueno de Hume y, en ese caso, qué características debería revestir. Para lograrlo, deberemos abrirnos paso entre su inteligente ironía y su excesiva prudencia.
Resumo:
El trabajo estudia los procesos de toma de conciencia que tuvieron lugar en la provincia de Mendoza a principios de los años '70. Momento en que distintas fracciones de la clase obrera construyeron alternativas políticas que buscaban la superación del sistema social vigente, nos abocamos a conocer los alineamientos político-sociales que asumieron los trabajadores alejados de los grandes centros industriales. Analizamos también el desarrollo de los conflictos intragremiales, los que en gran medida dejan entrever procesos de construcción de autonomía. Optamos por abordar el estudio de los conflictos obreros a nivel provincial a través de una medición cuantitativa de sus luchas, metodología que entendemos nos permite objetivar los procesos de lucha de clases en que se encontraba el conjunto de la sociedad argentina. En esta línea, el Mendozazo [abril de 1972] aparece como un hito central a dilucidar, entendiéndolo como un salto en cantidad y en calidad respecto de los procesos de toma de conciencia. Éste expresa un proceso de ruptura, que en su búsqueda por lograr ya sea la democratización o la superación de la forma en que se encuentra organizada la sociedad, entronca con las luchas nacionales del período. Nos interrogamos acerca su génesis y desarrollo, y por los cambios ocurridos en las formas de organización y de lucha de los trabajadores a nivel provincial como producto de este hecho social de masas. Para ello elaboramos un mapa de los conflictos obreros entre los años 1969 y 1974, que nos permite registrar la intensidad de los conflictos, el lugar de su ocurrencia, los sectores más movilizados y los objetivos de su acción. Asimismo, da cuenta de la dinámica de la conflictividad de carácter inter e intragremial, política y teórica; disputas que no estuvieron escindidas del posicionamiento que las distintas fracciones obreras asumieron respecto de las fuerzas sociales que por entonces disputaban el poder en la Argentina. Estos datos cuanti-cualitativos son luego puestos en diálogo con un estudio en profundidad, que analiza la experiencia del SOEP, sindicato de obreros y empleados públicos surgido al calor del Mendozazo. El mismo nos sirve para pensar cómo el proceso de avance de las fracciones más retardatarias de la sociedad logró cooptar a ciertos sectores que habían iniciado un proceso de autonomía e indisciplinamiento social; puesto que tanto de los resultados que arroja el mapeo como del proceso que muestra el estudio de caso seleccionado, se desprende que al menos hasta el momento que comprende este trabajo, el disciplinamiento gremial no fue un proceso que necesitó de grandes niveles de violencia material, sino que expresa un momento de construcción de hegemonía por parte de los sectores del denominado sindicalismo ortodoxo