29 resultados para Columnas
Resumo:
Aunque resuenen más sus ficciones, Sara Gallardo debutó desde muy joven en el periodismo argentino. Atlántida, La Nación, Primera Plana, Confirmado son algunos de los medios gráficos en los que colaboró. Su participación en el periodismo es simultánea a su producción literaria, y comienza a mediados de 1950 y continúa con altibajos hasta 1988. Más allá de sus intentos de separación de lo estrictamente vocacional (la literatura) del oficio (el periodismo), Sara Gallardo construye su figura de autora en la articulación de la literatura y el periodismo, dos discursos, registros y tonos que entran, en el marco de su producción, en un circuito de préstamos, rechazos e interdependencias. En este trabajo se analizan esos tráficos discursivos y sus resonancias de figuración autoral en un corpus de columnas del semanario Confirmado de los 60 y 70, donde la escritora de Los galgos, los galgos (1968) se convierte en periodista estrella
Resumo:
En este artículo se presenta un estudio del proceso de cambio social y cultural desarrollado en Argentina durante los años sesenta, atendiendo a la pregnancia que el autoritarismo podría haber tenido en la sociedad. Partimos de la hipótesis de que entre las clases medias, la misma habría sido menor a la sugerida en algunas investigaciones. A partir del análisis de las "Columnas de la Juventud" del diario La Nación - publicadas entre 1965 y 1973-, proponemos que ciertas transformaciones culturales protagonizadas por los jóvenes, se produjeron en un período de tiempo relativamente corto - diez años-. En ese lapso, las representaciones que el matutino construyó de esas transformaciones pasaron del desagrado a la fascinación. Ello nos sugiere que la aceptación de los cambios en las pautas de comportamiento estaba más extendida de lo que la idea de una sociedad autoritaria nos permite concebir
Resumo:
En este breve estudio hemos pretendido proporcionar algunas nociones generales acerca del "cuarto poder" italiano de la ciudad de La Plata. Así, corroboramos que fue el más importante periodismo extranjero, tanto por su calidad como por su cantidad. Sin excepción ofreció sus columnas a sus paisanos con el fin de que pudieran hacer públicas sus inquietudes y necesidades. Asimismo, trasmitió conceptos claros tendientes a fortalecer las raíces peninsulares, pero, simultáneamente procuró conferir a los inmigrantes un sentido de pertenencia a la nueva capital bonaerense. Dicho en otros términos, este importante actor social y político gravitó significativamente para que La Plata sea una ciudad con una indeleble impronta itálica.
Resumo:
En este artículo se presenta un estudio del proceso de cambio social y cultural desarrollado en Argentina durante los años sesenta, atendiendo a la pregnancia que el autoritarismo podría haber tenido en la sociedad. Partimos de la hipótesis de que entre las clases medias, la misma habría sido menor a la sugerida en algunas investigaciones. A partir del análisis de las "Columnas de la Juventud" del diario La Nación - publicadas entre 1965 y 1973-, proponemos que ciertas transformaciones culturales protagonizadas por los jóvenes, se produjeron en un período de tiempo relativamente corto - diez años-. En ese lapso, las representaciones que el matutino construyó de esas transformaciones pasaron del desagrado a la fascinación. Ello nos sugiere que la aceptación de los cambios en las pautas de comportamiento estaba más extendida de lo que la idea de una sociedad autoritaria nos permite concebir.
Resumo:
Hacia 1900 se nuclea en París un grupo de corresponsales latinoamericanos conformando una suerte de enclave que reúne a figuras como Rubén Darío, Manuel Ugarte, Amado Nervo o Enrique Gómez Carrillo. Desde sus respectivas columnas estos cronistas construyen imágenes del mundo moderno atravesadas por el conflicto de pertenencia y marginalidad respecto al mismo. Este trabajo analiza las entregas que Rubén Darío escribe para La Nación de Buenos Aires durante la Feria Internacional de Paris de 1900, en relación con su contexto discursivo. En la enunciación de estas crónicas se alternan pasajes donde prima la superficialidad de la crónica elegante parisina con otras secciones argumentativas que dan cuenta de los desplazamientos de este sujeto entre el 'chroniqueur' y el intelectual que interviene -con la autoridad que le otorga su liderazgo estético- en el campo de los sucesos políticos, desmoronando cualquier 'fetichización' del espectáculo. Darío trama en su crónica la línea 'ondulante' de su prosa de artista con la línea 'informativa' de su tarea de diarista, imponiendo una marca 'modern style' a su escritura, que privilegia imágenes donde se fusionan elementos de ámbitos dispares; también se contamina de la retórica del acontecimiento moderno, en una hibridez propia del efecto sumativo de ese vasto mercado. Las crónicas, reunidas luego en Peregrinaciones de 1901, señalan también el pasaje entre el gran mercado cultural y el pequeño mercado estético, en una posición anfibia propia de esta textualidad
Resumo:
En este artículo se presenta un estudio del proceso de cambio social y cultural desarrollado en Argentina durante los años sesenta, atendiendo a la pregnancia que el autoritarismo podría haber tenido en la sociedad. Partimos de la hipótesis de que entre las clases medias, la misma habría sido menor a la sugerida en algunas investigaciones. A partir del análisis de las "Columnas de la Juventud" del diario La Nación - publicadas entre 1965 y 1973-, proponemos que ciertas transformaciones culturales protagonizadas por los jóvenes, se produjeron en un período de tiempo relativamente corto - diez años-. En ese lapso, las representaciones que el matutino construyó de esas transformaciones pasaron del desagrado a la fascinación. Ello nos sugiere que la aceptación de los cambios en las pautas de comportamiento estaba más extendida de lo que la idea de una sociedad autoritaria nos permite concebir
Resumo:
Hacia 1900 se nuclea en París un grupo de corresponsales latinoamericanos conformando una suerte de enclave que reúne a figuras como Rubén Darío, Manuel Ugarte, Amado Nervo o Enrique Gómez Carrillo. Desde sus respectivas columnas estos cronistas construyen imágenes del mundo moderno atravesadas por el conflicto de pertenencia y marginalidad respecto al mismo. Este trabajo analiza las entregas que Rubén Darío escribe para La Nación de Buenos Aires durante la Feria Internacional de Paris de 1900, en relación con su contexto discursivo. En la enunciación de estas crónicas se alternan pasajes donde prima la superficialidad de la crónica elegante parisina con otras secciones argumentativas que dan cuenta de los desplazamientos de este sujeto entre el 'chroniqueur' y el intelectual que interviene -con la autoridad que le otorga su liderazgo estético- en el campo de los sucesos políticos, desmoronando cualquier 'fetichización' del espectáculo. Darío trama en su crónica la línea 'ondulante' de su prosa de artista con la línea 'informativa' de su tarea de diarista, imponiendo una marca 'modern style' a su escritura, que privilegia imágenes donde se fusionan elementos de ámbitos dispares; también se contamina de la retórica del acontecimiento moderno, en una hibridez propia del efecto sumativo de ese vasto mercado. Las crónicas, reunidas luego en Peregrinaciones de 1901, señalan también el pasaje entre el gran mercado cultural y el pequeño mercado estético, en una posición anfibia propia de esta textualidad
Resumo:
En este breve estudio hemos pretendido proporcionar algunas nociones generales acerca del "cuarto poder" italiano de la ciudad de La Plata. Así, corroboramos que fue el más importante periodismo extranjero, tanto por su calidad como por su cantidad. Sin excepción ofreció sus columnas a sus paisanos con el fin de que pudieran hacer públicas sus inquietudes y necesidades. Asimismo, trasmitió conceptos claros tendientes a fortalecer las raíces peninsulares, pero, simultáneamente procuró conferir a los inmigrantes un sentido de pertenencia a la nueva capital bonaerense. Dicho en otros términos, este importante actor social y político gravitó significativamente para que La Plata sea una ciudad con una indeleble impronta itálica.
Resumo:
Aunque resuenen más sus ficciones, Sara Gallardo debutó desde muy joven en el periodismo argentino. Atlántida, La Nación, Primera Plana, Confirmado son algunos de los medios gráficos en los que colaboró. Su participación en el periodismo es simultánea a su producción literaria, y comienza a mediados de 1950 y continúa con altibajos hasta 1988. Más allá de sus intentos de separación de lo estrictamente vocacional (la literatura) del oficio (el periodismo), Sara Gallardo construye su figura de autora en la articulación de la literatura y el periodismo, dos discursos, registros y tonos que entran, en el marco de su producción, en un circuito de préstamos, rechazos e interdependencias. En este trabajo se analizan esos tráficos discursivos y sus resonancias de figuración autoral en un corpus de columnas del semanario Confirmado de los 60 y 70, donde la escritora de Los galgos, los galgos (1968) se convierte en periodista estrella
Resumo:
En este artículo se presenta un estudio del proceso de cambio social y cultural desarrollado en Argentina durante los años sesenta, atendiendo a la pregnancia que el autoritarismo podría haber tenido en la sociedad. Partimos de la hipótesis de que entre las clases medias, la misma habría sido menor a la sugerida en algunas investigaciones. A partir del análisis de las "Columnas de la Juventud" del diario La Nación - publicadas entre 1965 y 1973-, proponemos que ciertas transformaciones culturales protagonizadas por los jóvenes, se produjeron en un período de tiempo relativamente corto - diez años-. En ese lapso, las representaciones que el matutino construyó de esas transformaciones pasaron del desagrado a la fascinación. Ello nos sugiere que la aceptación de los cambios en las pautas de comportamiento estaba más extendida de lo que la idea de una sociedad autoritaria nos permite concebir
Resumo:
Aunque resuenen más sus ficciones, Sara Gallardo debutó desde muy joven en el periodismo argentino. Atlántida, La Nación, Primera Plana, Confirmado son algunos de los medios gráficos en los que colaboró. Su participación en el periodismo es simultánea a su producción literaria, y comienza a mediados de 1950 y continúa con altibajos hasta 1988. Más allá de sus intentos de separación de lo estrictamente vocacional (la literatura) del oficio (el periodismo), Sara Gallardo construye su figura de autora en la articulación de la literatura y el periodismo, dos discursos, registros y tonos que entran, en el marco de su producción, en un circuito de préstamos, rechazos e interdependencias. En este trabajo se analizan esos tráficos discursivos y sus resonancias de figuración autoral en un corpus de columnas del semanario Confirmado de los 60 y 70, donde la escritora de Los galgos, los galgos (1968) se convierte en periodista estrella
Resumo:
En este breve estudio hemos pretendido proporcionar algunas nociones generales acerca del "cuarto poder" italiano de la ciudad de La Plata. Así, corroboramos que fue el más importante periodismo extranjero, tanto por su calidad como por su cantidad. Sin excepción ofreció sus columnas a sus paisanos con el fin de que pudieran hacer públicas sus inquietudes y necesidades. Asimismo, trasmitió conceptos claros tendientes a fortalecer las raíces peninsulares, pero, simultáneamente procuró conferir a los inmigrantes un sentido de pertenencia a la nueva capital bonaerense. Dicho en otros términos, este importante actor social y político gravitó significativamente para que La Plata sea una ciudad con una indeleble impronta itálica.
Resumo:
Hacia 1900 se nuclea en París un grupo de corresponsales latinoamericanos conformando una suerte de enclave que reúne a figuras como Rubén Darío, Manuel Ugarte, Amado Nervo o Enrique Gómez Carrillo. Desde sus respectivas columnas estos cronistas construyen imágenes del mundo moderno atravesadas por el conflicto de pertenencia y marginalidad respecto al mismo. Este trabajo analiza las entregas que Rubén Darío escribe para La Nación de Buenos Aires durante la Feria Internacional de Paris de 1900, en relación con su contexto discursivo. En la enunciación de estas crónicas se alternan pasajes donde prima la superficialidad de la crónica elegante parisina con otras secciones argumentativas que dan cuenta de los desplazamientos de este sujeto entre el 'chroniqueur' y el intelectual que interviene -con la autoridad que le otorga su liderazgo estético- en el campo de los sucesos políticos, desmoronando cualquier 'fetichización' del espectáculo. Darío trama en su crónica la línea 'ondulante' de su prosa de artista con la línea 'informativa' de su tarea de diarista, imponiendo una marca 'modern style' a su escritura, que privilegia imágenes donde se fusionan elementos de ámbitos dispares; también se contamina de la retórica del acontecimiento moderno, en una hibridez propia del efecto sumativo de ese vasto mercado. Las crónicas, reunidas luego en Peregrinaciones de 1901, señalan también el pasaje entre el gran mercado cultural y el pequeño mercado estético, en una posición anfibia propia de esta textualidad