17 resultados para Korzybski, Alfred, 1879-1950.
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
1. Región. 2. Clase. 3. Discurso. 4. Populismo o Velasquismo.
Resumo:
Estos escritores publicaron entre 1945-1962, y avanzaron mucho más en algunos planteamientos de los narradores del 30. Habiendo asumido su extracción de clase, se preguntaron respecto de su propia identidad, de la problemática del mestizo, de su rol como escritores, del impacto de la incipiente modernidad que desestructuraba la vida cotidiana en sus pueblos y ciudades. Coinciden pues, en lo temático, con los narradores latinoamericanos del período, quienes en lo estético mantuvieron la tensión entre regionalismo y vanguardias, los ecuatorianos se reafirmaron en un realismo que dio espacio al lirismo, aunque también mirando hacia las vanguardias latinoamericanas desde diferentes ángulos. César Dávila Andrade planteó una estética del horror «suprarreal», Ángel F. Rojas manejó modernamente temas emparentados con el regionalismo, Walter Bellolio sintetizó lo mejor de la vanguardia narrativa y la tradición relatística ecuatorianas, Alfonso Cuesta y Cuesta configuró una estética de las metáforas iluminadoras, y Arturo Montesinos trabajó con la metáfora de la ruptura que trae toda modernidad, por más periférica e incipiente que pueda parecer.
Resumo:
El autor analiza y comenta varias de las características atribuidas a la literatura de la llamada Generación de Transición en Ecuador, la cual constituye, a su criterio, el segundo esfuerzo por superar las coordenadas estéticas de la literatura de la década de 1930. Señala los vínculos y rasgos diferenciales de los narradores de los 50 respecto de los del 30, y remarca el rol de Pablo Palacio y Humberto Salvador –autores que realizaron el primer esfuerzo de distanciamiento de la literatura del 30. El análisis considera cuentos de cinco narradores de los 50, poniendo énfasis en la nueva actitud ante el lenguaje, entre otros aspectos. Los textos que analiza son: «Locura» de Alfonso Cuesta y Cuesta, «Vinatería del Pacífico» de César Dávila Andrade, «Una sombra protectora» de Arturo Montesinos Malo, «La manzana dañada» de Alejandro Carrión, y «Tangos» de Pedro Jorge Vera.
Resumo:
Tres novelas ecuatorianas escritas entre 1927 y 1946 –El desencanto de Miguel García, de Benjamín Carrión, Banca, de Ángel F. Rojas, y Los animales puros, de Pedro Jorge Vera– son leídas a partir de las coordenadas de inicio y de cultivo ulterior de la novela de formación (Bildungsroman) en Latinoamérica –a finales del siglo XIX e inicios del XX. El ensayo destaca, al mismo tiempo, varias diferencias respecto del género originario, surgido en Alemania un siglo antes, en Latinoamérica la novela de formación sería más una «contraescritura del paradigma goethiano», con elementos de un «género paradójico». En este contexto de la subregión, El desencanto de Miguel García se corresponde enteramente con las características del género, al cual incorpora la perspectiva de un final feliz. Banca es mirada como una «novela de formación de lo rural andino», más cercana a Los ríos profundos, de José María Arguedas, junto a ella, y antecediéndola en 20 años, aportaría ya una renovación de lo regional, adicionalmente, Banca puede ser leída como novela de artista, subgénero de la novela de formación. En cuanto a Los animales puros, se concluye que es más novela política que Bildungsroman, puesto que no cumple las premisas necesarias de la misma, no es novela de artista, aunque se trate de una novela intelectualizada.
Resumo:
Este ensayo analiza aspectos de la dilatada labor como periodista, crítico literario, narrador de ficción y, sobre todo, la producción poética del ecuatoriano Alejandro Carrión. Señala que su narrativa, desde muy temprano, evidencia el tono satírico que no abandonaría jamás, tanto como su «vocación festiva de la sedición». Destaca su labor como periodista, principalmente con el seudónimo de Juan sin cielo. Menciona algunos aportes de Carrión en tanto crítico literario, recogidos principalmente en la revista Letras del Ecuador. El hilo conductor del ensayo –a ratos nostálgica semblanza– se nutre de una perspectiva inevitable: ciertos rasgos de su personalidad (su experiencia en «romances y serpientes», la vocación de incisivo y mordaz humorista, su «naturaleza confrontacional» y aguda inteligencia), además de sus dotes de narrador satírico y de poeta.
Resumo:
En este trabajo se plantea que acaso con mayor intensidad que en Huasipungo (1934) y El Chulla Romero y Flores (1958), es en tres obras poco estudiadas de Jorge Icaza donde puede apreciarse con claridad –tal que deslumbra– su propuesta estética: en la pieza de teatro Flagelo (1936), la novela Media vida deslumbrados (1942) y el cuento «El nuevo San Jorge» (1952). Sin apartarse de la denuncia social, Icaza cierra con Flagelo su propuesta dramática, constituyen una suerte de manifiesto literario, por las repercusiones estéticas que alcanzan a la narrativa del autor. En Media vida deslumbrados se puede apreciar un equilibrio efectivo entre las propuestas del autor y su afán de denuncia social. «El nuevo San Jorge», según el autor de este ensayo, sería la obra que alberga lo más radical, en cuanto propuesta estética, de toda la obra icaciana, destaca los elementos neo-barrocos de la misma, con insistencia en los juegos de máscaras, las intermitencias entre las luces y las sombras, y en el múltiple y a la vez unívoco rostro de quien detenta el poder –algunos de estos elementos comunes a las dos obras comentadas, y a El Chulla Romero y Flores.
Resumo:
Este artículo examina las políticas y debates acerca de la prostitución en la capital del Ecuador, Quito, entre el final del auge exportador del cacao del Ecuador después de la Primera Guerra Mundial y el comienzo del auge del banano a finales de la década de 1940. Un examen de la prostitución nos permite explorar no solamente la experiencia de las mujeres urbanas con la crisis económica durante esos años, sino también algunas de las especificidades de la formación del Estado ecuatoriano. El título del artículo juega con el título del libro de Donna Guy, Sex and Danger in Buenos Aires (Sexo y Peligro en Buenos Aires), y alude al hecho de que, en Ecuador, la prostitución promovió un cuestionamiento acerca de cómo se definía el comportamiento responsable para mujeres, hombres y el Estado.
Resumo:
Este estudio analiza la política educativa de Velasco Ibarra durante sus dos primeros gobiernos 0934-1935 y 1944-1947) Y las tensiones que mantuvo con la educación laica, instituida décadas atrás por la Revolución Liberal. Con este propósito, el artículo examina la función que la educación tuvo en el ideario velasquista, empeñado en la reconstitución del orden moral de la sociedad. El ensayo interroga el proyecto de despolitización de la educación y de respaldo a la educación confesional que Velasco Ibarra impulsó. Examina, además, el desarrollo de una oferta educativa estratificada, contraria a los principios más democratizadores de la educación liberal.
Resumo:
Los escritores de la década del 50 no constituyen un grupo orgánico ni numeroso. Provienen de Cuenca, Loja y Guayaquil, y publicaron las obras que los relacionan entre 1945 y 1962, aproximadamente. Los nombres más representativos son: César Dávila Andrade, Alfonso Cuesta y Cuesta, Arturo Montesinos Malo, Mary Corylé, Pedro Jorge Vera, Rafael Díaz Ycaza, Eugenia Viteri, Walter Bellolio, Alsino Ramírez, y Alejandro Carrión. Propongo y sustento la inclusión de Ángel F. Rojas en este grupo: su búsqueda estética y su temática amplia dialogan de mejor manera con los narradores del 50 que con los del 30. No cultivan una estética común que los identifique, aunque todos parten de un realismo más abierto que el de los del 30, que da espacio al lirismo, a la exploración de subjetividades que se enfrentan a la re-configuración de los espacios sociales en Quito o Guayaquil (crecidas, excluyentes); o en plan de desentrañar el sentido de la modernidad que trastoca de manera radical sus ciudades pequeñas y sus pueblos (revelando sus contradicciones, sus promesas falsas, fragmentando las subjetividades de los individuos, incluida la del escritor). Se preguntaron, además, sobre el sentido y los alcances de los aprendizajes de la modernidad en la Gran Ciudad, y sobre la modificación del rol del escritor en ese contexto, en este país pequeño. En la búsqueda de formas de narrar estas nuevas realidades, cuatro de ellos aportaron con verdaderas poéticas, plenamente renovadas. Son las obras más representativas del período: las producciones cuentísticas de César Dávila Andrade, Ángel F. Rojas y Walter Bellolio, Arcilla indócil y las novelas El éxodo de Yangana, Los hijos, Segunda vida y El chulla Romero y Flores (esta última no abordada en el presente trabajo por exceder los límites de espacio requeridos).
Resumo:
El presente trabajo tiene como finalidad el establecer las relaciones que existieron entre los intelectuales y la nación en el Ecuador, en el período que va desde la “gloriosa revolución de mayo” de 1944 hasta la emergencia del movimiento político y cultural tzántzico en 1962. Los intelectuales han mantenido una relación que no solo ha sido interpretativa de la nación, sino de “invención” de sus coordenadas simbólicas fundamentales, es decir, han elaborado los cuerpos simbólicos de la nación requeridos en la configuración de los estados nacionales en el continente. Con la fundación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana se establece la institución central que se encargara del reconocimiento y de difusión de la ecuatorianidad como nación mestiza. En la afirmación de ésta participan activamente los intelectuales con la elaboración de representaciones sobre el mundo social nacional. Además, su reconocimiento corresponde a un momento de restauración de un orden simbólico resquebrajado. De la narrativa de la nación mestiza se encuentran excluidos los indios, quienes son diluidos en la idea de mestizaje y comprendidos desde la categorización como campesinos. La emergencia del movimiento tzántzico en la década del sesenta supuso la ruptura con la práctica cultural del período hegemonizado por la Casa de la Cultura. Sin embargo, se mantiene una continuidad de la narrativa de la nación mestiza, pero ya no desde la mirada estatal sino como una identidad social.