4 resultados para Amapá amargo

em Ministerio de Cultura, Spain


Relevância:

20.00% 20.00%

Publicador:

Resumo:

Título del encuentro: 'Léxico en el aula de ELE', organizado por el Instituto Cervantes de Nápoles

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

Conocer los aspectos psicológicos de los personajes de Federico García Lorca. Expone la trayectoria vital de Federico García Lorca, explica el contenido de sus obras y analiza algunos de los personajes femeninos del mundo poético y teatral lorquiano. 1) Las obras de Federico García Lorca destacan entre las de sus contemporáneos por la inteligente y armoniosa fusión de elementos tradicionales y restauradores, así como por la espléndida aleación de un sabor clásico y una renovada y juvenil sensibilidad. 2) Lorca aprovecha todos sus conocimientos acerca del teatro clásico español para realizar su propio teatro, como producto de ritmos en el espacio y en el tiempo, donde el autor no desciende al diálogo del espectador sino que por el contrario, trata de elevar al espectador a un plano de superior preocupación. 3) La dramaturgia de Lorca sorprende por las pasiones elementales, por el chorro vital de las criaturas, densamente humanas, lo cual está en manifiesta contradicción con la crítica ingenua, y más que ingenua desenfocada y casi absurda, que de la obra dramática de Lorca hace García Luengo. Y es que Lorca siente el teatro como una cosa viva que bulle en su sangre mucho antes que cualquier fórmula pudiera imponérsele. Él ha contado cómo hacer teatro, fue el juego predilecto de su infancia, y así es como debe concebirse la obra dramática de Lorca, como un juego vital. 4) García Lorca quizás sin pretenderlo directamente indaga en el yo profundo de sus personajes encontrando en los instintos una clave para interpretar el yo y sus conturbadoras antinomias afectivas y volitivas. 5) Los personajes de las tragedias de García Lorca son taciturnos y dramáticos, como pozos profundos de agua amarga, invadidos por una desolada y desoladora tristeza. Su vida, casi fantasmal, llena de ámbitos oscuros, desde donde tiran los recuerdos del pasado y los presagios del porvenir, arrastrados por un impetuosos chorro vital, que, sin embargo, no les colma el espíritu. Por otra parte, las heroínas aparecen con una ligereza y gracilidad sorprendentes, y con unos movimientos dotados de especial sutilidad. 6) Estos seres del mundo lorquiano son con frecuencia, la personificación dramática de una idea y el fatalismo de que hacen gala, tanto en su sentimiento de amor amargo como en la actitud particular de enfrentarse al problema de la muerte, hay una raíz españolísima, profundamente católica, en la cual late con fuerza el sedimento de la cultura. 1) Federico García Lorca sin sacrificar nada de lo esencial a su inspiración llega a una síntesis superior de elementos que encuentra, al fin, su centro en la zona de lo popular. Popular, tanto por el carácter tradicional de las formas dominantes, como por los contenidos poéticos y espirituales. No es por tanto un mero volver los ojos a lo popular, sino que por el contrario, se mete de lleno y profundiza en la entraña de lo popular la intuye y crea, con un tino y una hondura, no de imitación sino de voz auténtica. 2) Por otra parte, la intervención de Lorca en la vida teatral española confirma ese afán juglaresco, no limitándose a su aportación como autor, sino prodigando su genio artístico en sus campañas de realizador extraordinario. Y si algo hay en especial que García Lorca no recoge de nadie, ello ha de ser esa atmósfera de misterio que envuelve el escenario así como también la llegada de las situaciones poéticas a la escena. 3) El poeta García Lorca lo supedita todo a la eficacia verbal. Su lenguaje es dramáticamente conciso, cargado de esencias, lacónico, recogiendo así el espíritu de lo rural. García Lorca pertenece pues, a la casta eterna de los poetas cuya obra no se reduce a unos esquemas de tiempo y lugar. Por eso se presta a las más diversas interpretaciones, con esa vitalidad de lo clásico, vitalidad que desborda en un continuo ensanchamiento a medida que se le va conociendo mejor y a la par que transcurren los años.

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

En primer lugar surge la pregunta de ¿quién tiene derecho a educar? La complejidad de las sociedades modernas y el agobio progresivo de los padres ante la general economización de la vida, plantea el problema de delegaciones. El estado viene a suplir las deficiencias familiares. Pero, como paliar esos peligros ciertos asegurándose de que los educadores oficiales, realizasen su misión. El saber es una parte de la formación, pero al lado de ella está la cultura y la enseñanza a una masa , además , desvirtúa la misma enseñanza, haciendo imposible cualquier intento de educación. La ignorancia de las posibilidades y problemas de cada alumno, somete a todos a la norma igualitaria y formal de niveles genéricos, que originan numerosas frustraciones y ese sabor amargo que muchos jóvenes guardan de su paso por las instituciones docentes. La rebeldía es sofocada mediante castigos. Para resolver todos estos problemas habría que ir a conceptos y maneras nuevas de realización educativa. Partiríamos de la relación directa, personal entre tu-yo, para llegar al diálogo y aclarar que el saber no se da, se sugiere, o se facilita. Habría que intentar mejorar las relaciones entre profesor-alumno.

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

Al nacer Soares dos Reis, en 1847, la escultura portuguesa atravasaba una acentuada crisis de decadencia.. Machado de Castro, el gran escultor y maestro había muerto en 1822. y se puede decir que no había dejado discípulos. Sería Soares el continuador de su obra. Estudió en la Academia Portuense de Bellas Artes. Ante tan genial talento, apenas acabó el curso fue enviado a París pensionado y obtuvo una mención honorífica, medallas y un premio pecuniario. La guerra francoprusiana de 1870 le obligó a abandonar París y marchar a Italia y en Roma, modeló la célebre estatua de El Desterrado, la primera obra prima de la escultura del siglo XX..Obra de un gran artista en la que la pena, la ausencia, la nostalgia, el desaliento, alcanzan proporciones de superlativo dolor. Pero es en la estatua del Conde Ferreira, en donde su genio se revela plenamente. Es una obra maestra de penetrante observación. Ingresó en la Academia de Oporto fue un verdadero reformador de la enseñanza de la escultura, cuya acción didáctica influyó en el medio artístico portugués, todavía muy limitado en aquella época. Pero muy joven, con cuarenta y ocho años, en plena gloria y cuando tanto había que espera de su talento, Soares dos Reis encontró la muerte en el suicidio, en su propio taller, víctima de su carácter melancólico y de su enfermizo y amargo pesimismo.