291 resultados para Estado -- Siglo XX
Resumo:
La enseñanza profesional femenina en los Estados Unidos adquiere unas características especiales por el avanzado estado de desarrollo industrial y económico. La mecanización posibilita que la mujer pueda desempeñar muchas más tareas profesionales. En Estados Unidos la superioridad laboral del hombre es menos evidente que en otras sociedades. Por otro lado el elevado nivel de riqueza ha permitido prolongar la edad de escolaridad obligatoria hasta los 18 años. Se analiza la evolución del trabajo femenino en los Estados Unidos a lo largo del siglo XX, hasta los años 50. También se delimitan las características de la enseñanza secundaria en lo referente a las mujeres. La característica más sobresaliente es la de un mayor número de mujeres diplomadas, que de hombres. Por último se describe la situación de la mujer en la enseñanza superior estadounidense, en la que las diferencias entre hombres y mujeres son ya desfavorables para éstas, aunque el número de mujeres que cursan estudios secundarios es proporcionalmente mucho más elevado que en otros países.
Resumo:
En el terreno de la innovación educativa los éxitos fueron escasos, costaron demasiados esfuerzos y en muy pocas ocasiones cuajaron con carácter definitivo. Mientras que el pensamiento progresista educativo tuvo sólo en las dos repúblicas su chance histórica para realzar algunas ideas y reformas, el resto de los años los pasó en el exilio o en los frágiles muros de algunos centros, como fue el caso de la Institución Libre de Enseñanza: Pasos: 1. Camino hacia la secularización de la enseñanza. Hasta la revolucion liberal burguesa nadie disputó a la iglesia este monopolio con posibilidades de triunfo, sigue los pasos de la centralización liberal, que favorece el control de la enseñanza y su estatalización, como ocurre con la enseñanza universitaria. Desde ley de presupuestos de 1835, Plan Pidal de 1845 se consolidaron estos deseos; 2.Política e instrucción: la libertad de enseñanza. La Constitución de 1869 consagra ideológicamente el liberalismo democrático, al reconocer el sufragio universal y la democracia es un problema de instrucción. El movimiento político de 1868-1875 modificó muy poco la enseñanza primaria y la inestabilidad política impidió sin duda unos resultados efectivos. Pero existió libertad de enseñanza; 3.Lucha contra la libertad de la ciencia. La iglesia, apoyándose en los gobiernos conservadores, iba a reorganizar sus filas y plantear una dura batalla contra la libertad científica con la Restauración, ya que antes había carecido de unidad institucional Con la nueva constitución de 1875 estado confesional. Finalmente la libertad científica una quimera contra la que luchó la Institución Libre...pero inyectó una nueva savia en la vida educativa española cuando la Universidad mantenía al país en el más miserable de los ostracismos; 4. Analfabetismo y proletariado. El problema de la autonomía universitaria; a las puertas del siglo XX ningún gobierno había afrontado seriamente el problema de la enseñanza. El setenta por ciento de la población era analfabeta. Pero la Institución se preocupó y cumplió esta misión, aunque quedó restringida a las capas media y alta. Junto a iniciativas de la iglesia se fueron fundando escuelas; 6. Laicización de la enseñanza. Con la segunda republica se produjo este hecho y el desarrollo importante de la educación. Su programa consistió en la implantación de la escuela única, poniendo remedio a la lamentable situación de la enseñanza primaria porque en este momento el analfabetismo en España era del 32,4 por ciento de la población. Con la caída de la Segunda República se vuelve a la enseñanza confesional, siendo esta aún la única permitida en nuestro país.
Resumo:
Reconociendo que el doble proceso de democratización y de descentralización del poder político ha sido uno de los logros del siglo XX, debemos analizar las carencias y deficiencias que subsisten en la actualidad y que, si no se subsanan adecuadamente, pueden malograr el proceso autonómico de descentralización educativa. La organización del Ministerio de Educación y Ciencia no ha dado signos de estar preparando un nuevo modelo de organización administrativa, inevitable tras los traspasos de 1997. No es sólo un problema de tamaño, de volumen orgánico, sino de funciones. El futuro modelo de organización tendrá que ser, por exigencia del estado autonómico, un Ministerio pequeño altamente cualificado, con escasas o nulas competencias de gestión y con funciones legisladoras, de programación general de la enseñanza, de coordinación y de control, de cooperación y de evaluación general del sistema educativo. Un Ministerio con estas características lleva consigo una reducción drástica de las unidades de gestión y una reconversión del personal a su servicio. Pero la función más importante debería ser la programación general de la enseñanza y es una competencia compartida entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Es cierto, que estas últimas han tratado de robustecer su organización en los primeros momentos, pero no se ha producido una renovación en el esquema. Finalmente, la descentralización debe llegar también a las aulas, es decir, al centro docente. Se trata de una autonomía que pueda afectar a la determinación del número de alumnos por clase, al número de unidades y profesores; a su selección y retribución; a los métodos y procedimientos de enseñanza. Pero cuando pensamos en un centro docente lo que tenemos en mente son espacios para la realización de objetivos y determinaciones adoptadas en lugares administrativos y territorialmente superiores. Sin embargo, queda mucho camino para la descentralización. El camino hacia una nueva fase del proceso autonómico conduce a la cooperación. Las técnicas de cooperación deben ser objeto de un mayor desarrollo y de una mayor riqueza. Después habría que reforzar la aplicación a la educación de los principios constitucionales básicos, los principios de unidad y autonomía que son inseparables. Justo en el equilibrio de los dos está el sostén más firme de un Estado integrador de regiones y nacionalidades. Ese principio reposa sobre un tercer principio constitucional, el de la solidaridad, entendido como lealtad al Estado y lealtad de las Comunidades Autónomas al Estado, pero también de este a las Comunidades. La solidaridad puede ser la clave del arco de un Estado complejo, compuesto de diecisiete comunidades. La construcción de este Estado autonómico exige el esfuerzo de todas las partes implicadas, pero en ese Estado todos los ciudadanos, municipios, provincias y Comunidades Autónomas deben encontrar su lugar, su papel y su participación.
Resumo:
Se ha aceptado en la historiografía general que Madrid por ser la capital de España y la sede del gobierno central, siempre ha mantenido una identidad de objetivos con la Administración central y se ha encontrado en una situación de privilegios económico y político con respecto a otras grandes ciudades españolas. Esto puede ser verdad en determinadas etapas históricas y ante ciertos factores ideológicos, pero no es extrapolable a cualquier momento y circunstancia. Si nos circunscribimos al primer tercio del siglo XX y al problema de la enseñanza primaria pública, veremos que los intereses de Madrid no estaban tan cercanos a los de la Administración central como podría suponerse. También es verdad que el poder estatal consideró a la capital como sede de diversos ensayos pedagógicos que no transpasaron los límites de la excepcionalidad, y que también le adjudicó un papel único con respecto al resto de España, rol asumido por el poder municipal e incluso por la opinión pública. Y, por tener este carácter de modelo se reprimieron duramente todos los aires de autonomía pedagógica, para evitar que pudieran inspirar a otras capitales de provincia. El origen de las diferencias entre el Estado y el Ayuntamiento de Madrid es muy claro, parte de 1901 cuando muchas de las competencias municipales en materia educativa pasaron al Estado por decreto. El Ayuntamiento de la capital no lo aceptó, ya que le relegaba a un segundo plano en temas de enseñanza y sin poder intervenir en su organización y supervisión. Este marginación se notó no solo en Madrid, sino también en todas las grandes poblaciones españolas ,en Cataluña y País Vasco especialmente. Por eso, cada una de ellas no dejaron de luchar durante la primeras décadas del siglo XX, para recuperar el control de las escuelas públicas..Tal era la situación de tensión que tuvieron los poderes central y local en el trienio 1911-13 que el Ministerio de Instrucción Pública publicó una orden para dejar bien claros los límites del gobierno municipal de Madrid y que también sirviese de ejemplo para el resto de las ciudades españolas con aires autonómicos. Hubo que esperar al Plan de 1922 para que se produjese la armonía y el entendimiento entre las partes implicadas. Ese cambio de actitud se debió a una serie de factores del Concejo madrileño: económicos y de distinta índole que explican esas desavenencias con los poderes centrales.
Resumo:
Único órgano de actualización pedagógica a principios del siglo XX en España. Hubo otras instituciones que se preocuparon por el estado de retraso cultural del país y por la decadencia de los estudios y algunos de ellos consiguieron, en mayor o menor medida, colaborar en la mejora de la escolarización, de la docencia, de la administración escolar, de los métodos didácticos y en último término, de la dignidad de muchos hombres y mujeres, dignidad que empieza por el desarrollo intelectual de cada persona. Pero tras la revisión respecto a los instrumentos que impulsó la Junta para actualizar los discursos y las prácticas pedagógicas en la España del primer tercio del siglo XX, así como del recuento de los ámbitos concretos en los que los pensionistas pudieron actuar, se puede decir que fue un claro balance positivo en esa tarea de modernización que llevó a cabo. Está claro que pudo tener una base social más amplia su esfera de influencia o que pudo haber elegido una estrategia con más capacidad de incidencia en todos los sectores de la nación. Pero hay que estar de acuerdo en que con los presupuestos que contó a través de su existencia, con los avatares políticos a los que tuvo que hacer frente a lo largo de treinta años y las sospechas que despertó en sectores reaccionarios, enemigos de toda novedad, logró en un periodo de tiempo corto unos éxitos cuantificables que contribuyeron a dignificar el país, especialmente en el camino de la pedagogía, lo que ha llevado a algunos historiadores a considerar aquella etapa como una de las mejores por las que ha atravesado España en tiempos pasados.
Resumo:
El siglo XVIII forjó su doctrina no exenta de grandeza. El siglo XIX corrigió aquella doctrina con el doctrinarismo y la política social. Alumbró, además, la sociología y el marxismo, tampoco libres de grandeza. El siglo XX, está viviendo parasitariamente de los siglos anteriores, sin otro aditamento. En definitiva, la obra doctrinal del siglo XX está por hacer y mientras no se haga, el perfil doctrinal del siglo está por hacer. Pero ¿cómo se encara el mundo con la gran crisis? En primer lugar sse preconiza una economía de plena ocupación interponiendo al Estado para que mantenga la vida económica, cuya organización ha de descansar en la empresa privada. A nivel político, las únicas opciones son comunismo o democracia igualitaria.