28 resultados para Atención primaria
em Universidad de Alicante
Resumo:
Objetivo. Estimar la reproducibilidad de tres medidas objetivas de desempeño físico de personas mayores en atención primaria. Diseño. Estudio descriptivo y prospectivo con observación directa de la función física por parte de profesionales de la salud de acuerdo a un protocolo estandarizado. Emplazamiento. Tres centros de atención primaria de las provincias de Alicante y Valencia. Participantes. Muestra de 66 personas de 70 y más años, evaluadas en dos ocasiones por el mismo profesional al objeto de replicar idénticas condiciones del estudio, en un intervalo temporal de dos semanas (mediana de 14 días). Mediciones principales. Se evaluó el funcionamiento físico a través de tres pruebas objetivas de desempeño: el test de equilibrio, el de velocidad de la marcha, y la capacidad para levantarse y sentarse de una silla. Estas medidas provienen de los estudios E PESE (Established Populations for Epidemiologic Studies of the Elderly). Se ha calculado la fiabilidad test-retest mediante el coeficiente de correlación intraclase. Resultados. Los coeficientes de correlación intraclase (CCI) fueron de 0,55 para el test de equilibrio, de 0,69 para el test de levantarse de la silla, y de O, 79 para el de velocidad de la marcha. El valor para la puntuación total de la batería EPESE fue de 0,80. Conclusiones. La reproducibilidad de estas medidas de desempeño es tan aceptable como las aportadas por la bibliografía de referencia. Estas pruebas de desempeño permiten evaluar con rigor cambios importantes en funcionamiento y salud que se producen con el tiempo.
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Esta investigación forma parte de una tesis doctoral Análisis de la intervención de enfermería en grupos de ayuda a madres con hijos menores de un año. El proyecto de esta tesis fue presentado al Colegio de Enfermería de Barcelona, obteniendo una financiación parcial en el marco de ayudas a Proyectos de Investigación PR 5326-11.
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Aunque los apósitos de cura en ambiente (CAH) húmedo se han utilizado predominantemente en heridas crónicas, ello no es óbice para que su uso en heridas agudas permita solucionar algunos problemas, como el conseguir un ambiente óptimo que facilite la migración epitelial, así como una adecuada protección de las heridas y una correcta gestión del exudado. Es por ello que, dentro del marco del estudio AURIGA-04, nos planteamos la realización de un estudio prospectivo observacional, abierto y multicéntrico, de medidas repetidas en una cohorte de pacientes que presentan heridas agudas de diversa etiología en el que se incluyeron pacientes con heridas traumáticas, quirúrgicas o quemaduras tratados por profesionales de Atención Primaria, con el objetivo de generar evidencias acerca de la utilización de apósitos de CAH, en concreto, de la gama de apósitos hidrocelulares Allevyn®, en el tratamiento de heridas agudas. Se consideraron como criterios de exclusión heridas con signos clínicos de infección. Solo se incluyó una lesión por paciente. En el caso de los pacientes con heridas agudas, la muestra a estudio quedó compuesta por 61 pacientes con una edad media de 71,1 años; 36 casos corresponden a mujeres (60%). El estado general de salud de la muestra era bueno en un 49,1% de los casos y prácticamente la totalidad de los pacientes presentaba pluripatología. Un 10% de los pacientes consumía fármacos que podían interferir en la cicatrización y un 6% presentaba malnutrición. El 67,2% de las lesiones eran heridas traumáticas, el 24,6% quirúrgicas y un 8,2% quemaduras. Un 37% de las lesiones fueron clasificadas como superficiales y el 63% restante como profundas. Presentaban 64 días de evolución previa a su inclusión en el estudio y una superficie media de 23,34 cm2. Los pacientes permanecieron en el estudio un promedio de 43,6 días, con una cadencia de cambios de apósito cada 2,7 días. Durante el estudio cicatrizaron el 63,9% de las heridas, en un promedio de 40,9 días. La superficie inicial de las lesiones mostró una reducción significativa a lo largo del seguimiento (inicial: 23,34 cm2, final: 4,27 cm2, p ≤ 0,001). En los modelos de regresión de Cox, sólo resultó estadísticamente significativa la edad del paciente, en el grupo de lesiones traumáticas (RR: –0,03, p= 0,039). Durante el período de seguimiento, un 80,3% de los pacientes fue tratado en combinación con Intrasite Conformable®, Iruxol Mono® o la combinación de ambos productos. Los profesionales que realizaron las curas con Allevyn® valoraron muy favorablemente su manejo durante todo el estudio; así, en más del 96% de los cambios se consideró fácil de colocar, en el 100% indoloro y también en el 100% de fácil retirada. A la vista de los resultados, los apósitos de CAH y, en concreto, la gama de apósitos Allevyn®, tienen una clara aplicación en el caso de las heridas agudas, permitiendo un óptimo abordaje local de las lesiones, proporcionando unos niveles óptimos de humedad, pH y temperatura para las células implicadas en el proceso de cicatrización. Así, se promueve la formación de tejido de granulación y facilita la epitelización, además de proteger la herida ante traumatismos y gérmenes.
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Antecedentes. La relación médico-paciente es aquella que se produce durante la interacción entre el usuario y el profesional. Esta ha ido cambiando a lo largo de la historia. En la actualidad, el paradigma emergente es el que autonomiza y empodera al usuario, en contraposición al tradicional paradigma paternalista. Objetivo. El objetivo de este trabajo es averiguar el estado del fenómeno sociológico del empoderamiento del paciente en España, desde el punto de vista de los profesionales sanitarios. Metodología. Se realizó un estudio exploratorio mediante una metodología cualitativa. La recolección de datos se basó en entrevistas estructuradas no estandarizadas. Se procedió al análisis del contenido a través de un proceso circular simultáneamente a la recolección de datos. Se complementó con un estudio de fuentes documentales bibliográficas a propósito de la temática abordada. Resultados. Los profesionales muestran una actitud positiva hacia el fenómeno del empoderamiento del paciente. Todavía se muestran escépticos ante la fiabilidad de la información sobre salud que se encuentra en internet y del criterio de los propios pacientes. Aun así, el máximo de autonomía del paciente, el consentimiento informado, sigue siendo considerado como una herramienta de protección del profesional. Discusión. Tras este estudio exploratorio se ha podido observar un cambio de actitud en el profesional respecto a la percepción que tiene sobre la evolución en la relación con el paciente. Se empieza a constatar que el fenómeno social se encuentra en un estado en el que los actores adquieren posturas más simétricas jerárquicamente.
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OBJETIVO: Describir la experiencia de los profesionales de enfermería en relación a las dificultades encontradas y los futuros retos de la coordinación asistencial dentro del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) para garantizar una atención integral al enfermo crónico (EC). MÉTODO: Estudio observacional-descriptivo con metodología cualitativa, realizado en el ámbito de la atención primaria del SERMAS, en 2013. Los datos se obtuvieron mediante observación participante, entrevistas en profundidad y grupo de discusión, con profesionales sanitarios seleccionados mediante un muestreo intencional y amplia experiencia en el cuidado y gestión de EC. Para el análisis de los datos se realizó un análisis temático siguiendo las cuatro fases propuestas por Morse y Field (1995). En todo el proceso se tuvieron en cuenta los criterios de calidad descritos por Calderón (2002): adecuación epistemológica y metodológica, relevancia, validez y reflexividad. RESULTADOS: Los resultados se agrupan en 2 temas: (1) Dificultades para una coordinación de calidad y (2) retos en la coordinación sociosanitaria. Observamos que existe un escaso desarrollo del marco político competencial sobre las estrategias que posicionan a la enfermería como el profesional clave de la atención al EC y permiten su visibilización social, de iniciativas de mejora basadas en evidencias científicas, múltiples barreras profesionales, organizativas, estructurales, de diseño tecnológico, relación y gestión que obstaculizan el cambio en la continuidad de cuidados. Existen retos futuros dirigidos a empoderar a los enfermeros reconociendo su liderazgo por parte de la Administración, promover el trabajo colaborativo y adoptar un paradigma de asociación con éxito en los equipos multidisciplinares dirigidos por enfermeros y centrados en los pacientes, mejorar las estrategias de coordinación interniveles asistenciales garantizando eficiencia y calidad, fomentar el empoderamiento de pacientes mediante la autogestión de los cuidados, así como crear sistemas de comunicación e información compatibles.
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Objetivo: Comparar la prevalencia de la violencia de género entre mujeres inmigrantes y españolas. Describir sus respuestas ante esta situación y posibles diferencias entre ellas. Identificar intervenciones ya existentes en España sobre prevención y atención sociosanitaria de violencia de género dirigidas a inmigrantes. Métodos: Estudio transversal mediante encuesta autoadministrada en 10.202 mujeres que acudieron a centros de atención primaria en España (2006-2007). Análisis de contenido del informe de seguimiento de la ley 1/2004 de medidas de protección integral contra la violencia de género remitido por las comunidades autónomas (CC.AA.) (2005) y las leyes y planes autonómicos más recientes. Resultados: La prevalencia de violencia de género en las españolas es del 14,3% y en las inmigrantes del 27,3%. La probabilidad de violencia de género en las inmigrantes es mayor (odds ratio ajustada: 2,06; intervalo de confianza del 95%: 1,61–2,64). Las inmigrantes dijeron haber denunciado a su pareja con más frecuencia, así como que no sabían resolver su situación. Algunas CC.AA. ya han emprendido intervenciones para superar las barreras de acceso a los servicios sociosanitarios, pero sólo tres facilitan el número de mujeres inmigrantes beneficiarias de ayudas económicas y laborales hasta 2005. Conclusiones: Existe una desigual distribución en la prevalencia de la violencia de género según el país de origen, afectando en mayor medida a las mujeres inmigrantes. Éstas denuncian con más frecuencia que las españolas, pero tal actuación no supone una garantía de resultados efectivos. Aunque se han identificado otras intervenciones específicas en algunas CC.AA., sería necesario evaluarlas para asegurar que las mujeres inmigrantes se están beneficiando.
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En los estudios de la Diplomatura de Enfermería existe una división, tanto a nivel secuencial-cronológico (transmisión gradual y lógica de los contenidos), como en la dimensión espacio-ambiental (aula, sala simulación y servicio sanitario: comunitario u hospitalario). Estas divisiones tienen consecuencias en la estructura curricular de la disciplina: módulo teórico, módulo práctico y módulo práctico-clínico, confiriéndole a estos estudios una peculiaridad asentada en las diferencias en los tipos de escenarios, ambientes, instituciones, normas, y personas que se manifiestan en los contrastes percibidos (Merleau Ponty, 1988) por los alumnos en su proceso de enseñanza-aprendizaje según se dé éste en un módulo u otro. La enorme variabilidad de la práctica se ve también afectada por las características del escenario en el que tienen lugar las prácticas clínicas: centros de atención primaria y/o instituciones hospitalarias, en los que el alumno debe iniciar sus prácticas de enfermería con el que va a constituir su objeto-sujeto de trabajo durante toda su vida profesional: el ser humano (individuo, familia y comunidad) atendiendo a sus necesidades fisiológicas, psicológicas y sociales desde una perspectiva holística. Los contrastes entre el aula y el servicio sanitario suponen a veces contradicciones que desenfocan la visión lógica con la que el alumno pretende interpretar su realidad formativa en esta compleja fase de sus estudios, y esta visión borrosa puede derivar en situaciones de disminución o pérdida de significado que esta experiencia educativa debe tener en el alumno (Bruner, 1991).
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Objetivo: este trabajo pretende analizar el apoyo social formal a un grupo de madres con hijos menores de un año. Método: estudio cualitativo, descriptivo interpretativo, en el cual participaron diez mujeres en un grupo focal que se reunió en siete ocasiones. Resultados: a partir del análisis de contenido de las dinámicas grupales se detecta que el apoyo formal informativo es el más frecuente y resulta difícil separarlo del emocional. Los profesionales, a través del apoyo informativo, tratan temas relacionados con la promoción de la salud y prevención de la enfermedad y acompañan a las madres en este rol. Conclusión: para las madres el apoyo formal brindado por el personal de enfermería es positivo y percibido como un refuerzo en su vivencia de la maternidad, y debe estar enmarcado en un contexto cultural.
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Objetivos: Conocer la percepción del grado de satisfacción que tienen las madres, con hijos menores de un año y que participan en las dinámicas grupales que los CAP ofrecen, en relación al contenido y redes de provisión del Apoyo Social (AS) así como las causas que disminuyen la satisfacción en el receptor de este apoyo. Material y métodos: Estudio con diseño cualitativo y enfoque fenomenológico. La población objeto de estudio estaba constituida por madres participantes en dinámicas grupales de cinco CAP de la provincia de Barcelona. Como instrumento de recogida de datos se empleó la entrevista semiestructurada, entre julio de 2011 y julio de 2012; todas fueron grabadas, transcritas y analizadas. Resultados: AS informal: la mayoría de las madres están muy satisfechas-completamente satisfechas con el AS informativo, emocional y evaluativo procedente de las enfermeras; identificándose 4 categorías que contribuyen en esta percepción: contacto profesional/accesibilidad, disparidad y/o actualización, confianza y no procede. AS formal, la mayoría de las madres están muy satisfechas-completamente satisfechas con el AS informativo, emocional, evaluativo y técnico procedente de la pareja y madre (abuela materna); identificándose 8 categorías en esta percepción: disparidad y/o actualización en los consejos, exigencia, empatía, confianza, inseguridades, tiempo, distancia y no procede. Conclusiones: Los factores identificados deberían considerarse en los planes de mejora de la satisfacción y acompañamiento de las madres en este momento de profundos cambios en su vida; dado que aportar un AS satisfactorio repercute en la promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
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La Ley General de Sanidad 14/1986 de 25 de Abril posibilitó el tránsito del antiguo modelo de Seguridad Social al actual modelo de Sistema Nacional de Salud (SNS), financiado con impuestos y de cobertura prácticamente universal. Desde entonces se han producido profundos cambios en el sistema que culminaron en el año 2002 con la descentralización total de competencias en materia de salud en las Comunidades Autónomas. La regulación nacional de competencias en materia de salud se realiza desde el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, organismo que agrupa a los máximos responsables autonómicos en materia de salud de cada Comunidad Autónoma y que tiene entre otras, la responsabilidad de evitar las desigualdades en servicios sanitarios dentro del territorio nacional. La creación y competencias del Consejo Interterritorial quedan recogidas en la Ley 16/2003 de 28 de mayo de Cohesión de la calidad del Sistema Nacional de Salud. La cartera de servicios comunes del SNS se establece en el Real Decreto 1030/2006 de 15 de Septiembre, actualizando el Real Decreto 63/1995 de 20 de enero sobre Ordenación de las prestaciones sanitarias, resultando del actual marco legislativo con la descentralización de competencias y gestión de los presupuestos un horizonte de posible variabilidad en los modelos de gestión de cada CCAA, que, si bien deben garantizar la universalidad de las prestaciones, también ofrece una diversidad de modalidades de gestionar los recursos en materia de salud. En cuanto al estado de salud de los españoles, destacar que la esperanza de vida al nacer se sitúa en 79,9 años, superior a la media europea, 78,3 años, y la esperanza de vida ajustada por incapacidad fue en 2002 de 72,6 años en España respecto a los 70,8 de la UE. Según cifras del propio Ministerio de Sanidad, la percepción de la salud de los ciudadanos fue positiva para un 73% de los hombres y un 63,2 de las mujeres. Alrededor del 60% de la población tiene un peso normal y la morbilidad sitúa en los primeros lugares las enfermedades del aparato circulatorio, el cáncer y las enfermedades del aparato respiratorio (CIE-9). El gasto sanitario en España, es un capítulo presupuestario importante, al situarse en torno al 7,5 del P.I.B, y los recursos e inversiones presentan aparentes desigualdades autonómicas. Los modelos de gestión y dependencia patrimonial de los recursos, variables entre Autonomías, plantean la necesidad de monitorizar un seguimiento que permita evaluar en los próximos diez años el impacto de la descentralización de competencias del Sistema. La estructura del Sistema tiene dos niveles asistenciales mayoritarios, atención primaria y especializada, absorbiendo la atención especializada la mayor parte del presupuesto. El incremento del gasto sanitario y la universalidad de las prestaciones han condicionado en gran medida la implantación de modelos de gestión diferentes a los tradicionales. Esta situación no es exclusiva del Estado Español. En los Estados del entorno de la Unión Europea, el Consejo de Ministros de Sanidad de la UE en su sesión celebrada los días 1 y 2 de Junio de 200625 concluyeron un documento que recoge los valores y principios comunes de los sistemas sanitarios de los países de la Unión Europea, resaltando los principios y valores de los sistemas sanitarios como soporte estructural de dichos estados. Como conclusión, en este momento (2007) el Sistema Nacional de Salud Español, está inmerso en un proceso de trasformación orientado a garantizar la eficiencia de las prestaciones de manera responsable, es decir, ofertar al ciudadano la mejor calidad de servicios al mínimo coste.
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Objetivos: Describir necesidades y experiencias de madres con hijos menores de un año, identificar los factores que dificultan la transición a la maternidad y orientar en el contenido de un programa de promoción de la salud a desarrollar en sesiones grupales de apoyo a la maternidad. Diseño: Estudio cualitativo con enfoque fenomenológico. Emplazamiento: Ocho centros de Atención Primaria de la provincia de Barcelona, entre julio de 2011 y julio de 2012. Participantes: Un total de 21 madres que participan en dinámicas grupales de apoyo a la maternidad. Método: Selección opinática de las participantes en las entrevistas semiestructuradas. Las transcripciones se analizaron en su estructura (análisis de contenido latente) y contenido (análisis de contenido manifiesto), obteniéndose diferentes categorías. Resultados: Las participantes en el estudio definen el constructo de la maternidad en torno a 3 categorías: los cambios en el estilo de vida, los sentimientos y las percepciones. Identifican como momentos más estresantes: «el nuevo rol», «los cambios en la relación de pareja», «sentimientos encontrados», «experiencias del embarazo y parto», «la idealización», «la falta de apoyo», «llantos», «cólicos», «interpretar las señales del niño», «baño», «descanso», «opiniones contradictorias», «aprendizaje» y «adquisición de nuevas habilidades». Destacan como temas principales para las dinámicas grupales: alimentación, desarrollo, relación afectiva, confianza materna, participación de los padres, papel de la familia, aspectos emocionales, descanso, masaje, baño, prevención de accidentes, cólicos, primeros auxilios, puericultura, recursos y vacunas. Conclusión: Las dinámicas grupales deben contextualizarse de acuerdo a las necesidades percibidas por las madres y permitir la participación de otras figuras familiares.
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Objetivo: Describir los cambios percibidos por la población y los profesionales en relación con la salud y el uso de servicios tras la intervención RIU con agentes comunitarios en un barrio vulnerable. Diseño: Estudio descriptivo cualitativo con entrevistas individuales y grupales y observación participante de octubre de 2008 a julio de 2009. Emplazamiento: Barrio Raval (Algemesí-Valencia). Participantes: Selección por muestreo opinático de 7 mujeres agentes de salud, todas las que finalizaron la intervención, y 10 profesionales implicados en la misma. Método: Con las mujeres se mantuvo una entrevista grupal a los 6 meses, y una entrevista grupal y 7 individuales a los 9 meses de intervención. Se realizó un análisis temático de tipo descriptivo desde el modelo de promoción de salud. Con los profesionales se utilizó observación participante en una reunión a los 9 meses, analizándose las notas de campo según: valoración del proyecto, cambios detectados, dificultades y recomendaciones. Resultados: Las mujeres adquirieron información sobre salud, anticoncepción, embarazo y servicios sanitarios; señalaron cambios en autocuidados y habilidades sociales y liderazgo; interiorizaron el rol de agente de salud difundiendo lo aprendido y manifestando mejor autoestima y reconocimiento social. Provocaron cambios en su entorno relativos al cuidado de la salud y el acceso a los servicios. Los profesionales no incorporaron a su trabajo la perspectiva comunitaria; valoraron el proyecto, coincidieron con las mujeres en la mejora del acceso y uso de servicios y en el acercamiento población-profesionales. Conclusiones: RIU aumenta las capacidades de las personas participantes, su reconocimiento social y mejora el acceso y uso de servicios sanitarios.
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Objetivo general: - Conocer la prevalencia de déficit de conductas de autocuidado en la población adulta con diabetes tipo 2 (DMT2) del área de salud de Cáceres y determinar los factores o variables asociados a dicho déficit. Objetivos específicos: - Describir el nivel de autocuidado de las personas adultas con DMT2 en relación con la alimentación, ejercicio, cuidado de los pies, control de la glucemia, tratamiento farmacológico, y asistencia a las consultas para su control, a partir de las formas en que expresan el cuidado de su enfermedad. - Determinar si existe asociación entre el nivel de autocuidado y determinadas variables sociodemográficas, de comorbilidad, de información y de zona básica de salud. - Conocer de qué fuentes y de qué forma las personas con DMT2 obtienen la información sobre las conductas de autocuidado. Material y método: Estudio analítico observacional de corte transversal. La población de estudio fueron las personas mayores de 40 años con diagnóstico de DMT2 que acuden a las consultas de enfermería de atención primaria del área de salud de Cáceres para su atención. La muestra estuvo conformada por 260 personas. La obtención de los datos fue a través de la entrevista personal mediante un cuestionario estandarizado elaborado para esta investigación que mide las acciones de autocuidado en cuanto al régimen terapéutico que la enfermedad impone. Resultados: Las características de la muestra fueron similares a las de otros estudios en poblaciones con DMT2. La media de edad fue de 68 años, con predominio de mujeres. Sólo un 15,8% tenían normopeso, la mitad sin estudios, el 80% convive con algún miembro de su familia, más de un tercio son amas de casa y el 42% de los participantes fueron diagnosticados de diabetes hace más de 10 años. El déficit de autocuidado lo presentaron el 49,8% para el cuidado de los pies, el 26,6% para el ejercicio, el23,8% para el control de la glucemia, el 8,1% para la alimentación, el 6,2% para la asistencia a los controles y el 1,2% para el tratamiento farmacológico. El déficit de autocuidado se asoció en la alimentación con el sexo del paciente, el lugar de residencia y el sector profesional. En el ejercicio sólo con la edad, decreciendo el déficit a medida que aumenta la edad de las personas. En el autocuidado de los pies se relacionó con la situación laboral, los antecedentes familiares, haber tenido complicaciones por la diabetes, ser fumador y la edad, siendo los mayores de 70 años los que menos déficit presentaron. En el control de la glucemia el autocuidado se relacionó con la duración de la diabetes, el índice de masa corporal, la información dada por el médico y la información escrita. En la asistencia a las consultas de control se asoció con que el paciente hubiera tenido complicaciones derivadas de su enfermedad. No se observó asociación entre el déficit de autocuidado en el tratamiento farmacológico y ninguna de las variables estudiadas. Para el 98,5% de los participantes, la principal fuente de información sobre los autocuidados de la diabetes fueron los profesionales sanitarios, manifestando el 92,3% que la información sobre los autocuidados recibida de la enfermera es suficiente. Todos habían recibido información individual y ninguno manifestó haber recibido información en grupo. Más de un tercio consideró que la información escrita es insuficiente, así como la información recibida por los familiares. Conclusiones: Las personas con DMT2 presentan déficits de autocuidado, siendo especialmente relevantes en el tratamiento no farmacológico. La prevalencia de déficit de autocuidado se asoció a factores individuales: no modificables por el sistema sanitario como la edad, sexo y situación laboral; modificables como el tabaquismo y el índice de masa corporal. A factores derivados de la enfermedad como el tiempo de evolución de la diabetes y padecer complicaciones. Así mismo, la prevalencia de déficits de autocuidado se asoció a factores del entorno sanitario en cuanto a la información proporcionada por los profesionales, la información escrita recibida por los pacientes y la información facilitada a los familiares. La identificación y comprensión de estos factores facilita diseñar e implementar estrategias adecuando de forma más efectiva el proceso de intervención educativa.
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Antecedentes/Objetivos: En España, la discapacidad visual está en aumento y su distribución es desigual entre regiones y grupos sociales. La Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE 2012) recoge cierta información sobre salud visual. Los objetivos del estudio son: (1) estimar la calidad de la salud visual percibida en una población rural periférica de la red de asistencia sanitaria con relación a la población general y el uso de los servicios sanitarios especializados e (2) identificar los grupos en riesgo de tener más problemas de visión y las barreras de acceso a los servicios sanitarios. Métodos: Estudio transversal en una muestra representativa de 302 personas en Cenicientos (Madrid). Se administró cuestionario ad hoc con preguntas comparables a la ENSE 2012 sobre uso de gafas o lentes de contacto y limitaciones visuales percibidas, y otras adicionales sobre uso de servicios de salud visual y barreras de acceso a los mismos. Análisis descriptivo aplicado con prueba 2 para independencia de variables, contraste de tasas de proporciones y regresión logística (OR) para las asociaciones entre población rural y general y variables socioeconómicas. Resultados: En población rural, la prevalencia de mala salud visual percibida es el 40,8% en hombres y 39,4% en mujeres. La edad, la situación laboral, el nivel de ingresos y la presencia de enfermedades crónicas están fuertemente asociados (p = 0,001) a la salud visual percibida. Con respecto a la población general, la población rural presenta menor probabilidad de usar gafas o lentillas (p < 0,05) y mayor riesgo de presentar dificultades visuales severas en visión de lejos [OR = 2,95 IC95% (1,46-5,56)] y en visión de cerca [OR = 4,06 IC95% (2,29-7,20)]. La mayor prevalencia de mala visión percibida en población rural corresponde a los diabéticos (H. 65,5%; M. 58,3%), donde el 18,9% declara no ver bien pese a usar gafas y el 47,2% o no ha acudido nunca a consulta de oftalmología (17,0%) o lo ha hecho hace más de dos años (30,2%). En población infantil (< 16 años) el 73,2% nunca ha acudido al oftalmólogo. La distancia a la consulta, asociar sus problemas de visión a la edad y el precio de las gafas o lentes de contacto son las principales razones por las que refieren no haber resuelto su problema de visión. Conclusiones: La población rural presenta peores indicadores de salud visual que se ven influenciados por determinantes sociales, laborales y económicos. El uso de los servicios sanitarios es insuficiente para una adecuada prevención, especialmente en población diabética. Mejorar la accesibilidad a la asistencia sanitaria especializada y la concienciación en atención primaria sobre los riesgos de pérdida de visión podrían reducir estas desigualdades.