4 resultados para España. Ejército de tierra
em RU-FFYL. Repositorio de la Facultad de Filosofiía y Letras. UNAM. - Mexico
Resumo:
Los sucesos históricos y culturales en ambos lados del Atlántico durante el siglo XVI tuvieron un punto de confluencia en la representación simbólica del manto de Verónica en el teatro misionero y, poco después, en la legendaria tilma guadalupana. La versión en náhuatl del auto de La destruyción de Jerusalem, de origen valenciano, y la conocida historia aparicionista que tuvo lugar posteriormente adquieren un desarrollo elocuente y polisémico a lo largo de la Colonia, entreverándose con la hipótesis de la llegada a América del apóstol Santo Tomás. En estas tradiciones, la representación simbólica sirve para llenar lo que la ideología occidental consideraba una tabula rasa: la historia y la cultura propias del mundo americano. No obstante, la cultura prehispánica ha aportado sus propios contenidos significativos al manto o tilma maravillosa. Con sus propiedades curativas y su contenido cristiano, la tilma se convierte en un signo de identidad entre Europa y América. Para los europeos, prueba de verdadera fe, para los criollos, autoafirmación, y para los indios, permanencia del tiempo mítico.
Resumo:
Leído en la mesa redonda Diego Hurtado de Mendoza, 500 años de su nacimiento (1503-2003), organizado por Margarita Peña Muñoz, en la Facultad de Filosofía y Letras, U.N.A.M., 20 de junio de 2003.
Resumo:
Chiapas representó en el siglo XVII una región donde confluían los mitos, temores y fascinaciones de colonos y europeos. Al ser visitada por Thomas Gage en su travesía hacia Guatemala, es descrita en su Nuevo reconocimiento de las Indias Occidentales de modo muy distinto cuando el narrador, como es este caso, registra sus vivencias personales e, incluso, pasionales. Sólo la historiografía moderna podría explicarnos particulares pasajes en que el viajero es abordado súbitamente por una realidad que pasa desapercibida a otros viajeros con un programa muy claro de supervisión y registro de datos, como es el caso de Antonio Vázquez de Espinosa en su Descripción de la Nueva España. Si el historiógrafo describe puntualmente flora, fauna y geografía, el narrador huele, paladea y recorre con nosotros el laberinto de la tierra chiapaneca. El paisaje a través de la persona, con todos los cabos sueltos y apariciones inexplicables para quien se interna en lo desconocido, cobran, a la luz de investigaciones recientes acerca del contexto sociohistórico de Chiapas, un sentido cabal que no sólo nos ilustra, sino que nos interna y se nos interna.