Estudio sobre la eficacia del r��gimen fiscal cooperativo portugu��s

El ordenamiento jur��dico portugu��s consagra un r��gimen fiscal especial para el sector cooperativo, basado, al igual que otros ordenamientos como el espa��ol o el italiano, en la protecci��n de la mutualidad como forma de organizaci��n empresarial especialmente ben��fica en el plano social. Para alcanzar ese objetivo, el r��gimen fiscal cooperativo debe ser selectivo, lo que significa que al legislador se le plantea el reto de establecer criterios para separar, dentro del marco cooperativo, lo que debe ser protegido de lo que no merece protecci��n fiscal. El legislador portugu��s opt�� por un modelo basado en dos grupos de ramos cooperativos claramente diferenciados seg��n los beneficios fiscales aplicables, ambos con amplias exenciones fiscales. El presente trabajo no se centra en el contenido de los beneficios aplicables sino en las condiciones que las cooperativas deben reunir para acogerse a esos reg��menes fiscales favorables. Estos criterios son: i) una divisi��n entre operaciones con socios y operaciones con terceros; ii) una delimitaci��n de las operaciones o actividades cooperativas seg��n est��n o no vinculadas con el ���fin propio de la cooperativa���; y iii) una estructura prevalentemente mutualista del factor trabajo. Esta f��rmula legal tiene su ra��z en una legislaci��n de 1929 y se ha mantenido hasta el d��a de hoy debido en parte a un fen��meno de inercia legislativa. El presente trabajo, bas��ndose en la metodolog��a de la sociolog��a jur��dica, asienta en una encuesta dirigida a 64 cooperativas, por la que se buscaba indagar hasta qu�� punto estos criterios (de acuerdo con los que se seleccionan las cooperativas que pueden acogerse a los reg��menes fiscales favorables) cuadran con la realidad cooperativa actual. Como era de esperar, la vetustez del r��gimen hizo que se encontraran desajustes muy significativos, que reclaman una reforma urgente.