4 resultados para Trabajadores sociales
Resumo:
Los objetivos de los programas y políticas de desarrollo rural pueden plantearse como la búsqueda de mayor 'bienestar' y diminución de la población en condiciones de pobreza. La situación de los jóvenes es al mismo tiempo parte de estos objetivos e indicador de las consecuencias de las políticas aplicadas. Durante la década de los noventa, se produjeron importantes cambios políticos, económicos y sociales, junto con transformaciones importantes en la agricultura. Esos cambios tuvieron impactos analizados para ámbitos urbanos, pero poco discutidos sobre los jovenes rurales. El objetivo de esta investigación es analizar el impacto de las transformaciones mencionadas sobre la situación de los jóvenes rurales, buscando discutir las derivaciones para el diseño de políticas y proyectos de desarrollo rural. Los resultados permiten concluir que la situación de desventaja de los jóvenes rurales se funda en determinaciones estructurales por la menor presencia del Estado que se mantuvo durante los noventa. El tipo de crecimiento agrícola no resultó transferido al conjunto de los jóvenes rurales, persistió la pobreza y se agravaron las condiciones de empleo. Los procesos migratorios hacia Buenos Aires no necesariamente se tradujeron en la incorporación a un mercado de trabajo diferente. Los proyectos de desarrollo en su actual adscripción al enfoque territorial debieran realizar esfuerzos para integrar a los jóvenes rurales a las políticas universales, de manera de asegurar los derechos básicos incluyendo el acceso a la tierra. La provisión de empleos dignos y posibilidades de estudio en los lugares de origen son las únicas garantías de que las migraciones sean opciones libres y voluntarias. Sin embargo, las migraciones de jóvenes rurales hacia las urbes pueden ser inevitables y es necesario capitalizarlos antes de su partida. Las derivaciones para la política pública deben considerarse como generales y rediscutidas a la luz de heterogeneidades de diverso tipo que nuevas investigaciones pueden retomar
Resumo:
El derecho a la alimentación es uno de los derechos humanos fundamentales. En relación a éste incribe la Seguridad Alimentaria que existe cuando todas las personas tienen en todo momento acceso material y económico a una alimentación saludable. El mercado es la principal vía siendo problemático cuando la población se encuentra debajo de la línea de pobreza por lo cual el Estado proporciona herramientas como la producción doméstica de alimentos, a través de programas como el Pro-Huerta. La presente investigación exploró la estructura de las representaciones sociales de la producción doméstica de alimentos de promotores y huerteros del Pro-Huerta, que son familias pobres urbanas del AMBA San Miguel) para indagar que elementos impulsan a las familias que efectivamente acceden a una alimentación saludable realizando producción doméstica de alimentos con las dificultades que presenta la situación de urbanidad. La metodología de investigación fue de tipo cualitativa y el análisis se realizó a partir de la teoría fundamentada, la cual utiliza como herramientas la codificación de datos y el método de comparación constante. Los resultados fueron que el núcleo de la representación social tiene dos componentes: uno socioeconómico: reserva de alimento y otro socio-cultural: la historia alimentaria rural. En la periferia, relacionados con la reserva de alimento, se encuentra reducir la situación de vulnerabilidad, proveer parte del consumo, reciprocidad en el intercambio en las redes primarias y la venta de excedentes. Concerniente a la historia alimentaria rural, los factores relacionados son la salud familiar, terapia y la producción de alimentos sanos. En la práctica de la actividad la cuestión de género constituye un elemento que puede afectar la actividad por ser las mujeres las únicas planificadoras en la organización social de la unidad doméstica. La entrega de semilla por el Pro-Huerta impulsa y fortalece y lo urbano no tiene influencia de significancia.
Resumo:
p.67-76
Resumo:
Los objetivos de los programas y políticas de desarrollo rural pueden plantearse como la búsqueda de mayor 'bienestar' y diminución de la población en condiciones de pobreza. La situación de los jóvenes es al mismo tiempo parte de estos objetivos e indicador de las consecuencias de las políticas aplicadas. Durante la década de los noventa, se produjeron importantes cambios políticos, económicos y sociales, junto con transformaciones importantes en la agricultura. Esos cambios tuvieron impactos analizados para ámbitos urbanos, pero poco discutidos sobre los jovenes rurales. El objetivo de esta investigación es analizar el impacto de las transformaciones mencionadas sobre la situación de los jóvenes rurales, buscando discutir las derivaciones para el diseño de políticas y proyectos de desarrollo rural. Los resultados permiten concluir que la situación de desventaja de los jóvenes rurales se funda en determinaciones estructurales por la menor presencia del Estado que se mantuvo durante los noventa. El tipo de crecimiento agrícola no resultó transferido al conjunto de los jóvenes rurales, persistió la pobreza y se agravaron las condiciones de empleo. Los procesos migratorios hacia Buenos Aires no necesariamente se tradujeron en la incorporación a un mercado de trabajo diferente. Los proyectos de desarrollo en su actual adscripción al enfoque territorial debieran realizar esfuerzos para integrar a los jóvenes rurales a las políticas universales, de manera de asegurar los derechos básicos incluyendo el acceso a la tierra. La provisión de empleos dignos y posibilidades de estudio en los lugares de origen son las únicas garantías de que las migraciones sean opciones libres y voluntarias. Sin embargo, las migraciones de jóvenes rurales hacia las urbes pueden ser inevitables y es necesario capitalizarlos antes de su partida. Las derivaciones para la política pública deben considerarse como generales y rediscutidas a la luz de heterogeneidades de diverso tipo que nuevas investigaciones pueden retomar