2 resultados para Religiosos
em Universidad Politécnica Salesiana Ecuador
Resumo:
Agosto de 1521: luego de dos años de guerra, México Tenochtitlán, cae en manos del conquistador Hemán Cortés. Tres años después, llegan a la antigua capitar azteca, los doce primeros franciscanos enviados por el Papa para convertir a los indios. Cortés organiza, entonces, con cierta sol, emnidad, una serie de reuniones entre los "doce apóstoles" y los representantes de las autoridades tradicionales indígenas. lns religiosos tratan de explicar los objefivos de su misión y comienzan atrazar las grandes lfneas de la fe católica. Los sacerdotes de los ídolos les responden defendiendo sus creencias ancestrales. Los coloquios continúan asf durante varios días antes de que los Aztecas, luchando con determinación en este conflicto teológico, terminen rindiéndose ante los argumentos de los frailes y acepten el bautismo. El proceso de conversión ha iniciado. De estas reuniones de México, existen ros relatos que transcriben el contenido de los argumentos interca¡nbiados: Los coloquios de los Doce - El texto bilingüe nahuatl - español fue preparado para su publicación por el célebre cronista franciscano Bernardino de Sahagún en 1564. sin embargo, los avatares de la censura hicieron desaparecer el manuscrito en los archivos secretos del vaticano, de donde fueron reexhumados únicamente a comienzos de este siglo.
Resumo:
En el territorio ancestral del Valle del Chota – La Concepción y Salinas, enclavado en el límite político administrativo de las provincias de Imbabura y Carchi, al norte del ecuador, habita una población de origen africano que fue introducida por la orden de Loyola a finales del siglo XVI en condición de esclavizado, destinados al cultivo de caña de azúcar, a quienes se les negó su condición humana. Para justifica la explotación económica en el ejercicio de la colonialidad del poder, los esclavizadores europeos, blancos, católicos y “Civilizados” se sustentaron en la falsa creencia etnocéntrica que la moral, los valores, la tecnología, la historia y la cultura de ellos, eran superiores a las de las personas esclavizadas. Desde entonces la sociedad ecuatoriana ha desconocido nuestros aportes económicos, sociales, culturales, religiosos y militares al país y, hasta hace poco, en la práctica, nuestros derechos de ciudadanía. Esto se conoce como racismo estructural.