10 resultados para Feria de la economía social
em Repositorio Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica
Resumo:
Ante la severidad de la pobreza imperante en América Latina, los mandatarios de los países de la región, en una reunión en el año 2000 (Cumbre del Milenio) organizada por las Naciones Unidas,acordaron como prioridad inmediata la reducción de la pobreza extrema a nivel mundial. El gobierno del presidente Abel ha sido parte de este compromiso dando prioridad al combate a la pobreza mediante sus “políticas sociales”, por ello pretendemos en nuestro trabajo realizar una evaluación de la estrategia propuesta por el mismo, con el fin de ver si se han cumplido o no los objetivos y las metas propuestas en el “Plan Nacional de Desarrollo” y “Plan Vida Nueva”.
Resumo:
Durante las dos últimas décadas del siglo XX los diferentes países de América Latina tuvieron que hacer frente a diferentes períodos de crisis en el ámbito económico y a un estancamiento o caducidad de los modelos de desarrollo que se venían aplicando hasta ese momento. La respuesta inmediata por parte de las naciones afectadas fue someterse a una serie de programas de ajuste estructural, siguiendo en ese sentido los lineamientos dados por los organismos financieros internacionales.Lo antes expuesto implicó el replanteamiento de los modelos de desarrollo y del papel del Estado, lo que necesariamente repercutió en la política social, que tuvo que hacer frente, entre otras cosas, a una disminución del gasto en materia de programas sociales. Dentro de este contexto se vio la necesidad de priorizar grupos de población y canalizar los limitados recursos hacia los sectores sociales que se encontraban en una condición de pobreza más aguda o que se habían visto más afectados por la crisis económica y por los programas de ajuste estructural.
Resumo:
Amartya Sen, se considera a sí mismo como “uno más” de los economistas de la corriente principal quien, tan sólo, ha intentado llamar la atención del resto de sus colegas sobre la existencia de problemas a los que pocas veces dedican su análisis (Swedberg, 1990: 259). Sin embargo, al recorrer las páginas de sus numerosos libros y artículos nos llama la atención un tratamiento de la disciplina económica que no es, para nada, reflejo de la imagen habitual de los profesionales de la tendencia dominante en la economía. No que no maneje los conceptos y la lógica fundamental de ésta. Todo lo contrario. Su exquisita formación demuestra conocimiento de la tradición neoclásica, una capacidad en el uso de la formalización matemática, y un dominio de la econometría, que no le dejan a la zaga de ningún otro economista de los que definen el panorama actual de la profesión.Sin embargo, lo sorprendente en él, es que no se limita a moverse en el ámbito definido por los intereses de la corriente principal, sino que se pasea con comodidad en el conocimiento de los clásicos y trasciende los límites habitualmente considerados como fronteras de la economía, para utilizar instrumentos analíticos de lo que algunos pudieran considerar sociología, así como para profundizar en el campo filosófico.
Resumo:
A primera vista, la economía costarricense mostró en 1999 importantes signos de vitalidad: menor inflación, bajo desempleo (aunque con un subempleo significativo), alto crecimiento del producto interno bruto (PIB) y de las exportaciones, aumento en los salarios reales (según las estadísticas oficiales), crecimiento del crédito y de la liquidez dentro de las metas del programa monetario, significativos ingresos de capital externo y de inversión extranjera directa, balanza comercial positiva, etc. Pero si observamos la realidad más de cerca (aunque permaneciendo dentro de la óptica macroeconómica, necesariamente limitada), veremos que detrás de las cifras más alegres se ocultan serios problemas sin resolver, muchos de ellos de larga data, que exigen renovadas estrategias y políticas para enfrentar los desafíos de un desarrollo económico con justicia social y sostenibilidad ambiental. A continuación hacemos una apretada síntesis del desempeño económico reciente, reconociendo los avances y las oportunidades cuando corresponda, pero a la vez llamando la atención sobre los problemas que aún persisten, y advirtiendo sobre los espejismos que podrían estar distorsionando el análisis objetivo de la realidad.
Resumo:
La metodología ha sido una temática manejada y aplicada generalmente por técnicos que se arro-gaban o se les atribuía autoridad para determinar lo que era correcto o indebido en los procesos investigativos y de evaluación de las acciones en el medio social. En el presente se comienza a cuestionar de manera sistemática y cada vez en mayor medida la importancia otorgada a las metodologías o técnicas que se emplean en la investigación y en la evaluación. Esta vertiente crítica, no se puede decir, en sentido estricto, que es totalmente nueva, por el contrario es la continuidad de perspectivas que ya se habían planteado en el pasado.Lo nuevo son las circunstancias que promueven que esos cuestionamientos se aprecien como evidentes y pertinentes en el actual desarrollo científico. La revaloración de posiciones ha implicado también relativos cambios en la concepción de la ciencia y la labor científica, así como también en las aplicaciones de la producción tecnológica. De una idea que suponía que la ciencia proporcionaba los conocimientos absolutos de la realidad y nos daba las fórmulas y recetas de cómo hacer las cosas para obtener determinado resultado, se ha pasado a postular que los conocimientos científicos son relativos, no absolutos, inmutables ni universales. Relatividad fundada en que los conocimientos científicos son históricos, esto es, condicionados por los conocimientos, prejuicios y necesidades sociales existentes en un momento determinado a los que el investigador no se puede abstraer y por lo tanto presentes en sus descubrimientos.Esta modificación ha implicado también una transformación en la concepción de la realidad, de una visión cotidiana de la existencia de leyes universales aplicables a los cuerpos celestes y la sociedad, se ha pasado a postular que las pretendidas leyes, también deberán ser cuestionadas, dado que no existen en el mundo de lo real fenómenos que puedan ser idénticos a otros. La peculiaridad de las realidades sociales, individuales, tecnológicas y naturales, ha dado una dimensión adicional a la relatividad de los conocimientos científicos.
Resumo:
En este breve ensayo discutimos sobre la conocida tesis de la economía política marxista, de que el valor de uso -a diferencia del valor de cambio- no es una categoría mercantil, tesis que conduce al juicio equivocado de que el valor de uso no entra en el campo de estudio de la economía política. A partir de la teoría del doble carácter del trabajo llegamos a una conclusión contraria, para sostener que el valor de uso de la mercancía, en cuanto valor de uso social, es una categoría históricamente determinada y por tanto, categoría mercantil. Este punto de partida también permite replantear la posible asimilación al cuerpo teórico de la economía política de los múltiples y trascendentales problemas planteados a las ciencias sociales por la ecología. También se critica la posibilidad de refundar el “análisis del valor” a partir de categorías como la utilidad o el “valor energía”.
Resumo:
La política social está nuevamente de moda. Hace unos años, eran la estabilización y el ajuste los temas que dominaban la literatura, los debates y hasta las conversaciones de los economistas. Hoy, es cada vez más frecuente la referencia a la pobreza, el costo social del ajuste, el rostro humano de la política económica, el gasto social, la salud, la educación, en fin, todos aquellos temas relativos a la calidad de vida y el desarrollo humano. A diferencia del pasado, sin embargo, este redescubrimiento de los objetivos sociales del desarrollo no olvida, sino que parte precisamente del reconocimiento de las limitaciones materiales y financieras que enfrentan las sociedades menos desarrolladas. La discusión actual busca redefinir el sentido de la política social en los tiempos del ajuste o, si se quiere, redefinir los procesos de ajuste a la luz de su verdadero objetivo: el desarrollo social.
Resumo:
Desde Malthus el debate sobre las interrelaciones entre población y crecimiento económico han estado signadas por profundas discrepancias en cuanto al sentido e impacto de su acción recíproca de causa y efecto.Las preocupaciones de Malthus se centraron básicamente en el conflicto que él percibía entre el crecimiento de la población y el aumento de los bienes de subsistencia. En la etapa moderna, se ha tendido a visualizar el problema desde la óptica de las relaciones entre el crecimiento poblacional y el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) o el ingreso agregado por habitante.En el abordaje de estos asuntos, básicamente se han decantado dos posiciones. Una de corte poblacionista que al asumir la población como el principal recurso con que cuentan las sociedades para su desarrollo postula que el crecimiento demográfico incide favorablemente en el proceso de desarrollo. Alternativamente, surge un conjunto de interpretaciones que apuntan a que una disminución en el ritmo de crecimiento poblacional puede incidir de manera favorable en la economía y la reducción de los niveles de pobreza.
Resumo:
A las puertas de un nuevo milenio, el tema de la pobreza y su erradicación aparece como punto central de la agenda del desarrollo. Las cifras disponibles indican que una quinta parte de la población mundial padece condiciones de pobreza en términos de insuficiencia de ingresos para acceder a un nivel de vida decente. Por otra parte, si nos atenemos al más reciente indicador multidimensional sobre la pobreza elaborado por el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas, el Índice de Pobreza Humana (IPH), un 37% de los residentes en países en desarrollo no disponen de la capacidad básica o mínimamente esencial para llevar una vida libre de condiciones de morbilidad evitables, mantenerse informado y acceder a la educación, gozar de condiciones saludables y disfrutar de adecuadas condiciones nutricionales. En el caso costarricense, a pesar de los significativos logros que se registran en el campo social y del desarrollo humano, la pobreza persiste como realidad lacerante para uno de cada cinco hogares.A nivel mundial, regional y nacional se ha avanzado bastante en el conocimiento de diversas facetas de la pobreza en tanto insuficiencia de ingresos e insatisfacción de necesidades básicas, predominando las aproximaciones de corte cuantitativo, muchas de ellas con altos niveles de sofisticación instrumental.
Resumo:
Se presenta un propuesta que explora la posibilidad de una geopolítica situada en el horizonte social de la lucha de clases; la Geopolítica de la lucha de clases. Para ello se rescata la noción gramsciana de Estado ampliado, como una expresión sintética del conjunto de fuerzas políticas que emergen de las relaciones sociales. El cual pensamos posibilita un análisis crítico de una sociedad histórica que articula en una unidad diferenciada; la espacialidad social, la influencia de la economía, la política y la cultura, el complejo institucional estatal –o sociedad política– y la sociedad civil –esta última portadora de la hegemonía civil–. Pensamos que esta noción permite fundamentar una geopolítica crítica que no huya del supuesto fetichismo estatal, sino que reconozca en el Estado algo más que sólo instituciones políticas, administrativas y represivas ligadas al poder, la legalidad y la legitimidad social –en cierto sentido separadas de la propia sociedad–. Una noción de Estado integral que permita reconocer críticamente una confrontación geopolítica entre clases sociales y no sólo entre aparatos estatales. Pero también en como la primera se articula con la segunda, en una única realidad histórica en la que la espacialidad es instrumento político de diversas fuerzas sociales.