4 resultados para magia - kansanusko
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
Esta tesis comienza en el punto donde concluía el trabajo pionero sobre comedia de magia del XVIII emprendido por Joaquín Álvarez Barrientos. Planteaba él entonces la necesidad de saber más sobre los hombres y mujeres de la época para comprender mejor la comedia de magia como género escénico, con el objetivo de responder la pregunta que tantos dieciochistas nos hemos hecho: ¿por qué la comedia de magia tuvo tanto éxito? Mi investigación partió también de sus respuestas: se debió, sobre todo, a motivos ideológicos y espectaculares. Comprender la comedia de magia como género escénico quiere decir comprender todos los mecanismos de la materialidad de su puesta en escena y de la relación establecida entre espectáculo y espectadores. Implica comprender la teatralidad a un nivel que no es solo textual, sino físico y relacional. Las relaciones y reacciones que desataba la comedia de magia eran tremendamente pasionales y opuestas, como demuestran los datos de que disponemos: las espectaculares recaudaciones, de un lado, y las múltiples diatribas y prohibiciones, de otro. Así que, la siguiente pregunta que era necesario plantear era: ¿por qué molestaban tanto las comedias de magia? En el siglo XVIII ocurrió un acontecimiento especialmente traumático, el denominado «Motín contra Esquilache», que tuvo numerosas consecuencias para la sociedad en general pero, sobre todo, para el teatro. De hecho, una de las primeras medidas que el gobierno del conde de Aranda emprende nada más acabar con las revueltas es la Reforma del teatro. Haciendo un razonamiento inverso, surgía la hipótesis de que el teatro, en un sentido amplio, y en concreto la comedia de magia, hubiera tenido más intervención en el motín de lo que se piensa, tanto por sus temáticas, como por las posibilidades de encuentro y organización social que la asistencia al teatro propiciaba. Surgía pues, la necesidad de profundizar en la reconstrucción de una teoría estética de la comedia de magia, así como de estudiar el hecho teatral durante los años centrales del siglo, en concreto, desde la construcción de los nuevos coliseos, pues parecía probable que el cambio de espacio hubiera propiciado algún cambio de mentalidad…
Resumo:
Al mismo tiempo que poseemos abundantes estudios sobre budismo en Asia y diferentes países de Europa (Baumann, 1995; Baumann, 2002, Bluck, 2004), Estados Unidos (Fields, 1992), Australia (Rocha y Barker, 2010), o Canadá (Matthews, 2006) la situación en España es diferente en tanto en cuanto se posee muy poco conocimiento académico sobre el budismo que se practica en este país en lo que se refiere a las líneas generales del mismo (Prebish y Baumann, 2002), su práctica, y a la particularidad de cómo es concebida la muerte –y su relación con la vida-. Asimismo, puede afirmarse que en pleno año 2016, son casi inexistentes los datos académicos sobre el protocolo funerario budista puesto a punto en España, y sobre la Federación de Comunidades Budistas Española. Lo que se propone por tanto en esta investigación, presentada como Trabajo de Fin de Máster, es ampliar los conocimientos académicos acerca de estas cuestiones, incidiendo en cómo es concebida la muerte desde un budismo occidental (español), y en el protocolo funerario budista español.
Resumo:
Esta tesis afronta la resolución del “por qué” y el “para qué” de la escultura como actividad humana a través del estudio de los modos de presencia, siendo la escultórica la de mayor rango intelectual. Ello permite una mejor comprensión de la importante función que desarrollan los escultores dentro de la colectividad humana, así como de los efectos que sus obras producen en los entornos natural y social. La escultura se muestra como una magia ancestral pero de extraordinaria vigencia, a través de la cual el ser humano adquiere fuerza y conocimiento, expresando a través de ella sus cuestiones existenciales más profundas. La investigación transcurre por dos vías paralelas que luego convergen en páginas comunes con un mismo lenguaje sincrético. La exploración intuitiva del ámbito intangible, y el análisis racional sobre lo tangible, nos muestran las dos caras de la moneda que avalora la práctica de este arte que nos ha legado los vestigios más antiguos de nuestra cultura, habiendo preservado nuestra memoria antropobiológica. Desde la compleja simbología de la sombra, esencial en la construcción del pensamiento humano, hasta el análisis exhaustivo de las relaciones posibles entre un objeto y un sujeto, tomando para ello como ejemplo el útil ladrillo, se investigan los distintos modos de presencia con los que nos enfrentamos a dos realidades, la externa física y la interna mental. El espectro analizado cubre tanto la manipulación matérica como las formas sutiles de la evocación o conjuración por medio de la ausencia. Los resultados de la exploración evidencian que el llamado pensamiento mágico, tenido como propio del estadio primitivo, es el que sigue articulando nuestra visión de la realidad, nuestra percepción del mundo. Dicho pensamiento, en el que la intuición es tan importante como la reflexión, que ha encontrado en el arte el medio ideal para su desarrollo y crecimiento, reclama la recuperación de la unidad perdida del conocimiento humano, de la magia que integró en su momento ciencia, arte y religión. En un mundo que naufraga culturalmente en procesos de exhaustiva especialización y de soberbia científica, y en el que las religiones han fracasado por interesada diferenciación, siendo la mayor causa de desentendimiento y la excusa perfecta para la barbarie, el arte ofrece la posibilidad de encuentro y de concordia...
Resumo:
El amplio mapa del Simbolismo europeo vivió un momento sobresaliente a finales del siglo XIX y con el cambio de siglo. Los simbolistas no convivieron como un grupo compacto. Fueron decadentes y estetas a los que unió una búsqueda y un espíritu común. Les interesó lo esotérico, lo secreto y crearon un nuevo mundo hermético con aquello que no está a simple vista en la realidad. Presentaron una irrealidad de ensueño aludiendo a contenidos en profundidad. La atención a lo subjetivo, a la apariencia no objetiva y la oscuridad romántica fueron antecedentes que anunciaron los contenidos cultivados por los simbolistas. La naturaleza difusa del Simbolismo se sirvió de justificaciones poéticas, literarias y filosóficas. Las referencias formales y poéticas atienden a sus dilatados contenidos. La emoción espiritual se adentra en lo intangible e indefinible de la magia simbolista. La influencia del Simbolismo en España se hace notar con cierto retraso y la cronología difiere de los ejemplos del resto de Europa. En el caso español nos movemos entre los años 1890 y 1930. Se ha distinguido un primer núcleo aventajado en Barcelona, con nombres propios como el de Rusiñol y el círculo de los Llimona. Posteriormente los artistas del entorno de Valle-Inclán y su tertulia en el madrileño Nuevo Café de Levante se convertirán en otro exponente que aglutine a artistas diversos. Las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y la repercusión crítica, también añaden información del impacto simbolista en el arte español. Además del núcleo madrileño existe un conjunto de referentes periféricos y artistas “olvidados” igualmente relevantes. Observando las obras simbolistas, se subraya una actitud común en estos artistas. Este talante es clave para trazar un hilo conductor entre los autores. Las formas varían, los significados se solapan y las señas visuales se alteran al no responder a unos cánones siempre fijos. Por ello, es la actitud lo que une a los pintores, escultores y literatos. Decadentismo, Dandysmo, Ocultismo o Esoterismo, son piezas añadidas a esta amalgama artística. Ser simbolista significa trascender más allá de la vida cotidiana. El simbolista accede y cultiva un universo enigmático, turbador y lírico. Es la vía para abandonar lo rutinario. El artista prefiere ensimismarse y regodearse en la creación. Una complicación añadida a su definición, es la falta de unidad estilística o unas características visuales siempre repetidas. Es importante prestar atención a los contenidos de fondo para distinguir puntos de encuentro comunes. Eso sí, los artistas españoles recibieron estas ideas e influencias de manera muy personal. También se añaden otros aspectos como los Regionalismos o la confrontación España Blanca - España Negra. Las fuentes de inspiración miran al Renacimiento, los Primitivos italianos o los Prerrafaelitas ingleses. Existen problemáticas, convivencias y diferentes ingredientes que se suman al discurso del Simbolismo español. El Modernismo, la Generación del 98, los Nacionalismos históricos, Orientalismo, Flamenquismo, Esteticismo, Wagnerianismo o el paisaje, revelan señas simbolistas. Extensión y posición del Simbolismo español en las afueras del Modernismo catalán es el título de esta Tesis Doctoral, en busca de una definición de un momento artístico complejo, rico y desbordante.