2 resultados para Reforma agrária. Políticas públicas. Assentamentos. Extensão rural. Meio ambiente
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
Durante muchos años Costa Rica se ha reconocido por la construcción histórica de su Estado de bienestar, reconocido por el acceso igualitario y universal a la educación y la salud con avances significativos que le permite mantener indicadores de desarrollo humano en niveles comparados con los países desarrollados. Sin embargo, luego de la crisis internacional de 1980, que afectó fuertemente a Latinoamérica, Costa Rica, comenzó a sufrir una transformación en su modelo de desarrollo en un contexto de globalización neoliberal, en el que se fortalece cada vez más, el sector privado de servicios de bienestar, en especial, los servicios de educación y posteriormente, los dirigidos a la atención de la salud. Los servicios del Estado empezaron a sufrir recortes presupuestarios haciéndose más profundos dichos fenómenos a partir de la década de los 90́s en presencia de servicios públicos cada vez más deteriorados. Esta investigación explicará los cambios del Estado Costarricense por medio del estudio de las políticas públicas de salud establecidas a partir de 1990 y la transformación del sistema de salud, haciendo una construcción histórica de los principales acontecimientos y fenómenos desde una perspectiva del neo-institucionalismo histórico. El Ministerio de Salud, con la crisis de 1980 y la Reforma de 1990, se ve reducido en su función y presupuesto al ser trasladada a la Caja Costarricense de Seguro Social, los servicios de prevención de atención primaria, la cual debería ser asumida a partir de dicha reforma, con los recursos de las cuotas de cotización del seguro de salud. Los problemas de sostenibilidad financiera y una gestión política y administrativa que refleja lo expuesto en el enfoque de ¨ path dependence ¨ de las instituciones antes mencionadas, giraron alrededor de la crisis del sistema de salud, constituyéndose en uno de los principales temas relevantes del debate nacional. El deterioro de los servicios de salud, ha significado una oportunidad para el sector privado, donde los ciudadanos encuentran una opción para resolver sus problemas de salud, ante las largas listas de espera y la calidad del servicio, generado por problemas de infraestructura sumamente serios. La transformación del sistema de salud, conforme la teoría de sistema de salud, se resume en una financiación mayor del gasto privado, resaltando los gastos de bolsillo de los ciudadanos, ante la ausencia de un mercado de seguros. No obstante, con el Tratado de Libre Comercio, se espera en un futuro próximo, la consolidación de este mercado conjuntamente con un sector privado que ha diversificado todos sus servicios y ha visto crecer su demanda. Lo anterior, significa una variación en la prestación de servicios, que antes correspondían casi de manera exclusiva a la CCSS. Todo esto nos lleva a concluir sobre la transformación del sistema de salud que pasa de ser sostenido por las cuotas de la seguridad social a uno mixto con un alto componente de financiación y prestación de servicios privados. En ese nuevo contexto, la regulación es clave para garantizar una sana competencia de las empresas y la mayor información para los usuarios del servicio, sin embargo, Costa Rica refleja serias debilidades en esta regulación, por parte del Ministerio de Salud, cuya ausencia de rectoría encuentra dificultades ante una amplia gama de actores involucrados en las políticas de salud, que hace sumamente compleja las políticas públicas de salud. Los ciudadanos, reflejan una mayor preferencia hacia los servicios privados de la salud, ante las débiles políticas públicas que se desarrollan en el intento estatal de fortalecer su sistema de salud frente a una creciente mercantilización de los servicios de salud en Costa Rica, con riesgos de una ruptura de los principios solidarios y universales del Estado de Bienestar Costarricense
Resumo:
En México, desde finales del siglo pasado la noción de patrimonio cultural se modificó con respecto a la visión que a lo largo de gran parte del siglo XX se tuvo de ésta. Las ciudades prehispánicas con sus templos, palacios y centros ceremoniales, los inmuebles coloniales y los objetos culturales destacados de ambos períodos, ahora comparten su título patrimonial con los restos de asentamientos campesinos, viviendas, artesanías, tecnologías tradicionales y otras manifestaciones de la cultura material y del folclor popular, además del patrimonio paleontológico y el ecológico o natural. El desarrollo de la idea de este patrimonio despertó una conciencia de reivindicación de lo propio, un rechazo al centralismo y un programa de búsqueda de conservación, protección y uso del patrimonio cultural en beneficio de los sectores y personas encargados de su producción. Los grupos antes marginados, se convirtieron desde entonces en autogestores directos de la reproducción, conservación y difusión de su propio patrimonio, como lo muestran las acciones de comunidades indígenas y campesinas, de pueblos y ciudades, y de sectores urbanos populares, que han reivindicado su participación en la definición, el uso y manejo de su patrimonio cultural. Sin embargo, y a pesar de que en el discurso oficial de gobierno se habla de un “patrimonio cultural común a todos los mexicanos”, la realidad en el país muestra que en la sociedad mexicana existen muy diversos sectores entre la población con una serie de relaciones asimétricas de dominación-subordinación, que reflejan también sus diferencias en la manera como se concibe, percibe y apropian de dicho patrimonio cultural en común. La presente ponencia aborda la problemática existente sobre la percepción, uso, disfrute e interpretación del patrimonio cultural en la Ciudad de Puebla, México, la cual además de estar considerada desde 1987 como Patrimonio de la Humanidad, concentra la mayor cantidad de población en pobreza urbana a nivel nacional.