5 resultados para Marcador genetico
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
Los déficit cognitivos son una característica nuclear de la esquizofrenia (Heinrichs, 2005). En la actualidad, su estudio ha cobrado una gran relevancia debido a su estrecha relación con el funcionamiento de las personas con esquizofrenia (Malhotra y Schooler, 2014) y a su uso como marcadores de vulnerabilidad y endofenotipos de este trastorno (Ritsner y Gottesman, 2011). La atención sostenida, evaluada con Tareas de Ejecución Continua (CPT; Rosvold et al., 1956), es una de las principales áreas afectadas en la esquizofrenia (Cornblatt y Keilp, 1994; Nuechterlein, 1991). Numerosos estudios han mostrado que las personas con esquizofrenia tienen un rendimiento deficitario en estas tareas en comparación con controles normales, que los déficit en la atención sostenida son estables e independientes de factores clínicos, y que están presentes en sus familiares. En el marco de los modelos de vulnerabilidad-estrés (Zubin y Spring, 1977; Nuechterlein et al., 1992), los déficit en la atención sostenida medidos con CPT han sido propuestos como marcador de vulnerabilidad y endofenotipo del trastorno (Cornblatt y Malhotra, 2001; Gur et al., 2007; Greenwood et al., 2013). Hasta la fecha, ningún estudio ha integrado cuantitativamente los resultados de estudios sobre la atención sostenida evaluada con CPT en la esquizofrenia. El objetivo principal de este trabajo fue integrar la evidencia empírica existente sobre déficit en la atención sostenida medida con tareas CPT en la esquizofrenia mediante técnicas de meta-análisis. La hipótesis central planteada es que estos déficit son marcadores de vulnerabilidad, al reunir los siguientes criterios: a) Están presentes en personas con esquizofrenia en mayor magnitud que en controles normales; b) Son independientes de variables clínicas; c) Son específicos; su magnitud es mayor en comparación con otros grupos clínicos; d) Están presentes en sus familiares en mayor magnitud que en controles normales...
Resumo:
La anemia de Fanconi es una enfermedad hereditaria de baja prevalencia, descrita por primera vez por el pediatra Guido Fanconi en 1927. Esta enfermedad se produce como consecuencia de mutaciones en cualquiera de los 19 genes de Fanconi descritos hasta la actualidad, y que participan en la ruta de Fanconi/BRCA. Esta ruta se encarga de la reparación de enlaces intercatenarios del ADN y de coordinar los distintos mecanismos de reparación de las dobles roturas en el ADN. La anemia de Fanconi está caracterizada por generar inestabilidad genómica, lo que da lugar a anomalías esqueléticas y predisposición al cáncer, si bien la principal causa de muerte de pacientes pediátricos es el fallo de médula ósea. Uno de los tratamientos alternativos al trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos de pacientes con anemia de Fanconi se basa en la reinfusión de células madre hematopoyéticas autólogas, tras su corrección con vectores lentivirales. Para limitar al máximo los riesgos de este tipo de terapias se están desarrollando nuevas tecnologías de edición génica basadas en la inserción dirigida de los genes terapéuticos. Esta nueva aproximación se fundamenta en la generación de dobles roturas en regiones específicas del genoma, cuya reparación por recombinación homóloga facilitaría la entrada de los genes terapéuticos aportados por ADNs donadores externos con homología por dicha región. En este trabajo se ha desarrollado una aproximación de edición génica en un nuevo “sitio seguro” del genoma denominado SH6. Para ello se ha trabajado con la línea celular HEK-293H, así como también con progenitores hematopoyéticos humanos purificados en base a la expresión del marcador CD34. Para su desarrollo se han utilizado nucleasas de edición, tales como meganucleasas y TALEN, en combinación con matrices donadoras portadoras del gen marcador EGFP (GM) o del gen terapéutico FANCA (TM). En todos los casos los genes marcadores y terapéuticos estaban regulados por el promotor EF1α, y flanqueados por dos brazos de homología para el sitio SH6. Estos plásmidos han servido como molde para realizar la terapia génica de edición en el sitio seguro SH6...
Resumo:
La infección por VIH asocia un riesgo cardiovascular elevado por elevada prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en esta población, por la propia infección por VIH y por las alteraciones metabólicas asociadas a la propia infección por VIH y al tratamiento antirretroviral (TAR). La arteriosclerosis carotídea subclínica es un reconocido marcador de riesgo cardiovascular. Material y métodos: Se realizó un estudio transversal incluyendo varones no diabéticos con infección por VIH a partir de 18 años, clasificados de acuerdo al grupo de tratamiento: grupo Naïve y grupo en TAR. Los pacientes del grupo TAR se dividían en grupo IP, tratado con inhibidores de la proteasa (IP) y grupo NN, grupo tratado con inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósidos que nunca estuvo expuesto a IP. Los dos grupos en TAR estaban en tratamiento con inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos. Se evaluó por ecografía la presencia de arteriosclerosis carotídea subclínica, como aumento del grosor de íntima media (GIM) y presencia de placa carotídea, y se observó la relación con los factores de riesgo cardiovascular y metabólicos y su relación con el TAR. Resultados: Se incluyeron 93 varones con edad media 42,2 ± 8,2 años, mediana de tiempo de infección por VIH 6,6[2,9-12,4] años, mediana del tiempo total de exposición a TAR 59 [33-104,5] meses. El grupo naïve lo constituían 16 pacientes y el grupo en TAR 77 pacientes: 37 en el grupo NN y 40 en el grupo IP. Las variables asociadas de forma significativa a GIM máximo y medio en ACC fueron la edad, los años/paquete, la obesidad, la hiperglucemia basal en ayunas, HbA1c, los índices de insulinresistencia, la escala de Framingham, los años de evolución de la infección por VIH. El GIM medio se asoció de forma proporcional a presencia de síndrome metabólico, niveles de proteína C reactiva ultrasensible e insuficiencia de vitamina D e inversamente proporcional a la carga viral...
Resumo:
La Diabetes tipo 2, forma parte del clúster de componentes que integran el Síndrome metabólico, y constituye una enfermedad tremendamente prevalente en el mundo, con disfunciones metabólicas que incrementan la morbimortalidad. Objetivo. Con la finalidad de definir las características de una población amplia de pacientes diabéticos de la Comunidad de Madrid diagnosticados por el Hospital Infanta Leonor de Madrid, su contribución al síndrome metabólico, tipo de tratamiento, años de evolución y riesgo cardiovascular, se procedió a realizar un estudio transversal en una población de 735 diabéticos, seleccionados de una base de datos de 1135 diabéticos del Servicio de Endocrinología del Hospital de los que se disponían de datos sobre edad, género, parámetros antropométricos, glucosa, hemoglobina glicosilada, lípidos, lipoproteínas, consumo de tabaco, alcohol y actividad física. En muchos de ellos también se disponía de marcadores emergentes de afectaciones relacionadas con la diabetes y la enfermedad cardiovascular como PCR-us, microalbuminuria y fibrinógeno. Descripción de la muestra. La selección se realizó garantizando confidencialidad y que todos tuvieran datos de edad, sexo, y de los marcadores clásicos, y de la mayoría de los nuevos marcadores emergentes. Como quiera que contar absolutamente con todos los marcadores en el mismo individuo supondría perder en tal selección un número no despreciable de pacientes, se procedió a respetar la selección de 735 en donde 716 tenía información de la mayoría de los marcadores. A partir de los datos primarios se calcularon los cocientes colesterol/total /HDL-c, LDL-c/HDL-c que informan del riesgo cardiovascular, el cociente molar TG/HDL-c indicativo del tamaño de las LDL, y la relación de triglicérido- glucosa como marcador de resistencia a la insulina y riesgo de síndrome metabólico. Se procedió a calcular el riesgo cardiovascular según los algoritmos del estudio Framingham...
Resumo:
Desde el comienzo del milenio diversos estudios muestran la “paradoja de la obesidad en pacientes con insuficiencia cardiaca”. Existe una epidemiología inversa: la obesidad predispone para desarrollar enfermedades cardiovasculares e insuficiencia cardiaca, pero un índice de masa corporal elevado mejora la supervivencia a dos y cinco años. Esta paradoja se ha extendido con posterioridad, a otras enfermedades de carácter crónico y ha sido un tema controvertido en la comunidad científica. Posteriormente, diversos estudios han ido migrando la orientación, relacionando el pronóstico no con el índice de masa corporal en sí, sino con el estado nutricional y el adelgazamiento no intencionado. De modo que el foco de interés está ahora en el estado nutricional de los pacientes y no en su índice de masa corporal. El peso –y por tanto el índice de masa corporal- es un parámetro cambiante en los pacientes con insuficiencia cardiaca, ya que por la naturaleza de su patología, pueden presentar un volumen hídrico aumentado y son susceptibles a descompensaciones edemo-asciticas. Los episodios de descompensación son habitualmente tratados con diuréticos, con el objetivo de eliminar el exceso de líquido, lo que hace que el peso fluctúe rápidamente, a expensas de la reducción del exceso de volumen hídrico. No existe consenso o marcador universalmente aceptado para definir la malnutrición. Por ello, coexisten múltiples métodos de cribado y valoración nutricional. No destacándose ninguno como “gold estándar”...