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em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
La presente tesis doctoral se centra en el período en el que se definen los primeros movimientos de vanguardia en los diferentes campos artísticos –el primer tercio del siglo XX–, período especialmente fructífero en cuanto a la colaboración de diversos lenguajes artísticos sobre la escena. En esta tesis se explica cómo la escena se convierte en crisol de dichos lenguajes, dando lugar a resultados de gran modernidad, y cómo se refleja todo ello en el ballet La romería de los cornudos (1927-1933) y el espectáculo La tragedia de Doña Ajada (1929), que se crean y estrenan en Madrid. Esta investigación, concebida desde un punto de vista eminentemente interdisciplinario, ha sido organizada en torno a cuatro capítulos principales. En los dos primeros, debido a la importancia que la vanguardia representa para este trabajo y tras clarificar las particularidades del fenómeno en su conjunto, se lleva a cabo una reflexión, desde la perspectiva europea y española, en torno a las primeras vanguardias en el campo musical, el de las artes plásticas, el escénico-teatral y el de la danza, por ser estas artes las que fundamentalmente colaboran sobre la escena en la época que nos ocupa y en las dos obras concretas que se estudian posteriormente. Asimismo, se indaga en los orígenes de dicha colaboración y su repercusión más allá de la superficialmente repetida influencia de la Gesamtkunstwerk wagneriana. Lo desarrollado en los dos capítulos precedentes se vierte en los capítulos tercero y cuarto, dedicados a las dos obras mencionadas, cuyos creadores se cuentan entre los más relevantes de la primera vanguardia española: Cipriano de Rivas Cherif, Federico García Lorca, Gustavo Pittaluga, Alberto Sánchez, Antonia Mercé –la Argentina– y Encarnación López –la Argentinita–, de La romería de los cornudos; Manuel Abril, el portugués José de Almada Negreiros y Salvador Bacarisse, de La tragedia de Doña Ajada. A la hora de analizar esas obras, se hace especial hincapié: por un lado, en la colaboración entre estos artistas, su propia vocación interdisciplinaria y su vinculación con la renovación en los distintos campos; por otro, en la confluencia e interdependencia entre los diferentes elementos del espectáculo, y su relación con la vanguardia musical, plástica, teatral y coreográfica. Dicho análisis pretende superar las aproximaciones parciales que sobre la vanguardia en España en general, y sobre La romería de los cornudos y La tragedia de Doña Ajada en particular, han sido realizadas hasta ahora, así como contextualizar las obras y los elementos que las componen, tanto en el momento de su creación como en el de su estreno, con la importancia que este último comporta de cara a la recepción. El resultado es un estudio que conecta los diferentes elementos de la representación, a la vez que se analiza cada uno de ellos en ambas obras, y los explica como resultado de un todo unitario...
Resumo:
La reciente caracterización de nuestra época como la “era del movimiento permanente” comporta el encumbramiento de la movilidad como un nuevo paradigma. La consecuente promoción de la “vida móvil” en tanto que objeto emergente de atención da lugar a múltiples campos de investigación: ya sea acerca de las evoluciones de la movilidad en relación a los desafíos y las exigencias de un desarrollo sostenible; ya sea sobre las comunidades transnacionales a tenor de la diversificación de las movilidades migrantes; ya sea acerca del derecho a la movilidad, dada la existencia de desigualdades en el acceso a los desplazamientos, etc. Cuestiones todas ellas que, sin ir más lejos, se concitan en nuestra actual cultura urbana, sometida a la redefinición en sus potencialidades, condiciones y modalidades. A su vez, ese despliegue de flujos y redes que caracterizan a la movilidad transforma las disciplinas a ella aplicadas, en especial la sociología quizá por la menor vigilancia de su normalización discursiva. No hay en ello falta de rigor, sino incorporación lúcida de las transformaciones, por cuanto se acepta que la movilización misma socava las fronteras terminológicas, los grados y las formas de su articulación, y la necesidad consiguiente de acuñar metáforas, términos y hasta explicaciones inéditas que llegan a recuperar elementos originales de la conformación de la sociología misma, como la literatura de viajes, o incluso su fecundación mutua con actividades “artísticas” como la fotografía.