4 resultados para Colecciones - Literatura - S. XVI-XVIII. - Colecciones - Biblioteca Histórica - Biografías históricas
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
El objetivo de la exposición es ofrecer una visión de diferentes aspectos de la cultura de las apariencias y de la indumentaria entre los siglos XVI y XVIII a través de libros, documentos y grabados de la Biblioteca Histórica, asà como una selección de prendas del Museo Pedagógico Textil. El deseo de vestirse y adornarse es tan antiguo como la humanidad. El vestido es uno de los elementos que se emplea para atraer y gustar a los demás. La apariencia fÃsica a través del traje permite a la persona expresarse de manera voluntaria o involuntaria y tiene un papel importante en la comunicación. Pero en muchas ocasiones el deseo de agradar convertido en vanidad ,desvirtúa la función natural del vestido, su protección moral o de pudor, para convertirse en ostentación de riqueza. Aunque esta ostentación se haga a través de posesiones, joyas, viajes, etc. es el vestido su mayor exponente. Traje y riqueza mantienen una estrecha relación, ya sea por los tejidos exclusivos, confección profesional, elementos decorativos como pasamanerÃas y bordados, zapatos, cinturones… Que se van introduciendo poco a poco en el traje popular, como signo de riqueza, aunque a menor escala.La demanda de moda, de trajes que cambian por capricho y aportan novedad crece. Nos situamos en el siglo XVIII para conocer algunos inventos que mejoran la calidad y la producción de vestidos en Francia y que se extienden por toda Europa. Instrumentos como la máquina de hilar, que evoluciona en su manejo, o tratados de sastrerÃa donde se fijan las normas de un arte complicado. En su constante evolución, la indumentaria se irá renovando.Para atraer al público se requiere una publicidad: los franceses serán los pioneros, no sólo en el arte del buen hacer, sino en el del buen vender.
Resumo:
El año 2015 ha estado marcado por el aumento de los servicios públicos, tanto presenciales como virtuales. Entre los primeros tenemos la satisfacción de ver crecer el número de investigadores que pasan por la Sala de Lectura y por el Aula Simón DÃaz,destacando el crecimiento de profesores y alumnos que desarrollan aquà sus trabajos de docencia e investigación. Además, el apoyo a la docencia a través del tutelaje de alumnos en prácticas de grado, postgrado y asignaturas curriculares es una clara demostración de que la Biblioteca cumple su función primordial como biblioteca universitaria. Entre los servicios virtuales destaca la cada vez mayor visibilidad de nuestros fondos digitalizados y accesibles desde distintas plataformas. Además el desarrollo de proyectos propios, como el nuevo Portal de Antiguos poseedores, o la página de Descubre nuestras colecciones, nos permite ofrecer mejores herramientas para la consulta y conocimiento de nuestra rica colección. El apoyo a la investigación, a través de diversos encuentros que se suceden en la Biblioteca, y a la edición cientÃfica, con nuestras publicaciones Pecia Complutense y Documentos de Trabajo, sigue sacando a la luz trabajos muy interesantes sobre nuestros fondos.
Resumo:
La literatura religiosa en la Edad Moderna conoció un gran impulso debido a diversos factores ideológicos y materiales. Las controversias doctrinales del siglo XVI condujeron a un panorama de confesionalización que tópicamente se ha conocido como Reforma y Contrarreforma —también llamada Reforma católica—. Los movimientos reformistas iniciados por Lutero y Calvino encontraron la contestación católica en el Concilio de Trento,que quiso asegurar los dogmas reconocidos por la Iglesia católica y poner en marcha una maquinaria consiguiente de comunicación. Esta comunicación abrió un terreno de polémica de grandes dimensiones que fue posible gracias al vertiginoso cambio material producido por la imprenta. La posibilidad de acelerar la producción de textos y de hacerlos llegar a múltiples espacios inundó de escritos no sólo el mundo europeo sino todos los espacios de influencia en los que las potencias, ya católicas ya protestantes, ejercÃan algún tipo de control. Esta exposición nos abre a la literatura de misión que produjo el mundo católico con el fin de garantizar los objetivos de confesionalización y de adoctrinamiento social. Cuando hablamos de misiones hablamos de toda la actividad pastoral que desde el marco eclesiástico se programó tanto en los territorios europeos como en las nuevas latitudes conquistadas. Nos movemos en el espacio hispánico y en sus posesiones de ultramar, con influencia en las denominadas Indias occidentales asà como en las orientales.
Resumo:
Los inicios de la controversia debemos buscarlos en los albores del siglo XII entre la discusión iniciada por los Santos Padres, San Anselmo de Canterbury y sus discÃpulos que defienden la Concepción Inmaculada de la Virgen, frente al cisterciense San Bernardo y sus seguidores quienes comparten la opinión contraria en obediencia a los postulados agustinianos del pecado original. Con el siglo XIII aparecen las grandes órdenes religiosas de franciscanos y dominicos que van alimentar la controversia en torno a dos grandes escuelas: la Tomista, seguidores de Santo Tomás, donde se alinearan los dominicos; y la escotista, seguidores de Duns Escoto, quien se convertirá en el primero en realizar una defensa cientÃfica de la controversia mariana en la Sorbona, e inaugurará de forma oficial la controversia, manteniéndose en siglos posteriores, siendo la referencia de los franciscanos. Otros hitos cronológicos podemos encontrarlos en el concilio de Basilea (s. XV) primero, y en el de Trento (s. XVI) después; donde los franciscanos van a mostrar ya una fuerte preocupación por defender la opinión piadosa,convirtiéndoles en uno de los pilares de la defensa a los largo de toda la Edad Moderna, sumándose más tarde a ella la Orden de San Ignacio.