2 resultados para Atrofia muscular
em Scielo España
Resumo:
Introducción: Presentamos a un paciente que recibió tratamiento radioterápico en la infancia por un retinoblastoma. Como principal secuela presenta una severa hipoplasia ósea hemifacial, alteración de la dentición y atrofia muscular. Se realiza cirugía correctora facial mediante distracción ósea, cirugía ortognática y lipoescultura facial con un resultado estético y funcional excelente y estable hasta el momento actual. Caso clínico: Varón de 15 años con hipoplasia témporo-parieto-frontal, orbitaria izquierda y del tercio medio facial con un plano oclusal inclinado, resalte de más de 25 mm y múltiples piezas dentales con microdoncia y rizólisis. A los 19 años, inicia ortodoncia prequirúrgica y la colocación de distractores tipo Zurich en el maxilar superior. Se consigue un avance maxilar de 25 mm. A los 21 años se realiza cirugía ortognática bimaxilar y lipoescultura facial. Resultados: Paciente con mejoría de la simetría facial, oclusión en clase I con plano oclusal alineado. Resultados estables hasta el momento actual, con 23 años. Continúa con ortodoncia posquirúrgica y rehabilitación dental. Discusión: Se obtuvo una buena consolidación, con una calidad ósea excelente desde el punto de vista clínico y radiológico, sin presentar complicaciones. Otro beneficio de la distracción es el efecto expansor de los tejidos blandos. La distracción ósea y la cirugía ortognática bimaxilar son métodos prometedores en la reconstrucción del territorio maxilofacial en pacientes radiados con una deformidad dentofacial como secuela oncológica.
Resumo:
El objetivo de este estudio fue examinar las investigaciones realizadas sobre la evaluación diagnóstica de la Dismorfia Muscular (DM). Se realizó una búsqueda sistemática en las bases PsycINFO y Medline de 1997 a 2012, los descriptores fueron: "muscle dysmorphic disorder" "vigorexia" y "male". 17 estudios cumplieron los criterios de inclusión, de éstos, todos utilizaron los criterios diagnósticos propuestos por Pope et al. (1997). Aquellos con DM están preocupados por el tamaño corporal, levantan pesas de 3 a 7 días por semana, realizan dietas hiperproteicas y en ocasiones utilizan suplementos alimentarios y esteroides. En conclusión, los criterios de Pope et al. (1997) son la base para el diagnóstico de DM y el DSM-5 los retoma al reconocer e incluir a la DM como una patología.