8 resultados para Fernando VII , Rey de España-Fiestas-Valencia-1823
em Universidad Politécnica de Madrid
Resumo:
Proyecto para el desarrollo del cultivo de especies marinas en instalaciones en mar abierto en la República del Ecuador
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El proyecto de rehabilitación de una de las naves del complejo fabril de la industria química ?CROS? en Valencia se llevó a cabo con el criterio de mantener, en la medida de lo posible, los elementos estructurales presentes en la nave. Con este objetivo se realizaron una serie de ensayos no destructivos (END) in situ. Estos ensayos permitieron evaluar la calidad de la madera, determinar qué elementos estructurales debían ser sustituidos y comprobar la aptitud de los que iban a ser reutilizados. Los END empleados en este estudio fueron los siguientes: (1) Identificación de la especie por técnicas anatómicas, (2) Clasificación resistente por método visual, (3) Estimación de humedad por la técnica de resistencia eléctrica; (4) Obtención de velocidades de propagación ultrasónicas (5) Resistógrafía y (6) Alteración de la propagación de ondas electromagnéticas por medio de Georradar. Para la calibración de estos END se tomó una muestra de piezas y se hicieron ensayos destructivos bajo condiciones controladas en laboratorio. En el trabajo que aquí se presenta se muestra la metodología empleada durante el proceso de toma de datos, de análisis de resultados y de cruce de la información obtenida a partir de cada uno de los ensayos hasta llegar a un diagnóstico para los elementos analizados. The assessment of structural timber was requested in the rehabilitation project of the Naves of the chemical industry "CROS". The criterion was to maintain as much as possible timber of the structure and to make only partial replacements. In order not to damage the existing structure and to assess the quality of the existing timber, a series of non-destructive testing (NDT) in the entire structure were performed: (1) Identification of the species by anatomical techniques, (2) Strength grading by visual method, (3) Estimation of moisture content by the technique of electrical resistance, (4) Acquisition of ultrasonic propagation velocities (5) Resistography and (6) Record of the propagation of electromagnetic waves by means of Ground-penetrating radar. Following, a sample group was chose to carry out destructive testing in the lab and compare the NDT results with those obtained with the standard UNE-EN408 (modules of strength, stiffness and density). In the present work, the results provided by each of the NDT techniques are detailed and above all, what is more important, the validity of these after they have been contrasted with the destructive standard tests.
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A través de simulación se estudia el proceso de llegada y servicio de buques en las terminales del puerto de Valencias: Marítima Valenciana CT (terminal pública) y MSC CT (terminal dedicada). Se analizan las variables: “productividad del muelle (TEUs/m)”, “grado de ocupación”, “tiempos de espera”, “número de puestos de atraque” y “Probabilidad de que en un instante determinado se encuentren “n” buques en el sistema de atraque”.
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El proyecto de la pasarela sobre el cauce, hoy Parque del Turia, entre la Calle Pedro Aleixandre y Avda. de Francia nº1, queda enmarcado dentro de un proyecto mucho más ambicioso, que pretende revolucionar la ciudad de Valencia. La integración total del parque dentro de la ciudad sin que éste suponga una barrera. Por dicha razón su diseño y concepción debe englobarse dentro de un contexto determinado que sea coherente con todo lo proyectado y diseñado hasta el momento. En la actualidad el parque es un lugar de encuentro referente en Valencia con más de tres millones de visitantes anuales, es el más visitado y grande de España. El parque posee integrado en su interior la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Parque Gulliver, el Palau de la Música, el Parque de Cabecera, el Bioparc y el Zoo de Valencia. La pasarela será un paso de referencia para la gran cantidad de usuarios que cruzan a diario y especialmente los fines de semana, por esta zona de gran importancia por su valor turístico y comercial. Por tanto, será una infraestructura discreta pero estética, útil y confortable, que tiende a estar integrada con el entorno, manteniendo una inversión y mantenimiento adecuados.
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El principal objetivo del presente trabajo de investigación fue determinar las diferencias en distintas variables relacionadas con el rendimiento físico entre atletas de distinto nivel durante la prueba de los 60 metros vallas. Un total de 59 vallistas masculinos (los 31 participantes en el Campeonato del Mundo Absoluto de Pista Cubierta y los 28 participantes en el Campeonato de España Absoluto de Pista Cubierta, ambos celebrados en Valencia en el año 2008) formaron la muestra del estudio. El análisis biomecánico se realizó mediante un sistema fotogramétrico en dos dimensiones que permitió calcular, aplicando algoritmos basados en el procedimiento de la DLT (Abdel-Aziz y Karara, 1971), las coordenadas (x, y) de los sucesivos apoyos de los pies de los atletas sobre toda la superficie de competición. La filmación de las pruebas se llevó a cabo con seis cámaras de vídeo, ubicadas sobre la gradas, con una frecuencia de muestreo para el tratamiento de los datos de 50 Hz. En la fase de salida, los atletas de nivel superior mostraron una menor longitud (p<0,05) y tiempo de zancada (p<0,001), debido a un menor tiempo de vuelo (p<0,05). En la fase de vallas, los atletas de nivel más elevado presentaron mayores distancia de ataque a la valla (p<0,001), así como menores distancias de caída de la valla (p<0,001), tiempos de zancada (p<0,01-0,001) y de apoyo (p<0,01-0,001 ) en los cuatro pasos que conforman cada ciclo de vallas, así como un menor tiempo de vuelo en el paso de valla (p<0,001) y en el paso de transición (p<0,001). De manera adicional, se encontraron importantes diferencias en el reparto de los pasos entre vallas entre la primera y tercera valla y el resto de obstáculos. En la fase final, se observó una mayor longitud de zancada en los atletas de nivel superior (p<0,001), así como un menor tiempo de zancada (p<0,01) y de apoyo (p<0,01). Los resultados obtenidos en el presente estudio de investigación avalan la utilización de la fotogrametría en dos dimensiones para el análisis biomecánico de la prueba de 60 metros vallas en competición. Su aplicación en competiciones del máximo nivel internacional ha posibilitado conocer las características de los vallistas a lo largo de toda la prueba y determinar posibles implicaciones de cara al proceso de entrenamiento. ABSTRACT The aim of this research was to determine the differences in different variables related to physical performance among athletes of different levels during the race of 60 meter hurdles. A total of 59 male hurdlers (the 31 participants in the World Indoor Championship and the 28 participants in the Spanish Indoor Championship, both held in Valencia in 2008) formed the sample of the study. The biomechanical analysis of athletes was performed using a two-dimensional photogrammetric system which enabled calculation, applying algorithms based on the DLT method (Abdel -Aziz y Karara , 1971), the coordinates (x , y) of the successive supports of the feet on the entire competition surface. Filming test was conducted with six video cameras, located on the bleachers, with a sampling frequency for data processing of 50 Hz. In the approach run phase, the top-level athletes showed a smaller length step (p<0.05), and shorter step time (p<0.001), due to a shorter step flight time (p<0.05). In the hurdle unit phase, the higher level athletes had greater take-off distances (p<0.001), shorter landing distances (p<0.001), smaller step times (p<0.01-0.001), and support times (p<0.01- 0.001) in the four steps that comprised each hurdle unit, and smaller flight times in the hurdle step (p < 0.001), and the recovery step (p<0.001). Additionally, differences in the distribution of hurdle unit steps between the first and third hurdle, and other hurdles were found. In the run-in phase, a greater step length in top-level athletes (p<0.001), and a shorter step time (p<0.01) and contact time (p<0.01) was observed. The results obtained in this study support the use of photogrammetry in two dimensions for biomechanical analysis in 60 meter hurdles competition events. Its application at the highest international level competitions has allowed to know the characteristics of the hurdlers over the entire race and identify possible implications for the training process.
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El arco de herradura, usado milenariamente, tuvo cierto éxito en todo el entorno mediterráneo, por plantear una forma que facilita el apoyo de su propia cimbra. También mejora a otros arcos su inserción en los muros, gracias a las facilidades constructivas que le otorgan las hiladas horizontales de sus arranques. Que alguien vislumbrara, finalmente, el descomunal ahorro de madera y tiempo que suponía cimbrarlo con una rueda, bastó para hacerlo protagonista de una época necesitada urgentemente de muchos edificios: El emirato andalusí. Este arco, seña de aquellos edificios hispánicos, alcanzó la cumbre en la mezquita de Abderramán I, donde alguien supo asociar todos esos saberes desmontando, digiriendo y volviendo a montar, todo el arte romano.
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Si bien se han ido realizando análisis sistemáticos desde el punto de vista arquitectónico de los diferentes jardines nacionales europeos, el jardín clásico español, a pesar del importante incremento de bibliografía operado en la última década, no ha sido todavía estudiado desde los criterios compositivos y espaciales propios de la disciplina arquitectónica. Responde el jardín clásico español a una organización perspectiva que proviene de las construcciones espaciales originadas y desarrolladas en Italia durante los siglos XV y XVI; establece, además, una importante conexión con la arquitectura de jardines contemporánea, es decir, las grandes corrientes europeas –desde el jardín renacentista italiano al barroco francés-, que asume, interpreta e incluso supera en cuanto a organización unitaria e integración con su entorno en varios ejemplos señeros. Pero esta imbricación europea se ve puntualizada por una influencia primordial: el concepto islámico del espacio arquitectónico, caracterizado por la fragmentación y la pérdida de la axialidad, que en España se extiende de forma generalizada. Fusionada con los principios perspectivos provenientes de Italia, esta concepción espacial proporciona a los jardines –y demás edificios- una gran riqueza espacial que, poco analizada y mal comprendida, se ha considerado habitualmente como falta de pericia compositiva. Este hecho ha negado a los jardines españoles originalidad alguna –otorgada, en cambio, a los hispanomusulmanes- y una clasificación periférica en la historia de la disciplina. El jardín clásico español presenta tres etapas principales: una primera, durante los siglos XVI y XVII, que se podría denominar renacentista; una segunda, en la primera mitad del siglo XVIII, de ascendencia barroca francesa, y, por último, en la segunda mitad del Ochocientos, el jardín neoclásico, que en buena medida retoma la organización formal de la primera etapa renacentista. Las tres influencias preponderantes en el jardín renacentista español son la hispanomusulmana, procedente de la ocupación islámica en España desde el siglo VIII hasta el XV, cuya estela se mantiene durante todo el desarrollo del jardín clásico; una flamenca, de menor calado y cuyo origen está en los contactos políticos de la corona española con Flandes, y, por último, la italiana, de donde procederá la espacialidad perspectiva propia del Renacimiento, extendida por toda Europa y conocida en España asimismo por vínculos políticos y culturales. El jardín hispanomusulmán va a proporcionar los rasgos distintivos de la jardinería española posterior, derivados de la necesaria adaptación compositiva a un medio físico poco idóneo para la implantación de jardines. Esta cuestión se soluciona tradicionalmente de forma perfecta con el patio y el apoyo de una serie de elementos arquitectónicos de carácter ligero articulados aleatoriamente con la vivienda para organizar su entorno, operación que produce un organismo superior asimétrico y estructurado a partir de pequeños fragmentos ordenados por ejes quebrados, cuyo crecimiento no presupone un cambio en las cualidades espaciales del jardín. Esta ordenación quebrada y la fragmentación espacial tienden a embarazar la unidad perspectiva renacentista, de tal forma que el jardín español no presenta grandes ejes visuales ni espacios fugados, sino pequeñas piezas independientes –adaptadas mejor a la corrección climática y al riego- que se agregan sin intención de regularidad o simetría, pues buscan la ambigüedad espacial mediante la ofuscación de la percepción y orientación en el jardín, como sucedía en las obras hispanomusulmanas. El jardín renacentista español tendrá una doble vertiente dependiendo del medio físico donde se asiente: si este es poco propicio a la implantación de jardines, se recuperará la ordenación espacial medieval musulmana como respuesta compositiva a dicho entorno remiso, pues los ensayos de jardines basados en elementos arquitectónicos, ante la dificultad de estructurar el espacio del jardín en España con las componentes naturales –topografía, vegetación y agua-, se realizaron con éxito y se reutilizaron en siglos posteriores, e incluso alcanzan el momento actual; contemporáneamente, en territorios propicios a la creación de jardines –generalmente, riberas de ríos-, se podrá desarrollar el espacio perspectivo unitario italiano, que producirá ejemplos de gran calidad. Así, Felipe II creará de forma simultánea jardines muy diferentes según su ubicación. Entre los de carácter más medieval destacan los del Alcázar de Madrid y Valsaín –con el antecedente de Yuste, promovido por Carlos V-, y de los plenamente renacentistas, la Casa de Campo, El Escorial y Aranjuez, éstos últimos de Juan Bautista de Toledo. Los dos primeros se organizan con varios recintos independientes articulados por ejes quebrados y ordenados a partir de elementos ligeros –galerías, torreones, miradores- que se proyectan hacia el exterior para dar forma al entorno inmediato del palacio. Los últimos, en cambio, utilizan las posibilidades del medio natural para estructurar los jardines, y establecen magníficos ejes de raigambre renacentista, origen de espacios perspectivos unitarios de gran interés, dado su tamaño y temprana fecha de creación. Así, en la Casa de Campo la villa se articula con un jardín llano cuya unidad espacial no tiene parangón en la Italia del momento; en Aranjuez, el Jardín de la Isla, independiente en su trazado del palacio que lo propicia, presenta una superposición de dos ejes con gradientes en sentido contrario, y una ordenación a escala territorial, las Huertas de Picotajo, con una malla focalizada de doble simetría adaptada a un difícil meandro del río Jarama y con capacidad de extensión ilimitada en la vega de Aranjuez, que es contemporánea pero mucho más evolucionada que los primeros tridentes creados en Italia y anterior en un siglo a las formalizaciones de Versalles. Frente a estas realizaciones reales, en España los jardines nobiliarios responden a una clara influencia medieval, como los del duque de Alcalá en Bornos, el marqués de Mondéjar, Bellaflor en Sevilla, la Casa del Rey en Arganda o el cigarral de Buenavista en Toledo. Pero en paralelo con éstos y promovidos por nobles conectados con Italia, se están implantando jardines de hispanomusulmana-, en fechas incluso anteriores a los construidos por la corona. Así, el marqués de Villena construye en Cadalso de los Vidrios un jardín con una tempranísima ordenación en terrazas que se integra con su entorno; el duque de Alba en Abadía realiza la misma operación con mayor desarrollo espacial; y en Béjar por el duque de esta ciudad salmantina se establece otro jardín de clara espacialidad italiana, pero con la casa fuera de la ordenación. El siglo XVII supone, en los escasos ejemplos construidos, la prolongación de la espacialidad renacentista introducida por Juan Bautista de Toledo. Hay una clara continuidad en los jardines aterrazados, como La Zarzuela y La Florida, mientras en el ejemplo llano principal, el Buen Retiro, se atiende más a la fragmentación hispana y a una adaptación de los sistemas de extensión al aumento de escala. Así había sucedido en Italia, donde los jardines de malla ortogonal se convirtieron en grandes parques focalizados, con avenidas arboladas y remates perspectivos, elementos que se repiten en el jardín madrileño, aunque sin la unidad conseguida en los precedentes mediante la focalización. El siglo XVIII va a conocer la nueva dinastía de los Borbones y el jardín barroco francés, que supondrá un cambio radical en la concepción espacial del jardín, aunque la influencia hispana no dejará de producirse. El tamaño de estos jardines, su coste de implantación y mantenimiento y la falta de adaptación al medio físico español serán los factores principales del escaso desarrollo que el jardín de Le Nôtre alcanzó en España. A pesar de los proyectos realizados - algunos de gran calidad, como los de Robert de Cotte para el Buen Retiro, los del Palacio Real Nuevo, el de Riofrío y el del castillo de Villaviciosa de Odón-, sólo se van a construir escasos parterres de los denominados urbanos. Entre ellos hay que destacar los del Buen Retiro, Aranjuez y palacios de Liria, Buenavista y Altamira en Madrid, Piedrahita para los duques de Alba, el convento de Santa Bárbara, Migas Calientes –algunos de éstos quedaron en proyecto-, a los que se añade un gran jardín con todos los componentes, que es San Ildefonso de La Granja. En La Granja se puede encontrar un parque completo a la francesa, que responde en mayor medida a los principios establecidos en el tratado de Dezallier d'Argenville que a la influencia directa de las obras de Le Nôtre. Pero la ordenación canónica de jardín barroco francés se particulariza mediante los dispositivos proyectuales de origen hispano, pues se desjerarquizan los ejes principales impidiendo su continuidad, que queda truncada por desarrollos paralelos, interrupciones perspectivas y ejes quebrados. En la segunda mitad del siglo XVIII, los propios monarcas Borbones recuperarán los jardines regulares de los Austrias, cuyos tipos llano y aterrazado tuvieron un importante desarrollo con Felipe II y Juan Bautista de Toledo y gozaban de un merecido prestigio. Ya con Fernando VI se introdujeron ordenaciones de inspiración renacentista, como en el Jardín del Príncipe de Aranjuez; pero será con su hermano Carlos III cuando se revisen las actuaciones filipinas. Juan de Villanueva fue el autor de los principales jardines del momento -entre ellos, las Casitas realizadas para el príncipe de Asturias, el futuro Carlos IV y su hermano el infante Don Gabriel- aunque Ventura Rodríguez realizó en esos años un magnífico epílogo del jardín aterrazado en España: el palacio para el infante Don Luis en Boadilla del Monte, así como proyectos para el parque del Palacio Real Nuevo. En las Casitas de El Escorial –en menor medida en El Pardo-, Villanueva recoge una larga tradición de jardines aterrazados que, además, inserta magistralmente en su entorno, dentro de la secular tradición española de adaptación al medio físico. Lejos de presentar una lectura canónica, aunque utilizando todos los recursos del tipo, el arquitecto consigue la ambigüedad espacial hispana mediante la superposición en el eje longitudinal de dos gradaciones de dirección contraria, accesos quebrados e interrupción de las visuales y el viario, sin prescindir de una ordenación clásica. También de Villanueva son el proyecto definitivo del Jardín Botánico, de gran claridad compositiva y orden científico, y, para el Palacio Real Nuevo y su entorno, el jardín previo a las Reales Caballerizas y una remodelación de la Casa de Campo y su acceso.
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Los chozos extremeños estudiados profusamente en la revista "Piedras con raíces" , por Martín Galindo, o Renate Löbbecke, relacionan los chozos extremeños con otras construcciones similares de falsa cúpula o falsa bóveda, y piedra seca en el resto de España y Europa especialmente en Italia, Francia, Portugal, Grecia, Creta y algunos en Alemania; también los relaciona con otros refugios en la península, en lugares como Cataluña con sus barraques de vinya sobre todo en Tarragona, las barraques en Valencia y las barracas de bestiar Mallorca pero no se citan los chozos manchegos, en la comarca de la Mancha Baja, al este de la provincia ciudadrealeña, como los bombos de la zona de Tomelloso, Argamasilla de Alba y Socuellamos, los carapuchetes de Granátula de Calatrava, chozos en La Solana, Valdepeñas y otros chozos repartidos por la zona este de la provincia de Ciudad Real y en la Mancha de Montearagón al noroeste, centro y nordeste de la provincia de Albacete, con los cucos y cubillos, repartidos en cuatro zonas, la primera por los términos de Villarrobledo, Minaya y los municipios conquenses de Casas de Fernando Alonso y Vara del Rey; la segunda zona, al norte, con Madrigueras, Mahora, Las Navas de Jonquera, Casas de Ves y Casas Ibáñez; y la tercera zona, al sur de la capital, en Argamasón, El Pozuelo, Las Peñas de San Pedro y Pozohondo; y la última zona al noreste, en Valdeganga, Casas de Juan Núñez, Pozo Lorente, Villavaliente, Alatoz, Higueruela y Chinchilla. Por lo que la Mancha Baja y la Mancha de Montearagón se constituyen en las comarcas con mayor densidad de refugios de piedra seca y falsa cúpula de toda la comunidad y tal vez de la península. Construcciones favorecidas por el tipo de terreno y la explotación agraria, vid y cereal, en parcelas alejadas del núcleo urbano, con una parcelación propicia a la elevación de estos refugios o viviendas temporales, además de incluir los refugios de pastores.