984 resultados para razón vital
Resumo:
La importante presencia del mundo de la objetualidad en el pensamiento de MaríaZambrano constituye una de sus características más destacables; la atención que en su obra reciben las "cosas" no sólo hace de éstas un tema zambraniano, sino que parece aludir a unrasgo de la forma de racionalidad que la autora introduce: la "razón poética" podría definirse por su capacidad de acoger el logos de las cosas, accediendo así a su sentido. Estaforma de racionalidad, coherente con su planteamiento teórico, pone de manifiesto una distancia con el de Ortega y Gasset que permite cuestionar las relaciones entre ambos autoresy abordar si la "razón poética" es sólo un desarrollo de la "razón vital" o presenta, desde el inicio, una identidad propia, en tomo a la que se articula su aportación.
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La importante presencia del mundo de la objetualidad en el pensamiento de MaríaZambrano constituye una de sus características más destacables; la atención que en su obra reciben las "cosas" no sólo hace de éstas un tema zambraniano, sino que parece aludir a unrasgo de la forma de racionalidad que la autora introduce: la "razón poética" podría definirse por su capacidad de acoger el logos de las cosas, accediendo así a su sentido. Estaforma de racionalidad, coherente con su planteamiento teórico, pone de manifiesto una distancia con el de Ortega y Gasset que permite cuestionar las relaciones entre ambos autoresy abordar si la "razón poética" es sólo un desarrollo de la "razón vital" o presenta, desde el inicio, una identidad propia, en tomo a la que se articula su aportación.
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Fil: Presas, Mario Alfonso. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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Fil: Presas, Mario Alfonso. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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La respuesta de Ortega a la fenomenología fue el descubrimiento de la vida como la nueva realidad radical del pensamiento filosófico, el cual ya no se fundamentará ni en el yo (idealismo) ni en las cosas (realismo) sino en la conjunción del yo con las cosas, lo que llanamente se conoce como vivir. Bajo la apariencia de una formulación sencilla ["solo ofrezco, modi res considerandi, una nueva manera de ver las cosas"] planteó la reforma radical de la filosofía con innovaciones importantes, entre ellas una nueva concepción de las categorías. En este proyecto la obra de Husserl fue, para Ortega, el instrumento prodigioso para abordar con garantías la compleja y necesaria superación del idealismo dentro de una nueva época de lahistoria de la filosofía capaz de asumir como propios el realismo y el idealismo -aboliéndolos y a la vez conservándolos a la manera de la Aujhebung hegeliana-. Ortega reconoció su deuda con la fenomenología, manifestación pionera y genuina de un espléndido nivel de reflexión fecunda y creación rigurosa, a caballo entre los dos siglos modernos por antonomasia. Pero como su pensamiento no aspiraba a ser "solo" moderno al considerarse también heredero dellegado antiguolmedieval, abandonó la fenomenología (sin renunciar a su nivel de exigencia) interpretando su razón vital e histórica como lo opuesto a la reducción fenomenológica.
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En este artículo presentamos el concepto de vida humana como texto eterno en el pensamiento de Ortega y sus consecuencias para el problema de la interpretación. La filosofía de la razón vital de Ortega se fundamenta en el concepto de vida humana como realidad radical y principio interpretativo universal, y por esta razón se presenta desde el principio como una filosofía hermenéutica de la vida y no como una reducción hacia la conciencia trascendental. Esta hermenéutica se practica especialmente en el ámbito del arte. Pero para Ortega todo texto es hermenéutico y necesita por tanto la interpretación, porque ningún texto posee en sí mismo su verdad.
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En torno a 1912-1914, José Ortega y Gasset inicia una serie de reflexiones sobre las obras más recientes de Pío Baroja y Azorín, con el ánimo de llevar a cabo un análisis del proceso de regeneración de España. Las obras de Baroja y Azorín muestran, a los ojos de Ortega, dos modos distintos pero complementarios de entender España, de enfrentarse al problema patriótico y de afrontar el proceso de modernización del país, que, tal como intuye el filósofo madrileño, ha de llevarse a cabo a través de una renovación cultural. Esa perspectiva analítica va a derivar pronto en el pensador madrileño en una reflexión sobre la teoría de la novela como género literario, a partir de los textos de los dos escritores, como modo de enunciar a través de la evolución del género novelesco la evolución y crisis del racionalismo moderno. Así, la reflexión teórica orteguiana sobre la naturaleza de la novela, desde un punto de vista diacrónico en Meditaciones del Quijote (1914) y desde un punto de vista sincrónico en Ideas sobre la novela (1925), apunta a una doble finalidad, a partir de la reflexión estética: a la visión de la crisis de la razón racionalista y el surgimiento de una nueva razón vital; al problema de cómo enfrentar el proceso de modernización de España en los primeros años del siglo XX. En consecuencia, el debate estético que llevarán a cabo Baroja y Azorín a partir de las reflexiones orteguianas, que estallará en el enfrentamiento entre Baroja y Ortega a la altura de 1924-1925, encubre un debate ideológico del que el otro no es mera cobertura, sino elemento sustancial (el hombre es entendido por Ortega como un "ser de cultura", mientras que Baroja lo concibe como "ser de raza"), y que se ubica en la reflexión central de la vanguardia dentro de la modernidad.
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En torno a 1912-1914, José Ortega y Gasset inicia una serie de reflexiones sobre las obras más recientes de Pío Baroja y Azorín, con el ánimo de llevar a cabo un análisis del proceso de regeneración de España. Las obras de Baroja y Azorín muestran, a los ojos de Ortega, dos modos distintos pero complementarios de entender España, de enfrentarse al problema patriótico y de afrontar el proceso de modernización del país, que, tal como intuye el filósofo madrileño, ha de llevarse a cabo a través de una renovación cultural. Esa perspectiva analítica va a derivar pronto en el pensador madrileño en una reflexión sobre la teoría de la novela como género literario, a partir de los textos de los dos escritores, como modo de enunciar a través de la evolución del género novelesco la evolución y crisis del racionalismo moderno. Así, la reflexión teórica orteguiana sobre la naturaleza de la novela, desde un punto de vista diacrónico en Meditaciones del Quijote (1914) y desde un punto de vista sincrónico en Ideas sobre la novela (1925), apunta a una doble finalidad, a partir de la reflexión estética: a la visión de la crisis de la razón racionalista y el surgimiento de una nueva razón vital; al problema de cómo enfrentar el proceso de modernización de España en los primeros años del siglo XX. En consecuencia, el debate estético que llevarán a cabo Baroja y Azorín a partir de las reflexiones orteguianas, que estallará en el enfrentamiento entre Baroja y Ortega a la altura de 1924-1925, encubre un debate ideológico del que el otro no es mera cobertura, sino elemento sustancial (el hombre es entendido por Ortega como un "ser de cultura", mientras que Baroja lo concibe como "ser de raza"), y que se ubica en la reflexión central de la vanguardia dentro de la modernidad.
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En torno a 1912-1914, José Ortega y Gasset inicia una serie de reflexiones sobre las obras más recientes de Pío Baroja y Azorín, con el ánimo de llevar a cabo un análisis del proceso de regeneración de España. Las obras de Baroja y Azorín muestran, a los ojos de Ortega, dos modos distintos pero complementarios de entender España, de enfrentarse al problema patriótico y de afrontar el proceso de modernización del país, que, tal como intuye el filósofo madrileño, ha de llevarse a cabo a través de una renovación cultural. Esa perspectiva analítica va a derivar pronto en el pensador madrileño en una reflexión sobre la teoría de la novela como género literario, a partir de los textos de los dos escritores, como modo de enunciar a través de la evolución del género novelesco la evolución y crisis del racionalismo moderno. Así, la reflexión teórica orteguiana sobre la naturaleza de la novela, desde un punto de vista diacrónico en Meditaciones del Quijote (1914) y desde un punto de vista sincrónico en Ideas sobre la novela (1925), apunta a una doble finalidad, a partir de la reflexión estética: a la visión de la crisis de la razón racionalista y el surgimiento de una nueva razón vital; al problema de cómo enfrentar el proceso de modernización de España en los primeros años del siglo XX. En consecuencia, el debate estético que llevarán a cabo Baroja y Azorín a partir de las reflexiones orteguianas, que estallará en el enfrentamiento entre Baroja y Ortega a la altura de 1924-1925, encubre un debate ideológico del que el otro no es mera cobertura, sino elemento sustancial (el hombre es entendido por Ortega como un "ser de cultura", mientras que Baroja lo concibe como "ser de raza"), y que se ubica en la reflexión central de la vanguardia dentro de la modernidad.
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El modelo dominante durante la Era Moderna asume la presencia del hombre como sujeto dentro del gran engranaje mecánico del Cosmos. Asimismo, recoge una idea acerca del ser natural dentro de la tradición ontológica iniciada por el eleatismo presocrático que concibe a éste como lo inmutable y estático frente al cambio y al movimiento, los cuales se constituyen como meras apariencias. Durante el periodo anterior a la aparición de los grandes filósofos griegos se produce una transformación en donde, de la inicial cosmología vinculada a un tiempo primordial, se pasará a una visión del Universo como ente indestructible, atemporal, inmutable, perfecto, geométrico y espacial. Si en Demócrito se admite un universo sometido al azar y a la necesidad, en Platón el Universo sólo atiende a la necesidad. Este modelo ontológico se pone en entredicho cuando el hombre ya no es concebido como pieza de un sistema más amplio, sino como centro radical del pensamiento. La condición radical del hombre es entonces su propia vida, siendo éste el concepto troncal del denominado vitalismo cuyo más influyente representante en España es José Ortega y Gasset. El estatismo del ser –del hombre- pierde sentido; en palabras del propio Ortega, “no es un ser sino un estar siendo” lo que caracteriza a la vida humana. La razón cartesiana es ahora la razón vital y su objeto de estudio no es la naturaleza sino el propio devenir, es decir, el tiempo, la historia. Este planteamiento es fundamental para comprender el edificio que es objeto de este estudio, el Museo de Arte Romano de Mérida (1980-1985) de Rafael Moneo. Por ello el concepto de tiempo es utilizado como marco y estructura de la presente tesis, a sabiendas del notorio y muy significativo papel que este edificio desempeñó en la carrera de su autor y en el panorama nacional e internacional de la arquitectura y de la museología. Este proyecto nos permite acercarnos al pensamiento de su autor a través de un edificio que, aun habiendo sido ampliamente reconocido, no cuenta con un estudio suficientemente exhaustivo que recoja la amplitud y riqueza que encierra. Esta tesis no es un compendio de lo que ya se ha investigado sobre Mérida; es una aproximación global e interpretativa cuyo sentido sólo puede concebirse al vislumbrar la estructura completa de la misma en sintonía con el "lógos" vital, histórico y narrativo que el proyecto encierra. Se revisará la concepción histórica según la cual, la configuración espacial de la forma habría tenido primacía respecto a su configuración temporal, al remitir esta última a una condición espacializada y circunstancial. La componente vicaria de la circunstancia será elevada por Ortega a la categoría de esencial, visualizando así una paradoja cuya reformulación nos lleva a la concepción de un tiempo sustancial. El diccionario de la RAE, en su tercera acepción, define la sustancia como “aquello que permanece en algo que cambia”, lo cual nos remite al pensamiento antiguo. Se mostrará que lo que permanece no necesariamente implica una concepción estática y eleática de la forma, que la arquitectura esencial no es unívocamente la arquitectura atemporal del platonismo y que cabe concebir la "firmitas" desde la atención a la "durée" bergsoniana. Al asociar tradicionalmente la sustancia con el referido estatismo, se margina al tiempo y a la duración a lo no sustancial; por ello, se tratará de aproximar los términos de tiempo y sustancia para definir la forma. Ello conllevará al estudio de las notables patologías derivadas de la asunción de un tiempo cronológico en nuestra contemporaneidad frente a las cuales, las intuiciones contenidas en Mérida, se alinearán con la actual actitud revisionista en el ámbito del pensamiento filosófico y científico. En Mérida, la memoria recogerá los aspectos de la conciencia así como los aspectos vinculados a la experiencia íntima y colectiva como soporte para la consecución de un discurso. La dualidad entre intuición e inteligencia será recogida por Moneo con idea de trascender su incomunicabilidad, mediante una operación que consistirá en la reivindicación de una memoria irreductible, cuya morada estaría incardinada en el propio tiempo de la duración y de la vida y no en la espacialidad coextensiva del presente y de la acción funcional sobre la materia. Moneo asumirá el papel de la memoria como condición central de una forma que se encarnará al concebirse como un teatro. En la respuesta a la contradicción entre el hecho físico y el efecto psíquico de la experiencia humana residirá la pertinencia de un tiempo narrativo. Será entonces el lenguaje el encargado de aportar sentido a la obra mediante el recurso fundado en la dramatización de la experiencia, es decir, a través de una conexión entre la conciencia íntima y el carácter social y colectivo intrínseco en la arquitectura. ABSTRACT TIME AS A SUBSTANCE OF FORM. AN APPROACH TO THE ROMAN ART MUSEUM OF MÉRIDA FROM THE VIEWPOINT OF VITALISM. The dominant model during the Modern Era placed man as a subject inside the great mechanism of the cosmos. It is also based in an idea about natural being within the ontological tradition initiated by the pre-Socratic Eleatism that conceives it as something immutable and static in respect with change and movement, which are considered as mere appearances. Prior to the emergence of the great Greek philosophers occurred a transformation where concepts of cosmology linked to a primordial time, changed to a view of the universe as indestructible, timeless, unchanging, perfect, geometric and spatial. If Democritus accepted a universe subjected to randomness and necessity, Plato thought that the universe only worked by necessity. This ontological model is called into question when man is not conceived as a piece of a broader system, but as a radical center of thinking. The radical condition of man then is his own life. This is the core concept of so-called Vitalism, whose most influential representative in Spain was José Ortega y Gasset. The stillness of being – of man - loses its meaning; in the words of Ortega, “it is not being but being in progress” that characterizes human life. The Cartesian reason is now the vital reason and its subject of study is no longer nature but its own evolution, in other words, time and history. This approach is fundamental to understand the building which is the subject of this study, the Museum of Roman Art in Mérida (1980-1985) by Rafael Moneo. The concept of time is used as a framework and structure of this thesis, demonstrating the notorious and very significant role this building has implied in the career of its author and in the national and international panorama of architecture and museology. This project allow us to approach the thought of its author through a building that, even whilst widely recognized, does not yet have a sufficiently comprehensive study covering its breadth and richness. This thesis is not a compendium of what already has been researched on Merida; it is a global and interpretative approach whose meaning can only be conceived as a study of its complete structure in line with the vital, historical and narrative logos the project implies. We will review the historical idea where spatial configuration of the form would have had primacy with respect to temporary configuration, because the latter refers to a spatial and circumstantial condition. The vicarious nature of the circumstance will be elevated by Ortega to the category of essential, thus showing a paradox which reformulation leads us to the conception of a substantial time. The dictionary of the Spanish Royal Academy, in its third meaning, defines substance as "that which remains in something that changes". This is a reference to ancient thought. It will be shown that what remains does not necessarily imply a static and Eleatic conception of form. It will also be shown that the essential architecture is not uniquely the timeless architecture of Platonism and that it is possible to conceive the "firmitas" parallel to the "durée" of Henri Bergson. As a result of this traditional association between substance and stillness, it marginalizes the time and the duration to the non-substantial; for this reason, we will try to approach terms of time and substance to define the shape. This will involve studying significant pathologies resulting from an assumption of chronological time in our contemporary world against which, the insights contained in Merida, will be aligned with the current revisionist attitude in the fields of philosophical and scientific thought. In Merida, memory includes aspects of consciousness as well as aspects linked to the intimate and collective experience as a foundation for the achievement of discourse. The duality between intuition and intelligence is put forward by Moneo with the idea of transcending its lack of communication, by means of a resource consisting of the vindication of an irreducible memory, whose home would be embodied in the time of duration and life and not in the coextensive spatiality of the present and in the functional action on the matter. Moneo demonstrates the role of memory as a central condition of form as a theatre. In response to the contradiction between the physical fact and the psychological effect of human experience lies the relevance of narrative time. Language then assumes the responsibility of giving meaning to the work through the dramatization of experience, i.e., through a connection between the intimate consciousness and the intrinsic social and collective character of architecture.
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Si el método científico de la Era Moderna respaldó en gran medida las intervenciones del Movimiento Moderno, el papel de la continuidad histórica fue reivindicado en la segunda mitad del s. XX cuando algunos arquitectos apelaron al valor de la tipología como instrumento de proyecto. En el proyecto para el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (1981-1985), Rafael Moneo adoptó un marco intelectual en línea con el concepto filosófico de razón vital. Esto representa una significativa reflexión en torno a lo que el valor tiempo supone como fundamento de la arquitectura así como operativa de proyecto. A este respecto las aún vigentes intuiciones contenidas en el proyecto no son ajenas a la actual tarea de la filosofía en el sentido de repensar los postulados temporales heredados desde la Antigüedad; ello nos permite abordar la reflexión acerca de algunos retos a los que hoy se enfrenta la disciplina.
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[es] En sus alusiones a Ortega, María Zambrano oculta o empequeñece con su tratamiento respetuoso las diferencias que los enfrentaron; también las distintas funciones que ambos le asignan al arte, que ella no contrapone con una crítica al escapismo que plantea la estética de la razón vital. De las motivaciones de su actitud, apunto como hipótesis el uso que hace Zambrano de Ortega como respaldo (involuntario) de su razón poética: para legitimar, con la continuidad que da a entender entre ambos, una metodología con la que la poesía reemplaza a la filosofía en sus funciones para ampliar los márgenes de lo cognoscible. [en] María Zambrano hides or diminishes the differences that confronted Ortega. Also, the different roles they assign to art: she does not make a critique of escapism that raises the aesthetics of vital reason. To explain the motivations for her attitude, I propose the hypothesis that Zambrano used Ortega in support (involuntary) of her poetic reason: to legitimize her idea, poetry replaces philosophy in its functions to expand the margins of the knowable.
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We retrospectively analyzed 98 proven cases of centipede stings admitted to Hospital Vital Brazil, Butantan Institute, Sao Paulo, Brazil, between 1990 and 2007. Most stings occurred at the metropolitan area of Sao Paulo city (n = 94, 95.9%), in the domiciles of patients (n = 67, 68.4%), and during the warm-rainy season (n = 60, 61.2%). The mean age of the victims was 32.0 +/- 18.8-years-old. Cryptops and Otostigmus genera were responsible for most cases. Around 86% of the patients sought medical care within 6 h after the sting. Both lower (56.1%) and upper limbs (41.8%) were most frequently bitten, especially the feet and hands (89.8%). The most frequent local clinical manifestations were pain (94.9%), erythema (44.9%) and edema (21.4%), and the latter was mainly observed in patients bitten by Otostigmus spp. Supportive treatment was used in only 28.6% of the patients, namely administration of local anesthesia (9.2%) and systemic analgesia (13.3%). No sequels or complications were observed in patients, and the prognostic was benign. (c) 2008 Elsevier Ltd. All rights reserved.
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Purpose: To investigate the retinal biocompatibility of six novel vital dyes for chromovitrectomy. Methods: An amount of 0.05 mL of 0.5% and 0.05% light green (LG), fast green (FG), Evans blue (EB), brilliant blue (BriB), bromophenol blue (BroB), or indigo carmine (IC) was injected intravitreally in the right eye, whereas in the left eye balanced salt solution was applied for control in rabbits` eyes. Clinical examination, fluorescein angiography, histology with light microscopy, and transmission electron microscopy were performed after 1 and 7 days. Retinal cell layers were evaluated for morphologic alterations and number of cells. The electroretinographic changes were assessed at baseline, 24 hours and 7 days. Results: Fluorescein angiography disclosed hypofluorescent spots only in the 0.5% EB group. Light microscopy and transmission electron microscopy disclosed slight focal morphologic changes in eyes exposed to 0.05% IC, FG, BriB, similar to the control at 1 and 7 days. In the lower dose groups, EB, LG, and BroB caused substantial retinal alterations by light microscopy. At the higher dose, BroB and EB produced diffuse cellular edema and vacuolization within the ganglion cells, bipolar cells, and photoreceptors. FG and IC at 0.5% caused slight retinal alterations similar to balanced salt solution injection. LG at 0.5% caused diffuse vacuolization of bipolar cells after 1 and 7 days. Injection of 0.5% EB caused a significant decrease in neuroretinal cell counts in comparison to control eyes in the 7-day examination (P < 0.05). Electroretinography revealed intermittent prolonged latency and decreased amplitude in eyes injected with 0.5% EB, LG, BriB, and BroB, while at the lower dose, only LG and EB induced few functional changes. Conclusion: The progressive order of retinal biocompatibility, from safest to most toxic, was IC, FG, BriB, BroB, LG, EB.