5 resultados para Tortoniense
Resumo:
Las cuencas neógenas continentales del Prebético presentan un relleno sedimentario potente que aparece estructurado en dos unidades tectosedimentarias superpuestas, las cuales abarcan una gran parte del Mioceno Superior (Vallesiense Medio-Turoliense). Dichas unidades están compuestas esencialmente por sedimentos lacustres, diferenciándose en ellas cinco tramos caracterizados por facies diferentes. En la unidad tectosedimentaria inferior se distinguen: Facies A, constituidas por cuerpos conglomeráticos tabulares que intercalan niveles de lutitas laminadas; Facies B, formadas fundamentalmente por areniscas canalizadas, lutitas y margas; Facies C, caracterizadas por niveles evaporíticos (yesos con nódulos de azufre) que evolucionan en la vertical a margas y carbonatos con presencia creciente de niveles diatomíticos. Por su parte, la unidad tectosedimentaria superior está formada por: Facies D, constituidas por depósitos slumpizados y turbiditas; y Facies E, consistentes en una sucesión monótona de diatomitas y carbonatos con intercalaciones de porcelanitas. Las dos unidades distinguidas están separadas por una discontinuidad de carácter regional que está en relación con un evento sísmico importante, con manifestaciones volcánicas asociadas de carácter lamproítico. Como resultado del análisis del relleno de las cuencas, se distinguen dos etapas distensivas dentro del contexto extensional general del área bética durante el Mioceno Superior: una primera etapa distensiva que condiciona la formación de estas cuencas durante el Tortoniense, y una segunda etapa, intra-Messiniense, que supone una reactivación importante en su relleno, con incidencia de eventos sísmicos y vulcanismo. Dichas etapas, marcadas por discontinuidades mayores, tienen su equivalente correlativo en otras cuencas neógenas de la Península.
Resumo:
El final del Serravalliense y principio del Tortoniense es un periodo de fuerte actividad tectónica en la Cordillera Bética. Además, existe un debate sobre la existencia de sedimentos de edad Tortoniense inferior al no existir claras atribuciones fósiles en esa edad. Estos sedimentos se asignan a dicha edad por criterios indirectos, tanto estratigráficos como por la ausencia de contenido fósil más antiguo o más reciente. En este trabajo se describe la sección compuesta de Les Moreres-Albatera, que es probablemente una de las secciones más completas de edad Tortoniense en la bibliografía de la Cordillera Bética, pese a tener un importante hiato de cerca de 1 Millón de años ligado a un evento tectónico intra-Tortoniense. La sección presenta dos unidades litológicas calizas a la base (El Castellà) y al techo (Las Ventanas) y dos unidades intermedias margosas, la inferior, llamada Les Moreres, y la superior, Galería de los Suizos se encuentran separadas por el conglomerado de la Raya del Búho. Se han identificado las biozonas de nanofósiles calcáreos CN5b/NN7 a CN9a/NN11a (Okada & Bukry, 1980; Martini, 1971) y de foraminíferos planctónicos de MMi9 a MMi12a (Lourens et al., 2004). La biostratigrafía de los primeros ha permitido identificar un hiato que incluye la parte alta de las biozonas CN7/NN9 hasta la parte baja de CN9a/NN11a (Okada & Bukry, 1980; Martini, 1971). La integración de los datos biostratigráficos con los paleomagnéticos en la sección Albatera permite la calibración del límite de los magnetocrones C4r.1r/C4n.2n.
Resumo:
Estudios estratigráficos y sedimentológicos de afloramiento y el análisis paleoecológico y bioestratigráfico mediante foraminíferos, han permitido realizar una reinterpretación sedimentaria de las unidades de margas y areniscas miocenas del sector nororiental de la Cuenca del Guadalquivir. El relleno sedimentario ha sido dividido en cuatro unidades litoestratigráficas (I-IV), todas ellas depositadas durante el Tortoniense, entre 10 y 7.89 Ma, aproximadamente. La Unidad I (Tortoniense antiguo no basal) está fomada por arenas y calizas de algas, y es interpretada como una unidad transgresiva y expansiva sobre el basamento que evoluciona desde ambientes marinos someros a rampa de carbonatos tipo rhodalgal. La Unidad II (Tortoniense inferior, biozona MMi11: entre 10 y 9.54 Ma) está caracterizada por una alternancia rítmica de margas arcillosas y silíceas, depositadas en ambientes pelágicos y profundos de aguas frías-eutróficas, si bien con repetidos cambios en la estratificación y distribución de nutrientes en la columna de agua. Esta unidad registra una importante somerización en su parte superior, dando paso gradual a la Unidad III. La Unidad III (Tortoniense inferior, biozonaMMi11: desde 9.54 Ma) está dominada por areniscas, aunque lateralmente aparecen brechas intraformacionales con estratos contorsionados. Está nutrida por deltas desde la costa y se interpreta como el depósito de bancos arenosos movilizados por la acción de corrientes mareales y el oleaje de tormentas en rampas. La Unidad IV (Tortoniense superior, biozona MMi12: desde 8.35 Ma) está representada por margas pelágicas similares a las de la Unidad II, de la que difiere por la presencia de intercalaciones arenosas genéticamente relacionadas con procesos mareales y de tormentas.
Resumo:
Se ha realizado un modelo geológico en 3D de la porción NO de la Cuenca del Bajo Segura, por ser esta la que mostraba una menor complicación geológica. La cuenca se ha dividido en 7 sintemas (nombrados Ab,M1, M2, P1, P2, Pc y Q) y se ha utilizado como base de la cuenca el techo de la Formación Calizas de Las Ventanas (Ve). La construcción del modelo 3D permite un mejor conocimiento geológico de la cuenca. El modelo apunta a una mayor complicación tectónica de lo supuesto en un principio.
Resumo:
En este estudio presentamos los resultados del análisis estructural del borde norte de la cuenca del Bajo Segura, en la cordillera Bética oriental. En este borde se desarrolla el sinclinal de Crevillente; se trata de un pliegue de propagación de falla con geometría de crecimiento y vergente al sur asociado a la falla de Crevillente (sector Abanilla-Alicante). El estudio cuantitativo de la discordancia progresiva asociada a dicho pliegue ha puesto de manifiesto que la actividad de esta falla se inició en el Tortoniense, aumentó durante el Messiniense y, a partir de ese momento se ha mantenido constante o ha disminuido durante el Plioceno y el Cuaternario. La escasez de depósitos cuaternarios deformados no implica que no exista actividad cuaternaria de la falla de Crevillente (sector Abanilla-Alicante), ya que la mayoría de los depósitos más recientes son discontinuos o se localizan al sur, alejados de la zona de máxima deformación. Por otro lado, el hecho de que la actividad de la falla del Bajo Segura, situada en el borde meridional de la cuenca, se iniciara durante el Plioceno, parece indicar una migración de la deformación hacia el sur.