130 resultados para Pinochet
Resumo:
Analizando las políticas económicas del régimen de Pinochet, se determina en qué sentido permitieron la construcción de legitimidad. Sin desconocer el uso de la fuerza, se sostiene que gracias a las políticas económicas, sus resultados y la nueva lógica económica en ellas incorporada, Pinochet llegó a ser legítimo para una importante porción de la población.
Resumo:
Demostrar cómo el poder determina la educación en Chile. El sistema educativo chileno entre los años 1964-1985, considerando como determinantes las relaciones de poder, económicas y socio-culturales. Descripción de las tres etapas de gobierno: 1) Eduardo Frei: la dinámica educativa. 2) Salvador Allende: la dialéctica educativa. 3) Augusto Pinochet: la reacción educativa. Investigación bibliográfica. Seminarios, reuniones, entrevistas. Realiza esquemas descriptivo-interpretativos dentro de un contexto historicista; para ello realiza cortes históricos junto a la descripción más detallada de momentos cruciales. Con Frei el Estado juega un papel mediador entre clases y burguesía. Allende crea un sistema educativo de doble red: 1) Sistema Escolar Regular; 2) Sistema de Educación Popular. Con Pinochet el ejecutivo controla el Sistema Escolar global. La mayoría de las reformas son propulsadas para lograr un ajuste al sistema productivo. El aparato educativo es la instancia 'legítima' de legitimación de una concepción cultural determinada. Tiene una función de reproducción. En contradicción al aparato educativo, se desarrolla siempre una Pedagogía de liberación.
Resumo:
¿Por qué en los circuitos judiciales se obtienen procedimientos y resoluciones jurídicas que no necesariamente son valoradas como “justos”? Bueno, el orden jurídico o sistema de leyes no proviene del Cielo ni de ninguna naturaleza humana abstracta. Proviene de legisladores que buscan o constituir o contribuir a la reproducción de un determinado orden social que, en las sociedades que conocemos, se sigue de correlaciones determinadas y conflictivas de fuerzas sociales. En sencillo, un orden jurídico expresa, en su nivel, dominaciones de clase, de sexo-género, de generación, de etnia o ‘raza', internacionales o geopolíticas, etc., e intentan contribuir con las condiciones que facilitan la reproducción de esas dominaciones o imperios. Por supuesto, ello implica tanto funcionalidades como contraposiciones y conflictividad. Los jueces y magistrados son funcionarios públicos que deben conocer y resolver en el marco de esa legislación que, desde luego, no hace materialmente “justicia” a los dominados (aunque pueda ofrecer posibilidades para que algunas situaciones conflictivas, o ‘casos', se resuelvan en su beneficio). A la básica consideración anterior debe añadirse la observación, para nada marginal, respecto de que los órdenes jurídicos existentes en América Latina poseen amplias secciones “trasplantadas” desde otras formaciones sociales e historias. Esto quiere decir que no se siguen de los patrones de comportamiento efectivo o sociohistórico de la población, y que esas secciones entran en conflicto (de no correspondencia) con otras secciones del mismo orden jurídico más sociohistorizados y también con ‘privilegios' premodernos a los que son muy adictos los legisladores en sistemas políticos determinados por la corrupción y la venalidad (clientelismos incluidos), y que estos y otros factores hacen de los cuerpos jurídicos latinoamericanos sistemas para “expertos” y también para “oportunistas”.
Resumo:
En este artículo se presenta una serie de publicaciones relacionadas con la detención del ex dictador Augusto Pinochet en Londres, que tuvo lugar en 1998. A lo largo del artículo se van analizando cada una de las obras y, asimismo, se revisa su valor historiográfico.
Resumo:
El artículo se sitúa ante las polémicas suscitadas entre escritores chilenos y españoles a raíz de la detención de Augusto Pinochet en octubre de 1998. LIntenta mostrar cómo las posiciones que encarnaron entonces los escritores chilenos Jorge Edwards y Luis Sepúlveda, sobre todo a través de la polémica que sostuvieron desde las páginas del diario madrileño El País, sirvieron de referentes básicos en la toma de posturas ante el «episodio de Londres¼. Se reavivóLa detención de Pinochet obligó a un debate urgente sobre los pactos de transición chilenos y el estado de la memoria histórica reciente del país. Sepúlveda encauzó el sentir de aquellos que no terminaban de suscribíanir los acuerdos oficiales de la transicióntransición, por juzgarlos «amnésicos¼ conrespecto a la memoria de las víctimas de la dictadura. Edwards, por su parte, encarnó la postura de quienes preferían posponer a otras etapas de la transición los juicios históricos adel periodo de la dictadura, en aras de la consolidación de la paz social. Mientras la postura de Sepúlveda reunió a la mayoríapractica totalidad de escritores e intelectuales, la de Edwards resumió una opinión más extendida entre políticos y analistas hispanoamericanos. A propósito de la invocación de Edwards a una Ilustración política pendiente en Latinoamérica, en este artículo se incluye en responde a una línea de investigadoración más dilatada en torno a la presencial significado deado a la Ilustración hispanoamericana en las narraciones históricas deque sobre este periodo se han hecho en las últimas décadas. En este sentido, se analiza la polémica en un contexto amplio, al considerar los referentes históricos a que recurrieron ambos autores.
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El artículo se sitúa ante las polémicas suscitadas entre escritores chilenos y españoles a raíz de la detención de Augusto Pinochet en octubre de 1998. LIntenta mostrar cómo las posiciones que encarnaron entonces los escritores chilenos Jorge Edwards y Luis Sepúlveda, sobre todo a través de la polémica que sostuvieron desde las páginas del diario madrileño El País, sirvieron de referentes básicos en la toma de posturas ante el «episodio de Londres¼. Se reavivóLa detención de Pinochet obligó a un debate urgente sobre los pactos de transición chilenos y el estado de la memoria histórica reciente del país. Sepúlveda encauzó el sentir de aquellos que no terminaban de suscribíanir los acuerdos oficiales de la transicióntransición, por juzgarlos «amnésicos¼ conrespecto a la memoria de las víctimas de la dictadura. Edwards, por su parte, encarnó la postura de quienes preferían posponer a otras etapas de la transición los juicios históricos adel periodo de la dictadura, en aras de la consolidación de la paz social. Mientras la postura de Sepúlveda reunió a la mayoríapractica totalidad de escritores e intelectuales, la de Edwards resumió una opinión más extendida entre políticos y analistas hispanoamericanos. A propósito de la invocación de Edwards a una Ilustración política pendiente en Latinoamérica, en este artículo se incluye en responde a una línea de investigadoración más dilatada en torno a la presencial significado deado a la Ilustración hispanoamericana en las narraciones históricas deque sobre este periodo se han hecho en las últimas décadas. En este sentido, se analiza la polémica en un contexto amplio, al considerar los referentes históricos a que recurrieron ambos autores.
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El artículo se sitúa ante las polémicas suscitadas entre escritores chilenos y españoles a raíz de la detención de Augusto Pinochet en octubre de 1998. LIntenta mostrar cómo las posiciones que encarnaron entonces los escritores chilenos Jorge Edwards y Luis Sepúlveda, sobre todo a través de la polémica que sostuvieron desde las páginas del diario madrileño El País, sirvieron de referentes básicos en la toma de posturas ante el «episodio de Londres¼. Se reavivóLa detención de Pinochet obligó a un debate urgente sobre los pactos de transición chilenos y el estado de la memoria histórica reciente del país. Sepúlveda encauzó el sentir de aquellos que no terminaban de suscribíanir los acuerdos oficiales de la transicióntransición, por juzgarlos «amnésicos¼ conrespecto a la memoria de las víctimas de la dictadura. Edwards, por su parte, encarnó la postura de quienes preferían posponer a otras etapas de la transición los juicios históricos adel periodo de la dictadura, en aras de la consolidación de la paz social. Mientras la postura de Sepúlveda reunió a la mayoríapractica totalidad de escritores e intelectuales, la de Edwards resumió una opinión más extendida entre políticos y analistas hispanoamericanos. A propósito de la invocación de Edwards a una Ilustración política pendiente en Latinoamérica, en este artículo se incluye en responde a una línea de investigadoración más dilatada en torno a la presencial significado deado a la Ilustración hispanoamericana en las narraciones históricas deque sobre este periodo se han hecho en las últimas décadas. En este sentido, se analiza la polémica en un contexto amplio, al considerar los referentes históricos a que recurrieron ambos autores.