765 resultados para Mezquita-Catedral de Córdoba
Resumo:
La Mezquita-Catedral de Córdoba es un edificio vivo. Un edificio que ha sido transformado sucesivamente por hombres de razas, culturas y religiones distintas durante sus más de 1.200 años de vida y que, a pesar de ello, no ha dejado de estar en uso ni uno solo de esos días de esa larga vida. De esta forma, el edificio se muestra ante el visitante como un complejo objeto arquitectónico, resultado de una continua transformación. La capacidad de la transformación de los edificios es algo inherente a su propia condición arquitectónica, no es un hecho exclusivo de la Mezquita-Catedral. Sin embargo, en este edificio esa transformación se produce con una gran intensidad y sin pérdida de su autenticidad. Tradicionalmente, los edificios se han adaptado a los nuevos requerimientos de cada época en un proceso que ha buscado en el propio edificio las leyes o principios que habían de regir la intervención. De esta forma, tanto las sucesivas ampliaciones de la Mezquita de Abd al-Rahman I como las siguientes intervenciones cristianas debieron asumir lo preexistente como material de trabajo. Así, los arquitectos del califa al-Hakam II dialogaron con sus antecesores complejizando el espacio que recibieron, así como los Hernán Ruiz consiguieron un nuevo organismo resultante de la introducción de su arquitectura luminosa en la trama hispanomusulmana. El siglo XIX confirmó el deseo por descubrir las huellas de un pasado esplendoroso que la intervención barroca había silenciado bajo un tratamiento homogéneo del espacio. La recuperación de esas huellas supuso, hace exactamente dos siglos, el inicio de la última gran etapa en la transformación del edificio, la de la restauración. La fábrica es considerada como objeto a conservar y los esfuerzos desde ese momento se centraron en la recuperación de la arquitectura omeya latente. De este modo, la práctica de la restauración como disciplina se encontró absolutamente influenciada por la Arqueología como única fuente de conocimiento. Las intervenciones buscaban lo original como modo de recuperar espacial y formalmente aquel pasado, concentrándose en los lugares del edificio considerados como esenciales. La declaración del edificio como monumento nacional en 1882 propició que el Estado se hiciera cargo de su mantenimiento y conservación, sustituyendo en esa tarea a los Obispos y Cabildos del siglo XIX, que tuvieron un entendimiento muy avanzado para su época. La llegada del arquitecto Velázquez Bosco en las últimas décadas del siglo XIX supuso un cambio trascendental en la historia del edificio, puesto que recibió un edificio con importantes deterioros y consiguió poner las bases del edificio que hoy contemplamos. El empeño por la recuperación material y espacial devolvió a la Mezquita-Catedral buena parte de su imagen original, reproduciendo con exactitud los modelos hallados en las exploraciones arqueológicas. La llegada de Antonio Flórez tras la muerte de Velázquez Bosco supuso la traslación al edificio del debate disciplinar que se desarrolló en las dos primeras décadas del siglo XX. Flórez procuró un nuevo entendimiento de la intervención, considerando la conservación como actuación prioritaria. En 1926 el Estado reformó la manera en que se atendía al patrimonio con la creación de un sistema de zonas y unos arquitectos a cargo de ellas. La existencia de un nuevo marco legislativo apuntaló esa nueva visión conservativa, avalada por la Carta de Atenas de 1931. Este modelo restauración científica huía de la intervención en estilo y valoraba la necesidad de intervenir de la manera más escueta posible y con un lenguaje diferenciado, basándose en los datos que ofrecía la Arqueología. Por tanto, se continuaba con la valoración del edificio como documento histórico, buscando en este caso una imagen diferenciada de la intervención frente a la actitud mimética de Velázquez. Resulta destacable la manera en la que el historiador Manuel Gómez-Moreno influyó en varias generaciones de arquitectos, arqueólogos e historiadores, tanto en el entendimiento científico de la restauración como en la propia estructura administrativa. La labor desarrollada en el edificio por José Mª Rodríguez Cano primero y Félix Hernández a continuación estuvo influida de manera teórica por el método de Gómez-Moreno, aunque en muchos aspectos su labor no representó una gran diferencia con lo hecho por Velázquez Bosco. La búsqueda de lo original volvió a ser recurrente, pero la carga económica del mantenimiento de un edificio tan extenso conllevó la no realización de muchos de los proyectos más ambiciosos. Esta obsesiva búsqueda de la imagen original del edificio tuvo su última y anacrónica etapa con la intervención de la Dirección General de Arquitectura en los 70. Sin embargo, el agotamiento del modelo científico ya había propiciado un nuevo escenario a nivel europeo, que cristalizó en la Carta de Venecia de 1964 y en una nueva definición del objeto a preservar, más allá del valor como documento histórico. Esta nueva posición teórica tuvo su traslación al modelo restaurador español en el último cuarto de siglo XX, coincidiendo con la Transición. El arquitecto Dionisio Hernández Gil defendió una interpretación distinta a la de los arqueólogos y de los historiadores, que había prevalecido durante todo el siglo. En opinión de Hernández Gil, los problemas de intervención debían enfocarse fundamentalmente como problemas de Arquitectura, abandonando la idea de que solamente podían ser resueltos por especialistas. Esta convicción teórica fue defendida desde la nueva Administración y deparó la utilización de unos criterios de intervención particularizados, provenientes del análisis multifocal de cada situación y no sólo desde el valor de los edificios como documentos históricos. Y este cambio tuvo su traslación a la Mezquita-Catedral con la práctica de Gabriel Ruiz Cabrero y Gabriel Rebollo. En consecuencia con esa nueva perspectiva, aceptaron el edificio que recibieron, sustituyendo la búsqueda de aquella página original por la aceptación de cada una de las páginas de su historia y el respeto a las técnicas constructivas del pasado. La búsqueda de soluciones específicas desde el propio objeto arquitectónico significó la renovada atención a la potente estructura formal-constructiva como origen de toda reflexión. Considerar la Mezquita-Catedral en primer lugar como Arquitectura implicaba la atención a todo tipo de factores además de los históricos, como medio para preservar su autenticidad. Esta tesis pretende demostrar que la práctica de la restauración realizada en la Mezquita-Catedral a lo largo del siglo XX ha evolucionado desde la búsqueda de lo original hasta la búsqueda de lo auténtico, como reflejo de una visión basada en lo arqueológico frente a una renovada visión arquitectónica más completa, que incluye a la anterior. La consideración de la intervención en este edificio como otra página más de su historia y no como la última, significa la reedición de un mecanismo recurrente en la vida del edificio y un nuevo impulso en ese proceso de continua transformación. ABSTRACT The Mosque-Cathedral of Cordoba is a living building. A building transformed by men of different races, cultures and religions during more than 1.200 years old and that, nevertheless, it has continued to be in use all days in that long life. Thus, the building shows to the visitor as a complex architectural object, the result of continuous transformation. This transformation capacity of the buildings is inherent in their own architectural condition, it’s not an exclusive fact of the Mosque-Cathedral. However, in this building that transformation happens with a great intensity, without losing their authenticity. Traditionally, buildings have been adapted to the new requirements of times in a process that looked for laws or principles in order to guide the intervention. Thus, both the successive enlargements of the Mosque of Abd al-Rahman and Christian interventions must assume the preexistence as a working material. So, the architects of the caliph al-Hakam II spoke to their predecessors, complexing the receiving space, as well as Hernan Ruiz got a new organism as result the introduction of his luminous architecture into hispanic-muslim weft. The nineteenth century confirmed the desire to discover the traces of a glorious past that Baroque intervention had silenced, under a uniform space treatment. Exactly two centuries ago, the recovery of these traces meant the start of the last major phase in the transformation of the building: the restoration. The building was considered subject to conserve and since then, efforts focused on the recovery of latent Umayyad architecture. Thus, the practice of restoration as a discipline was absolutely influenced by Archaeology as the only source of knowledge. Interventions were seeking the original as the way to recover that past in a space and formal way, concentrating on essential sites of the building. The statement as a national monument in 1882 prompted the State take charge of its maintenance and preservation, replacing to the nineteenth century Bishops and Cabildos, which had a very advanced understanding for that time. The arrival of the architect Velazquez Bosco in the last decades of the nineteenth century involved a momentous change in the history of the building, since he received a building with significant damage and he achieved the foundations of the building that we can see today. Efforts to a material and space recover returned the Mosque-Cathedral to its original image, accurately reproducing the models found in archaeological explorations. The arrival of Antonio Florez after Velazquez’s death involved the translation of discipline debate, which was developed in the first two decades of the twentieth century. Florez tried a new understanding of the intervention, considering conservation as a priority action. In 1926, the State reformed the way in which heritage was attended, creating a zones system with a few architects in charge of them. The existence of a new legislative framework, underpinned this new conservative vision, supported by the Athens Charter of 1931. This scientific restoration model fleeing from intervention in style and it appreciated the need to intervene in the most concise way, with a distinct language based on the data offered by Archaeology. Therefore, it continued with the appraisement of the building as a historical document, seeking in this case a differentiated image of intervention, against Velazquez mimetic attitude. It is remarkable the way in which the historian Manuel Gomez-Moreno influenced several generations of architects, archaeologists and historians, both in the scientific understanding of the restoration and the administrative structure. The work of Jose Maria Rodriguez Cano first and then Felix Hernandez was theoretically influenced by the Gomez-Moreno’s method, although in many respects their work did not represent a great difference to Velazquez Bosco. The search of the original returned to recur, but the economic charge of maintaining such a large building led to the non-realization of many of the most ambitious projects. This obsessive search for the original image of the building had its last and anachronistic stage with the intervention of the Department of Architecture at 70’s. However, the exhaustion of the scientific model had already led to a new scenario at European level, which crystallized in the Venice Charter of 1964 and a new definition of the object to be preserved beyond the value as a historical document. This new theoretical position had its translation to Spanish restaurateur model in the last quarter of the twentieth century, coinciding with the Transition. The architect Dionisio Hernandez Gil defended a different interpretation from archaeologists and historians, that had prevailed throughout the century. According to Hernandez Gil, the problems of intervention should focus primarily as architectural issues, abandoning the idea that they could only be determined by specialist. This theoretical conviction was defended from the new administration and led to the use of particularized criteria, from a multifocal analysis of each situation. And this change had its translation to the Mosque with the practice of Gabriel Ruiz Cabrero and Gabriel Rebollo. Consistent with this new perspective, they accepted the receiving building, replacing the search on original page for acceptance of all historical pages and respecting the constructive techniques of the past. The search for specific solutions from the architectural object meant the renewed attention to the powerful formal-constructive structure as the origin of all thought. Consider the Mosque-Cathedral as Architecture, involved the attention to all kinds of factors in addition to the historical, as a means to preserve its authenticity. This thesis aims to demonstrate that the practice of restoration in the Mosque-Cathedral throughout the twentieth century has evolved from the search of the original to the search for the authentic, reflecting a vision based on the archaeological against a renewed more complete architectural vision, including the above. Consideration of intervention in this building as another page in its history and not the last one, means the reissue of an own mechanism and a new impetus in that continuous transformation process.
Resumo:
La Mezquita de Córdoba fue reconocida por Unesco en 1984 como Patrimonio Mundial por constituir la obra cumbre del arte islámico y andalusí en Europa y ser paradigma universal de concordia entre culturas. Construida en el año 785 por Abderramán I, en 1523 Carlos I autoriza edificar en su interior una Catedral renacentista que rompió la infinitud del bosque de columnas al tiempo que precipitó un mestizaje sin precedentes del islam y el cristianismo. Ambas realidades artísticas, históricas y culturales han convivido durante siglos en Córdoba hasta que en 1998, el Cabildo catedralicio, sus actuales gestores, se propusieron borrar la huella andalusí de todos los documentos oficiales de divulgación hasta el punto de eliminar el nombre de Mezquita y suprimir toda alusión a la arquitectura y herencia omeya de un monumento que es conocido en todo el mundo como el edificio andalusí emblemático por excelencia. En un acto de intolerancia y expolio cultural, el Obispado pretendió roclamar la supremacía católica sobre el Islam a costa del sentido común, de la historia, del arte, de la arquitectura y de la memoria de Córdoba y su significado en el mundo. En febrero de 2014, un grupo de ciudadanos cordobeses organizados como “Plataforma Mezquita-Catedral, Patrimonio de Tod@s” lanzó una campaña de denuncia que ha logrado reunir más de 385.000 firmas para reclamar la restitución del nombre y la memoria del universal monumento y exigir una gestión profesional. Entre los firmantes, se encuentran personalidades de la cultura de la talla de Juan Goytisolo, José Manuel Caballero Bonald, Emilio Lledó, Josefina Molina, Antonio Muñoz Molina, Antonio Gala, Rosa Montero, Norman Foster, Eduardo Galeano, Federico Mayor Zaragoza, Manolo Sanlúcar, José Chamizo y muchos otros de reconocido prestigio. La Plataforma ciudadana estima que la actual gestión de la Mezquita-Catedral de Córdoba es profundamente lesiva para la integridad del monumento, desleal con su historia, ofensiva con la memoria de Córdoba y contraria a los valores fundamentales sobre los que la Unesco la reconoció en 1984 como Patrimonio Mundial.
Resumo:
Esta publicación recoge la primera parte del estudio biográfico de un conjunto representativo de los miembros del cabildo de una catedral española, la de Córdoba, entre finales del siglo XV y los primeros años del XIX. Para ello, he optado por el formato de entradas simplificadas con los datos básicos sobre el origen, la filiación, los estudios y la carrera de varios cientos de eclesiásticos.
Resumo:
El 15 de Diciembre de 1994, el comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, reunido en Phuket (Tahilandia) acordó incluir el entorno de la Mezquita-catedral de Córdoba en la lista de bienes pertenecientes al Patrimonio Mundial, esto es: declararlo Patrimonio Cultural de la Humanidad. Un hecho de tal magnitud, significación y trascendencia para el presente y el futuro de la ciudad de Córdoba, justificaba actuaciones extraordinarias que ayudaran a comprender y dar su verdadero significado a este hecho. Por ese motivo, el Departamento de Geografía y Ciencias del Territorio organizó un ciclo de conferencias que, bajo el título de IV Jornadas de Geografía, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, posibilitó el acercamiento de distintos expertos y especialistas a la cuestión, alcanzando tanto a los hechos y circunstancias concernientes a la ciudad de Córdoba, como a otras ciudades que disfrutan de la misma consideración tanto en España como en el contexto Internacional. El material de aquellas Jornadas, debidamente redactado y convertido en texto, es el que se incluye en este libro, de cuyo contenido ofrecemos una presentación general y el índice correspondiente
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This paper presents the first part of the biographical study of a representative number of the members of a Spanish cathedral chapter, that of Cordoba, between the last fifteenth century and the first years of the nineteenth century. To do that, I chose a format of simplified entries with basic information on the origin, parentage, studies and career of several hundred churchmen.
Resumo:
El 15 de Diciembre de 1994, el comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, reunido en Phuket (Tahilandia) acordó incluir el entorno de la Mezquita-catedral de Córdoba en la lista de bienes pertenecientes al Patrimonio Mundial, esto es: declararlo “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Un hecho de tal magnitud, significación y trascendencia para el presente y el futuro de la ciudad de Córdoba, justificaba actuaciones extraordinarias que ayudaran a comprender y dar su verdadero significado a este hecho. Por ese motivo, el Departamento de Geografía y Ciencias del Territorio de la Universidad de Córdoba organizó un ciclo de conferencias que, bajo el título de IV Jornadas de Geografía, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, posibilitó el acercamiento de distintos expertos y especialistas a la cuestión, alcanzando tanto a los hechos y circunstancias concernientes a la ciudad de Córdoba, como a otras ciudades que disfrutan de la misma consideración en España y también en el contexto Internacional. El material de aquellas Jornadas, debidamente redactado y convertido en texto, es el que se incluye en un libro, incluyendo el artículo que se derivó de las conferencias pronunciadas sobre la ciudad de la Habana, también copartícipe de ese título patrimonial. El trabajo empieza con la consideración de los principales hitos del urbanismo de la Habana, circunstancias y condiciones que posibilitarán el nacimiento de esta ciudad justamente en el lugar que ocupa. La evolución urbana de la ciudad de La Habana se intenta dibujar con exactitud y rigor, partiendo del primer asentamiento (del que se consideran los factores y circunstancias), continuando con la consideración de los sistemas defensivos de la ciudad y recalando en la Habana colonial (1519-1898). Este último asunto es de tal envergadura que obliga a un estudio pormenorizado de la ciudad intramuros (La Habana Vieja), la ciudad extramuros (el Ensanche de Centro Habana), el Paseo del Prado y el Ring de La Habana. El periodo republicano (1898-1959), tras la independencia respecto a España, significa la transformación de Cuba en una neocolonia que asimila el modelo cultural de los Estados Unidos; evidentemente esto tuvo unas consecuencias urbanas que se intentan reflejar del modo más completo y detallado posible. El año 1959 supone, no sólo un cambio de régimen político, sino igualmente la consolidación de unas tendencias urbanas entre las que destaca la degradación progresiva de La Habana Vieja, proceso que el nuevo gobierno revolucionario, ocupado en cosas “más urgentes”, no supo frenar. El trabajo termina con un epígrafe dedicado a una reflexión acerca de la evolución y situación actual de “La Habana Vieja”, con mención especial para la fortaleza y las murallas, la arquitectura monumental de carácter religioso o civil y, como no podía ser de otro modo, de los efectos de la declaración como Patrimonio de la Humanidad de una parte de la ciudad de La Habana. El trabajo finaliza con un esfuerzo de acercamiento minucioso a lo que era la bibliografía sobre el tema disponible cuando se realizó aquel trabajo; el resultado obtenido, evidentemente superado por el paso del tiempo, tiene no obstante el valor y la significación de una mirada certera sobre lo que en los años noventa del siglo XX se decía y escribía sobre una ciudad única y totalmente irrepetible: La Habana.
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Marca tip. en port.
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First edition published under title: Del arte árabe en España.
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Acompañan fotos que ilustran el texto. Título anterior de la publicación : Boletín de la Comisión Española de la UNESCO
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Es continuación de la publicación: Boletín de la Comisión Española de la UNESCO
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Restauración, en el siglo XVIII, de la cúpula que precede al mihrab de la mezquita de Córdoba
Resumo:
Reparación de la techumbre de la mezquita de Córdoba, en el siglo XIII
Resumo:
La Mezquita de Córdoba y las ruinas de Madinat Al-zahra
Resumo:
Nuevos datos documentales sobre la construcción de la mezquita de Córdoba en el reinado de Abd Al-Rahman II