942 resultados para 338.2[82]
Resumo:
Las relaciones de las actividades industriales en el territorio se han modificado intensamente en el curso de las últimas décadas. Estos cambios explican inicialmente las mutaciones en las estrategias espaciales de los actores. Las últimas modificaciones han debido adaptarse a la rapidez de las transformaciones de la industria que se impusieron acompañando a las clases dominantes, de los contextos económicos y políticos de la actividad industrial. La industria está sometida a dos tendencias, a menudo contradictorias: la mundialización y la regionalización. La reestructuración ha favorecido un 'macro fenómeno' geográfico, la internacionalización de la producción, facilitada por las posibilidades ofrecidas por el nuevo modelo tecnológico, en términos de segmentación técnica del proceso de producción. Actualmente, se acelera la mundialización de la producción, las empresas tienden a desarrollar sus estrategias de deslocalización y de optimización de las capacidades de inversión en función de las potencialidades de desarrollo de los diferentes mercados regionales y de las potencialidades técnicas de las diferentes regiones. El objetivo general es estudiar el espacio industrial, entendido como un sistema de sistemas a través de estructuras y subestructuras espaciales, resultado de cada momento histórico de su configuración en el medio geográfico de la ciudad de Tandil. El subespacio industrial adquiere diferentes denominaciones de acuerdo a los hechos dominantes del proceso de industrialización: 1- Subespacio industrial de la sustitución de importaciones (SISI), que está compuesto por dos momentos constitutivos, 1) recorte territorial de la industrialización y 2) recorte territorial de la promoción industrial 2- Subespacio industrial de la desindustrialización de la producción (SIDP), que se da a partir de la desconcentración industrial y la flexibilidad laboral, provocando gran cantidad de desocupados. Después del colapso del decenio de 1990, se desprende de este subespacio como una realidad en sí misma, la crisis de 2001, con espacios de solidaridad gestados desde las acciones internas del lugar, como una ruptura del modelo económico, que luego recobra su continuidad en el período de la postconvertibilidad. 3- Subespacio industrial Tecnológico-productivo (SITEP), forma parte del proceso de recuperación económica de la industria. De esta manera el subespacio industrial de la ciudad de Tandil, producto de la acumulación de tiempos, se analiza a partir de la división territorial del trabajo que es la encargada, en cada subdivisión de darle un nuevo contenido a los lugares. También se estudia la incidencia del ajuste estructural sobre la ocupación industrial y su movilidad sectorial para indagar los efectos de la globalización sobre la división territorial del trabajo y los nuevos espacios de solidaridad producidos por los circuitos creadores de trabajo. Estos circuitos creadores de trabajo que son vistos como marginales (microempresas, empresas familiares, ferias, trueque, etc.) aseguraron la subsistencia de grupos sociales que no participaban del nuevo sistema
Resumo:
Las relaciones de las actividades industriales en el territorio se han modificado intensamente en el curso de las últimas décadas. Estos cambios explican inicialmente las mutaciones en las estrategias espaciales de los actores. Las últimas modificaciones han debido adaptarse a la rapidez de las transformaciones de la industria que se impusieron acompañando a las clases dominantes, de los contextos económicos y políticos de la actividad industrial. La industria está sometida a dos tendencias, a menudo contradictorias: la mundialización y la regionalización. La reestructuración ha favorecido un 'macro fenómeno' geográfico, la internacionalización de la producción, facilitada por las posibilidades ofrecidas por el nuevo modelo tecnológico, en términos de segmentación técnica del proceso de producción. Actualmente, se acelera la mundialización de la producción, las empresas tienden a desarrollar sus estrategias de deslocalización y de optimización de las capacidades de inversión en función de las potencialidades de desarrollo de los diferentes mercados regionales y de las potencialidades técnicas de las diferentes regiones. El objetivo general es estudiar el espacio industrial, entendido como un sistema de sistemas a través de estructuras y subestructuras espaciales, resultado de cada momento histórico de su configuración en el medio geográfico de la ciudad de Tandil. El subespacio industrial adquiere diferentes denominaciones de acuerdo a los hechos dominantes del proceso de industrialización: 1- Subespacio industrial de la sustitución de importaciones (SISI), que está compuesto por dos momentos constitutivos, 1) recorte territorial de la industrialización y 2) recorte territorial de la promoción industrial 2- Subespacio industrial de la desindustrialización de la producción (SIDP), que se da a partir de la desconcentración industrial y la flexibilidad laboral, provocando gran cantidad de desocupados. Después del colapso del decenio de 1990, se desprende de este subespacio como una realidad en sí misma, la crisis de 2001, con espacios de solidaridad gestados desde las acciones internas del lugar, como una ruptura del modelo económico, que luego recobra su continuidad en el período de la postconvertibilidad. 3- Subespacio industrial Tecnológico-productivo (SITEP), forma parte del proceso de recuperación económica de la industria. De esta manera el subespacio industrial de la ciudad de Tandil, producto de la acumulación de tiempos, se analiza a partir de la división territorial del trabajo que es la encargada, en cada subdivisión de darle un nuevo contenido a los lugares. También se estudia la incidencia del ajuste estructural sobre la ocupación industrial y su movilidad sectorial para indagar los efectos de la globalización sobre la división territorial del trabajo y los nuevos espacios de solidaridad producidos por los circuitos creadores de trabajo. Estos circuitos creadores de trabajo que son vistos como marginales (microempresas, empresas familiares, ferias, trueque, etc.) aseguraron la subsistencia de grupos sociales que no participaban del nuevo sistema
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Las relaciones de las actividades industriales en el territorio se han modificado intensamente en el curso de las últimas décadas. Estos cambios explican inicialmente las mutaciones en las estrategias espaciales de los actores. Las últimas modificaciones han debido adaptarse a la rapidez de las transformaciones de la industria que se impusieron acompañando a las clases dominantes, de los contextos económicos y políticos de la actividad industrial. La industria está sometida a dos tendencias, a menudo contradictorias: la mundialización y la regionalización. La reestructuración ha favorecido un 'macro fenómeno' geográfico, la internacionalización de la producción, facilitada por las posibilidades ofrecidas por el nuevo modelo tecnológico, en términos de segmentación técnica del proceso de producción. Actualmente, se acelera la mundialización de la producción, las empresas tienden a desarrollar sus estrategias de deslocalización y de optimización de las capacidades de inversión en función de las potencialidades de desarrollo de los diferentes mercados regionales y de las potencialidades técnicas de las diferentes regiones. El objetivo general es estudiar el espacio industrial, entendido como un sistema de sistemas a través de estructuras y subestructuras espaciales, resultado de cada momento histórico de su configuración en el medio geográfico de la ciudad de Tandil. El subespacio industrial adquiere diferentes denominaciones de acuerdo a los hechos dominantes del proceso de industrialización: 1- Subespacio industrial de la sustitución de importaciones (SISI), que está compuesto por dos momentos constitutivos, 1) recorte territorial de la industrialización y 2) recorte territorial de la promoción industrial 2- Subespacio industrial de la desindustrialización de la producción (SIDP), que se da a partir de la desconcentración industrial y la flexibilidad laboral, provocando gran cantidad de desocupados. Después del colapso del decenio de 1990, se desprende de este subespacio como una realidad en sí misma, la crisis de 2001, con espacios de solidaridad gestados desde las acciones internas del lugar, como una ruptura del modelo económico, que luego recobra su continuidad en el período de la postconvertibilidad. 3- Subespacio industrial Tecnológico-productivo (SITEP), forma parte del proceso de recuperación económica de la industria. De esta manera el subespacio industrial de la ciudad de Tandil, producto de la acumulación de tiempos, se analiza a partir de la división territorial del trabajo que es la encargada, en cada subdivisión de darle un nuevo contenido a los lugares. También se estudia la incidencia del ajuste estructural sobre la ocupación industrial y su movilidad sectorial para indagar los efectos de la globalización sobre la división territorial del trabajo y los nuevos espacios de solidaridad producidos por los circuitos creadores de trabajo. Estos circuitos creadores de trabajo que son vistos como marginales (microempresas, empresas familiares, ferias, trueque, etc.) aseguraron la subsistencia de grupos sociales que no participaban del nuevo sistema
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Polonium-210 and Lead-210 have been measured in the water column and on suspended particulate matter during the POLARSTERN cruise ARK-XXII/2. The data have been submitted to Pangaea following a Polonium-Lead intercalibration exercise organized by GEOTRACES, where the AWI lab results range within the data standard deviation from 10 participating labs. Polonium-210 and Lead-210 in the ocean can be used to identify the sources and sinks of suspended matter. In seawater, Polonium-210 (210Po) and Lead-210 (210Pb) are produced by stepwise radioactive decay of Uranium-238. 210Po (138 days half life) and 210Pb (22.3 years half life) have high affinities for suspended particles. Those radionuclides are present in dissolved form and adsorbed onto particles. Following adsorption onto particle surfaces, 210Po especially is transported into the interior of cells where it bonds to proteins. In this way, 210Po also accumulates in the food chain. 210Po is therefore considered to be a good tracer for POC, and traces particle export over a timescale of month. 210Pb (22.3 years half life) adsorbs preferably onto structural components of cells, biogenic silica and lithogenic particles, and is therefore a better tracer more rapidly sinking matter. Our goal during ARK XXII/2 was to trace pathways of particulate and dissolved matter leaving the Siberian Shelf. The pathways of particulate and dissolved matter will be followed by the combined use of 210Po and 234Th as a tracer pair (and perhaps 210Pb) for particle flux (Cai, P.; Rutgers van der Loeff, MM (2008) doi:10.1594/PANGAEA.708354). This information gathered from the water column will be complemented with the results of the 210Po-210Pb study in sea ice (Camara-Mor, P, Instituto de Ciencias del Mar-SCIC, Barcelona, Spain) to provide a more thorough picture of particle transport from the shelf to the open sea and from surface to depth.
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We have synthesized a series of 4'-aryl substituted 2,2':6',2 `'-terpyridine (terpy) derivatives, namely 4'-(4-methylphenyl)-2,2':6',2 `'-terpyridine (C-1), 4'-(2-furyl)-2,2':6'2 `'-terpyridine (C-2), and 4'-(3,4,5-trimethoxyphenyl)-2,2':6',2 `'-terpyridine (C-3). The synthesized terpy compounds were characterized by elemental analyses, FTIR, NMR (H-1 and C-13), and ESI-Mass spectrometry. Photophysical, electrochemical and thermal properties of terpy compounds were systematically studied. Maximum excitation band was observed between 240 and 330 nm using UV-visible spectra, and maximum emission peaks from PL spectra were observed at 385, 405 and 440 nm for C-1, C-2 and C-3 respectively. Fluorescence lifetime (tau) of the fluorophores was found to be 035 and 1.55 ns at the excitation wavelength of 406 nm for C-1 and C-2 respectively, and tau value for C-3 was found to be 0.29 ns at the excitation wavelength of 468 nm. We noticed that the calculated values of HOMO energy levels were increased from 5.96 (C-1) to 6.08 (C-3) eV, which confirms that C-3 derivative is more electrons donating in nature. The calculated electrochemical band gaps were 2.95, 2.82 and 3.02 eV for C-1, C-2 and C-3 respectively. These blue fluorescent emitter derivatives can be used as an electron transport and electroluminescent material to design the blue fluorescent organic light emitting diode (OLED) applications. (C) 2015 Elsevier B.V: All rights reserved.
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Capillary electrophoresis (CE) coupling with a tris(2,2'-bipyridyl)ruthenium(II) (Ru(bpy)(3)(2+)) electrochemiluminescence (ECL) detection technique was developed for the analysis of two 8-blockers, atenolol (AT) and metoprolol (ME). The parameters that influence the separation and detection, including the buffer pH and concentration, the separation voltage, the detection potential and Ru(bpy)(3)(2+) concentration, were optimized in detail. The calibration curve was linear over a concentration range of two or three orders of magnitude for the two beta-blockers. The detection limits for AT and ME were 0.075 and 0.005 mu M (S/N = 3). The relative standard deviations (n = 8) of the ECL intensity and the migration time were 2.65 and 0.22% for AT, 2.82 and 0.34% for ME, respectively. The proposed method was applied to determine AT and ME in spiked urine samples; satisfactory results were obtained.
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The acute direct action of angiotensin-(1-7) [ANG-(1-7)] on bicarbonate reabsorption (JHCO(3)(-)) was evaluated by stationary microperfusions on in vivo middle proximal tubules in rats using H ion-sensitive microelectrodes. The control JHCO(3)(-) is 2.82 ± 0.078 nmol·cm(-2)·s(-1) (50). ANG-(1-7) (10(-12) or 10(-9) M) in luminally perfused tubules decreases JHCO(3)(-) (36 or 60%, respectively), but ANG-(1-7) (10(-6) M) increases it (80%). A779 increases JHCO(3)(-) (30%) and prevents both the inhibitory and the stimulatory effects of ANG-(1-7) on it. S3226 decreases JHCO(3)(-) (45%) and changes the stimulatory effect of ANG-(1-7) to an inhibitory effect (30%) but does not affect the inhibitory effect of ANG-(1-7). Our results indicate that in the basal condition endogenous ANG-(1-7) inhibits JHCO(3)(-) and that the biphasic dose-dependent effect of ANG-(1-7) on JHCO(3)(-) is mediated by the Mas receptors via the Na(+)/H(+) exchanger 3 (NHE3). The control value of intracellular Ca(2+) concentration ([Ca(2+)](i)), as monitored using fura-2 AM, is 101 ± 2 nM (6), and ANG-(1-7) (10(-12), 10(-9), or 10(-6)M) transiently (3 min) increases it (by 151, 102, or 52%, respectively). A779 increases the [Ca(2+)](i) (25%) but impairs the stimulatory effect of all doses of ANG-(1-7) on it. The use of BAPTA or thapsigargin suggests a correlation between the ANG-(1-7) dose-dependent effects on [Ca(2+)](i) and JHCO(3)(-). Therefore, the interaction of the opposing dose-dependent effects of ANG II and ANG-(1-7) on [Ca(2+)](i) and JHCO(3)(-) may represent an physiological regulatory mechanism of extracellular volume and/or pH changes. However, whether [Ca(2+)](i) modification is an important direct mechanism for NHE3 activation by these peptides or is a side effect of other signaling pathways will require additional studies.