991 resultados para Nutrición Hospitalaria
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Introducción: el triatlón es un deporte de resistencia e individual que está formado por tres disciplinas diferentes: natación, ciclismo y carrera a pie. El objetivo del estudio es describir las características antropométricas en triatletas varones universitarios, además de analizar y describir la composición corporal y el somatotipo de dichos triatletas. Metodología: estudio observacional y descriptivo de las características antropométricas, la composición corporal y el somatotipo de 39 triatletas varones universitarios entre 24 ± 4,5 años, participantes en el campeonato de España universitario de triatlón, modalidad sprint (Alicante 2010), procedentes de diferentes universidades españolas. Según la técnicas de medición antropométrica adoptadas por la International Society for the Advancement of Kinanthropometry (ISAK) y el Grupo Español de Cineantropometría (GREC) por un evaluador acreditado ISAK de nivel II. Resultados: nos encontramos con deportistas de talla baja, en los que destacan valores inferiores a lo normal en los pliegues cutáneos subescapular, supraespinal, tricipital y bicipital, un porcentaje de masa muscular (45,27 ± 3,29%), de masa grasa (10,22 ± 2,92%) y de masa ósea (16,65 ± 1,34%) y un somatotipo en el que predomina la mesomorfia. Discusión: los triatletas y corredores presentan más baja talla que los ciclistas y nadadores. Los triatletas y ciclistas muestran un peso similar, siendo menor que el de los nadadores de fondo y mayor que el de los corredores de 10 km. Los pliegues cutáneos cresta ilíaca, abdominal y muslo frontal de los ciclistas son inferiores al de los triatletas. El porcentaje de masa grasa de triatletas corredores y nadadores son similares; sin embargo, el de la masa muscular de los triatletas suele ser inferior al de los ciclistas pero similar a las demás modalidades. El somatotipo del triatleta se asemeja al del ciclista (mesomorfo). El del corredor es mesomorfo-ectomorfo y el del nadador puede oscilar de mesomorfo a ectomorfo.
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Concepts: %WL: Percentage of weight loss; %FL: Percentage of fat loss. Objective: evaluate which unit of measurement for weight loss could determine the success or failure of dietary treatment for overweight and obesity. Method: 4,625 consultations carried out on 616 patients in the southeast of Spain from 2006 to 2012. All of the patients were over 25 years of age and suffered from overweight or obesity. The consultations were carried out every fortnight, using the Mediterranean or low-calorie diet. The patients were divided into four groups according to their %WL and %FL. Results: most of the sample consisted of: women; participants between 25-45 years of age; attended consultations for over a month and a half; obese. 80% of the patients obtained a %FL ≥ 5% (15.5 ± 12.8). The groups with a higher %FL obtained significant differences in weight loss (22.6 vs 11.2%, p = 0.000). The multinomial analysis shows significant differences between the groups with the highest %FL and the lowest %WL and %FL: sex (p = 0.006 vs p = 0.005), BMI (p = 0.010 vs p = 0.003) and attendance (p = 0.000 vs p = 0.000). Conclusion: the patients who lost < 5% of fat had higher initial parameters (percentage of weight and fat); most of the sample lost ≥ 5% of fat. This means that the method of personalised dietary treatment results in a high fat loss; fat is an indicator of the quality loss obtained. Recommendations: use the measurement of fat as a complementary unit of measurement to weight loss; establish a limit of 5% to evaluate such loss; and increase this type of research in any method of weight loss.
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%WL: porcentaje de pérdida de peso; %FL: porcentaje de pérdida de grasa; PNLWF: pacientes que pierden peso o grasa; PLWF: pacientes que pierden peso y grasa. Objetivo: evaluar si el %WL y el %FL en el tratamiento dietético, se vieron afectados por el género, la edad, el IMC y la asistencia a la consulta. Método: 4.700 consultas, 670 pacientes (IMC ≥ 25), en el sur-este de España (2006-12). Se utilizó la dieta equilibrada e hipocalórica. Dos tipos de pacientes: PNLWF y PLWF (91,9%). Resultados: en los PLWF, los hombres y los que asisten en mayor número de ocasiones a la consulta han mostrado una mayor pérdida, frente a las mujeres (%FL: 23,0 vs 14,3%, p = 0,000; %WL: 7,7 vs 6,6%, p = 0,020), y los que asisten con menor frecuencia (%FL: 19,1 vs 7,3%, p = 0,000; %WL: 7,8 vs 2,9%, p = 0,000). El análisis de regresión multinomial (PNLWF/ PLWF) indica que solo el asistir a más de mes y medio a la consulta es un factor que influye en la pérdida, OR 8,3 (IC 95% 4,5-15,1; p = 0,000). Conclusión: la medición de la grasa corporal proporciona una información adicional al peso perdido; la mayoría de los pacientes que asisten más de mes y medio obtienen un elevado %FL; la asistencia es un factor predictor de la pérdida; el %FL indica que el tratamiento dietético juega un papel principal en la resolución de esta patología; se recomienda diseñar esquemas prácticos del proceso de actuación de los nutricionistas en función del IMCi y el variable.
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Objetivo: determinar la ingesta de macronutrientes adecuada para mejorar el estado nutricional de las mujeres atletas y su rendimiento deportivo. Métodos: se realizó una búsqueda en cuatro bases de datos: EBSCO, Proquest, Pubmed y OvidSP, empleando las palabras clave “protein intake” AND “athletes” y “endurance athletes” AND “nutrition”. Criterios de selección: artículos originales sobre el consumo de proteínas en atletas femeninas (Entre 2009 y 2014), en revistas científicas indexadas. Resultados: se identificaron 722 artículos, de los cuales solo el 1,4% fueron considerados como incluidos. El 100% eran ensayos clínicos finalizados y publicados en el extranjero, el 50% en EE. UU. El 20% eran estudios exclusivos de mujeres atletas y el 80% incluían hombres y mujeres en la muestra. En el 70% de los estudios las mujeres atletas presentaron déficits energéticos; en la ingesta proteica, el 70% cumplieron con las recomendaciones dietéticas; la ingesta de hidratos de carbono fue inadecuada en el 90% de los ensayos clínicos y, en el 50%, las mujeres presentaban una sobreingesta de grasas. Conclusiones: existe una deficiencia de información acerca de la nutrición en mujeres atletas en Europa y a nivel internacional. Las atletas femeninas consumen energía y macronutrientes en menor proporción que los atletas masculinos. No existe consenso en el rango de proteínas recomendado y se encuentran discrepancias en el consumo en función del tipo de ejercicio físico que se realice. Se recomienda llevar a cabo un acuerdo entre instituciones científicas de prestigio sobre la ingesta energética y de macronutrientes en el deporte, especialmente en la mujer.
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%WL: porcentaje de pérdida de peso; %FL: porcentaje de pérdida de grasa. Objetivo: describir la metodología en la gestión del tratamiento dietético cuali-cuantitativo en el sobrepeso y la obesidad. Método: se llevaron a cabo 4.625 consultas con 616 pacientes mayores de 25 años con sobrepeso y obesidad, en el sur-este de España, durante los años 2006-12. Se utilizó una dieta equilibrada, hipocalórica, cuali-cuantitativa con alimentos de la zona. Se describió la metodología del tratamiento dietético en la pérdida y el mantenimiento. Se trató qué unidades de medida son adecuadas para la expresión del éxito en la pérdida; una nueva visión del asesoramiento individualizado y el tratamiento multidisciplinar. Resultados: el 80% de los pacientes obtienen un %FL ≥ 5% (22,6 ± 11,8 - 11,2 ± 7,4), y asistieron a la consulta más de mes y medio. Conclusión: se presenta un esquema de la metodología del tratamiento dietético; se han recomendado las unidades de medidas a utilizar en consulta y en la publicación de ensayos clínicos, creando un precedente con grado de evidencia de cómo determinar la pérdida exitosa; se recomienda medir los perímetros de cadera y cintura, e incorporar el estudio de la imagen corporal; se presenta una nueva visión del asesoramiento individualizado y una atención multidisciplinar avanzada, independiente de la edad, el estado de gestación y las minusvalías físicas. La postura del sanitario debe de ser considerada como el gestor encargado de determinar qué técnicas podrían ser más efectivas en dicha pérdida.
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Objetivo: evaluar el efecto del té verde o sus sucedáneos en el estado nutricional de los sujetos que realizan ejercicio físico. Metodología: las palabras clave son: “green tea” AND “exercise”, en cuatro bases de datos documentales: Pubmed, EBSCOHOST, OvidSP y Proquest. Criterios de inclusión (enero de 2010 y diciembre de 2014): edad adulta de la muestra (18-65 años, OMS); consumo de una cantidad cuantificada de té verde o sucedáneos, junto con la realización de ejercicio físico medible en intensidad. Resultados: de 260 artículos, se incluyeron el 5%. En el 69% se trata de estudios con un entrenamiento diseñado, y en el 92% se ha incluido un test de ejercicio para valorar parámetros. El 77% oscilan entre 20-40 años; las muestras varían entre 9 y 36 individuos. El 69% son de larga duración. El GTE ha sido el sucedáneo más utilizado (38%). El 92% de los ensayos han obtenido algún tipo de mejora (en el 92% fue significativa). Conclusiones: se recomienda aumentar las investigaciones sobre la clasificación de los ejercicios. Las mejoras significativas en el estado nutricional de los sujetos por la ingesta del té verde o sucedáneos son: IMC, peso, IGC, MM, INM, OM y MR. El GTE ha sido el que mayores resultados satisfactorios ha proporcionado. No existe homogeneidad en los resultados significativos. Se necesitan realizar nuevos ensayos clínicos. Las diferencias entre los ensayos clínicos revisados reflejan que las mejoras encontradas en el estado nutricional de los sujetos que realizan actividad física deben ser avaladas con nuevas investigaciones. Esto ayudará a crear evidencia en este tipo de aspectos.
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Se analiza el porqué de las citaciones de los artículos. Se realizan también algunas consideraciones sobre el factor de impacto de las revistas, sus ventajas y sus posibles defectos. El factor de impacto de las revistas, desde su popularización por el Institute for Scientific Information, ha tomado una gran importancia como parámetro objetivo de evaluación de las revistas científicas y, por extensión, de todo lo que las rodea. No hay correlación con el desfase en factores de impacto de algunas revistas anglosajonas y el de las revistas escritas en otros idiomas. Probablemente se benefician de publicar en inglés y del llamado “efecto Mateo”, según el cual los investigadores científicos eminentes cosechan aplausos mucho más nutridos que otros investigadores, menos conocidos, por contribuciones equivalentes. Es paradójico también que los grandes descubrimientos de nuestra época no figuren entre los 100 artículos más citados. No hay tampoco una correlación entre todos los artículos aparecidos en una publicación y su factor de impacto; la mitad de los artículos de una revista son citados diez veces más que la otra mitad. Los artículos citados 0 veces reciben el mérito de los mejores. Lo ortodoxo sería utilizar en cada artículo el número de citas que recibe, que sería su propio factor de impacto y, para los autores, el índice H.
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Introduction: Among the inflammatory mediators involved in the pathogenesis of obesity, the cell adhesion molecules P-selectin, E-selectin, VCAM-1, ICAM-1 and the chemokine MCP-1 stand out. They play a crucial role in adherence of cells to endothelial surfaces, in the integrity of the vascular wall and can be modulated by body composition and dietary pattern. Objectives: To describe and discuss the relation of these cell adhesion molecules and chemokines to anthropometric, body composition, dietary and biochemical markers. Methods: Papers were located using scientific databases by topic searches with no restriction on year of publication. Results: All molecules were associated positively with anthropometric markers, but controversial results were found for ICAM-1 and VCAM-1. Not only obesity, but visceral fat is more strongly correlated with E-selectin and MCP-1 levels. Weight loss influences the reduction in the levels of these molecules, except VCAM-1. The distribution of macronutrients, excessive consumption of saturated and trans fat and a Western dietary pattern are associated with increased levels. The opposite could be observed with supplementation of w-3 fatty acid, healthy dietary pattern, high calcium diet and high dairy intake. Regarding the biochemical parameters, they have inverse relation to HDLC and positive relation to total cholesterol, triglycerides, blood glucose, fasting insulin and insulin resistance. Conclusion: Normal anthropometric indicators, body composition, biochemical parameters and eating pattern positively modulate the subclinical inflammation that results from obesity by reducing the cell adhesion molecules and chemokines.
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Background: It is believed that the glycemic index (GI) may be used as a strategy to prevent and control noncommunicable diseases (NCD). Obesity is a multifactorial condition, a risk factor for development of other NCDs. Among the different types, abdominal obesity is highlighted, which is essential for the diagnosis of metabolic syndrome, and it is related to insulin resistance, dyslipi-demia, hypertension and changes in levels of inflammatory markers. Such indicators are closely related to the development of Type 2 Diabetes and cardiovascular disease. Objectives: Discuss the role of GI as a strategy for the prevention and/or treatment of visceral obesity, subclinical inflammation and chronic diseases. Results and discussion: The intake of low GI diets is associated with glycemic decreases, and lower and more consistent postprandial insulin release, avoiding the occurrence of hypoglycemia. Moreover, consumption of a low GI diet has been indicated as beneficial for reducing body weight, total body fat and visceral fat, levels of proinflammatory markers and the occurrence of dyslipidemia and hypertension. The intake of low GI foods should be encouraged in order to prevent and control non-communicable diseases.
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Background: Constipation is an intestinal dysfunction. Prebiotics, such as inulin, can improve bowel function by positively influencing intestinal biota. Aim: To analyze the scientific evidence for the role of inulin in improving bowel function in patients with chronic constipation. Methods: A meta-analysis of randomized controlled clinical trials was conducted, grounded on a literature search for the period 1995-2013 (descriptors: inulin & constipation) on PubMed, ScieLo and Central Trials Register Cochrane databases. A total of 24 articles were found, 5 of them were selected for this meta-analysis, involving 252 subjects (experimental group: n = 144, control group: n = 108). The quality of the studies was assessed using the Jadad scale. Results: We found a significant overall effect of inulin on stool frequency (DEM = 0.69, 95%CI: 0.04, 1.34), stool consistency (Bristol scale) (DEM = 1.07, 95% CI: 0.70, 1.45), transit time (DEM = -0.57, 95% CI: -0.99, -0.15) and hardness of stool (RR = 0.42, 95% CI: 0.26, 0.70). Pain and bloating do not improve with inulin intake. Conclusions: inulin intake has a positive effect on bowel function.
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Objective: The purpose of this study was to evaluate the oral hygiene status in pediatric obese patients. Methods: A cross-sectional study was conducted from 2011 to 2012, which evaluated 180 Brazilian pediatric patients, 6-14 years old, girls and boys, recruited according to two Body Mass Index (BMI) categories: obese and non-obese (healthy weight). For the evaluation the oral hygiene status, the study used Oral Hygiene Index (OHI) and Gingival Bleeding Index (GBI). Results: According to the total sample, 5/60 obese (8.3%) and 57/120 non-obese (47.5%) had good OHI, while 23/60 obese (38.4%) and 3/120 non-obese (2.5%) were classified in a low level of OHI, with a significance between the groups (p < 0.001), even after sorting by age. According to the classification of GBI, 60/60 obese (100.0%) and 89/120 non-obese (74.2%) had GBI 1 (bleeding gingiva), and 0/60 obese and 31/120 non-obese (25.8%) were classified as GBI 0 (healthy gingiva), with a significance between the groups (p < 0.001), even after sorting by age. Conclusions: This study indicated that OHI and GBI were significantly higher in the obese children group.
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Objectives: Obesity during adolescence is an increasing health problem in industrial countries. The comorbidities associated with obesity include important metabolic diseases. Methods: To analyze the effect of a weight-loss program, we recruited 12 obese, male adolescents before entering this program. We determined body weight measures at baseline, 6-week and 36-month follow-up. Also, the long-term changes of blood pressure, HbAlc, and CRP were evaluated. Twenty healthy age-matched adolescents served as controls. Results: Within the intervention group ((body mass index [BMI, kg/m²] > 95th percentile for age and sex, age 13-17 years) the BMI and BMI-standard deviation score [SDS] were significantly reduced in the 6-week follow-up after completing the weight loss program. However, the significant weight-reduction effect was not persistent until the 36-month follow-up. Conclusion: The 6-week weight-loss program had beneficial short-term effects on body weight, BMI, and BMI-SDS in obese adolescents, but these effects could not be maintained until the 36-month follow-up.
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Introducción: El Índice de Masa Corporal (IMC) es uno de los parámetros más utilizados en cirugía bariátrica. Sin embargo, no discrimina el peso asociado a adiposidad. La fórmula CUN-BAE es una ecuación que permite calcular el Porcentaje de Grasa Corporal (PGC) o adiposidad, basándose en valores fáciles de disponer (edad, sexo e IMC). Con esta nueva clasificación muchos de los sujetos considerados con normopeso o sobrepeso (IMC ≤ 30 kg/m²) en realidad tienen un PGC alto y presentan comorbilidades asociadas a la obesidad. El objetivo de este estudio es evaluar PGC cuantificado mediante fórmula CUN-BAE como marcador predictivo de riesgo cardiovascular en pacientes obesos mórbidos, antes y después de ser sometidos a Gastrectomía Vertical (GV). Material y métodos: Realizamos un estudio observacional retrospectivo de mujeres intervenidas de GV entre 2007 y 2012 en el Hospital General Universitario de Elche, calculando el PGC mediante la fórmula CUN-BAE de forma preoperatoria y 12 meses tras la intervención. Se correlacionaron estos valores con diferentes parámetros metabólicos y de riesgo cardiovascular. Resultados: Se estudiaron 50 mujeres. Preoperatoriamente, el IMC medio de 50,4 ± 7,4 kg/m² y PGC del 54,8 ± 3%. Al año de la intervención, el IMC medio era de 27,7 ± 2,6 y el PGC 39,4 ± 3,7%. La PGC se correlacionó significativamente con 3 factores bioquímicos asociados con mayor riesgo cardiovascular (cortisol, vitamina D y cociente TG/HDL). Conclusión: la adiposidad, según la fórmula CUN-BAE, y el análisis de factores bioquímicos predictivos de obesidad, de forma conjunta suponen herramientas útiles para valorar el riesgo de enfermedad cardiovascular, después de GV.
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Introducción: El aumento de peso después del trasplante es relativamente común, además suele ser multifactorial y suele estar influenciado por glucocorticoides y los medicamentos inmunosupresores, pudiendo retrasar la función del injerto y provocar complicaciones graves de salud. Objetivos: Evaluar los cambios en el peso, grado de obesidad e índice de masa corporal asi como el efecto que el tratamiento inmunosupresor produce sobre estos 5 años postrasplante renal sobre estos. Métodos: La muestra estuvo formada por 119 pacientes trasplantados renales, 70 hombres y 49 mujeres, trasplantados renales, que asistieron durante cinco años a la consulta postrasplante. A todos los pacientes se realizaron mediciones pretrasplante y postrasplante (desde el 1º año hasta el 5º año) de peso, altura e índice de masa corporal calculado mediante la fórmula peso/talla2 relacionándolo con el tratamiento inmunosupresor que tomaban. Resultados: Existe un aumento considerable del índice de masa corporal, peso y grado de obesidad en el primer año tras el trasplante aumentando mas lentamente en los siguientes cuatro años. El tipo de tratamiento inmunosupresor influencia el peso y grado de obesidad que se produce en este periodo de tiempo. Conclusiones: Hay una elevada prevalencia sobrepeso y obesidad tras el trasplante especialmente durante el primer año. Al año los pacientes ganan una media de 6,6 kg de peso y una media de 2,5 kg/m² en su IMC. Durante el tratamiento se debe minimizar las dosis de esteroides e incluir tratamiento dietético y ejercicio físico adecuado.
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Objetivo: Determinar la fiabilidad test-retest, la consistencia interna y la validez predictiva de los constructos de la versión mexicana del cuestionario Pro Children Project (PCHP), que evalúa factores psicosociales personales y ambientales asociados a el consumo de fruta y verdura en niños escolares de 10 a12 años. Métodos: Diseño test-retest con un intervalo de 14 días. Una muestra de 957 niños de ocho escuelas primarias completaron el cuestionario de 82 ítems en el 2012 en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Resultados: La confiabilidad test-retest fue moderada (coeficiente de correlación intraclase (CCI) > 0,60) en todos los constructos de fruta y de verdura en un rango de 0,60 a 0,68. El promedio de valores Alfa de Cronbach fueron de bajos a altos (rango: 0,54 a 0,92), comparables al estudio original. La validez predictiva fue de moderada a buena en un rango de correlaciones de Spearman de 0,23 a 0,60 en factores personales y de 0,14 a 0,40 en factores ambientales. Conclusión: Los resultados demuestran una fiabilidad y validez suficiente de la versión mexicana del cuestionario PCHP para la evaluación global de factores psicosociales personales y ambientales asociados a el consumo de fruta y verdura en niños escolares de 10 a 12 años. Finalmente, se discuten las implicaciones para la aplicación de este instrumento en contextos escolares y las pautas a seguir para futuras investigaciones.